Partida Rol por web

El Jardín Interior Segundo, uno de los más bellos de la Academia, se encuentra entre las Alas Norte y Oeste de la misma.
Conocido por su estilo tirando más bien a europeo, y por ser la sede del Club de Naturalistas Unidos, este precioso jardín se compone de pequeños estanques, y abundante vegetación, ideal para pasar un buen rato tras las comidas, o, simplemente, pasear con menos agobio que otros sitios...

Según dicen, hasta la fecha, no hay historias paranormales que se achaquen a este lugar...

Lo cual implica un gran alivio para muchos...

La joven pelirrosa, tira de la morena por varios recovecos y pasillos hasta llegar a unas puertas preciosas que les muestran un "pequeño e individual paraíso"...

El jardín que ante ellas se muestra, es perfecto para poder hablar de sus cosas sin que nadie las moleste... O al menos es lo que ellas deducen nada más entrar...

Mientras caminan, descubren unas sillas y...

...Miwako atrae a Mitsuki hacia las mismas:

-Mira, Mitsu!!! Allí podemos sentarnos! Venga, vamos...!-Corriendo y sonriente, la joven se sienta en una de las sillas dispuestas allí...-Ooohhh... Esto es realmente bonito, no te parece? Creo que les habrá costado mucho a los señores de la Academia hacer todo esto, y...-De repente, se calla sin previo aviso, frunce el ceño, mira a Mitsuki, y le señala ser sigilosa...-Creo... Que he sentido algo...-susurra, bastante alerta a lo que pasa a su alrededor...

Mitsuki sigue riendo a la imparable Miwako,mientras admira el hermoso jardín que se abre ante ellas.

Cuando llegan hasta las sillas,deja escapar un suspiro y gira sobre sí misma un par de veces

Es maravilloso,parece el Jardín del Edén...

En ese instante,el semblante de la niña del pelo rosa se torna serio y susurra algo sobre una presencia.Mitsuki se detiene en seco.Normalmentte lo hubiese tomado como otra de las bromas de la joven,pero tras lo ocurrido a los chicos de la Sala Común ya no las tenía todas consigo.

La joven Otomi se acercó hasta la otra chica y le tomó una vez más de la mano,sin dejar de mirar en todas las direcciones. ¿Qué...qué has visto?

De entre los arbustos, podéis observar cómo surge un gigante...Bueno, en realidad sólo es un chico alto y corpulento, medirá alrededor de los dos metros y algo, y su rostro es ciertamente inexpresivo.

Observa durante un par de segundos a las dos chicas tras lo que lentamente alza una mano y dice:

-Hola... -Su voz es pausada y grave, y casi más inexpresiva que su propio rostro.

Ho...hola saluda Mitsuki con voz entrecortada Jo,que susto nos has dado! dice luego sintiendose como una tonta.Pensábamos que eras un fantasma...

Miwako observa realmente asombrada al "Gigante de las Plantas"...

Sus ojos se abren como platos, mientras inspira y expira pausadamente...

-Ssí... Ho...hola... ¿Tú quién eres? Un... astronauta del espacio vegetal?-pregunta emocionada..-Porque... Así de alto, seguro que vienes del espacio... Jujujuju!

-¿El espacio? No… Me temo que no… -Pronuncia con su voz pausada y profunda.- Tan solo estaba observando si habían crecido unos brotes que plante por aquí, alguien tiene que ocuparse de estas cosas.

Termina de salir de entre los arbustos y se coloca en el camino junto a las chicas.

-Mi nombre es Sado, Yasutora Sado…Aunque me suelen llamar “Chad”. Imagino que vosotras debéis ser de primero. ¿No?

Oh! Mitsuki enrojeció de repente al darse cuenta de que se trataba de un chico de un curso mayor,y de que habían hecho el ridículo por completo.
Intentando salir del apuro,y para evitar que se diera cuenta de su sonrojo,la joven realizó una torpe reverencia a modo de saludo mientras ercitaba a toda prisa sus nombres:

So...Somos Mitsuki Otomi y Miwako Makimachi.En un honor conocerte. dijo con voz entrecortada. Sí,somos de primer curso...y... ¿y tú?

Miwako mira de reojo a Mitsuki... Quizás ella también debería sonrojarse y presentarse debidamente...

Pero... Por mucho que intentó hacer que sus mejillas obtuvieran un leve rubor de forma natural, no lo consiguió... Así que... Tuvo que darse pellizcos suaves, para que el efecto fuera creíble...

