Partida Rol por web

Algo sorprendido se acerca a Katsu mientras asiente a lo que dice Fineas, al llegar cerca de este se queda unos segundos mirando y dice:

- Es cierto, sois vos, Katsumoto, curioso lugar para encontrarme con alguien como vos, parece que los problemas os persiguen y los grandes acontecimientos

Mira al resto y dice:

- Curiosos acompañantes como siempre, sobre Lady Believe se dirige hacia la ciudad con el primer grupo, vimos la gran bestia desde lejos ya que viajabamos al encuentro de un diplomatico elfo hacia la ciduad y decidimos aumentar el ritmo, pero parece que no hemos llegado a tiempo, aun asi lady Believe decidio dirigirse a la ciudad.

Hace un gesto a uno de sus acompañantes y dice:

- Supongo que estais en buen estado fisico, no sabemos realmente si todas las criaturas del dragon se han ido pero recuerdo que os defendiais bastante bien en combate, asi pues nos acompañariais vos y vuestros acompañantes? ademas a Lady Believe le encantara ver una cara conocida

Katsu medio sonrie laconicamente. Kinkan se acordaba de el, aquello era bueno, y lo mejor era que Believe estuviera por alli. Ella era bastante comprensiva y muy reflexiva, a su manera le recordaba bastante a Yui (ultimamente veia cosas donde no las habia pero bueno). Katsu hizo una pequeña reverencia como saludo a Kinkan, despues de todo era un alto oficial del ejercito los caballeros escarlatas... y de paso se enteraban del rollo de los elfos... que bueno, nunca estaba de mas.

-Me alegro que me reconozcais ...no se que trato os tendria que dar, mi fuerte no es el protocolo... y me alegro tambien que Lady Believe este por las cercanias y que este bien...por mi parte, podeis contar con mi apoyo para lo que sea...aun asi, me gustaria acompañaros y ver a Lady Believe mmm creo que tengo asuntos que tratar con ella... asuntos importantes...

Queria quitar un poco mas de hierro al asunto, que la parejita de los elfos que no habia peligro y que Kinkan era de confianza, o como minimo persona de palabra:

-Gracias a ellos estoy vivo...nos encargamos de algunas criaturas pero no las suficientes para marcar una diferencia... lo que ha pasado en esa ciudad ha sido una autentica desgracia... y teneis razon, no me libro de una, los problemas me persiguen, por mi parte ire con la mayor premura posible... me gustaria poneros al dia de ciertos acontecimientos importantes...

Katsu habia tomado una decision. Iria al poblado y veria una vieja conocida. No podia decirse que fueran amigos, pero quizas si que fueran personas confiables. Queria hablar con los dos lideres de los caballeros escarlata de los grandes acontecimientos que habian pasado y que ellos le contaran que habia pasado, asi podria ponerse al dia y quizas vislumbrar algo de verdad.

Por primera vez en el dia, algo podia salir bien... de hecho, a los elfos les hizo un gesto para que vinieran con ellos. Ahora podrian acercarse a la ciudad sin problema... o lo que quedara de la ciudad.

Fineas no pudo evitar arquear una de sus cejas al escuchar "curiosos acompañantes", ni que fuesen tan raros...

Y tras la conversación entre los dos viejos conocidos Fineas se giró hacia Melissent y se dirigió a ella:

- La decisión es tuya, ya sabes que allá a donde vayas, iré yo. - El elfo no tenía muchas ganas de volver a aquella aldea, y menos aún sabiendo lo que se encontrarían, una imagen nada agradable, eso seguro, pero había jurado proteger a aquella muchacha y así lo haría.

A Melissent no le hacía mucha gracia no saber nada de todo aquello, pero imaginaba que no les quedaría más remedio que acompañar a Katsu. Por primera vez en bastante tiempo, suspiró con un gesto de "qué le vamos a hacer" a la vez que miraba a Fineas... Al igual que ella, no parecía estar a gusto sobretodo con la expresión de "curiosos acompañantes": ella no sería lo más común del mundo, pero sentía que debía de ser demasiado rara para ellos. Y Fineas no era raro tampoco...

Al final dijo con voz tímida y con mirada vergonzosa: - Disculpad pero aun no lo tengo muy claro. Son demasiadas cosas nuevas y bueno... Si no queda más remedio, iremos. Pero no sé si me va a ayudar en mi búsqueda y Fineas no parece convencido. 

