Partida Rol por web

El vuelo era trepidante...pero aun asi, poco resultado obtuvieron. En un movimiento agil e inteligente, una de las harpias se pego un buen golpe y se deshicieron de ella. Katsu miro por un momento como aquella desdichada criatura se pegaba contra el granero y sonrio un poco, era una pequeña venganza... lo importante seria... ¿se habian alejado de la area de destruccion del dragon negro? Bueno, poco importaba... Fineas daba orden a su dragon de que bajara...

No dijo nada, solo si el elfo le miraba, veria que como respuesta el chico asentia con la cabeza... el apenas tenia que hacer nada para prepararse... la armadura ya la llevaba puesta... y era realmente rapido poniendose los katares. No creia que aquellas arpias fueran un reto verdadero, el solo podria despachar a dos... por shiryu, habia luchado contra Liath y sobrevivido!! Pero no olvido unas palabras sabias, incluso un adversario pequeño podia tener un golpe de suerte y todo acabar... respiro profundamente, para controlar su cuerpo... sino, se dejaria llevar... autocontrol, le faltaba autocontrol...

Finalmente aterrizaron en un lugar despejado en donde poder moverse con cierta facilidad, el lugar tenia sus ventajas ya que podrian moverse con soltura pero tambien hacia que las arpias pudieran volar sobre ellos. Almare se habia quedado protegiendo a las dos mujeres algo mas apartado mientras Fineas y Katsu cayeron algo mas adelantados, las alimañas voladoras parecian observarles desde lo alto dispuestas a atacarles.

A lo lejos se oian ruidos de lucha y explosiones, sin duda algo sucedia, los que eran capaces de usar la magia sentian una gran energia oscura en la zona del pueblo, pero no podian distraerse mucho, ya que tres de las arpias se lanzaron en picado hacia Katsu y Fineas mientras que la cuarta se dirigia hacia donde estaban Melissent y Darian

Aterrizaron... si es que a eso se le podia llamar aterrizar. El chico casi se mete un buen golpe pero gracias a sus buenos reflejos, salio indemne. Y alli, estaban, en un buen terreno para combatir. Las dos partes tenian sus ventajas, pero bueno, Katsu ya habia tenido situaciones parecidas... sabia como lidiar con aquella situacion y aquellas criaturas. Al final, eran tres contra uno. Suspiro. Sabia la importancia de la superioridad numerica, pero tambien sabia que si alguien era medio habilidoso, podia usarla en contra de sus contrarios facilmente. Es lo que pretendia... y esperaba que le saliera bien. En fin, no le gustaba mucho la violencia, pero a veces, las circunstancias o las personas, no tenian otra manera...

Tenia sus katares en las manos, preparado para el combate. El pulso y el corazon se aceleraron. Tension, adrenalina, aquello era bueno, le permitiria actuar con mas rapidez.Queria despachar a las tres arpias cuanto antes. Intento concentrar su Ki, la ultima vez le habia ayudado mucho... y cuando estuvo de reunirlo, paso. Tenia el recuerdo muy fresco, del aquel ser tan, tan... no se concentro, pero seguia listo para el combate.

Su idea era simple, aquellos bichos bajaban en picado a toda velocidad, intentaria a partarse en el ultimo momento, cuando estuviera a pocos metros de el, para que se entorpecieran entre ellas, o se estamparan entre ellas. Si, la idea era muy parecida a lo que habia hecho Fineas con su Dragon. Simple... ahora tocaba ver si funcionaba. Y evidentemente, como minimo, uno de los seres estaria a alcance e intentaria asestarle un golpe, y si podia un golpe mortal... lastima no tner su Ki, podria haber leido los movimientos de aquellos seres... o potenciado sus ataques...

Fineas se limitó a observar a sus enemigos con atención mientras adoptaba su posición de combate, empuñando a Luinil hacia detrás, preparando ya el arco que trazaría su arma en cuanto alguna de las arpías se acercase a su alcance, dicha posición era a la vez ataque y defensa, todo lo que se le acercase, acabaría hecho partido por la mitad si no sucedía nada fuera de lo normal.

A la vez en voz baja comenzó a recitar en su lengua nativa un hechizo que hizo que el filo de Luinil desprendiese una brisa helada.