Luego de eso, también hizo una leve reverencia y sonrió:

-Estoy también encantada de conocerte... Aunque no seas un extraterrestre... Bueno, de hecho es una pena que no lo seas...-añadió, pensativa...-Pero... Da igual!!! Seguro que me caes bien, igual!-Volvió a sonreír... Y... Es más... Le tendió una mano...-Así que... Plantas cosas? Suena divertido... A mí también me gustaría plantar cosas... Como... ehm... Árboles? Y también Cápsulas Espaciales... Que, dicen, que cuando crecen, su fruto son naves para poder salir de la Tierra...-Señala bajando la voz, pero muy convencida...

El joven observa a una y a otra...

Y, definitivamente, tanta "vitalidad" le abruma un tanto... Intenta sonreír, una sonrisa torpe y bastante "mejorable" (todo hay que decirlo), se dibuja en su rostro...

-Soy... De segundo...-contesta con tranquilidad, luego añade...-Pero... No sé si de mis árboles crecen... Naves...

Con sus manos, arregla con un cariño y una ternura casi inimaginable en un chico tan grande como él, una enredadera que no parece que vaya a sobrevivir mucho tiempo.

-Os gustan... las plantas...?

Mitsuki respondió al enorme estudiante de segundo mientras se acercaba a una de las flores que colgaban junto a la enredadera,para apreciar su aroma.

MMM... suspiró la muchacha Me encantan las plantas,me encanta hablar con ellas,como si fueramos viejas amigas y ... una vez más,la chica se puso colorada,dándose cuenta de quem,para un chico,y encima mayor,debía parecer tonta.
Esto...quiero decir que sí,me gustan respondió con la mirada baja,juntando los dedos índices de ambas manos,esperando que el chico,Sado,no se riera de ella...

El chico sonríe de forma torpe, y de repente, mira hacia el cielo...

-Hum...-una especie de "gruñido amigable" es pronunciado por sus labios...-Creo... Que es hora de ir a clase... Se hará tarde...-Mira a las chicas y se apresura en añadir:-...Pero... Si queréis, después de clase... Podríais volver... Y hablaríamos sobre plantas... Hay.. incluso un club...

Les observa, mientras termina un poco de arreglar sus plantas, para luego despedirse de ellas con una mano:

-Espero veros luego...

Miwako mira al joven extrañada...

-No sé si le he entendido bien...-Mira a Mitsuki, dudosa...-Pero creo que... Tiene algo con plantas (extraterrestres, quizás?), y nos ha... Invitado a venir después de clase?-Intentando sacar en claro las palabras del chico...-Ah! Y que llegamos tarde ahora, también!!!

Tras lo cual toma la mano de Mitsuki y empieza a correr hacia, donde cree, está el aula...

Afortunadamente, ni se pierden, ni nada por el estilo, si no que llegan a salvo a clases...

Michiko ha llegado a la Academia tarde.
Tenía asuntos personales que atender, y su vuelo no puedo llegar a tiempo para las clases de la mañana...

Ahora, sabía que estaban haciendo clases vespertinas, pero no le pareció muy bien interrumpir así como así...
Además... Estaba cansada...
Desde que había llegado, una mujer un tanto tímida (presuntamente la secretaria de la Academia), la había ido guiando más o menos: la había conducido a su habitación, la cual la compartía con dos chicas más, una tal Asuka y otra Ayu, le había explicado brevemente los horarios del día a día, y más o menos le había indicado dónde estaban las cosas importantes: su aula (1º A), quién era su tutor (un tal Kaien Cross), el comedor, el patio, y poca cosa más...

De todas maneras, allí, en la Academia, cada pasillo tenía su mapa indicador... Mas, al ser un edificio tan grande, realmente era fácil perderse...

De hecho, ella ya lo había hecho...

Había decidido salir a algún patio, por si veía gente con la que charlar, mas, al leer las indicaciones, se equivocó, y acabó en el sitio que ahora restaba: una especie de jardín, hermoso, pero en el que parecía no haber un alma...

Pero... Pronto descubrió que no... Que allí no era la única...

Un chico parecía estar arreglando unas plantas, y otro, con aire de perdido también (posiblemente fuera nuevo), acababa de entrar por la misma puerta por la que ella había llegado ahí...

Quizás no estaría mal acercarse a alguno... O a los dos...

Yori había llegado realmente tarde a la Academia.
No le importaba mucho, no había sido decisión suya que le enviaran ahí.

Una joven bastante tímida le había recibido. Al parecer era la secretaria, y le había mostrado su habitación (compartida, cómo no), y le había explicado más o menos las normas básicas, los horarios, dónde quedaba su clase (1º C), quién era su tutora (una tal Isabella), dónde quedaba el comedor, los patios, y poca cosa más...

