Partida Rol por web

Melissent enseguida miró a sus compañeros y se le veía bastante asustada por semejante bestia: - Chicos, ¿qué hacemos? Esto es demasiado para nosotros...

Intentaba centrarse en no mirar a aquel dragón que le helaba la sangre y decidió que quizás era el momento de intentar proteger al resto. Su magia no valía gran cosa pero estaba dispuesta a todo con tal de que ninguno de sus compañeros fuese herido o algo peor.

Por mucho que llamaran a Katsu, el estaba en otro sitio. No podia oir lo que le decian sus compañeros. Aquella era la situacion mas terrorifica que habia visto y por eso estaba paralizado aun de terror. Por mucho que Melissent o Fineas, le llamaran, era casi como estuviera sordo... No apartaba la vista de aquel horror alado... Le infundia pavor, y muchos otros sentimientos negativos.Si, estaba viendo a la mezcla perfecta de muerte y destruccion... avanzaba con paso lento... aquella aldea Keruban iba a ser borrada de la faz de la tierra, junto a los barcos... que parecian barquichuelas. Todos estaban perdidos, no habia esperanza...

No podian huir, era inutil... en otras ocasiones habia tenido miedo, el miedo era bueno, te ponia en tension y estabas atento... pero cuando pasaba a terror... te paralizaba del todo... otras veces, habia un rincon que permanecia inexpugnable, pensaba en su hermana o Yui... y sacaba fuerzas de fllaqueza... pero aquella situacion le sobrepasaba... los elfos le dejarian alli, era un desconocido para ellos... ¿realmente lo iban a cargar o algo asi?

Le dejarian alli... no podria ni elevar una plegaria a sus ancestros... otras veces las habia visto muy oscuras... ahora era todo negro... hoy, caeria alli... y tampoco marcaria una diferencia...

La criatura es el dragon negro lgendario, segun cuenta la leyenda estaba dormido en alguna zona del desierto blanco que esta al norte. Segun parece es un dragon malvado, pero no el mas violento ya que el mas violento es el dragon rojo, pero el negro es pura maldad. La lyenda cuenta que el dragon era de color blanco y al igual que el resto de dragones era neutral ya que fueron creados por el dios Zaibacher, este dragon por algun motivo se volvio malvado ya que era consciente de su gran poder y poco a poco fue oscureciendose hasta hacerse malvado.

Tiene una legion de seguidores de seres de todas clases pero siempre malvados

El dragon es extremadamente inteligente y posee un gran poder magico, al parecer es capaz de influenciar a otras criaturas como los dragones, se le considera el padre de los dragones negros. El dragon realmente era malvado en su inicio, Zaibacher como dios neutral decidio crear varios dragones neutrales pero tambien uno bueno y otro malo, el malo es el negro, sin embargo, ambos dragones lucharon del lado de los dioses nuetrales ya que los dragones legendarios no pueden desovedecer a Zaibacher cosa que segun las leyendas sigue sucediendo. 

Tambien sabes que hay una leyenda que dice que los Shanjim fueron capaces de alguna forma de controlar los dragones pero no sabes si es cierto, si fueron a todos o solo a algueno

- En fin... - Fineas suspiró al ver que Katsu no reaccionaba.

- Almare, nos vamos, recoge a Melissent y Darian; y después recógenos a mi y a Katsu, nos vamos antes de que llamemos demasiado su atención, con suerte el barco élfico lo mantendrá distraído el tiempo suficiente para alejarnos algo. - El elfo le habló mentalmente, sabía que le estaba pidiendo algo que le dejaría extenuado, pero la situación lo exigía.

- ¡REACCIONA! - Fineas en ese momento cruzó la cara de un bofetón a Katsu para sacarle de su trance - ¿No eras tú el que viajabas preocupado por otros? ¿Qué tipo de ayuda pueden esperar de alguien que no es capaz de controlar sus propios miedos? - dijo muy severamente a Katsu tras el bofetón.

Katsu no hacia caso a las palabras de Melissent y Fineas, el espectaculo era demasiado dantesco... aquella monstruosidad alada se les llevaria por delante... Todo a su alrededor era confuso, cada uno huia, o se quedaba paralizado... como el mismo. Era la primera vez que veia un dragon legendario... sabia que existian, sabia que el dorado estaba en Arisu y era su protector...pero todo aquello no importaba. Aquel dragon arrasaria los barcos, y el poblado Keruban... y segaria muchas vidas. No se le podia hacer frente... ni con Yui y Elenaide se le podria hacer frente. Ni los 5 espadachines podrian... ni los 7 heroes... Era demasiado omnioso...

Pero el chico no sabia que alguien velaba por el. Ya que por las palabras no reaccionaba, Fineas decidio que tenia que despertarlo sutilmente... por la fuerza. La bofetada le escocio mas que le dolio y en un movimiento reflejo se llevo su mano diestra a la mejilla que habia sido golpeada. No le heria el orgullo pero reacciono, aparto la mirada del dragon... y se poso sobre el elfo. Recupero algo de cordura, compostura y atencion... no dijo nada durante unos segundos, pero aunque estuvo tentado de volver a girarse, sabia que volveria a caer en el hipnotico hechizo oscuro del dragon...:

-Es él... el dragon legendario negro... tenemos que huir de aqui... o moriremos todos...