Melissent se prepara para lanzar el hechizo de barrera para proteger a tantos como pueda. La verdad es que era algo que requería cierta concentración así que no había tiempo que perder.

Todos estaban preparados para comenzar el combate, las arpias bajaban a gran veolcidad hacia sus objetivos, la primera se avalanzo sombre Katsu, el luchador estaba acostumbrado a la lucha, sin embargo, parecia que no era capaz de concentrarse especialmente bien, la primera de las arpias lanza un ataque con sus garras sobre Katsu que se aparta hacia un lado meintras realiza su ataque, los dos ataques son realizados al mismo tiempo y el chico siente como le arañan el hombro, sin embargo puede comprobar como la arpia ha salido desplazada hacia la derecha.

La segunda de las arpias se dirigia hacia Fineas el cual se encontraba perfectamente preparado para recibir el ataque, el movimiento de Fineas es muy rapido, la criatura no parece verlo concentrada en alcanzar a su enemigo y es entonces cuando con suma facilidad el arma del elfo atraviesa la carne y el hueso del alado ser, una de las alas es cortada con suma facilidad, la criatura herida cae al suelo entre gritos de ira y dolor y sangrando profusamente.

La tercera de las arpias se dirigia hacia Katsu pero este siente algo rodearle, se trata de una especie de burbuja de color azulado semitransparente que le rodea, el ataque de la arpia que podria haberle dado por sorpresa no es tal ya que rebota contra esta burbuja que tambien rodea a Fineas, los dos combatientes pueden ver como algo mas atras la arpia que faltaba ha golpeado contra el escudo justo un segundo antes de atacar a Melissent y a Darian, ambas protegidas por el hechizo que realiza la joven de rubios cabellos

En fin, Katsu combatia pero no parecia el mismo chico de hacia apenas unos dias. Es decir, se enfrenta a un hueso realmente dificil de roer, sobrevive, no lo hace mal... y ahora estas arpias, les tocaba darle una leccion de humildad. Su primer ataque contra una de ellas, podria haber estado bastante mejor. Y su contrataque, le hizo un rasguño en el hombro. Hizo una mueca de dolor. Aquella arpia se iba a enterar de lo que valia un peine... La verdad es que a los elfos, las cosas les iban mejor... Fineas, de un muy buen golpe, se quita una de ellas y Melissent, los protegio a todos. Y suerte, porque la segunda arpia le podia haber hecho mas daño aun...

Seres detestables, tenia que dar su mejor esfuerzo. El chico se volvio a concentrar su Ki. Ahora si, lo notaba, fluia y era lo correcto. Aquello estaba bien. Ataco, no se preocupo mucho de su defensa, entre su armadura y el uso del Ki que iba a hacer, deberia haber bastante. Pero cuando una cosa funciona, la otra falla... su ataque contra la primera arpia, a la que habia desplazado, no fue muy efectivo...

Fineas se acercó a la arpía que había herido y clavó su lanza en su garganta, asegurándose así que no fuese a dar problemas el resto del combate.

Mientras tanto alzó su mano hacia la arpía a la que Katsu iba a dirigir su ataque y de ella brotó una brisa helada que dibujaba en el aire una perfecta línea hacía aquel infame ser, haciendo que la arpía fuese cubriéndose poco a poco de hielo y dejándosela al muchacho en bandeja de plata.

Tras ello observó a Almare y le invitó a participar en el combate, y que acabase con otra de las arpías que los acosaban.

Melissent se situaba detrás de Almare pero siempre pendiente del resto de sus compañeros, preparada para lanzar una cura si era necesario. Al ver que Katsu recibía un pequeño rasguño en el hombro le dijo: -No te preocupes, enseguida acabareis con ellas y podremos escapar. Os ayudaré con todo lo que pueda.

Nada más decir esto, lanzó un hechizo para aumentar la velocidad de sus compañeros, de manera que pudieran actuar y esquivar con más rapidez. 

La lucha proseguia, en un lado Katsu se concentra y nota como su energia interior, su ki se fortalece y fluye con gran fuerza por todo su cuerpo, dispuesto a golpear a una de las arpias tal vez por exceso deconfianza o por haberse concentrado demasiado para hacer fluir su ki no logra impactar en la arpia que simplemente se mueve hacia un lado.

