Partida Rol por web

- De modo que le pareció ver a alguien saltando por encima del seto... - repite, Salina, intentando imaginar cómo podría una persona dar un salto de ese calibre -¿Y dice que el seto es tan alto como usted? En ese caso, o el asesino es un deportista olímpico o utilizó algo para salvar la altura... o tiene poderes sobrenaturales... -Se ríe ligeramente de su chiste, aunque a estas alturas de su vida, ya no le sorprendería encontrarse con algo así-. Perdone, Taddy, no estoy menospreciando su ayuda. En cualquier caso, creo que no perdemos nada comprobándolo. Sheriff, ¿le importaría que después de la comida fuera a echar un último vistazo a la casa de Elmore? Si la srta. Taddy no mencionó antes el detalle de haber visto a alguien... eh... saltando por encima del seto, quizá haya quedado alguna prueba o residuo. Y, eh, Taddy, ¿sería usted tan amable de acompañarme para indicarme más o menos dónde fue que lo vio?

O esta chica esta como una regadera o ese asesino tiene además de la fotografía otros hobbies muy raros.

De todas formas creo que esto se podra corroborar con las huellas que sacó Sparks...al correr para pegar el salto tubo que dejar unas marcas características....

No se preocupe señorita Taddy, estamos acostumbrados a escuchar todo tipo de cosas. De todas formas hace bien en no ir contandolo por ahí...seguramente fuera un gato, una bolsa o vaya saber usted qué...no le de importancia. Esto es lo que nos hacía falta, que además de tener a un pueblo aconjogado por la idea del asesino, fuera encima rulando el rumor de que es un atleta de élite...Ohh Dios mio!!...nunca debí salir de los marines.

La sheriff contiene una sonrisa cuando Salina menciona lo de las habilidades sobrenaturales. Después, intentando sonar seria, reprende a Taddy por haberse guardado información, aunque no parece darle mucha importancia.

Ante vuestros comentarios las orejas de Taddy enrojecen y ella desvía la vista avergonzada.

-Ya dije que era una tontería -replica con algo de malestar-. Fue cosa suya empeñarse en que lo contara. No me importa acompañarles, de todas formas ya terminé aqui y tengo que ir a casa.

Mientras habla se pone en pie y empieza a recoger vuestros platos.

-Taddy, no se sienta incómoda, ya le he dicho que toda ayuda es poca... Y en esta profesión, uno nunca sabe lo que puede encontrarse. Bueno, pues si ella ya ha terminado su turno, y a menos que el agente Dwight y el agente Johnson quieran acompañarnos, creo que me acercaré a la casa de Elmore para echar ese último vistazo. Miraré también al otro lado del seto, por si hubiéramos pasado por alto alguna pista.

Salina saca la cartera del bolsillo y empieza a contar el dinero. Supone y espera que la comida no sea muy cara. A continuación mira a sus compañeros con aire interrogante, esperando a que decidan qué harán a continuación.

- Por mí no hay inconveniente en acompañarle agente Sparks y supongo que al agente Dwight tampoco le importará no?...Podríamos echar otro vistazo al jardín de Elmore para comprobar con más detalle lo que nos acaba de contar la señorita Taddy y luego, si os parece bien, ir a la casa de Hill para saber con más detalle el motivo de la discusión.

Como no tiene sentido dispersar el grupo aún más, Dwight decide acompañaros. Además, seis ojos siempre ven mejor que cuatro.

Salina paga la comida, que es notablemente barata dada su calidad (en Los Angeles habeis comido sandwiches más caros), y volveis al coche, en compañía de Taddy. Ella se sienta atrás, junto a Peter, y habla con vosotros (aunque parece prestar especial atención a las respuestas de Peter). Son preguntas inocentes, para romper el hielo (¿De dónde sois? ¿Cómo os metisteis en este trabajo? ¿Qué os parece el pueblo?).

No da tiempo para mucho más antes de que pareis de nuevo frente a la casa de Elmore. Desde la acera Taddy os señala más o menos (en realidad duda bastante) por donde creyó ver el movimiento.

El seto de la parte de atrás es sólo eso, un seto. Es bastante más alto y frondoso de lo normal, aparentemente Elmore nunca le dedicó mucha atención y ha crecido asilvestrado. Peter es lo bastante alto como para ver por encima de él sin el menor problema. Salina y John casi tienen que ponerse un poco de puntillas.

