Partida Rol por web

Los dos compañeros prosiguen por la escalera, tras algunos metros mas pueden ver como termina en una sala bastante gande, es entonces cuando se escucha una explosion y varias rocas de la pared salen volando y comienza a entrar una gran cantidad de agua, ademas de alguien mas, de kayla

Kayla lanza su rayo y ocasiona una fuerte explosion, haciendo que una gran cantidad de rocas y agua comiencen a salir por el lugar de la explosion, ella misma trata de no ser absorvida pero no lo logra, llegando bruscamente a una habitacion en la que muy sorprendidos se encuentran Hack y un hombre, el cual parece que es Khan pero sin armadura

Hasta cierto punto, me sorprende la entereza con que mi acual acompañante se ha tomado la muerte de su compañero. Sinceramente, esperaba algún tipo de escena por su parte, que mostrara algún tipo de sentimiento por el fallecido. Sin embargo, se lo ha tomado de un modo casi indiferente, como si la vida de ese hombre le importase tanto como la de un enemigo. Más aún, en lugar de despertar sentimiento alguno en ella, parece que tan solo ha despertado su curiosidad.

Sería bueno no olvidarlo.

Al avanzar por la escalera, alcanzamos una enorme sala. Nada más llegar, siento que algo no va bien. Es un ruido, algo extraño. Me pongo en guardia, pero no me preparo lo suficiente para lo que se nos viene encima. Me sobresalta una tremenda explosión que lanza grandes rocas por la habitación, por lo que salto hacia atrás ejecutando una complicada cabriola para esquivar los cascotes. Al aterrizar me doy cuenta de que el agua ha comenzado a inundar la sala. Pero ¿De donde ha salido? Levanto la mirada y veo el enorme agujero en la pared, y el agua filtrándose a su través.

Y a la mujer.

Entra en la sala arrastrada por el agua. No se como se encuentra, pero tampoco me preocupa demasiado. Viendo las dimensiones del boquete, lo primero que me dicta mi instinto es asegurar el lugar, por lo que comienzo a correr, espada en mano, hacia el agujero. Me preocupa que otras cosas pueden llegar por ahí. Hack puede ocuparse de Kayla si es necesario, mientras compruebo la seguridad del lugar.

Al ver a Kayla la mujer se sorprende enormemente, rapidamente se dirige hacia ella y muy preocupada le dice:

- Kayla kayla estas bien? me alegro mucho de verte.

Hack corre casi sin fijarse en lo demas ni el porque ha aparecido asi tan derrepente ni en como actua Khan

Como un pequeño tornado, un remolino en el agua, la corriente tira de ella. Aunque intenta nadar para alejarse de aquel agujero, la fuerza del agua acaba consiguiendo arrastrarla y llevarla a traves de la apertura, para despues caer de culo sobre el suelo de una nueva habitación que ya se encontraba encharcada con todo el agua.

Restregandose los ojos para limpiarse del polvo y los pequeños restos, se llevó una sorpresa al ver a Hack correr hacia ella. Envainó su daga, que aun llevaba en la mano.

-Si, si, estoy bien, solo un poco cansada- Consigue decir la joven

Levantandose sin importarla el estar mojada abraza a su amiga y protegida. Por encima de su hombro ver a un hombre. Era el guardian del templo del agua que les habia acompañado.

-No sabeis donde estan Karin y Craig?- preguntó Kayla sin importarle mucho la respuesta, Karin podía salir de cualquier peligro y con Craig nunca habia llegado a llevarse muy bien, aunque ultimamente las cosas no iban tan mal.

- Craig, bueno, le acabamos de encontrar muerto y en cuanto a Karin no hemos conseguido encontrarla por ningun lado, no se donde puede estar metida, pero dime como llegaste aqui?

El agua en la sala llega hasta un poco mas de los tobillos, realmente la sala parece vacia y no es demasiado grande, Khan puede ver como poco mas adelante una doble puerta puede verse totalmente cerrada, siendo de metal la puerte y posellendo manchas de sangre fresca

Parece que en este lugar suceden demasiadas cosas. Sin embargo, la sangre fresca solo indica una para mí: peligro.

No me gusta el agua. Supongo que como a ninguno de mi raza, pero a mi especialmente. Me agrada moverme silencioso, y eso es complicado cuando tus pies chapotean sobre una superficie líquida que se empeña en generar ruido con cada movimiento. Aún así, no puedo permanecer estático, de modo que confío en mi velocidad. Corro hacia la puerta que veo al fondo, con miradas nerviosas a mis costados y hacia arriba. No quiero más sorpresas, aunque estoy seguro de que no han hecho más que empezar.