Cuando el joven Shigeru dejó sus cosas en la habitación, decidió que podría darse una vuelta para ver más o menos las instalaciones... Mas, al ser una Academia tan grande, pronto acabó perdido...

Por supuesto, los pasillos tenían indicaciones todos... Pero aprendérselo todo de memoria en un día, era poco probable...
Así que, sin más, acabó en una especie de jardín, bastante bonito...

Allí no parecía haber nadie, mas, conforme se iba acercando, descubrió a lo lejos un chico que parecía esta arreglando unas plantas, y una joven que parecía igual o más perdida que él...

Estaba claro que la última era nueva...

Igual no era mal idea acercársele...

Justo en el momento en el que ambos jóvenes comprobaban que no estaban solos allí, unas campanadas resonaron por toda la Academia:

"Dong, dong, dong, dong, dong, dong"...

Acababan de ser las seis...
Y si el horario que les habían dado, estaba correcto, eso quería decir que aún tenían tres horas libres hasta la cena...

Yori paseaba con gesto ausente, observando las flores y las plantas dejando que el verde y los colores vivos del jardín le hicieran presa de su encanto... Estaba algo relajado por aquellos aromas embriagadores y le gustaba mucho la sensación... le recordaba cuando iba a ayudar a su padre al trabajo o cuando iban a los invernaderos a recoger flores.

No reparó en la chica hasta que casi se choca con ella, parándose frente a ella con los ojos abiertos de par en par y enrojeciendo por completo - ...perdón... - dijo en una voz dulce y suave, pero a un volumen tan bajo que de no ser por estar tan cerca no lo habría oído. La esquivo como pudo, metió las manos en los bolsillos de sudadera gris y avanzo con paso rápido hasta que se quedo en otro lado mirando las plantas.
El corazón se le iba a salir de la boca...

Esa mujer me había parecido un tanto extraña, sobre todo para el cargo que tenía. Pero eso no era importante ahora mismo, el caso es que estaba maravillada con el nuevo instituto y me había puesto a dar más vueltas de lo normal.

-Estoy perdida... ¿Y qué sucederá ahora? ya tuve suficiente con esperar a que mi padre superara su crisis...- Pensaba recordando la expresión de mi padre cuando su laptop se resbaló de las piernas por una pirueta brusca del taxi y se le rompió la pantalla... habían tenido que parar a comprar otra porque Daishi se negaba a continuar el viaje sin ella, cosa que -Me molestó...- Continuaba caminando a pesar de haberme perdido totalmente en las instalaciones, buscando un jardín... que había encontrado pero no precisamente en las condiciones que esperaba.

-Además estoy sola, perdida y sola.- Lancé un breve suspiro antes de tomar asiento para observar mejor a mi alrededor. -Bonito jardín.- Comenté sin mucho ánimo para mí misma mientras acariciaba un rosal. De pronto escuché un sonido, como el que hacen las tijeras al cortar un arbusto,  me levanté del banco en el que estaba sentada y me dí la vuelta.

Alí estaban dos personas: el encargado del mantenimiento, un joven concentrado en covertir un arbusto rebelde en delfín, por lo que inmediatamente mi mirada se dirigió al chico de mi edad que se hallaba en la puerta por la que hace apenas minutos yo había llegado al jardín.

El chico parecía un tanto sumido en sus pensamientos y no era mi constumbre molestar a las personas tranquilas que deseaban pasar ratos a solas con sus pensamientos, pero tampoco deseaba continuar en esa situación desorientada e incómoda que genera estar en un sitio nuevo y sin conocer a alguien. Todo esto pensaba y no me daba cuenta de que el chico al que miraba no se había percatado de mi presencia y se acercaba a mi sin prever el choque... que casi sucede.

Cita :

Musitó el chico, y yo le sonreí en un acto casi involuntario, la verdad me hizo gracia su gesto, pero pronto reparé en mi expresión y antes de que pudiera decirle algo siguió de largo. Haciendo que de pronto me sintiera como si hubiera perdido la única ayuda que tendría para salir de allí.

-Estoy perdida.- Le dije de forma impulsiva, sin detenerme a pensar o siquiera acercarme a él.

-Vamos, no seas cobarde, acércate.- Pensé mientras mis piernas me llevaban a ubicarme justo a su lado.

-Hola.- Le sonreí una vez más (^^), no podía evitar hacerlo, parecía un chico tan dulce.- Mi nombre es Michiko Sachika y soy nueva en el instituto.- Dije tendiéndole la mano y esperando que me la estrechara.