Partida Rol por web

-No te preocupes, entiendo tus intenciones -dijo a la elfa antes de ver como Saryllion manifestaba que deseaba descansar. Se despidió con una inclinación de cabeza educada, y siguió al par. A Scire no le gustaban para nada los templos pero ahora mismo, era su unica opción aparente para quedarse.

Al cruzar las puertas de entrada, arrugo la nariz y tuerzo los labios. El lugar no es ni acogedor ni agradable, más bien está desangelado y en estado de evidente abandono. Observo alrededor mientras avanzo por el pasillo central, buscando a algún morador que no parece que vaya a encontrar.

Lo que más llama mi atención es el altar, pues la ausencia de imágenes divinas me resulta desconcertante. ¿A qué dios adoran aquí? ¿Por qué no le rinden homenaje con una representación?

Finalmente decido que son preguntas cuyas respuestas no me conciernen. Solo necesitamos pasar aquí la noche y alejarnos por la mañana, según amanezca. Hasta entonces, cualquiera de estos gastados bancos de madera servirá de cama para aislarnos del frío suelo.

No es un colchón de plumas de cisne con sábanas de seda élfica, pero esos lujos quedaron atrás en mi melancólica memoria.

La noche era fria y al menos en ese edificio se notaba menos frio y los bancos harian que el suelo no fuera la cama de todos los alli presentes. La primera en quedarse dormida fue Eliza, poco despues lo fueron haciendo los demas.

Al despertar Scire se encuentra en una cama, una cama que le resulta familiar, se trata de su propia cama, la joven esta perfectamente aseada y vestida con sus ropas de cama, a su alrededor se encuentra su habitacion con todo tal y como lo dejo tiempo atras antes de marcharse, el sol entra por la ventana y aunque no lo hace con demasiada fuerza si que calienta lo suficiente como para decirle que esta en primavera

Al despertarse Salyrion se encuentra totalmente solo, hace algo de frio pero es soportable, el dia es mas frio que el dia anterior pero aun asi no es demaisado desagradable, por las ventanas puede ver como esta soleado aunque el sol no es suficientemente potente como para decir que sera un dia calido.

Al despertarse la elfa gris se da cuenta que no esta en la iglesia en donde habia entrado la noche anterior, en lugar de ello esta en una cama en una habitacion hecha de madera, sin duda debe ser algun tipo de posada. La cama es de buena calidad, aunque no es la mas comoda en la que se ha acostado, pero es suficiente. Fuera de su habitacion en una planta inferior se nota ruido de personas llendo de un lado para otro

-Que pasa aquí?? Murmuré, aun con la visión borrosa.

Miré a mi alrededor, buscando a los guerreros de la noche anterior...
Antes casi de poder ver lo que me rodeaba, me levanté de un salto.

-Pancaelum! Dónde se habrá metido...

Tenía que encontrarle, un dragón no es algo que desaparezca por arte de magia, aunque no debía ir sin precaución,
no sabía que estaba pasando, ni donde estaba Pancaelum, ni donde estaba yo. Mire mis manos, mis piernas, y mi cuerpo en general. -Parece que esta todo en su sitio-

Con cuidado, me dirigí a la puerta, y pegada a su marco acerque el oído, tratando de discernir que ocurría ahí fuera.
-Un secuestro?? Demasiados cuidados...
-Querrán algo de mí?? Y porque traerme aquí?

Debía centrarme, si dejaba que se me fuera el santo al cielo la cosa solo iba a ir de mal en peor...
Me froté la cara con las manos, mientras dejaba en mi mente solo la imagen de mi compañera.
 

Scire se dió algunas vueltas entre las sábanas y luego se sentó, estirandose un poco.

¿Un sueño? El día que vaya a salir de casa espero que definitivamente no resulte así. Aquella pobre chica...la partieron en dos...

Sacudió algo la cabeza y miró por la ventana. 

Estaba planeando partir pronto de todas formas. Me gustaría viajar con mi hermano...pero no quiero que piense que me da miedo viajar sola o algo así.

Se calzó un par de Pantuflas y bajo con un trote ligero a la planta inferior.

Quizá sea buena idea pedirle consejo a Padre, luego del desayuno, o a Madre. Si es que las lecciones del abuelo me dejan tiempo.

Cuando la elfa se intenta comunicar con su compañero sufre un dolor muy intenso en la cabeza, como una punzada y no consigue comunicarse, es como si se diese contra algun tipo de muro al intentar comunicarse. Al bajar puede ver como efectivamente se encuentra en una taberna, el lugar esta muy limpio y son varios humanos los que estan desayunando y un hombre algo mayor es el que atiende a todos ayudados por una niña pequeña, al ver a la niña se da cuenta que es la pequeña que habia estado la noche anterior en la lucha

Scire se prepara para afrontar un dia mas con su familia, preparada a decirles sus ideas o tal vez simplemente a dejar que pase el dia, es entonces cuando abre la puerta y se dirige al lugar donde suele desayunar, alli una sirvienta le sirve el desayuno como de costumbre, segun le informa su padre y su abuelo se han marchado ya pero no asi su madre, que llega saludandola:

- Vaya hoy te has levantado algo mas tarde de lo habitual en ti.

