Partida Rol por web

Sebastian se acercó cuando O'Donnell comenzó a dar muestras de que él sólo, no podría abrir la puerta de aquella habitación. A pesar de ser un hombre maduro que superaba la cuarentena de edad, Stewart era un tipo robusto cuya ayuda fue inestimable para el buen investigador privado. 

- Tengan cuidado. No sería nada agradable que otro cubo de agua se vertiera sobre nuestros ya húmeda ropa.- añadió el actor con cierto tono cenizo.

Robyn se había quedado atrás sujetando el candil mientras los hombres trabajaban. La mujer protegía con sus manos la vela para evitar que esta se apagase si una repentina corriente de aire surgía de la habitación pero, afortunadamente no fue el caso.
Con mi suerte acabo en el sótano con varias de estas maderas atravesadas. pensó la atleta al oír los crujidos. Tratando de superar su aprensión la mujer avanzó lenta y cuidadosamente, iluminando cada rincón con el candelabro y moviéndose como un gato al acecho. Unas leves gotitas de sudor habían aparecido en su frente y de pronto frunció el ceño, extrañada ante una idea que se le había venido a la cabeza.
Creo que...

Tras un rotundo empujón, la puerta finalmente cedió permitiendo el acceso a una estancia atestada de cosas.
James notó que las tablas del suelo crujían bajo su peso y trató de avanzar con cautela. No sabían exactamente qué grado de deterioro sufría la estructura; lo último que deseaba era quebrarse un tobillo a causa de un tablón partido.

El grupo se disponía a examinar aquella sofocante sala en la que tan poco espacio para moverse tenían, caminando sobre los tablones de madera que crujían amenazadores a cada paso trataron de encontrar alguna nueva prueba de los extraños sucesos que intuían habían tenido lugar en la mansión. Robyn y James se habían situado prácticamente en el centro del trastero, lugar desde donde el candelabro podía iluminar lo suficiente para que Sebastian y Mike examinaran el entorno con mayor atención.

Justo cuando la atleta se dispuso a hablar un fuerte crujido hundió el suelo de madera creando un agujero de considerables dimensiones e hizo desaparecer del lugar tanto a James como a Robyn, quien gritó horrorizada al tiempo que la luz de su candelabro se desvanecía. Instantes después se hizo el silencio en medio de la oscuridad, solo interrumpido por el repiqueteo de la lluvía del exterior,  pues la única ventana que podía arrojar luz en el trastero estaba tapiada con varias maderas. 

James y Robyn fueron engullidos por aquel suelo de madera podrida que había cedido a sus pies y cayeron varios metros acompañados de astillas hasta estamparse en un lugar profundamente oscuro cuyo estaba cubiertode montones formas irregulares, como si fueran piedras de diferente tamaño escampadas por el lugar.

Desorientados y doloridos por la caída trataron de recuperar la compostura en medio de donde fuera que se encontraran....

El terrible crujido hizo temer lo peor. Sebastian intentó llegar hasta el donde se hallaban Robyn y James, pero ambos cayeron como si hubieran sido engullidos por el suelo de la mansión. Luego vino la más perturbadora y cerrada oscuridad. Un relámpago crujió en el exterior, pero apenas llegó a iluminar el lugar. Rápidamente, el actor extrajo a su S.O.S y girando su rueda, encendió la chispa del mechero de gasolina. Acercó el brazo hacia la embocadura del gran orificio mientras intentaba ver cómo se encontraban los desafortunados precipitados.

- ¡¡JAAAAMES!! ¡¡SRTA ADDDDLER!!- vociferó intentando obtener una respuesta. La estructura de aquel lugar resultaba insegura y poco fiable. Estaba claro que aquella mansión era antigua, pero todos los datos apuntaban a un abandono total durante años...

Los años de gimnasia de Robyn habían dado su fruto: al ver que el suelo se venía abajo consiguió caer con más gracilidad de lo que una personal hubiese conseguido. Sin embargo, eso no evitó que se diese un buen golpe y acabase sobre un montón de escombros en medio de la más absoluta oscuridad. El miedo se apoderó de ella e, instintivamente se abrazó las rodillas entre toses. Pasaron unos segundos hasta que su respiración se calmó y oyó la respiración de James y las voz del actor.