Quiero comprobar esa puerta, su mecanismo, asegurarme de que no es posible abrirla. Y quiero ver esas manchas. De una sapicadura se pueden extaer muchas conclusiones, saber el modo en que la vícima fue desangrada. Quiero saber muchas cosas, pero en este templo hay de todo menos información.

Las mujeres pueden seguir conversando, ya habrá tiempo de entablar relaciones amistosas con ellas. De momento, me importa la seguridad. Solo me gusta ver morir a la gente cuando lo hacen bajo el filo de mi espada.

-Como???- casi gritó Kayla, dandose cuenta lo alto que habia hablado se sonrojo y bajó la voz - muerto?, ese idiota no podía morir, decía que era un gran espadachin- aunque no le habia llegado a conocer mucho, el continuo roce, las pullas de siempre... no podía irse así de repente.

La joven abrazó con más fuerza a Hack, había visto a mucha gente morir pero nunca sus amigos habian tenido aquel final, todavia. Acaso era posible que estuviera considerando a Craig como un amigo? No no lo era, no habia sido un amigo, no iba a llorar por él, para ella no era nada. Consiguiendo controlarse se separó de su amiga.

-Al tirarnos por aquel agujero caí en un recinto repleto de agua y sin un ápice de luz, encontré una pequeña grieta y bueno, ya ves el resultado, ehem- dijo mientras con la mano indicaba todo aquel desperfecto que habia ocasionado.

Cuando notó que su compañera apretaba el abrazo al oír la buena nueva (si es que podía definirse así) un deje de tristeza se apoderó de ella. Sabía que el riesgo existía en las misiones, que ella misma lo buscaba... pero un compañero muerto significaba un obstáculo para salir airosos y lo más importante: con vida. Y además, pensando de manera útil y basándose en su propia experiencia, siempre se convierten en aliados aquellos que sobreviven con ella, algo que necesita su corazón desolado.

Miró a su Kayla mientras escuchaba atentamente la explicación de la elfa y sonreía ante el desastre que sus ojos podía distinguir. Si esa oscuridad no le diera tanta grima reiría de buena gana.

- Por lo menos nos hemos reunidos tres. - Hanck miró de soslayo a uno y otro lado de la estancia comprobando que las cuentas no le fallaban. - ¿Dónde se ha metido Khan?

-Si, ojala encontremos a Karin pronto, este lugar no me gusta nada, aunque conociendola no me extrañaría ver a las sombras huyendo de su mal genio- rió la joven intentando destensar un poco el ambiente.

Khan, khan, es verdad, aquel era el nombre del paladin del templo de agua. -Me parece que se ha ido por allí- dijo la joven encaminandose hacia aquel lugar.

Khan se acerca a la puerta y se pone a inspeccionarla más de cerca. Tal y como vio antes, se trataba de una doble puerta de metal pero ahora la cercanía le permitía observar que estaba totalmente esculpida. Parecía que narraba historias y costumbres realizadas cuando el templo gozaba de su esplendor. Sin embargo, los protagonistas de la puerta ahora parecían burlase de él desde su posición inerte observándole en todo momento. La sangre que había allí no hacía sino sino aumentar la ironía y la desconfianza del momento.

Frente a la puerta, Khan levanta una mano para posarla sobre una de las manchas de sangre intentando extraer toda la información posible de lo que sucedió, o sucede, en aquel lugar. La sangre podía ser de amigo o de enemigo, qué arma ocasionó la envergadura de las manchas y cómo... pero con sólo apoyar un dedo, una de las puertas cedió. Era un silecioso y mínimo movimiento equivalente a la fuerza del anterior apoyo. Una cosa estaba clara; la doble puerta no estaba tan cerrada como parecía a simple vista.

El movimiento de la puerta me sobresalta, por inesperado. Instintivamente, me sitúo a un costado, con la espalda pegada a su contigua. Sin siquiera pensar en ello, mi mano se tensa alrededor de la empuñadura de mi espada, trazando un arco que la sitúa presta para cualquier contingencia.

Silencio, eso es lo que necesito. Movimientos lentos, pacientes.

La hoja de mi espada se acerca a la puerta contaria, posando su punta sobre la sangrante superficie de figuras burlonas. No estoy para burlas. Nada hay más importante para un profesional como yo que la discreción. Empujo la espada, que a su vez empuja la puerta, que se abre lentamente. La hoja gira sobre si misma, reflejando en su fina superficie una porcón de imagen de lo que quiera que haya tras el metal.

Desvelándome la información que necesito.

Siguiendo a Kayla le doy el encuentro al paladín y mientras nos acercábamos, descubrí que se encontraba frente por frente a una puerta de metal. También me di cuenta que Khan estaba tenso y tenía una postura a la defensiva. ¿Qué habría descubierto en esa puerta? ¿Acaso se trataba de un nuevo peligro?