La mujer coge una taza de te negro y da un sorbo para continuar:

- Hasta tu hermana se ha levantado antes que tu, parece que ayer te quedaste despierta hasta bien entrada la noche cierto?

-Quería terminar de diseñar un nuevo conjuro...pero cometí un error en algun sitio. Fue un callejón sin salida.

Suspiró, sentandose a la mesa y probando algo de su desayuno.

-Tendré que aplicarme mas hoy para inspeccionar donde esta el error...¿Donde fue Padre, por cierto?

La mujer asiente y dice:

- Bien, pero ten cuidado que a veces no te terminan de salir bien los hechizos. Tu padre y tu abuelo han acudido a ver a un importante mercader de la zona, realmente no me han dicho de que iba el asunto pero parecia importante

La mujer suspira profundamente y añade:

- Bueno aunque te hayas despertado mas tarde de lo habitual y quieras usar el dia no te olvides que prometiste a tu hermana ir a dar un paseo a caballo esta tarde, ya sabes como se pone cuando no se cumple lo que le prometen

-¿Hermana? -Scire creyó que la primera vez había sido un error, pero la segunda ya le desconcertaba.

-¿Estas hablando de Fera, madre?

La madre de Scire le mira extrañada y pregunta:

- Fera, quien es Fera, no conozco a nadie con ese nombre.

Se queda unos segundos pensando y añade:

- En nuestra familia solo ha habido un Fera que recuerde pero hace al menos 4 generaciones

En ese momento se escucha una voz de niña que le resulta familiar a Scire hablar con alguien entonces su madre dice:

- Mira ahi esta tu hermana Eliza

En ese instante entra por la puerta de la sala Eliza, la pequeña que les acompañaba sin embargo no parece tan timida y apagada como la recuerda, en lugar de eso parece una niña normal, alegre y vivaracha aunque sigue desprendiendo esa sensacion de magia oscura que conoce bien

Al entrar en la habitacion abstante animada dice:

- Madre, vaya hermana al fin te levantas, no deberias dormir hasta tan tarde

Se acerca corriendo y se lanza a dar un abrazo a Scire:

- No te habras olvidado de lo de esta tarde verdad?

¿Simplemente soñé que tenía un hermano gemelo?

Se frotó la cara con las manos para despejarse e intentar recordar su vida con Eliza.

¿Y que Eliza era una desconocida?

-No, no...solo que los caballos tienden a tirarme de sus espaldas. -sonrió excusandose un poco.

No es un despertar agradable. El lecho era duro y plano, carente de la suavidad de las sedas, del mullido tacto de los colchones de plumas ni del calor de los grandes braseros y las majestuosas chimeneas. Echo de menos mi hogar. Mi cuerpo lo echa de menos también. Estoy destemplado y me duele la espalda. Hoy parece que será un día agradable, pero ninguno lo es en el fondo mientras sigo lejos de mi patria.

Me acerco a la puerta. Despertar en soledad hace que nazcan y crezcan las preocupaciones en mi mente, como ascuas avivando una hoguera. Eliza debe ser protegida. Quizás salvar vidas pueda enmendar los pecados que se me atribuyen. Quizás sirva para que mi castigo sea perdonado. De lo contrario, al menos seré tan caballeroso como siempre fue padre, haré justicia al honor familiar.

Debo encontrarla, encontrarlas a las dos. Espero que ese engendro y su lagarto se hayan marchado ya...

La niña se sienta de un salto en la silla mientras dice:

- Claro, los caballos, es cierto, eres algo torpe hermana

Uno de los sirvientes de la familia llega con el desayuno de ELiza y esta comienza a desayunar despreocupadamente mientras cuenta cosas sobre lo que ha hecho, levantarse, asearse, dar una vuelta por el jardin para alimentar a los perros y poco mas

Scire escuchó lo mas atentamente que pudo, pero su mente seguía en otro lado.

Fera...

Sacudió un poco la cabeza.

Fue solo un sueño, uno hermoso...pero nunca existió. No debería sentirme mal por un sueño.

-Deberíamos...ir yendo. Estoy lista. Creo que necesito la salida.

Cuando el elfo sale al exterior se encuentra con que el pueblo esta igual que el dia anterior, el incendio sigue apagado y no hay nadie en los alrededores, solo consigue ver a Scire, Eliza y la elfa gris tiradas en el suelo, parecen dormidas o desvanecidas