Partida Rol por web

Mientras Barstan intentaba abrir la puerta, Adowyn se concentró en lo que les rodeaba, procurando sintonizar sus sentidos con los de Liryn. Algo en su interior le gritaba "trampa" pero no había que adelantarse.

Es de buena educación devolver una trampa a quien te la tiende.

Este granero gigante tiene un portón de carga en la parte frontal por lo que habéis visto está atrancado y una puerta más pequeña a un lado donde hay un cobertizo colindante a la estructura. El fuerte olor a cebada y a otros granos se filtra a través de las junturas de las paredes de madera.

Veis varias cabezas de ganado desparramadas bloqueando la pequeña puerta, están descompuestos y devorados por los cuervos que continúan alimentándose de ellos. Debido a los cadáveres que hay aquí un numeroso grupo de cuervos carroñeros ha terminado recalando aquí para alimentarse de los restos.

Al llegar a la puerta del cobertizo lateral, Barstan siente una pequeña arcada. Alguien había amontonado un montón de cuerpos de animal ante la portezuela.

Vaya ascazo, joder. ¿Por qué han dejado esto aquí en medio?

Con asco y resignación, Barstan se agachó y empezó a apartar uno a uno los repulsivos cadáveres putrefactos hasta dejar vía libre hacia la puerta.

Estos animales también han debido ser víctima de nuestra misteriosa criatura o criaturas. Si no, que me expliquen porque están aquí y en estas condiciones... -dice mientras mueve los restos.

Por favor, las damas y los lobos primero -bromea tras despejar la puerta, con las manos pringadas de sangre descompuesta- Creo que a mi tampoco me vendrá mal ese baño después de todo...

El olor no tardó en llegar a las fosas nasales de Eloki y no fue agradable. Sacudió la cabeza ligeramente para intentar desviar sus pensamientos de aquello y centrarse en otras cosas. Como, por ejemplo, encontrar otra dichosa entrada.

El puñetero problema fue encontrarse todos aquellos restos justo delante de la misma. También era mala suerte, una coincidencia siniestra... o algo mucho peor.

- Podría ser... pero es extraño. De ser obra de la cosa que estamos buscando... ¿no habrían visto algo los cazadores al dejar aquí los cuerpos? - comentó - No creo que estos cuerpos lleven aquí uno o dos días, sino bastante más. - miró a su alrededor con atención.

Una vez Barstan hubo terminado de apartar los cadáveres, invitándolas a pasar primero.

- ¿Quieres seguir yendo primero, Adowyn?

Adowyn envía a Liryn por delante, aguzando los sentidos para ver si su compañero animal detecta algo, y hace señal a Eloki de que pase primero, para seguir teniendo la ventaja del ataque a distancia si fuera menester.

En cuanto el gigantesco semiorco va a apartar a los animales muertos... los cuervos se avalanzan contra él en actitud agresiva revoloteando en la noche ante el cuerpo del gigante verde buscando las mejoras zonas para herir a su enemigo en ¡los ojos! Mientras protegen su zona de comida y refugio.

La bandada de cuervos inician su ascenso en cuanto ven al semiorco en su territorio intentando quitarles aquello que les da de comer, aunque en verdad estaba desplazándolo pero parecía que a estas criaturas no les sentaba bien que tocasen a sus presas o se metieran en su territorio. Cosa muy en cuenta que tendrían los aventureros si salían con vida de aquel agresivo ataque que comenzó con tal fiereza y rápidez que ni al semiorco le dio tiempo a esquivarlo, ni su armadura fue impedimento para estas negras criaturas que picotearon en la cabeza del pobre Barstan y en sus puntos más vulnerables donde la armadura no le protegía. Nunca hubieseis averiguado como tales criaturas podían ser tan agresivas y a la vez astutas en el combate pero ahora sí lo sabíais, aunque ya era demasiado tarde tanto para el semiorco salvador de la aldea como para las mercenarias.

El ataque de aquellos cuervos fue totalmente inesperado para la hobgoblin y, seguramente, para el resto de sus compañeros. Y desde luego el que se había llevado la peor parte había sido el semiorco, pues las furiosas aves se habían abalanzado sobre él y parecían estar haciéndole mucho daño.

- ¡Barstan! - Eloki dio un saltito atrás y alzó el mosquete y trató de apuntar a la bandada, pero quizás lo repentino del ataque la había puesto algo nerviosa, pues supo enseguida que había fallado el tiro.

