Partida Rol por web

Donde probareis el sistema y hareis las presentaciones ^^

Habeis salido todos a juntos a jugar, llevados por la mayor de todos vosotros, Sonia que es vecina y amiga de vosotros y tambien prima de los dos hermanos gamberros (Erika y Oscar), estais en un pequeño parque, jugando con la pelota, y en un golpe poco certero por parte de Oscar incitada por su hermana lo lanzas hacía el solar del "ogro" un viejo bastante cascarrabias, que parece disfrutar de quedarse con las pelotas que se cuelan en él. Sonia ha cogido a los dos de la oreja, y les esta regañando, mientrás que los demás intentan hacer que el pobre Pedrito deje de llorar por la perdida de su pelota.

-Bueno vosotros dos, ¿Como haceis eso con la pelota de Pedrito? Ahora vais a recogerla- os dice mientrás pone los brazos en jarra, finalmente achantais pues vuestra madre le hace mucho caso, y en el fondo os da pena Pedrito, llamais a la portada del "ogro", pero no hay nadie. Aunque eso si, hay un agujero bastante grande para meterse Oscar. Él cual se escurre adentro, antes de que Erika pueda pararlo, entonces oyes la camioneta del viejo y sales hacia el parque con las malas noticias. Mientrás que Oscar que ha oido la camioneta se esconde como puede detras de unos ceporros(vides secas que dejan para tener leña)...

-Todo por una pelota. ¿¡Pero por qué no habremos jugado a otra cosa!?

Siento el ruido de la camioneta del viejo y veo cómo Oscar se esconde detrás de unas plantas o algo así... Todos salimos corriendo, pero me da pena Oscar. Miro para todos lados a ver si encuentro un árbol para subirme y que no me vean. Si no me da el tiempo para subir, me escondo detrás de él. Quiero ver qué pasa. ¿A ver si todavía el ogro se come a Oscarcito? 

Mientras contengo la respiración y trato de quedarme fuera de vista pienso...

...todo por una pelota... ¡¡por una pelota!! 

Bah... desde aquí no me verá... y podré buscar la pelota cuando esté distraido.

Asomo lentamente un ojo por el montículo de leña para ver donde está el viejo y después, echo otro vistacito hacia la casa, buscando la pelota.

¿Qué posibilidades tengo de ir a por el balón y regresar a mi escondite sin que el "ogro" me vea?

El viejo se pondrá como loco si me ve dentro de la casa... pero... ¿dónde está la diversión sino?

Toco con mis manos el bolsillo de atrás de mis bermudas y toqueteo el tirachinas que guardo en el bolsillo...

Bueno, si la cosa se pone chunga... tendré que usarlo...

En cuanto escucha el ruido del motor de la camioneta, Erika susurra algo a través del agujero por el que se ha colado Oscar.

Tú busca la pelota y sal lo más rapido que puedas. Yo lo entretengo.

Cuando el ogro sale de la camioneta, Erika está pasando por delante de la puerta de la portada tarareando una canción hasta que... ¡pataplam! Se cae al suelo de rodillas.

Justo delante de la puerta, interceptando el camino del ogro, empieza a llorar desconsolada, arrodillada en el suelo y con la rodilla pelada.

¡Buaaaaaaaaaaaaaaaaah! ¡Pupaaaaaaaaaaa! Grandes lagrimones resbalan de sus enormes ojos azules a sus mejillas. Si el "Ogro" intenta pasar por su lado y rodearla para llegar a la puerta, Erika gritará más fuerte y lo cogerá de la pierna.

Estoy mirando como Oscar va a buscar la pelota, me llevo el chupa chups a la boca y empiezo a darle vueltas, saboreando cada uno de sus lados y deseando conseguir derretirlo para poder llegar al corazón, donde está ese chicle tan sabroso que es la delicia del caramelo. De repente me sobresalta escuchar el motor de la camioneta. Me giro con los ojos bien abiertos comprobando estremecida que efectivamente es la del ogro. Me saco el chupa chups de la boca para gritar una única palabra... Corred!! Y me alejo unos pocos metros, para detenerme bruscamente dándome cuenta que Oscar continúa en el jardín. Puedo observar como Erika se tira al suelo intentando llamar la atención del ogro. Siento bastante miedo a la reacción del ogro, pero envalentonándome voy corriendo hacia donde se encuentra ella, las lágrimas van corriendo por sus mejillas. Por un momento me pasa por la cabeza que de verdad se ha hecho daño, aunque viendo la situación entiendo que es una artimaña para engañarle. Empiezo a dar saltos delante de la furgoneta intentando llamar su atención... Señor!! Señor!!!! Necesitamos ayuda o se morirá desangrada... Se que eso en las pelis funciona, así que cruzo los dedos y espero que surta su efecto.

