Partida Rol por web

El enano corre y se encuentra con una escena que no esperaba, una elfa semidesnuda pese al frio de la noche ayudando a icorporarse a un humano gravemente herido.

- No te fuerces, no estas en condiciones de caminar, espera.

La elfa se gira y mira hacia el enano recienllegado y observa una espada que hay junto a ella dispuesta para cogerla al mas minimo movimiento del enano:

- Dime, quien eres y que haces aqui?

El enano se detiene en seco y viendo la ostilidad con la que la elfa se dirige a el, decide ser lo mas cauto posible, (aunque siente una especie de rabia hacia ella que no puede explicar).
- Solo soy un solitario caminante de la noche, me dirijo a la ciudad de los elfos grises a por unos suministros de urgencia. Oí un grito y pense que alguien necesitaria ayuda. (Mientras digo todo esto, abajo el hacha como muestra de simpatia pero sin perder de vista la elfa y la espada)

me giro para ver al enano y le miro confundido y cansado, esperando la respuesta de este

¿acaso mas peleas?

- A la ciudad de los elfos grises?, supongo que sera mejor confiar, escucha, me llamo Sereliea y habito en esa ciudad, si me ayudas a llevar a este hombre, me asegurare de que no tengas problemas en la ciudad.

La elfa se acerca a un seto donde tenia sus ropas ya que a fin de cuentas y aunque el enano no lo note demasiado el frio de la noche hace que al hablar se observe salir vaho de las bocas de los alli presentes y la elfa esta practicamente desnuda

Muchas gracias. Ayudare encantado. - dijo el enano confiando en la elfa y echandole una mano con todo lo que ella le dijese. Al fin y al cabo, el nunca habia estado en la ciudad de los elfos grises y tener una guia seria de lo mas practico.
El enano pregunto el nombre de la elfa y si no era meterse donde uno no debia le pregunto tambien por la situacion del hombre y que habia ocurrido.

cuando veo que el enano no era una amenasa vuelvo a tranquilisarme y a ponerme en una pose de descanso hasta que pregunan por mi

bueno... creo que todabia no me eh presentado... Me pueden llamar Shio, y lo que me paso... -shio dirije una mirada triste hacia un costado como buscando las palabras para decir- ... fue que fui atacado por un grupo de hombres, y no me dejaron otra opcion mas que huir; Bueno, Serelia, elric, que les parese si vamos a la ciudad? estas heridas me estan empesando a doler dice con un tono sarcastico y un sonrisa forzada

- Si, deberiamos encaminarnos a la ciudad ya que las heridas son demasiado graves y yo no poseo conocimientos de magia blanca, soy una guerrera.

La mujer coge sus cosas y termna de vestirse:

- Enano, vamos ayudame, tu posees mas fuerza fisica que yo sin duda

Vamos campeon, arriba!
Se sube al humano a la espalda y sigue de cerca a la elfa un poco confuso pero contento pues le guiaran por la ciudad de los elfos grises y porque no ha tenido que batirse en duelo con la de las orejas de punta que no le apetecia nada en absoluto...

Creo ke no puedes marcarle solo a el, asi ke me lo mandas a mi solo (marcas solo al director) y yo se lo envio

Le pregunto con un susurro al humano si tiene algo que ver con que la elfa estuviera semi desnuda y el tan cansado para forjar un poco de amistad con un tono cordial y amigable.

Corween habia estado caminando durante semanas, habia visto ciudades de hhumanos y de otras razas, sin embargo nunca habia entrado en ninguna y el motivo de ello ni el mismo lo conocia, sin embargo una noche de luna llena algo sucedio, el hombre lobo noto algo en el ambiente, era un olor familiar, era un olor no como el de los humanos ni como el de los lobos, sino un olor mas parecido al suyo propio, sine mbargo el fuerte olor de la sangre le rodeaba ademas de dos olores mas, uno a hierbas y el otro a tierra

La intriga se apoderó del lobo que llevaba dentro y casi se movió por instinto, siguiendo el olor que tanto llamaba su atención... Se quedó petrificado cuando llegó al límite de las construcciones y fue el hombre razonable el que retomo el control, no se sentía cómodo rodeado del nauseabundo hedor de los humanos, pero que diablos tenía que descubrir de donde salía aquella aroma, se guió por el olfato tanto como pudo mientras con ojos entrecerrados intentaba mantenerse apartado y alerta. Tenía que retenerse, se notaba a si mismo alterado con ganas de gruñir y enseñar los dientes...

Al llegar al claro puede ver a un hombre herido sostenido por un enano y a una elfa qque parece ue comienza a dirigir hacia donde deben ir.

EL grupo aprece que aun no se ha dado cuenta de su presencia