La atleta recordó entonces de la cajita de cerillas que siempre llevaba encima e, instintivamente comenzó a palpar las ropas buscándola en medio de una completa desesperación. Tras unos segundos de terror logró encontrarla y con un rápido movimiento trató de encenderla, partiéndola por la mitad. Ahogando un gemido de frustración encendió otra y esta sí...se mantuvo encendida, pese a los temblores de la mujer.
–¿Señor Wess? ¿Se encuentra bien? –preguntó mirando a su alrededor en busca del candelabro. Finalmente lo encontró y trató de prender la llama, pero la cerilla se consumía, quemándola los dedos. Tras un par de segundos de tensión logró encenderlo. En aquel momento se dio cuenta de que sus compañeros estarían arriba, tan sorprendidos como ellos mismos, aunque menos magullados ¡¡Aquí!!

Pese al cuidado con el que tanteaba el suelo, los tablones cedieron bajo su peso y tanto él como la señorita Adler cayeron por el hueco que se abrió a sus pies. Tras unos instantes de caída, sintió como su cuerpo impactaba fuertemente contra el suelo del piso inferior. Cayó de espaldas y por unos instantes, fue incapaz de respirar; boqueaba con desespero en busca de aire, pero no lograba llenar sus pulmones.
De repente, con una violenta tos, recuperó el aliento.

Con dificultad, intentó erguirse y comprobó que, pese al dolor que sentía, era capaz de ponerse en pie.
En la oscuridad del habitáculo escuchó una voz de mujer que le llamaba, y recordó haber visto como también Robyn había caído junto a él. Luego, su compañera encendió un punto de luz y pudo verla: los dos parecían estar bien.
- Uuuf, creo que estoy bien. -dijo, frotándose el brazo izquierdo que le dolía especialmente.
- Y usted, ¿Se ha hecho daño?

Miró hacia el agujero abierto en el techo y vio la diminuta llama que portaban sus compañeros que permanecían arriba.
¡Estamos aquí! ¿Pueden acercarnos algo para ayudarnos a subir?

Iluminados únicamente por la muy tenue luz del candelabro recién encendido y el punto de luz del mechero S.O.S. de Sebastian visible en el agujero del suelo del piso superior, apenas pudieron cerciorarse que las extrañas formas irregulares sobre las que habían caído eran piedras de carbón, por lo que probablemente aquella fuera la carbonera de una sala. En la penumbra, pudieron observar una gran puerta de madera a modo de persiana de abertura de aquel lugar. Antes de que pudieron urdir un plan para salir de allí, Robyn y James sintieron un enorme escalofrío. No estaban solos...

Empezaron a escuchar el sonido de algo babeante que reptaba hacia su dirección desde algún lado de aquella oscura estancia, algo sobre lo que ninguno de los dos visitantes accidentados tendrían noción alguna de describir y que generó un terror en ambos que les indicaba que tenían que salir de aquel agujero lo antes posible. 

Robyn comenzó a jadear al oír aquello. Por un momento, su instinto le dijo que se olvidase de la ética y esas mierdas y saltase encima del escritor para trepar hacia arriba. Pero el miedo era incluso demasiado fuerte como para hacer aquello...y lanzó un chillido.

¡¡Hay algo aquí!! ¡¡Se acerca!! DEPRISA, TIREN ALGO.

La atleta temblaba de pies a cabeza, tratando de localizar el origen del sonido e intentando que el candelabro no se apagase. Si se apagaba no creía que fuese capaz d mover un solo músculo. Un desquiciado plan vino a su mente: la joven agarró un trozo de carbón y lo acercó a la llama esperando que se encendiese para tirarlo contra la puerta*. Quizás con unas piedras incandescentes, la luz y el calor aquella cosa no se acercase.