Kinkan asiente a Katsu y dice:

- vamos a la ciudad ya que pensamos que puede haber algunos heridos y deseamos ayudarles, mejor dicho, es deseo de Lady Believe ayudar a las personas del pueblo, ya sabeis como es en esos asuntos.

Entonces mira a Fineas y Melissent:

- No debeis temer ya que el dragon se ha marchado, antes de entrar en el bosque vimos como se dirigio a mar abierto, al parecer la ciudad simplemente estaba en su camino, por lo que dices buscas algo, que es lo que buscas, tal vez podamos ayudaros en cierta forma.

El hombre hace un gesto y uno de los caballeros se acerca entonces dice:

- Katsu, podeis montar con el en su montura, si vuestros acompañantes desean acompañarnos tambien puede tomar monturas acompañados

Darian habia permanecido todo el tiempo escondida, y finalmente al ver a los hombres acercandose y revoloteando alrededor dice:

- Si habeis venido a ayudar habeis llegado un poco tarde, pero bueno la intencion es lo que cuenta decia mi abuela

Mira a los alli presentes, se acerca a Melissent y dice:

- La verdad tengo curiosidad por saber quien es esa Lady Believe, una Lady, seguro que es alguien muy hermosa, porque Lady es que es una chica hermosa y con belleza cierto?

Le gusto saber que quizas Kinkan o Believe pudieran ayudarle a saber que queria el Dragon.  Aquello era importante, y tenia cierto interes. ¿Porque aquella monstruosidad alada habia atacado? El seguia pensando que guardaba relacion con la Orden, le parecia su modus operandi... y despues de la sorpresa del Varander, aun mas. Tenia ganas de charlar con Believe, y si podia ayudar en algo, pues mejor... se lo debia a aquella gente, se sentia algo responsable de lo pasado... aunque no sabia porque.

Acepto con gusto el caballo que le ofrecia el caballero escarlata, y le hizo un gesto como gratitud. Una vez encima del caballo, parecia un poco mas importente. Ahora tenia que aceptar a los reacios elfos. Los comprendia, el mismo habia actuado asi hasta no hacia poco, tener a una persona que te importa a tu lado, hacia eso...afortunados ellos, que tenian a alguien en quien respaldarse... el lo tenia bastante mas dificil para solucinar las cosas... Suspiro. Antes de hablar los miro profundamente... queria creer que tenia algunas cosas en comun:

-Confio en Kinkan y Lady Believe, no quieren mal a nadie... teneis que creerme, solo por saber que ha podido pasar por lo del Dragon iria... pero creo que esta relacionado con la Orden, es una corazonada...pensaba contaros ciertas cosas poco a poco pero veo que tendre que acelerar las cosas... y puede que incluso puedan ayudarnos en nuestro camino, os lo pido por favor, venid con nosotros...

Intentaba mostrarse humilde y lo pedia de corazon.

Melissent miró a los ojos de Katsu y luego, seguidamente, a Fineas. Se mostraba algo dubitativa y estaba algo cansada de no enterarse de nada de lo que ocurría ni por qué. Y para colmo, eso de "curiosos acompañantes" no resultaba un comentario muy agradable. Pero al final dijo con una sonrisa leve mientras se arrimaba a Fineas: -Si es tan importante, entonces iremos. 

La respuesta de Melissent le supuso un alivio. Suponia que irian, les daria la explicaciones y les daria tiempo, pero le inquietaba que no supieran quien eran de la Orden. Bueno daria su explicacion, escucharia a Believe y Kinkan y evaluaria. Para él, el peligro que representaban, no era para menos cabar. Tenia que resaltar el hecho de que no les queria ningun mal ni nada:

-Nunca he querido ocultaros nada, es solo... que es complicado y dificil de creer. Os dare las explicaciones cuando estemos con Lady Believe y Kinkan...teneis mi palabra.

Fineas solo afirmó con la cabeza mientras seguía pensativo, si bien su prioridad era encontrar a la madre de Melissent, estos últimos acontecimientos lo dejaron algo perplejo y sorprendido, algo que no sucedía desde la tragedia de Egrond, un lugar al que tarde o temprano tendría que volver para ajustar cuentas del pasado.

