Sabia elección. Dijo mostrando una sonrisa perversa. ¿Serviais al Tulipán y a esa rata de Frank Van Huurt?
Bill era un tipo alto y ancho de espaldas que imponía con su voz grave y autoritaria. Siempre iba a al grano y era parco en palabras. Lo que tenía que decir lo decía, lo que no lo callaba y muchas veces alguna de sus espadas hablaba por él.
No, y me alegro de que fuera así, pues parece que tienen problemas.
Continuo el diálogo con Dosespasdas, absorto, en tensión, pues se encontraba hablando de tú a tú con uno de los piratas más temidos.
Sam se mantiene callado dejando que Tom hable por ellos, él mantenía mejor la compostura.
Volvamos al barco. Dijo sin más y cubrió su cara con un pañuelo que llevaba al cuello. Debemos dar caza a ese estúpìdo. Unos verdes rodeados de venas rojas, y duros como rocas debido al salitre del mar miraron sobre el pañuelo a Tom. Tiene mi carta. Y va a pagar por ello.
El barco de Dosespadas tenía unas dimensiones formidables, el doble de grande que el Tulipán y más veloz que cualquier barco que ambos hubieran visto. En cuanto desplegó el velamen y el barco comenzó a coger velocidad, las cosas parecían pasar más rápido de lo que nunca hubieran visto. Cortaba el agua como el filo de una navaja.
La madera de aquel barco se había vuelto gris y estaba llena de algas y plantas marinas que le daban un ligero toque verdaceo. No parecían limpiarlo, su tripulación se dedicaba a otros menesteres.
Sam subió a bordo del barco de Dosespadas según le indicaban a punta de sable, aunque no tenía muy claro qué harían con ellos: si asignarles un trabajo o encerrarlos en la mazmorra un tiempo..
Menudo barco..es giantesco
Aunque necesita una buena limpieza..
Tom tambén siguió a Dosespadas y al resto, como uno más, pues ahora aquélla era su tripulación. Y se dispuso a recibir las órdenes del nuevo capitán.
Bien, grumetillos servireis haciendo labores de cuidados en el velamen, y en caso de entrar en combate formareis parte del escuadrón de los cañones de estribor. Les dijo a Sam y Tom. Aquellas tareas no tenían nada del otro mundo, pero el clima de hostilidad que se respiraba hacía ellos era evidente.
Aquel navio era muy veloz, y en poco tiempo dieron alcance al Saint George, que a su vez perseguía al Tulipán, el cual era una figura todavía en la lejanía.
-¿Señor que hacemos con el Saint George? Preguntó uno de los contramaestres.
-Dejarlo, no es nuestro objetivo. Respondió Dosespadas mientras observaba por su catalejo el barco de Frank Van Huurt.
-¡¡Capitán!! Gritó uno de los hombres. ¡Edward James se encuentra en el Saint George!
La cara de Bill Dosespadas cambió radicalmente. Marineros de estribor. Dijo rotundamente. Disparad a matar.
Sam se dirigió con Tom a su puesto en los cañones, aterrado con la idea de tener que disparar a su antigua tripulación. Cuando llegaron no tenía mucha idea ni practica de como se cargaba y disparaba y procuró hacerlo lo más despacio posible y apuntando un tanto mal para errar el tiro, siempre y cuando nadie miraba claro.
Susurró a su compañero intentando pensar en una forma de ayudar al Saint George.
Tom, tenemos que hacer algo..
Tom se acababa de colocar en un cañón de estribor por orden del capitán cuando Sam le susurro. No sabía cómo reaccionar, la situación le superaba. Pero una cosa tenía clara, si quería sobrevivir lo que tenía que hacer en ese barco era cumplir las órdenes del capitán. Miró al chico y le dijó:
Sam lo único que se me ocurre ahora mismo es que intentes seguir teniendo esa precisión -pues se había dado cuenta de lo que intentaba el chico- pero piensa que ahora sirves aquí y lo más importante es sobrevivir. Le echó una mirada seria. Procura que no te pillen.
Se giró hacia el Saint George y antes de ponerse a disparar el cañón sacó su catalejo para echar un vistazo. Y reza lo que sepas. Dijo a la vez al chico.
Tirada: 1d100(+50)
Motivo: Percepción (Ojear el Saint George)
Resultado: 66(+50)=116
Puedes ver que la capitana se ha colocado en el castillo de popa junto a Edward James y que O´Linch está en el de proa.
Los cañones comenzaron a tronar. Un cañonazo bien dirigido del marinero que tenían a su izquierda destrozó el castillo de proa y la capitana y Edward James desaparecieron. Hubo gritos de jubilo en todo el barco por ese hecho.
A continuación el Tulipán contestó y se produjo una sucesión de disparos entre ambos barcos.
Un hombre con un latigo golpeó la espalda de Tom al ver que no hacían nada.
¡¡Disparad rufianes!!
¡Ya lo hacemos ! Ya lo hacemos..
Entrecierra los ojos como si el mismo hubiera sentido el latigazo que le habían dado a Tom. Debía haber sido muy fuerte porque ni había reaccionado a él.
Maldita sea.. van perdiendo
Volvió a cargar otro proyectil y apunto esta vez al castillo de proa, que ya estaba destrozado y por un poquito más no pasaría nada.
Bill apareció en la bodega de los cañones.
¡¡AL ABORDAJE!! TODO EL MUNDO!
Oh no, mierda, mierda..
Salio a empujones cuando el hombre del látigo les instó a abandonar el sitio pues no parecían muy decididos. Una vez en la cubierta observó el panorama general tratando de buscar a los miembros de su antigua tripulación con la mirada.
El latigazo en la espalda le había dejado casi sin sentido, pues no se lo esperaba. Al oir la orden de Dosespadas volvió a reaccionar y se dispusó a abordar el barco. Preparado y alerta por algún posible ataque de cualquiera de los bandos, cogía su daga dispuesto a defenderse. Al llegar a la cubierta, no sabia muy bien qué hacer, no sabía cual iba a ser su bando en aquella batalla, pero sabía que pronto se iba a dar cuenta, e intuía por qué lado se iba a decantar.
Comenzó a mirar la cubierta a ver si veía caras conocidas, ya sabía de que lado estaba.
¡Sam preocúpate de poner a salvo tus nalgas! ¡Después nos veremos! Chilló para que el joven le oyera y se puso a ojear.