Robyn lanzó un agudo chillido que mostraba el poderío de sus pulmones. La joven parecía estar al borde del pánico.

-¡¡Hay algo aquí!! ¡¡Se acerca!! DEPRISA, TIREN ALGO.

El vello de la nuca se le erizó cuando comenzó a oír que algo se les acercaba. - Sólo será una rata - pensó. Pero el miedo ya se había abierto camino en su cabeza y no lograba pensar con claridad.
- ¡Vamos! ¿A qué esperan? Utilicen sus cintos o sus chaquetas.

Con manos temblorosas rebuscó en sus bolsillos y extrajo el revolver que llevaba consigo. Se lo compró a un ratero no hacía ni dos meses, cuando las cosas comenzaron a ponerse feas para el bueno de Hess, y no le hacía ninguna gracia tener que utilizarlo, pero aún así...

En un momento se desencadeno el caos, paso lo que se veía venir dado el avanzado estado de descomposición que sufría aquella mansión. El suelo se vino abajo y el 50% del equipo desapareció en la oscuridad. Mientras Mike buscaba su encendedor para hacer luz, vio como el actor conseguía sacar su mechero e iluminar algo, mientras chillaba a sus compañeros. Estos respondieron, a lo que Mike se quedo más tranquilo, parecía que nada grabe había pasado.

Tranquilos, no se impacienten, buscaremos algo para ayudarles a salir.

Sebastian, tienes alguna cuerda en el coche? Necesitaríamos alguna o algo parecido para poder sacarlos... Mike volvió a fijarse en los estantes, por si veía alguna cuerda o en su defecto, alguna manta o tela que pudieran usar para ayudar a sus compañeros.

Estaba hablando con Sebastian cuando escucho la voz asustada de Robyn.

Tranquila señorita, seguramente sea un animal, algún gato o Ratón! Intentamos buscar algo que poder usar como cuerda!

La luz del mechero apenas lograba iluminar unos palmos de aquel improvisado orificio. A pesar de eso, pudo escuchar la voz de James y Robyn, con lo que pudo respirar tranquilo pues no había lesiones que lamentar... de momento.

De repente, los chicos de abajo comenzaron a gritar asustados pues al parecer en aquel oscuro foso moraba algo. O'Donnell intentaba mantenerlos en calma, a la vez que reclamaba una cuerda. El actor pensó si en el portamaletas de su ford llevaba una cuerda, pero instantáneamente su mente se aclaró. Allí había muebles apilados de toda la casa, y muchos de ellos, estaban cubiertos de sábanas*...

- ¡Usemos las sábanas para crear una cuerda!... ¡¡Es un clásico para que las princesas escapen de los altos torreones!!Jajaj...- la risa pánfila de Sebastian hizo el ademán de aparecer, pero el intérprete logró refrenarla pues el horno no estaba para bollos...

Buena idea la de las sabanas amigo... Durante unos segundos esta a punto de decirle al actor que vaya a buscarlas mientras el vigila que los compañeros de abajo estén bien, pero entonces se acuerda de la pierna de Stewart.

Espéreme aquí, Sebastian. Voy a buscar un par de sabanas para sacarlos. Y rápidamente, sale en dirección a la primera habitación que recuerde que tenia sabanas. 

-¡¡Esa cosa NO es una rata!!- Robyn saltó al ver que James sacaba una pistola pero no pudo evitar sentirse mejor. Fuese lo que fuese, mientras la puntería del escritor fuese buena no habría problemas. La atleta se acercó al agujero de nuevo tratando de evaluar la distancia que habría hasta la salida vertical.

Tanto James como Robyn habían caído presas del horror, causando cierta perturbación en sus mentes, Mientras Robyn trataba de mantener viva la llama del canelabro James sostenía su revolver dispuesto a disparar a lo que fuese que les acechaba. Un nuevo sonido babeante y gorgoteante parecido al que haría un agua hirviendo en un cazo fue percibido por ambos. Aquella cosa se acercaba, y si era real y no fruto de su imaginación, no auguraba ningún final bueno para ambos.