El camino al pueblo fue rapido, pero al mismo tiempo tedioso ya que nada mas salir del bosque algunos en caballos, otros a los lomos de Almare pudieron ver lo que antes era el pueblo, restos y ruinas humeantes podian verse por todas partes, un fuerte olor a quemado se sentia y obligaba a arrugar la nariz a aquellos menos acostumbrados a ese olor a carne quemada; no habia ni rastro de los barcos que unos momentos antes habia en el pequeño puerto, practicamente todo estaba destruido.

Cuando la comitiva llego a la entrada de la ciudad pudieron ver a una gran cantidad de harpias muertas en el suelo, pero no solo estos seres estaban muertos, cuerpos calcinados, cuerpos semienterrados, ensartados por las armas de las harpias, aquella zona no era una zona de guerra, sino el escenario de una autentica carniceria. La unica vida que parecia haber en el lugar eran los numerosos caballeros escarlata que se afanaban en buscar supervivientes, algunos llevaban los cadaveres de las harpias a una gran hoguera que se estaba encendiendo en las afueras del pueblo, mientras que los cadaveres de los habitantes del pueblo eran cuviertos con telas y lonas, niños, mujeres, hombres y ancianos, todos eran igual para la muerte en ese lugar y los pocos supervivientes eran tratados de sus heridas en el centro de las ruinas en las que se habia convertido esa poblacion, y alli una mujer daba ordenes a los caballeros, consolaba a las victimas.

Al llegar al centro, Kinkan desmonta y saluda a la mujer:

- Lady Believe estas son las personas que habia en el bosque, parece que se han sabido defender bien de las harpias que les seguian, aunque no es de extrañar ya que sabemos de la capacidad en combate de al menos uno de ellos ya que tal vez recordeis al viajero Katsumoto

El hombre hace una indicacion y añade:

- Ellos son sus compañeros actuales de viaje, un elfo gris como podeis ver y esta chica que parece ser habitante de la zona

Prestando atencion a Kinkan mira hacia atras y se da cuenta que Katsu es la persona que pensaba, asi pues se acerca caminando algo rapido, aunque sin dejar de sostener su arma, se acerca toma las manos de Katsu amablemetne y dice:

- Que alegria ver una cara amiga, es una desgracia que nos veamos en esta situacion tan desagradable y tan dantesca.

Mira a Fineas y a Melissent y se acerca inclina levemente la cabeza y dice con un tono lo mas amigable que es capaz en ese instante:

- Me alegra sobremanera que os encontreis bien, mi nombre es Believe Lackmor lider de la orden de los caballeros escarlata

Suspira profundamente y añade:

- Siento tener que pediros esto a todos, pero podriais ayudarnos con los heridos? tenemos que intentar salvar a todos los que podamos

Rapidamente llegaron otra vez a la ciudad. Lo que vio, no le gusto a Katsumoto. Era cierto, aquello no era una tragedia, era una masacre, quizas podria haber sido por demonios... pero no. Habia sido realmente afortunados de poder escapar. El habia visto cosas por el estilo, estragos de la guerra, pero solo le recordaba una cosa... algo que evocaba a su infancia, cuando apenas era un niño. Su abuelos maternos habia muerto en una invasion de los centauros... pensaba que lo habia olvidado y superado... Y alli la vio, a Lady Believe dando ordenes. Se alegro de verla, era de las pocas cosas buenas que le podian pasar.

Cuando se le acerco, le devolvio el gesto de saludos, con una ligera reverencia y le contesto:

- Siempre es un placer veros, Lady Believe, aunque sea en estas circunstancias... me gustaria hablar con vos mas relajadamente, mas adelante... hay temas importantes que deberiamos tratar y espero que me podais ayudar..

Vale. El podia ayudar a otros caballeros a mover cosas y a consolar a la gente, porque de magia curativa no tenia ni idea. De hecho, como ya habia pensado anteriormente, se sentia en deuda con aquella pobre gente... salir del Valle para que pasara esto.  Iba de desgracia en desgracia... suspiro. ¿Tan famoso se habia hecho? No podia creerselo:

-Podeis contar conmigo, Lady Believe, un poco de ejercicio no me vendra mal... aunque solo sea para apartar escombros... porque de sanar... poca cosa se... ahora echo de menos las clases de puntos de chi y acupuntura que quiso enseñarme mi maestro... bueno, manos a la obra.