No lejos de alli Melissent realiza un conjuro que hace que todos se sientan mas ligeros y livianos, el primero en darse cuenta es Fineas que se mueve a una gran velocidad y golpea al enemigo malherido clavando su arma y haciendo que los horribles gritos de la criatura cesen en esos instantes, tras esto la arpia que se disponia a atacar a Katsu de repende se congela, es efecto de la magia de Fineas que ha logrado congelar al alado ser.

La ultima de las arpias no contaba con el ataque del dragon, que aunque cansado y mucho mas pequeño que el dragon ue habian visto antes, es un rival formidable para una criatura como la arpia que de una poderosa dentellada acaba con la vida de la arpia sin inmutarse gracias a que estaba aturdida por el golpe que habia recibido tras el choque contra el escudo magico creado por Melissent

Y se acabo, asi de rapido. Vale, habia salido bien parados. En el mundo habia cuatro arpias menos, pero aquello era una victoria pirrica.No estaba nada contento con aquel combate, no lo habia hecho bien para nada. Un dia era capaz de enfrentarse a un gran guerrero y al otro, tres monstruos le daban problemas. Debia entrenarse mas. Despues de enfrentarse a Liath habia tenido el espejismo que habia hecho una mejora real y tangible... que equivocado estaba. Su Ki era una una veleta, ahora funciono, ahora no... y sabia que seria importante en el futuro... Ni de lejos podria proteger a Yui en esas condiciones. Maldijo por lo bajo en arisiano... se habia vuelto a enfurruñar.

No guardo las armas, pues aun podria haber enemigos cerca y se acerco a los elfos. Estaba impresionado con Fineas, usaba aquella alabarda con mucha destreza y aquella magia del hielo era muy util. Y Melissent le habia dado otra sorpresa, magia protector. No entendia mucho de magia, pero sabia cosas... sueltas... de las que habia vivido y sufrido. Y aun asi, saco fuerzas de flaqueza para sonreir un poco, aun habia un dragon legendario suelto por ahi:

-Vaya, os habia subestimado... sabeis defenderos muy bien...estoy impresionado... bueno me parece que buscabamos algo...

Y se puso a otear el horizonte, a ver si veia a aquella monstruosidad alada, donde estaba, que hacia... tenía que saber que hacia alli el dragon negro.

Fineas se limitó a observar por unos momentos el campo de batalla y tras ello el cielo, no deseaba bajar la guardia y que fuesen atacados por sorpresa por alguna más de esas inmundas criaturas, y tras asegurarse de que estaban a salvo contestó a Katsu.

- El regreso a la aldea no es una opción, ya viste de quien se trataba imagino... Lo más probable es que en estos momentos esa aldea no sea más que escombros... - dijo Fineas con seriedad mientras se acercaba a Melissent y Almare, no le agradaba la idea de abandonar a gente a su suerte, pero el dragón negro de Zaibacher era un rival al que no podían hacer frente.

- ¿Estás bien? - pregunto Fineas con un ligero tono de preocupación a Melissent.

Después, Fineas se comunicó con su amigo Almare: - ¿Sientes la dirección a la que se dirige el dragón negro, amigo mio?

Telepaticamente el dragon se comunica con Fineas:

- Se esta alejando, la ciudad solo estaba en su camino, va mar adentro.

Se queda unos segundos callado y dice:

- Escucho no muy lejos una gran cantidad de caballos que van a la ciudad, dentro de poco lo escuchareis

El sonido procedente de la ciudad parece amainar, pero no muy lejos de alli, por la zona que debia ser el exterior del bosque se escucha un ruido apenas audible en un inicio, poco despues se distingue, una gran cantida de caballos se escuchan no muy lejos de alli, las monturas van al galope y tienen que ser una gran cantidad de ellas y sin duda van hacia la ciudad, o lo que quede de ella

Melissent se acercó a sus compañeros bastante aliviada, comprobando que todos estuvieran en buenas condiciones. Pero cuando Fineas le preguntó si se encontraba bien, la chica se sonrojó levemente y le contestó sonriendo: -Estoy muy bien, gracias a vosotros.

Luego miró hacia donde se oían el galope de los caballos con curiosidad y cierta preocupación: - Van hacia la ciudad... ¿deberíamos... ir nosotros también?