La situación no parecía pintar demasiado bien: esos pájaros eran muy agresivos y ya les habían herido a uno de ellos. Tenían que evitarlos de alguna forma...

El lobo de la mercenaria intenta morder a los cuervos pero estos son difíciles de alcanzar ya que son rápidos y vuelan alto sobre la cabeza de Barstan. Ambos combatientes estaban teniendo un fatídico combate primero el disparo erróneo de Eloki y luego el fallo del lobo de Adowyn. ¿Parecía que el final se aproximaba o no? Solo Barstan podía saberlo según su elección. 

El ataque de los cuervos había sorprendido completamente a Barstan. Habían estado ocultos en los aleros del granero, y algunos incluso dentro de los putrefactos cuerpos de las reses. En apenas unos segundos le habían desgarrado la cara y la cabeza, desprotegidas, cegándolo en el proceso.

¡Uahhh! ¡Maldita sea, quitádmelos de encima!

Viendo que corrían grave peligro, Barstan hizo tajos amplios al aire con sus hachas mientras intentaba recordar la disposición de la granja circundante y emprendió una carrera hacia el edificio más cercano al granero, para refugiarse allí de los cuervos.

¡Seguidme! Pongámonos a cubierto.

Eloki estaba maldiciendo entre dientes por haber fallado el disparo, siendo consciente del peligro que parecían representar esos cuervos al ver las heridas de Barstan. Por ello, no necesitó que el semiorco le dijera más veces aquello de refugiarse.

- ¡Detrás de ti, corre! - exclamó la hobgoblin, manteniéndose pegada a su espalda y ayudándole a llegar al edificio al que parecía dirigirse para que no se perdiera o se golpeara contra algo. Si no conseguían refugiarse, las cosas se podían poner realmente mal, visto como había comenzado el encuentro contra esos pajarracos.

Barstian huye del combate dejando a la banda de cuervos a dos palmos de narices, Adowyn se acerca todo lo que puede pero sin llamar la atención de los oscuros animales, se pone un trapo que lleva al cuello cubriendo medio rostro. En el siguiendo turno persiguen a Barstan por instinto pero al ver al semiorco bastante alejado y siendo territoriales se dirigen otra vez hacia el lugar...En este preciso momento aprovecha la mercenaria para acercarse a la puerta y abrirla, en cuanto el lobo ve la puerta abierta se mete dentro (había retrasado su turno esperando la orden de la dueña).

Cuando los cuervos vuelven (otro turno) Adowyn y su lobo ya se encuentran en el interior, y han cerrado la puerta para que la banda de cuervos no la persiga aprendiendo por lo sucedido a Barstan. En pocos segundos se escucha un sonido ¡Plof! que cae pesadamente para después abrirse la puerta principal. Una oleada de pestilencia invade momentaneamente el ambiente de cuerpos putrefactos, la mercenaria se había colocado el pañuelo y esto le sirvió para no desmayarse en el acto. 

Aparentemente, habían conseguido ser lo bastante rápidos como para ponerse a salvo de las dichosas aves y ahora estaban en el interior del edificio. La carrerita, desde luego, había dejado a la hobgoblin jadeante, pero al menos parecía que estaban a salvo por el momento.

- Diablos... ¿Cómo se han puesto así de violentos esos pajarracos? - dijo cuando había recuperado más o menos el aliento, mirando luego al semiroco y acercándose a él - ¿Estás bien? ¿Ves algo?

En ese momento se oyó un ruido y Eloki giró la cabeza, viendo la puerta abierta y notando de lejos el olor. ¿Era eso lo que estaban buscando? Desde luego... olía como tal.

No veo nada, agh. Tengo toda la cara llena de sangre. -dice Barstan mientras intenta contener la hemorragia y limpiarse los ojos- Necesitaré una fuente de agua para limpiarme los ojos. No me duelen demasiado así que debería ser una ceguera temporal.

Un ruido bastante característico y un olor nauseabundo llegaron a sus sentidos.

¿Ha abierto alguien la puerta del establo? Si crees que está despejado, vamos, te seguiré.

 Observo los cuerpos - estos cuerpos han sido mutilados, todos estos cadáveres parecen haber sido parcialmente devorados. Empiezo a registrar el lugar mirando posibles huellas en el suelo... mirad aquí hay unas huellas de un lobo enorme. Parecen conducir a un bosquecillo cercano y ahí desaparecen. Y por aquí un par de huellas de humano descalzo que salen de los árboles y se dirigen a la ciudad; No puedo continuarlas han quedado sepultadas...