Durante el trayecto en coche jurarías que Taddy se te arrima más de lo normal (aunque atrás vais tres el 4x4 es muy amplio). Teniendo en cuenta cómo va vestida, resulta bastante insinuante.

Dwight inspecciona el seto y las vallas de alrededor de la finca con cara pensativa. Esto no tiene sentido, ¿por que saltar este seto cuando seria mucho mas facil salir por la puerta principal? A lo mejor el que se oyera un grito lo asusto y por eso salto por aqui...No, eso no tiene sentido. Paso mucho tiempo entre el grito y la sombra sobre la valla.

No se. No tiene sentido que saltara este seto, las vallas de los otros lados son mucho mas bajas y faciles de saltar. Taddy, esa sombra que vio, ¿que tamaño aproximado tendria?. Podria ser simplemente un pajaro nocturno o algo que el asesino lanzara al otro lado.

Dwight sale de la finca y rodea el seto para examinar el suelo al otro lado

Al llegar de nuevo a la casa, Salina inspecciona, aproximadamente, un diámetro de diez metros en torno al lugar que Taddy señala. Lo hace cuidadosamente, por delante, detrás y a los lados. No quiere que se le escape nada, si es que hay algo que pueda escapársele. Mira hacia la casa de los padres de Taddy y se hace una idea aproximada de la distancia que separa el lugar de la ventana del dormitorio para corroborar si la muchacha pudo ver algo durante la oscura noche o si fue solo un producto de su imaginación. El miedo nos hace ver fantasmas donde no los hay. Se pone de puntillas para examinar el seto y, a continuación, sigue a Dwight hasta la zona exterior del seto.

-Uf... No sé. Fue tan rápido... Pero un pájaro no, no pudo ser eso, me pareció más grande, ¿sabe? Pero ahora que lo dice, pudo ser un perro grande.

La distancia desde la ventana hasta el seto andará por los quince metros.

Examinais la zona palmo a palmo, pero no encontrais nada que parezca relevante. El problema es que, como han pasado tantos días, no podeis asegurar si es que no había nada que encontrar o si es que las señales han desaparecido.

El otro lado del seto es un descampado no urbanizado (la casa de Elmore está en los lindes del pueblo, aunque Ashville es tan pequeño que se podría decir que todo está en los lindes, o en el centro, según se mire). Unos metros más allá comienza uno de tantos campos de maíz, los tallos están bastante altos en esta época del año.

Al sentir la cercanía de Taddy, Peter no se aleja lo más mínimo. Le atrae esa chica y el atrevimiento que muestra incrementa aún más el sexssapel hacia ella... Aprovecha la opotunidad de girarse un poco y hacer una inocente pregunta a Salina sobre las huellas para trasladar su mano a la rodilla de Taddy. Antes de volverse a reincorporar en el asiento, su mano recorre suavemente por unos segundos, hasta un palmo por encima de la rodilla de Taddy.

...o algo que el asesino lanzara al otro lado.

- Sí, yo también pienso que tuvo que ser algo de eso. Tiraría algún paquete, bolsa o algo que luego recogió al otro lado del seto. Es imposible pensar que algún hombre pudiera saltar esta altura.- dice poniendose la mano frente a la cabeza.

- Agente Sparks donde estaban exactamente las huellas que vio? No es en este seto no?

-No, eran bajo la ventana exterior, la que mira hacia el salón. -responde.

Era absurdo albergar la esperanza de que hubiera quedado alguna pista después de tantos días...

- Bueno pues entonces poco más podemos hacer por aquí. Tenemos a un muerto en el salón, unas huellas bajo la ventana que dicen poco, un testigo que olló pero no vió y un objeto no identificado volando por encima de este seto....confió en que más adelante podamos encontrarle sentido a todo esto.- En ese momento mira a Taddy y se da cuenta de que quizá este hablando demasiado -. De todas formas muchas gracias por todo señorita, aunque usted no lo crea nos ha sido de gran ayuda. Si es tan amable, le agradeceríamos que nos diera su teléfono, quizá la volvamos a necesitar.

- Nos marchamos?...es la hora del café, y ese Hill seguro que está impaciente de no vernos aún por allí.