Partida Rol por web

-Te enseño cuando quieras Wimger - dice desde su posición.

Mal momento para iniciar una exploración de la laguna y formar un perímetro defensivo en la boca del túnel. Esas cosas pueden salir en cualquier parte donde haya tierra y quien sabe si pueden entrar a nadar o no, pero lo mejor sería ir retrocediendo hasta el agua.

-Señor, no soy consejero táctico, pero creo que es mal momento para hacer un cerco defensivo. Movernos sería lo más acertado.

Los ruidos que se escuchan no son muy tranquilizadores, pero se mantiene firme mientras sigan las órdenes de mantener el perímetro, además... ella es de las que tiene que retirarse después de los demás porque forma parte de la retaguardia. La misión no parece haber comenzado con buen pie y parece que va a seguir con la misma tónica.

A la orden... James se situó en el cerco, procurando juntarse con la gente a la que le había tocado como grupo de retaguardia, por si se daba que hubiera algún tipo de separación.

Suerte, compañeros.

Es una decisión complicada, pensó, entre mantener viva a toda la gente posible, hasta llegar al objetivo y darse prisa. Prefiero esta. Al fin y al cabo, todavía el taladro les obligará a elegir y a explorar, y hay una buena posibilidad de que se vayan tras él.

Haré de repetidor con mi equipo para que se reciba mejor la señal de Gawain, señor. La luz indicadora de la opción que había programado el consejero táctico más veterano delataba su maniobra. Recomiendo darles entre 15 y 20 segundos para explorar. Recomiendo que ordene congelarnos a los de fuera del agua, mientras lo hacemos... y que apaguemos las lámparas, que nos delatan.

FRECUENCIA DE MANDO:

Emito un corto pulso, un simple chasquido momentáneo del comunicador, en respuesta a O'Flaggerty, indicando que la recepción es buena y que estoy de acuerdo con lo que ha dicho.

Activo la energía del traje para regular la temperatura interior.

-Señor, sí, señor. -Digo con tono firme mientras sujeto la cuerda y la lanzo con un solo movimiento lejos de la laguna, desenrollándola en buena parte. Luego, aseguro las posiciones de mis armas, desenfundando la peacemaker con la derecha, y empuño la lámpara con la izquierda, mientras Sonia y Gawain me flanquean. El tiempo es un factor muy importante, y no puedo así sino avanzar a paso rápido con toda la armadura sellada en el interior del agua. El peso asegurado de la mochila se nota en la espalda mientras poco a poco me voy sumergiendo en el frio líquido, y en cuanto tengo la oportunidad sumerjo la linterna eléctrica para iluminar el fondo, y que así desde fuera también puedan ver algo mientras entramos. -Zapador entrando en el agujero. -Digo por el intercomunicador sin un destinatario en especial. -Cabo, consejero, no le teman al jodido frío. -Aunque nadie pueda verla, ya que cada vez estoy más dentro, no puedo evitar poner una sonrisa socarrona en los labios tras esa afirmación. Y luego entro entero, y observo alrededor. Profundamente, buscando el camino adecuado mientras muevo mi lámpara potente de un lado a otro.

Los ruidos no me gustan para nada y las palabras del Teniente no ayudan mucho a mantener la calma en nuestra posición. Si nos metemos ahora, puede que los ligeros mueran. Si nos demoramos, puede que todos seamos devorados por los malditos arácnidos.

La decisión debe ser tomada con rapidez, pues de otra manera todo estará perdido. Por lo menos Sonny y las cargas tendrían vía libre para continuar, aunque no con un contingente suficiente como para vencer alguna dificultad posterior. Debemos movernos y pronto.

Doy órdenes a través de la radio para todos los presentes:

 - "Quiero a todos a un paso del agua, de espaldas a esta. ¡Ahora!"

Me pongo en esa posición y continúo:

 - "Activen la energía del traje para aguantar la temperatura y activen el aire interno."

Mi cuenta mental se acerca al momento y le hablo al grupo de avanzada:

 - "Espero que hayan encontrado el camino, pues iremos detrás de ustedes."

28, 29, 30 segundos. Es hora de moverse. Mis últimas palabras resuenan en el canal de comunicaciones:

 - "Primer grupo compuesto por el Sargento Evans, Wimger, Billy, Burnette, Popov, O'Flaggerty, Mackeyn y el Teniente Speedy, media vuelta. ¡Ar! Entren en el agua y sigan al grupo de reconocimiento. ¡Ahora!"

Espero con mi morita apuntando hacía la entrada del túnel mientras continúo contando mentalmente pues solo quedamos Mkoll, Bockman, los ligeros y yo para cubrir una posible retirada y mantener a los ligeros un poco más con vida y no que mueran mientras buscamos un camino.

Aun así, no podemos esperar mucho. Los bichos se acercan y es hora de moverse. 40, 41, 42. Hemos dado suficiente tiempo y ya no podemos perder más. Doy la orden última:

 - "Segundo grupo: Bockman, Mkoll, todos los ligeros y yo, media vuelta. ¡Ar! ¡Avancen ahora!"

Doy el primer paso hacía el agua y me sumerjo en ella sabiendo que he dado suficiente tiempo a los primeros para que no interrumpan el camino y así puedan los de la ligera moverse rápido. Comunico a todo el escuadrón, esperando que las comunicaciones atraviesen el agua:

 - "Espero que hayan encontrado un camino, pues los ligeros no pueden esperar."

