Partida Rol por web

Notas de juego

Como todo buen Pikaraydense, pues odias a los extranjeros en el interior de tu nación, pero claro, cuando sales de ella, piensas que todos los países (Excepto los amigos o aliados) son como la tuya (Y en estos "amigos" seguro también está limitado su movimiento a unas zonas muy en concreto) así que viajar al extranjero era algo que tu "gente" evita. Estás en la nobleza, pero, al ser un hijo de un hijo, de un hijo... pues estás fuera de la línea sucesoria, ya no de la corte, si no de poder heredar el feudo familiar. Eso te hizo enrolarte en el ejército. Tu familia y la de un amigo costearon un buque que podría considerarse "algo especial". Tu padre quería un buque de exploración, pero no es una nave "ligerilla", para viajar lejos, sino un navío de guerra de largo alcance. No sería tan poderosa como Galeras Reales o las inmensas trirremes, pero era algo maniobrable, dependiente del viento para largos viajes como los buques mercantes y con espacio para mercancías suministros y como no, la tripulación y botín.

Tus patrullas, como buque explorador de la Armada, te obligaban a largas misiones, lejos de la costa, pero, tu Rey precisaba de algo más, y la nación vecina del oeste, había dejado bastante las confrontaciones. En estos momentos una razia o una escaramuza eran algo extraño y había una calma tensa. Pero no algo que se podía tomar como pre-bélico, sino como, que todos están cansados y quieren tomarse un respiro de eso. Esta "paz" permitía librar tropas para otras misiones. El Rey quería una expansión hacia el este. Hacia más allá de las montañas (Colinas Muertas) Hacia Dorel. A ti te había llegado un rumor de que allí se cultivaban ciertos frutos que habías tomado en una ocasión y que jamás pudiste encontrar otra vez, así que se empezaban a alinear los astros. Por un lado las pretensiones reales, por otro, tus monótonos viajes ya empezaba a aburrirte, algo te decía que debías prestarte voluntario, y claro llegó un viejo conocido de la infancia (Un amigo de correrías) y te retó a alistarte, a tu nave (compartida) y a ti a lo que el rey añoraba o pretendía. Sin preguntarle al copropietario, hiciste que cambiasen la asignación de la nave. Ya estabais apuntados.

El día de partida hubo una gran fiesta, con mucha gente, sacrificios de extranjeros por parte de los Sacerdotes y prebendas.  Solo eran 4 barcos lo que tomaría las riendas para encaminarse a estas misiones. El Rey deseaba localizar puestos para crear colonias y puestos comerciales, que pudieran ser el inicio de nuevas ciudades o ciudades portuarias, y empezar a colonizar esos parajes, más allá de las montañas. No había un tiempo predeterminado, pero, todo era mejor visto antes que después. Tu padre te dio un fuerte abrazo en el portalón, antes de embarcar, y con esto te dio un vana con un cinquedea que solo habías visto sobre el hogar, y lo descolgaba en muy contadas ocasiones, y siempre eran en momentos de combates o crisis similares.

 

 

BARCO

Dotación

28 Galeotes (7 Remos por banda) (-2 muertos en la varada accidental al escapar de los "bichos")
2 carpinteros
1 Cómitre
1 Capitán
1 Segundo
2 cocineros
3 rancheros - despenseros 
1 Piloto
1 Pilotín
1 Navegante
9 contramaestres

Complementos

Camarote Mayor

Carga y almacenamiento

10 Toneladas de carga
5 toneladas de carga (despensa - Agua)

Auxiliares

2 canoas (2 plazas)
2 barcas remos (2-3 plazas)
4 barcas (Pequeño mástil, remos y hasta 22 tripulantes y 2 pasajeros. Pequeño talamete)

Refuerzos

2 Mástiles a lo goleta. 
Espolón a proa y popa