Sea lo que sea, al actitud de Khan hizo despertar mi instinto de supervivencia y rápidamente palpé mi espalda buscando la empuñadura de mi espada. ¡Ah! Su sólo tacto hacía desaparecer mis miedos y hacía de bálsamo para enfrentarme a cualquier cosa por muy poderosa que sea. Si había que tener en cuenta una cosa por la actitud de mi compañero es que la precaución era ahora nuestro mejor arma.

Sí. Estoy preparada. Cubriré tus espaldas Khan.

La hoja de tu espada te revela que todo está tranquilo al otro lado de la puerta. Es una sala grande ocupada por restos de columnas que una vez sostuvieron el techo de lugar y que ahora están desparramadas, rotas y amontonadas de forma aleaotoria por toda la estancia. Su salomónico tallada ahora está desgastado fruto del paso de los años, o quién sabe, de alguna cruenta batallas que se erigió allí.

Lo únicos habitantes que moran son las cucarachas que se pasean libremente.

Hack parecía tensa y el paladin actuaba de un modo extraño. Kayla no entendía todas aquellas precauciones, el único enemigo en aquel lugar era la oscuridad...

Quedandose la última de los tres, de vez en cuando echaba una ojeada a sus espaldas. Mientras, esperaría a ver que decidian hacer sus compañeros. Tiritó un poco, aun estaba mojada y hacia algo de frio allí abajo.

Al empujar la puerta, una nueva realidad me es revelada a tavés de la hoja de mi espada. En cierto modo podría decir que me siento decepcionado. La tensión y la incertidumbre no son mi plato habitual, me siento mucho más cómodo viendo a mis enemigos para poder seleccionar el modo más conveniente de actuar contra ellos. Aquí, en cambio, no se que pensar...

Me giro hacia Hack, que se ha situado profesionalmente a mi lado, cubriéndome las espaldas. De momento creo que está actuando de un modo correcto. No impresionante, aunque tampoco ha tenio ocasión, pero parece que no tendré que preocuparme demasiado por ella. Aún no tengo una impresión al respecto de la otra mujer. Espero que sepa estar a la altura.

Hago un gesto a la guerrera para que me siga y me adentro en la nueva sala, con la hoja de mi espada precediéndome. Inspecciono los rincones con una mirada preliminar, buscando algo que se me haya pasado por alto en mi primera y limitada inspección.

Este lugar oculta misterios que no comprendo, magias que no puedo controlar, peligros que acechan en cada sombra.

Junto a mi compañero y espada en mano espero expectante cualquier sorpresa que podamos encontrar. A la vez que la puerta se abre desenfundo mi espada y la coloco en posición de ataque mientras mis sentidos se agudizan. Todo lo que pueda ver, oír, oler y sentir me delataría qué habría allí y me colocaría en posición de ventaja al estar prevenida; más lo único que ví fue la penetrante oscuridad dueña del lugar, el único ruido que había era las pisadas de las cucarachas y en lo concerniente al olfato y mi tacto sólo hallé humedad.

Cruzo la mirada con Khan el cual está igual de confuso que yo. La puerta entreabierta era la invitación a un riesgo que podiamos correr nada más cruzarla y sin embargo no hay nada... El paladín me hace un gesto para que le siga al que obedezco de inmediato y le sigo entrando en la sala sin relajar del todo la postura estudiando el lugar.

Pero sólo lo podía distinguir era oscuridad

Kayla no llegaba a entender el cuidado que sus dos compañeros estaban teniendo, hasta ahora no se habian encontrado con nadie.

Dando un paso hacia un lado, miró directamente a traves de la rendija abierta de la puerta, oscuridad. La verdad que ya estaba bastante harta de aquel templo, prefería estar de vuelta en el templo de agua aunque tuviera que volver a ver la cara de aquella sacerdotisa prepotente.

Mirando otra vez a sus espaldas, se fijó en el agua que les llegaba hasta los tobillos, y siguió el recorrido que hacia a través de aquella puerta entreabierta. Parecía que aquella otra sala en la que iban a entrar tambien estaba cubierta de agua, a lo mejor proveniente de la habitación en la que estaban en ese momento. Lo importante es que tenía agua, asi que sin pensarlo dos veces, intentó sentir el agua de aquella habitación sin luz.

Kayla comprueba que bajo sus pies efectivamente hay agua cubriéndole los tobillos proveniente de la sala anterior, o mejor dicho; desde el estanque que cayó al llegar al templo. Ahora ese agua está ocasionando verdaderos problemas a los verdaderos habitante del lugar: las cucarachas.