Unos enormes lagrimones empiezan a correr por mis mejillas, al ver como Erika y Oscar habían colado la enorme y bonitra pelota de color rojo en la casa de aquel ogro, el cual según le habían contado los chicos mayores se comía a los niños pequeños como el.
Me acerco a Sonia decidido a contarle lo malo que han sido conmigo
So…so..nia, la pelota...- Digo dándole unos tioroncitos  a  su camiseta para llamar su atención, pero solo consigo tartamudear y empezar a llorar desconsoladamente – Buaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhh. Mi pelota.- digo señalando hacia ella.
Observo como Sonia les riñe y eso me hace sentir algo mejor, pero quiero mi pelota, sigo mirando como Erika y Oscar van ala puerta del ogro, pero parece que no esta en casa.- ¿ Se habrá ido a secuestrar a algún niño pequeño para comérselo? No puedo evitar que un escalofrío de miedo recorra mi columna, asi que en cuanto oigo el temido ruido del motor del coche del ogro no puedo evitar echarme a temblar y acercarme a Sonia para que me proteja. Si mi padre estuviera aquí el no se atreveróia a hacerme daño. Echo un vistazo a oscar que está escondido en el jardín del ogro.
- Si te coge te comerá. – Le digo en un susurro. Veo correr a Erika y caerse agarrándose la rodilla delante del coche del ogro. Recuerdo las palabras de mi padre, y los cuentos que me cuenta. Ahora el malvado Ogro quería hacerle daño a Erika y también a oscar si le pillaba, asi que decidido a ser tan valiente como el sastrecillo, me acerco a Erika y a Gerogie, dispuesto a protegerlas si fuera necesario. Cuando estoy acercándome oigo las palabras de Georgie

Cita:

Y entonces entiendo el truco que están preparando, y me quedo admirado de lo listas y valientes que son

Mi mama dice que es bueno que juegue con los niños del pueblo pero la verdad es que no los comprendo muy bien, son algo infantiles. Creen que un ogro vive en una casa y se los comera si entran.

- Los ogros no existen.- digo sin que nadie me haga el minimo caso.

Entre ellos parecen llevarse muy bien, se coordinan en sus travesuras y yo siento que sobro, como siempre.

El supuesto ogro aparece y yo tomo del suelo la piedra mas grande que mi mano puedo soportar con la intencion de tirarsela a la cabeza si abre mucho la boca o intenta algo raro.

Madi se esconde detras de un arbol, ante los nervios de una posible contienda con el anciano, que sabe que es además de muy malencanrado, tambien tiene aún más mal humor, incluso en algunos momentos, habeis visto como ha lanzado a su perraco a por los niños... Pedro se queda un poquito pasmado mirando la inteligente habilidad para engatusar que tiene Erika, y lo recoge Sonia, para esconderlo, no sea que piense que es una treta para engañarlo... Más ven a Alex cogiendo una piedra en su mano dispuesta a tirarsela en la cabeza. Sonia os dice:- Ayve ahora si que la vamos a liar, tranquilos, voy a por Alex- y se lanza a por Alex antes de que la lie aún más.

La camioneta para a un metro solamente de Erika, parece que el ogro no se había dado cuenta de que estabas ahi, y sale todo blanco de ira, con su barba a medio cortar, su traje andrajoso, su eterno olor a vino y su ojo de cristal escrudiñandote, como si pudiera cogerte el alma con é, pero al verte en el suelo, cree que te ha golpeado  con la camioneta, y con tantos golpes en el parachoques y su evidente borrachera y cuando oye a la pequeña Georgie, apoyando la evidencia, solo puede rumiar con una voz muy grave:- Yo, yo iba mirando a otra cosa niña... ¿Estas bien? no queria darte con mi camioneta... ains... mira y si te doy algo de dinero para chucherias ehhh te parece bien.- se agacha y te sonrie con su sonrisa desdentada, bueno por lo menos estas dando más tiempo a tu hermano...

Entoncés Oscar encuentra la pelota entre un monton de hierba mal cortada, la verdad es que había sido muy fácil... demasiado sobretodo cuando oyes un gruñido detrás tuyo.

Para vuestra mala suerte Alex le tira la piedra al viejo cuando se acerca mucho a Erika, este dice una palabrota y se acerca a ella, pero cuando oye el ladrido, mira a Alex que la esta cogiendo de la mano Sonia y a Erika y a Gerogie y pregunta:-Pero ¿Que demonios es esto?-

Es mi oportunidad...

Esto es la selva... y en la selva los soldados son los mejores...

Yo soy un soldado y tengo una misión, recuperar el balón perdido de las manos de el enemigo misterioso que acecha en este jardín... digo selva.

Saco mi tirachinas del bolsillo y una de los pequeños pedrolos que siempre llevo y comienzo a recorrer lentamente el jardín...

