Partida Rol por web

- Corrí al bosque - dice Red Jake, derrumbado - durante no sé cuánto tiempo y esperé y esperé. Escuchaba ruidos extraños, pero no me moví a lo lejos. Al cabo de un rato, escuché gritos. Gritos de una mujer. Estuve a punto de perder la razón, pero conseguí no hacerlo. Esta mañana me acerqué a Ross's Corners a buscar algo de comida y... y escuché que había desaparecido la esposa de un granjero, que salió a echar un vistazo al granero y no volvió. Volví corriendo al bosque. Seguro que tarde o temprano iban a acusarme de su desaparición si me quedaba por allí. ¿Saben? Noto como la gente me mira cuando le pasan cosas malas. Creen que son por mi culpa... Creo que... los gritos que escuché fue porque "esa cosa" la encontró a ella en lugar de a mí.

Red Jake comienza a gimotear con más intensidad, mientras afirma no saber nada de ningún ámbar ni velas.

Anna se levanta, puesto que el pobre Jake le parece lo suficientemente atormentado como para seguir escuchando sus lloros. Después de todo, no quiere despojar a ese sin hogar del último retazo de dignidad que le queda en este mundo. Camina un poco por la habitación y examina el lugar. Es fácil alcanzar la trampilla encaramándose a alguno de los muebles de madera o a hombros de alguien. Luego, habrá que pensar en la manera de sortear la cerradura que la mantiene cerrada.

- Bien... - Dijo entonces Artie. - Vamos a tener que explorar a fondo este lugar. - Afirmó con rotundidad mientras se llevaba la mano a la barba y empezaba a hurgar entre ella. Era algo que solía hacer cuando planificaba los siguientes pasos a seguir. - Creo que es mejor evitar el desván todo lo posible. Por ello, registraremos el planta baja y el sótano antes en busca del ámbar y las velas. - Miró a los académicos. - Carter y Warren, seguid a lo vuestro, lo estáis haciendo bien. - Miró entonces  Rachel. - Tú podrías rebuscar bien por la primera planta. Si hay algún problema, están ellos. - Miró a Anna. - Tú, querida , puedes acompañarme al sótano a acabar de investigar. Si te parece...

La conversación de Vixen con el vagabundo distrajo al joven Carter. Posiblemente debería estar concentrado en la tarea y tratando de averiguar cómo prepararlo todo, pero no pudo evitar hilar los hechos de la muerte de la mujer del granjero. Si la historia del indigente era cierta eso significaba que la criatura, como bien sabían, no estaba atada a la casa más que por un fino hilo del que podía estirar para pasearse por las propiedades cercanas y... alimentarse. Si era una criatura de otra esfera, u otro mundo, y actuaba de un modo tan primitivo, estaba claro que lo hacía por mera supervivencia; lo cual restaba intelecto al animal. Algo a tener en consideración si debían enfrentarse a él

Por otro lado sopesó la idea de si era verdad todo lo que estaba ocurriendo, y esa criatura no fuera algún tipo de animal salvaje de la zona. Un coyote muy grande quizás, o algún otro tipo de depredador. No conocía la fauna local pero seguro que muchas alimañas entraban dentro de esa descripción

Asentí ante lo que dijo Artie.

- Si, me parece bien. Aun tenemos que investigar más y asegurarnos de que tenemos todos los ingredientes para hacer el ritual. Lo único, dijimos de intentar expulsarlo ¿De verdad creéis que repitiendo el mismo ritual conseguiremos expulsarle? ¿O tal vez necesitaremos algo más? –

Mientras decía esto, intentaba pensar en si con la información que teníamos ya era suficiente.

-  De acuerdo caballeros, el tiempo corre en nuestra contra, voy a empezar, si les necesito… - Esbocé una sonrisa de medio lado. – supongo que gritaré –

Y me dirigí hacia la habitación que pareciera el salón para buscar entre sus muebles y cajones cualquier cosa que pudiera ser útil para el ritual o para conseguir información.

Me incorporo pensando en esa pobre mujer y en lo que le habrá hecho la criatura....y por ende lo que puede hacernos a nosotros.  Miro de nuevo al mendigo. Creo que ya ha dicho todo lo que tenía que decir. De modo que me tomo la libertad de decirle que se vaya-Sr Red, quizás sea mejor que se vaya. Esto puede ponerse un poco.....intenso.-Miro que coja sus cosas y que no se lleve nada de lo que necesitamos para el ritual.

Después asiento a las palabras de Artie.-Artie, querido, por supuesto que bajaré al sótano. Debemos detener a esta Cosa.-Acto seguido bajo al sótano con la pata de la silla en la mano......no es que vaya a servir de mucho, pero me da seguridad.Busco lo que necesitamos, pero me fijo en todo por si hubiese algo más de interés.

Artie bajó al sótano junto a la señorita Vixen. Portaba el arma bien empuñada, por si era menester utilizarla. No obstante, sabía que serviría de poco si realmente se enfrentaban a un ser inmaterial. Fuera como fuera, se sentía bastante seguro con ella. No obstante, y aunque trataba de localizar los objetos necesarios para el ritual, estaba más pendiente de mantener la seguridad de su acompañante y la suya propia que de rebuscar entre todos los trastos allí presentes. 