No dijo nada mas. No espero a que los elfos dijeran que si o que no. Comenzo de inmediato. Dejo su mochila y katana pero los katares se los llevo, por si hubiera algun ser que quedara. Y empezo a ayudar. Mas que nada, a mover y quitar escombros, porque poco mas podia hacer... evidentemente, se quedo cerca de Lady Believe, pues queria verla como ejercia el mando... y si tenia un momento, hablaria con ella, pero esperaria a que las cosas estuvieran mas calmadas...

Fineas observó los restos de lo que fue la aldea mientras los conocidos de Katsu hablaban, la destrucción que había causado el dragón era evidente, pensando para sí mismo que podría haber provocado que el dragón actuase de esa forma, ya que Zaibacher debería tener controlados a sus lugartenientes, y entonces se acordó del barco élfico.

- Quizás puedan hablarnos de la presencia del barco élfico en una pequeña aldea como esta, porque me temo que el dragón vino concretamente buscando dicho barco, o lo que sea que portase. - preguntó Fienas con un tono algo inquisitivo, fue testigo de como el barco élfico entablaba combate con el dragón en lugar de huir, como si defensiesen algo más aparte de sus propias vidas.

El elfo esperaba una respuesta, el carecía de habilidades curativas, aunque sabía que Melissent se encargaría de ello y con creces, por lo que Fineas prefirió informarse bien, ya que si la orden de caballeros estaba relacionada en mayor o menor medida con el ataque, ello supondría que no dejaban de estar en peligro.

- Almare... rastrea los alrededores en busca de supervivientes e indica su posición a Melissent para que pueda ayudarlos. - dijo a su compañero plateado.

Melissent casi ni prestó atención a lo que hablaban Lady Believe y Kinkan, aunque respondió con una linda reverencia al saludo de aquella mujer. Estaba bastante consternada al ver semejante destrucción, aunque no se puede decir que ya no se lo esperase. El ver los cadáveres de esas pobres gentes le hacía temblar, le recordaba a todo lo acontecido con su padre y eso le traía un dolor casi insoportable. Pero tenía que controlarse y ayudar todo lo que fuera posible: como decían sus compañeros, quedaba gente aun con vida. 

Así que Melissent empezó a mirar alrededor e iba buscando a los heridos con atención a la vez que decía: - Les ayudaré, no os quepa duda. Si veis cualquier herido, mostrádmelo por favor...

Todos habian estado ayudando durante varias horas, Katsu y Fineas en su mayor parte ayudando a desenterrar a algunos supervivientes, ayudando a llevar cadaveres de harpias a la hoguera y cargando cosas de un lado para otro, por su parte Melissent habia estado atenciendo a los heridos, algunas personas habian podido ser salvadas gracias a ella, mientras que otras no habian podido ser salvadas y lo unico que pudo hacer fue procurar que no sufrieran demasiado.

El dia fue agotador para todos tanto fisica como moralmente pero la noche habia llegado y con ella el final del trabajo ya que practicamente habian aparecido vivos o muertos todos los habitantes de la ciudad y la hoguera seguia ardiendo con todos los cuerpos de las criaturas en su interior, el fuerte olor a carne quemada y plumas podia notarse desde practicamente cualquier rincon de la ciudad, pero era soportable gracias a que la hoguera fue emplazada en la zona exterior.

Entre unos restos se habia instalado una zona donde podrian descansar, algunos catres no muy lejos ya estaban ocupados por algunos caballeros mientras que otros se afanaban en cocinar y algunas patrullas se encargaban de la seguridad, algo mas apartada Believe tenia una taza de laton con caldo caliente en ella mientras estaba de pie en una mesa observando unos mapas, junto a ella acababa de llegar Kinkan que deja un plato con comida, la misma que ofrecen a todos, un trozo de pan de un pescado bastate quemado, la mujer parece bastante metida en sus pensamientos, es en esa situacion en la que se encuentra cuando Katsu, Fineas y Melissent son llevados alli por un caballero, esta al verles sonrie y dice:

- Os agradezco de todo corazon la ayuda que habeis prestado hoy aqui, me gustaria pediros que me coteis que es lo que habeis visto cuando el dragon se acercaba perdonad que abuse un poco de vostros pero por favor decidme en que podria ayudaros y hare todo lo que este en mi mano para poder hacerlo