Bueno, parecia que todo habia acabado. pero aun asi, realmente no guardo sus armas. La pregunta de Melissent era muy oportuna, un monton de caballos moviendose, una ciudad arrasada y un dragon enorme campando...no, una cosa asi, requeria una respuesta. Katsu no estaba tranquilo, pero para nada. Semejante ser... era lo que le faltaban, tenia aun a la Orden en la cabeza y ahora salia esto ¿tendria alguna relacion?

-No estoy seguro... pero necesitamos saber que hacia el dragon negro... debe tener un motivo de peso para salir de su guarida... donde quiera que este... esto es de las cosas mas raras que he visto en tiempo... empieza a haber muchas preguntas sin respuesta... ¿tendra esto algun tipo de relacion con la Orden? No se, yo quiero respuestas...

Esperaria que le dijeran los elfos, pero si, el era partidario de volver a la ciudad y ver que habia pasado. ¿Todo aquello tendria alguna relacion con el Varander? Le corrorian aquellas preguntas, aquella presencia le perturbaba... podia ser que... ¿las cosas no hubieran acabado? ¿no tenia ni derecho aun breve descanso?

- Ese dragón actua por su propia cuenta, es lo suficientemente malvado como para no necesitar a nadie que le anime a atacar a personas, pero lo preocupante es que Zaibacher debería tenerlo controlado... - Fineas suponía que Zaibacher debería tener controlados a sus 3 mayores dragones para no intervenir en el mundo, pero esto le dejaba algo confuso.

- De todos modos al parecer el dragón se ha marchado de la aldea hacia mar adentro, si queréis volver no me opondré, pero me temo que nos encontraremos con más dificultades que facilidades, aparte de que dudo que alguien allí sepa la razón del ataque, cuando es posible que solo fuese una aldea que le pillaba en el camino. 

Pero mientras Hablaban algo pasa, un grupo de jinetes aparecen de pronto en el claro, todos llevan una armadura completa con detalles en color escarlata, uno de ellos, el que va en cabeza lleva la armadura mas adornada y un penacho de color rojo sobre su yelmo, al verles alli uno de los jinetes dice:

- Señor, parece que estan bien, que hemos encontrado supervivientes

El hombre con el yelmo mas adornado observa a los presentes y dice:

- Mi nombre es Kinkan segundo de la orden de los caballeros escarlata.

dirigiendose a Fineas:

- He de suponer que ese dragon es vuestra montura cierto?

- Supone bien... - espetó secamente Fineas a sabiendas que de no ser así, Almare estaría recibiendo una lluvia de flechas.

¿Kinkan? Ese nombre le sonaba... esa armadura, con ese emblema escarlata. Pues claro, era un grupo de caballeros escarlata, perttenecian a una especie de guardia o ejercito de la Alianza Senki, que se movian por sus paises y apoyaban a los ejercitos de cada uno... si era necesario. Guardaban el orden y eran bastante respetados. Le costo un poco acordarse de Kinkan, y seguramente el no le recordaria facilmente. Pero ¿donde estaba Lady Believe? Casi siempre iban juntos, y Kinkan era una especie de guardaespaldas.

Entendia sus reticencias. Un ataque de un dragon y ahora se encontraban uno pequeño. Tenian que sospechar, pero la monstruosidad que habia salido, era el dragon negro, no un dragon blanco... o plateado... o lo que fuera Almare. Era mejor que se encargara el, quizas si le recordaba, quizas si dijera lo de Believe.. y quizas y solo quizas si lo que habia hecho en Arisu, le creyeran. Le dijo a Fineas:

-Dejadme esto a mi...

Tampoco tenia nada que perder,seguramente de todos los alli presentes era el que mejor posicion estaba. Dio un par de pasos adelante, pero antes de andar, guardo sus garras, no queria que pensaran mal de el. Era un gesto de voluntad, quizas asi le entendieran.Suspiro, el no era mucho de la dialectica pero tampoco era manco. Sus palabras, eran sinceras:

- Sois Kinkan, de los caballeros escarlata ¿verdad? Mi nombre es Katsumoto Gransber Katsuhiro... quizas os suene mi nombre, os conoci a vos y a Lady Believe hace tiempo, en una mision que actuavais como su escolta... posteriormente volvi a coincidir con Lady Believe en Arisu, aunque os hablo de hace bastante tiempo... respondere a todas vuestra con sumo gusto...