Las ramas de los árboles y las enredaderas dificultan mi avance, pero un soldado no puede retroceder, nunca retrocederé ante nada.

Mis pies se hunden en el barro cuando escucho los ruidos de una furgoneta los aviones enemigos que sobrevuelan el lugar, intentando buscarme.

No puedo perder tiempo. Me digo a mi mismo al mismo tiempo que me lanzo cuerpo a tierra, metiendo toda la cara en el barro, tapándome entre los matorrales.

Y así recorro el lugar... de un lado a otro... en zig zag... hasta que mis ojos ven una forma círcular.

Es ella... es el objetivo...

Pero en ese momento, el sonido de un tanque enemigo aparece a mis espaldas...

No puedo dejar que me atrapen, no cuando el objetivo está ya en mis manos...

Lanzo una granada con mi lanzagranadas hacia el tanque, el cual no parece sufrir daños ya que avanza hacia mi ladrando rugiendo con sus motores, a punto de alcanzarme...

Yo corro delante de él... como alma que lleva el diablo...

No puedo flaquear, debo cumplir mi misión...

En ese momento, siento como el rugir del tanque se detiene. Me giro para ver que es lo que sucede y veo como la máquina esta detenida en un barrizal, imposibilitada de moverse... como si una correa especie de fuerza impidiera que avanzace sobre mi para destruirme.

Y allí me quedo unos segundos... mirando al perro tanque sonriente, con la pelota el objetivo entre mis manos...

Y me alejo del lugar, saltando por una alambrada de espinos que casi me atrapan, pero todo ha salido bien... todo ha salido a pedir de boca... 

Desde detrás del árbol veo todo lo que pasa. Por muy poco se salvaron. Irse a enfrentar con ese hombre que tiene tan mala fama, yo creo que es raro, y seguramente practicará la magia negra o algo así. Por suerte parece que todo sale bien. Oscar sale con la pelota, el viejo no se lleva a nadie y los niños están bien. Sólo me hizo pegar un saltito el ladrido de un perro cercano. No quise mirar porque seguro era una especie de hombre lobo peludo y enorme, con dos ojos amarillos como soles.

Salí de mi escondite y corrí hacia los demás chicos. Cuando los alcancé pude respirar de nuevo. Me quité un poco de sudor de la frente y miré la pelota que tenía Oscar con ganas de decir.

"¡Todo por una pelooota!"

Pero no dije nada, sólo pregunté.

-¿Están todos bien??

Al ver como el "ogro" se acerca a ellos, Erika no se acobarda y sigue con su llorera. Las lágrimas caen de verdad por sus mejillas... ¿está fingiendo de verdad?

Todo iba bien, podría darle más tiempo a Oscar, pero... Alex, impulsiva como siempre, tiene que ir y tirarle una piedra. Erika deja de llorar al instante y justo en ese momento ve como su hermano sale por otro lado con la pelota en las manos. Sonríe satisfecha hacia el pequeño. Algún día llegaría lejos. Haría grandes cosas, como conquistar el mundo. Eso sí, cuando ella ya dominara el universo entero.

Se pone en pie enseguida y hace un gesto a Georgie para que corra tras Oscar. Se mira la herida de la rodilla y sonríe de oreja a oreja. Bien, una cicatriz más que restregarle por la cara a Oscar. Aunque... ¿porqué escocía tanto? Si todavía no se había curado... Pero no... ahora no era momento para relajarse y preocuparse por los heridos. Primero había que salir de allí.

¡Corred!

Grita a los demás mientras se acerca al ogro y le planta cara, con las manos en la cintura.

¡Si te chivas te acusaré por atropellamiento de niña! Grita, antes de salir corriendo tras los demás, cogeando dramáticamente (exagerando... los heroes caídos y sufridos molan más) pero sin quejarse.

Erika me hace un gesto para que salga corriendo, pero siento que mis piernas no quieren responder, las siento como si estuvieran hechas de flan. La sonrisa del ogro me ha dejado completamente helada. Con el rabillo del ojo observo como Oscar parece estar a salvo, Erika se empieza a alejar lanzándole una amenaza al ogro, y escucho un ladrido, que consigue erizarme todo el pelo. Sin mirar siquiera atrás empiezo a correr, ese ladrido ha conseguido sacarme de mi estado catatónico y corro como alma que lleva el diablo. Aaaaahhhhh!!!! El chupa chups sigue en mi mano, olvidado desde hace una eternidad. Lo tiro hacia atrás, para que se lo coma el perro, seguro que le gustará, es el mejor que venden en la panadería. Así espero que se entretenga y no nos siga...

Mientras me voy alejando me pasa por la cabeza la piedra que le ha tirado Alex, tenía tanto miedo que no fui consciente de lo que estaba ocurriendo a mi alrededor. Por un breve instante me atrevo a mirar hacia atrás para comprobar que los demás vienen también corriendo...