Pues si, todo el dia trabajando. Fineas y el, hicieron mucho trabajo, Melissent se dedico a los pacientes. Era curioso, la chica mostraba un comportamiento refinado, presentandose ante la jefa de los caballeros escarlatas. Fuera como fuera, se podria decir que el ambiente mejoro un poco. Con la gente mas o menos a salvo, las harpias machacadas y los caballeros encargandose de los resto de la poblacion, y siendo casi de noche, la cosa, por ese dia acabo. Katsu acepto de buen grado la comida sencilla de los caballeros, un poco de pan, un poco de caldo y algo que roer... almenos no estaba frio, que era mucho mas de lo que se podia decir.

El chico estaba al lado de Believe, pues queria comentar cosas con ella... pero con discrecion. Pero bueno, ella le preguntaba que sabian:

-Os puedo decir poco, Lady Believe, estabamos en el muelle por la mañana, solo habia dos barcos, uno mercante y un navio elfo, y de repente, en el horizonte aparecio el Dragon, bueno mas bien el Dragon legendario negro... y esa multiud de harpias...logramos escapar... poco mas que contar...

En realidad, el tenia sus sospechas, que por desgracia, no podia confirmar. ¿Como probaba que el Dragon tenia que ver con la Orden? Sabia que la Orden habia estado detras de los de Vermas...pero al final todo habia sido una distraccion, un divertimento:

-En realidad creo que todo esto, de algun modo esta relacionado con la Orden... Lady Believe me gustaria hablar con vos pero con un poco de discrecion...hay ciertos acontecimientos que deberiais saber ¿que sabeis del Varander?

Y esa era la pregunta. Varander, Orden, Dragon...

La mujer escucha atentamente lo que dice Katsu y finalmente dice:

- Si, la embarcacion elfica era una delegacion diplomatica que se iba a dirigir a un templo, el templo de Ishtar, y ademas nosotros veniamos a encontrarnos con ellos ya que ibamos a discutir ciertos asuntos diplomaticos que podrian ser delicados, por desgracia no han sobrevivido mas que algunos marineros pero estan muy mal heridos.

Cuando habla sobre el Varander responde:

- No me resulta familiar ese nombre, y sobre lo que dices de la orden, a que orden te refieres?

Ok, aquella no era la respuesta que queria oir. Algo estaba mal, pero que muy mal.Podia imaginarse que alguein no supiera que era el Varander, pero la Orden... aquello si que estaba mal. Es decir, la Orden, habia sido el mayor enemigo de todos los paises en los ultimos tiempos... la ultima vez que se vieron iban contra ellos... y ahora, ¿no se acordaba de quienes eran? No sabia que pasaba pero se lo tenia que explicar a Believe, pasara lo que pasara... Todo lo que habia acaecido habia sido por los planes de la Orden, de alguna manera se habia interpuesto... pero no estaban derrotados ni nada por el estilo. Mierda. Ahora tendria que sumarse e investigarlo:

-Lady Believe... los nombres de Yazzko, Liath o Ruri no os dicen algo? Hace unos meses hubo unos disturbios en Arisu que podria haber llegado a guerra civil, el Clan Satsuma se levanto en armas, era el clan mas poderoso del Sur pero realmente habia alguien de la Orden detras de todo ello...una maga de sangre llamada Ruri... estais segura de que no os suena nada de esto?

Tenia que asegurarse del todo, porque si le contestaban negativamente a esto... habia un problema gordo. Las posibilidades de probarlo eran muy pocas... lo peor era ¿que demonios pasaba alli?

- Quizás sería de ayuda que nos explicases que es el Varander, Katsu. - El elfo estaba cansado ya de las historias del chio, y sobre todo de que se contasen a medias, de modo que empezó por lo más elemental.

- Si mal no recuerdo apareciste de la nada de un lugar a otro del continente, así que quizás lo mejor sería que nos explicases que ese Varander, y que hacías justo antes de aparecer en este país... - continuó el elfo, ya que desde el principio algo le olía raro en el muchacho, no era maldad, pero su historia hacía aguas por todas partes y había que averiguar quien era realmente y de donde vienen todas esas historias que cuenta.