Jadeaba y le costaba respirar. Aun tenia miedo pero sino miraba al dragon, era un miedo controlable... quizas, pero tenian que irse de alli... hizo un gesto a Fineas para que empezaran a correr a la de ya... ni se habia dado cuenta de que Melissent y Darian no estaban alli... Debia sobrevivir... de alguna manera, por Yui, tenia que volver a verla... y arreglar las cosas entre ellos...

La situacion sin duda era peligrosa, ya no por el gran dragon que volaba lentamente, sino por las criaturas que le rodeaban que comenzaron a adelantarse hacia la ciudad, mientras en esta los ciudadanos trataban de esconderse donde podian, mientras tanto todos salvo katsu que estaba paralizado por el terror corrian a los lomos de Almare, pero por fortuna Fineas le logro hacer reaccionar de una fuerte bofetada; segundos despues todos volaban a los lomos del dragon.

Pero el peligro no habia pasado aun, un ruido furioso puede oirse tras ellos mientras se alejan, varias arpias les siguen, los monstruosos seres gritan tras ellos persiguiendoles mientras se alejan del lugar, de un rapido vistazo pueden ver como son unas 5 las que les siguen, pero cientos las que debe haber en la ciudad acabando con la vida de sus habitantes, por fortuna algunas caen bajo los ataques del barco elfico que se afana por marcharse al igual que el humano, las dos embarcaciones estan siendo duramente atacadas por las aves pero parece que por el momento resisten.

Si, la situacion era muy peliaguda. Fineas habia conseguido sacarle del embite, aunque habia tenido que hacer un uso moderado de la fuerza, no se lo podia reprochar, el hubiera hecho lo mismo. No dijo nada, las palabras no arreglarian nada. Ahora podian ver que seres eran los que estaban atacando, y que hacian de "escolta" del dragon, eran harpias, cientos de ellos... y claro, para ponerles en mas apuros, unas 5 les perseguian. Seres inmundos. Aquello pesaria sobre consciencia, pues habian abandonado a su suerte aquella ciudad... si el dragon no hubiera estado ahi... el hubiera luchado. Repugnantes seres, sentia rabia... si estuviera en el suelo, aquellos bichos iban a saber cual era su fuerza... 

Pero ahora estaban de huida, encima del dragon de Fineas... el no era un consumado jinete, de hecho, seguro que molestaba mas que ayudaba... podian tener una oportunidad si se apartaban lo suficiente del dragon negro y llegaban a terreno despejado, alli podria encarar a las 5 harpias...

Fineas dirigió a Almare hacia el bosque, si el dragón negro se dirigía al mar, allí debían estar a salvo y las harpías, si bien eran molestas, no le preocupaban en exceso, la idea era llegar al bosque y allí luchar como era debido con aquellas criaturas.

- ¡Agarraos fuerte! - Fineas trató con una maniobra de descenso coger velocidad para que no fuesen alcanzados antes de tiempo, a sabiendas de que Almare no podía volar excesivamente rápido con 3 personas a su lomo.

Mientras tanto, clavaba sus ojos en la pradera y bosque que se extendían más adelante, buscando alguna construcción donde poder sorprender a las harpías.

Melissent se agarraba fuerte al pobre Almare, pero mirando de reojo a todas aquellas bestias que podrían darles más que problemas. Tenía algo de miedo: aquel dragón y esos seres podrían darles alcance fácilmente, así que tenían que ser lo más rápidos y discretos posibles. Después de estos pensamientos, Melissent observó a sus compañeros para ver si todo iba correcto: ahora no podían estar despistados o tener un traspiés...

La situacion era bastante peligrosa para todos, por fortuna se estaban alejando de la ciudad la cual ya no podian ver bien como se encontraban, el dragon volaba a gran velocidad hacia el bosque sobrevolando algunas granjas dispersas por la pradera que tenian debajo, mientras las arpias les seguian con insistencia, una de ellas estuvo a punto de alcanzarles, cuando en ese instante Almare bajo y uso un granero como escudo consiguiendo que la arpia se chocara con este por lo que perdieron un perseguidor.

Las arpias estaban cada vez mas cerca pero por fortuna entraron en el bosque, el dragon parecia bastante cansado y se acerco un poco al suelo, desde donde estaban podian escuchar fuertes ruidos y estruendos, pero no podian distraerse ya que las 4 arpias estaban casi encima de ellos con sus garras preparadas para atacarles, Fineas sabia perfectamente ya que se lo habia dicho Almare mentalmente que no podria perderlas ya que llevaba demasiado peso.

- ¡Almare! Bájanos en el primer claro que veas - comunicó el elfo a su compañero tras notar su cansancio.

- Me temo que ahora es nuestro turno de actuar, preparaos para luchar... - dijo Fineas a sus compañeros mientras iba enarbolando su alabarda, Luinil, destacando de ella su peculiar forma y el brillo morado que desprendía con los rayos del sol bañando su hoja.