Tire la piedra sin pensar, creia que le hiba a hacer daño y me arrepiento de ello. No se si el hombre sera un ogro pero no nos a hecho nada para que seamos malos con el mientras que nosotros hemos entrado en su casa, gritado, amenazado y tirado una piedra. Dejo que el resto de los niños se marchen corriendo mientra reuno el valor para acercarme y a una distancia prudencial le digo.- Señor, perdone, yo le tire la piedra porque pense que le queria hacer daño. Lo siento mucho.- Afirmo antes de ponerme a correr tras mis compañeros.

Estaba distraido mirando lo que estaba pasando, cuando Sonia mi cogió de la mano y casi me mata del susto.  Justo en ese momento el ogro salió, y parecía muy enfadado. Mi corazón se aceleró, tenía miedo de que le hiciera algo a ella, pero para mi sorpresa el ogro se mostró amable con ella, entonces todo paso muy rápido alguien le había lanzado una piedra al Ogro. La voz de erika se escucho fuerte –¡Corred! –y Sonia tiró de el y todos salieron corriendo

el viejo os sigue a cierta distancia, con gritos:- Habeis entrado en mi propiedad malditos vandalos cuando os pille os voy a matar a palos...- Pero lo peor es que ois como algo se rompe y el perro sale por al agujero, dispuesto a entretenerse con el niño que le ha hecho rabiar, tiene entre sus mandibulas el chupachus que ha tirado Geogie, de un mordisco de sus babosas mandibulas lo destroza, para lanzarse a vuestra persecución... Ante vosotros se encuentra el parque, con sus pequeños columpios, sus aseos desaseados y sus arbustos apenas con hojas y si con muchas ramas que duelen al pasar por ellos, eso si hay muchos pequeños recovecos donde esconderse, o si no salir por las callejuelas, llenas de coches y de posible gente a la que pedir ayuda, aunque tambien podais recibir una regañina por haberos colado en la portada del ogro... Sonia os espera a los últimos de vosotros y os empuja, mientrás podeis ver al viejo y a su perro mirandoos con odio, uno dispuesto a pegaros una buena azotaina y el otro dispuesto por lo menos a tiraros al suelo y morderos, sobretodo a Oscar que le ha hecho de enfadar.

El perro, nos sigueeee.

-¡¡AAAAAAAaaaaaaaaaaaaaaaaah!! -grite mientras corría como loca. El cabello se me soltó de la coleta y me hubiera gustado volver para tomarla, era una con brillitos que me había regalado mi hermano pero entendí que si hacía eso, ese horrible chucho iba a comerme como zombie. Mientras seguía para adelante miraba adonde ir, así como dónde estaban mis compañeros.

Había columpios, algunos recovecos donde esconderse y la calle. No pude pensar nada así que seguí corriendo, y así sin planearlo llegué hasta la calle. Comencé a gritar a pulmón abierto.

-¡Ayudaaaa!! ¡Ayudaa!!

Esperaba que alguien me oyera y además que no me arrollara ningún coche.

Mierda... el perro tanque.

Corro. Corro como nunca. Mis pies casi no tocan el suelo mientras corro.

Miro hacia atrás una vez... dos veces... el chucho sigue allí, con toda la intención de morderme el culo...

Esto va mal... muy mal....

¡Vamos! ¡Vamos! Grito mientras avanzo.

Erika mira atemorizada como el perro se suelta. Si se la comía, no podría denunciar a nadie por "atropellamiento de niña", así que tendría que correr.

Alcanza a Oscar y lo coge de la mano para tirar de él más aprisa.

¡Vamos! Sigue corriendo todo lo rápido que puede, siguiendo a Maddy, hacia la calle transitada de gente. A ver a quién iba a creer la gente, si a un señor feo y con un "guau" agresivo o a unos pobres niños asustados...

Si tuviera aquí mis patines... Con este pensamiento en mi cabeza continúo corriendo, veo como llegamos a una calle transitada, en mi imaginación estoy viendo la cinta donde termina la carrera... Ya casi lo hemos logrado. Aprieto un poco más el paso, por mi cabeza escucho los gritos de la gente animándome... En mi imaginación soy una competidora de carreras, y estoy a punto de atravesar la meta... Mis piernas son largas y esbeltas, todo músculo... Estoy llegando, sí... Alzo los brazos al atravesar la meta, oigo los vítores de la gente y periodistas con sus cámaras de fotos se acercan corriendo para retratar este glorioso momento...

Me detengo y miro hacia atrás, de repente esos periodistas han desaparecido y veo a unos señores mayores que me miran extrañados... Siento mi corazón latiendo fuertemente, una sonrisa asoma a mis labios... Miro si hay rastros del ogro o su fiera.