- Vaya con cuidado, Anna... - Le dijo atento a todo lo que se pudiera mover y a todo lo que no debiera estar allí.

Parece que la sala donde te encuentras tú y tu grupo ya está inspeccionada, así que caminas a la doble puerta que separa esta habitación de la contigua mientras piensas en el ritual que se supone, debéis hacer. Hay algo que te chirría. ¿Para qué necesitáis el ámbar del que tus compañeros hablan? Se supone que vais a expulsar a la criatura de este mundo, no dejarla aquí encerrada en una... piedra de ámbar. ¿Y las velas? ¿Deben ser negras o son puro atrezzo ocultista? En fin... Abres la doble puerta y encuentras una habitación más pequeña, sucia e intacta. El polvo se acumula en las vacías estanterías, mientras que el suelo está cubierto de hojas secas y detrito. La madera está muy levantada y llena de manchas por culpa del agua que se filtra por culpa de las goteras. El sofá y los sillones están completamente podridos, y emanan un tenue mal olor que flota en el ambiente.

No tardas mucho en darte cuenta que allí abajo no hay nada de interés. Sólo suciedad, chatarra e insectos.

Tranquilo, querido. Se lo que me hago.- Muevo algunas cosas de sitio, levanto algunos trastos y lo único que saco en claro es que allí no había nada. Bueno, nada que necesitásemos. Suspiro un poco molesta. Esperaba encontrar algo y no salir de aquí con las manos vacías. Debe estar todo arriba-Aquí no hay nada-concluyo. Y acto seguido voy escaleras arriba a echar un vistazo por las habitaciones.

Subís arriba y veis que Rachel ya lo ha rastreado todo en la sala donde todavía permanecen Henry Carter y el Dr. Bedford, y ha pasado a la habitación anexa, separada por la doble puerta de madera. Os reunís con ella en una habitación más pequeña que la anterior, sucia e intacta. El polvo se acumula en las vacías estanterías, mientras que el suelo está cubierto de hojas secas y detrito. La madera está muy levantada y llena de manchas por culpa del agua que se filtra por culpa de las goteras. El sofá y los sillones están completamente podridos, y emanan un tenue mal olor que flota en el ambiente. Aparte de eso, no parece haber nada de interés.

- Esto está siendo complicado... - Dijo Artie. 

Arthur estaba algo frustrado, no encontraba nada. Aquello parecía ser un almacén de basura, lo cual era muy frustrante para él, sobre todo porque el tiempo que tenían, escaso por otra parte, se estaba agotando.

Mientras buscaba, mi cerebro funcionaba a mil revoluciones, sopesando toda la información que teníamos y había cosas que no me terminaban de convencer. Sobre todo, en lo que respectaba a nuestra intención de “expulsar” a lo que fuera que hubiera en aquella casa. Primero estaba el problema de que ni siquiera sabíamos exactamente lo que era. Por la descripción del vagabundo, bien podría ser un fantasma, pero ¿Y si era otra cosa?

Luego estaba el hecho de que había que resistir su embestida mientras hacíamos el ritual, pero ¿Cómo enfrentar algo que ni siquiera sabíamos que era? ¿Cómo adelantarse a sus acciones si no sabíamos qué haría?

Y luego estaba el ritual en sí. Nuestra intención podría ser querer expulsarlo definitivamente, sin embargo, estábamos siguiendo el mismo ritual que hicieran aquel grupo hace muchos años ¿Cómo podíamos esperar conseguir un resultado diferente? El ámbar ¿Sería para hacerle de prisión? Y si es así ¿Realmente es algo que debiéramos buscar?

Me mordí el labio, molesta.

- Y no sé por qué, pero siento que aún puede ser peor, señor Gumshoe -

- Siempre puede ser peor, querida... - Le sonrió a la señorita Hemingway. - Creo sinceramente, que éste segundo caso es bastante más... - Se detuvo a pensar las palabras adecuadas. - ¿Comprometido? - Alzó ambas cejas al unísono. - Comprometido y peligroso que el anterior. ¡Y eso que casi no lo contamos! 

Arthur comenzó a rebuscar en aquella nueva habitación. La habitación delantera estaba también llena de muebles viejos, de polvo y podredumbre. Poco parecía haber que rascar ahí. Lo cierto era que hasta le daba cierto reparo el hecho de tener que rebuscar entre aquellos muebles húmedos y podridos, pero aún así lo hizo, aunque no parecía haber nada de interés en aquella zona.

- ¿Encuentran algo, señoritas? - Les preguntó a las damas.

Cabizbajo y con una pesada losa invisible sobre sus hombros, Red Jake recoge sus cosas y se aleja de la casa, en busca de otro lugar donde lograr cobijo.

Asiento a la organización y planes pactados mientras no dejo de pensar y discurrir hasta que una idea me viene a la cabeza.