Mantengo el movimiento y me aseguro de que ningún ligero se quede atrás antes de seguir avanzando para así no dejar a nadie rezagado para ser devorado. Conociendo a los bichos, ni eso los retrasaría porque asesinan más rápido de lo que se mueven. Esta vez debemos movernos más rápido de lo que ellos asesinan.

Las órdenes del Sargento Mayor me sacan de mi sopor. -Creo que lo estoy haciendo muy mal en mi primera misión con este escuadrón y si no consigo concentrarme habré sido sólo lastre- Ese pensamiento me mantiene tenso. Preparo mi arma y mi traje para la inmersión. Me sumerjo junto al grupo correspondiente. Preparo mentalmente el equipo adecuado para asistir a los hombres de la ligera en caso de que necesiten asistencia por exposición a bajas temperaturas, siempre que encontremos la salida, claro.

A la orden.

Cuando el sargento lo manda, James se zambulle en el agua, sintiendo cómo el frío penetra por las partes de la armadura no calefactadas completamente. No es más que una ligera incomodidad, pero le permite imaginar lo que es agua casi a punto de congelarse. Dado que muchos de los compañeros siguen usando lámpara, cambia su modo de visión a visión  nocturna, para así poder aprovechar esa luz residual sin, a la vez, llamar demasiado la atención de lo que haya por ahí.

Todo tiene un extraño aspecto con este enfoque de visión. Se dedica a seguir la cuerda que han tendido los compañeros, mientras no pierde ripio de cualquier cosa extraña que pueda haber. El oxígeno en lata tiene un sabor extraño, y el sonido de las válvulas del respirador le ensordecen, hasta que va acostumbrándose.

Puta mierda de planeta... En serio, Sonia lo odiaba cada vez más. Debía reconocer que no estaba el agua no estaba tan jodidamente helada como pensaba que estaría, pero aún así era un asco. Y tenían que ser rápidos. Especialmente después de que escucharan por radio la orden de Focker de que iban a moverse ya, corriendo, antes de que se los comieran vivos.

Así que ellos debían apresurarse.

- Sonny, Gawain, ya habeís oído, tenemos que darnos prisa. Vamos, a moverse. ¡Ya! - ella misma estaba atenta a su alrededor, para asegurarse de que no les iban a joder vivos allí abajo.

Se percibía la tensión en el ambiente. Como lanzas de luz, las lámparas apuñalaban la oscuridad a la espera de localizar al enemigo para descargar sobre él toda la furia de los rifles, sin embargo, el Sargento Mayor habló, y lo que decía el Sargento, iba a misa.

- ¡Roger! - respondió Burnette, dándose la vuelta con los compañeros seleccionados y dirigiéndose al agua.

Nos ponemos en movimiento manteniendo la formación junto a nuestro zapador.

-Entendido-respondió simplemente el explorador a las últimas órdenes, habiendo sellado antes su traje y activado la temperatura interna. Con el rifle morita en las manos, empezó a avanzar tras el resto, esperando de todo corazón que el camino por aquellas aguas fuera seguro, y no demasiado largo... Eso, y que los bichos no se abalanzaran sobre ellos por la espalda, o aquello podría convertirse en una carnicería. 

Bockman miraba el túnel mientras a su espalda distintas órdenes iban formando a los infantes. Finalmente el Sargento establece el orden y esta vez él si estaba en el grupo de retaguardia junto al sargento mayor. Parecía que últimamente les tocaba el palo más corto. Poco a poco se levantó y sin dejar de apuntar se colocó a la altura de Focker, junto a él y Mkoll se fue atrasando hasta llegar al agua donde esperó. Cuando sólo él sabe decidió dar media vuelta y entrar en el agua junto a todos los ligeros para buscar esa salida que supuestamente Sonny y Sonia deberían haber encontrado. Si no era así, morirían.

Haciendo caso a la orden del Sargento Mayor, se retira hacia la orilla de la laguna hasta quedar a un paso y activa la energía del traje para mantener la temperatura en esa agua helada que quizá nos deje sin la ligera por las bajas temperaturas. A la orden de entrar en el agua, activa el flujo interno de aire y sella el traje para que no entre nada de agua. Cambia el modo de visión a lámpara para iluminar el camino que tienen bajo el agua y no perder a sus compañeros. 

Busca con la mirada a la avanzadilla que en teoría ha tenido que encontrar un camino hacia la otra parte de la laguna. ¿Lo habrán encontrado? Quien sabe, pero espera que sí porque no parece que lo que les viene por la espalda sea algo a lo que puedan enfrentarse ellos solos y sería un gasto innecesario de munición.

Con Sonny y otros ya en el agua, y ante el reciente sonido escuchado a trabes de los túneles que habían dejado detrás, el sargento mayor focker, oficial al mando de la misión y responsable de las vidas de todos los infantes allí presentes, optó por hacer lo que le pareció mas sensato ante la amenaza, sumergirse en el agua tras Sonny e intentar poner distancia de los bichos lo antes posible.

A pesar de la situación, el sargento mayor fiel a sus principios, haría todo de forma ordenada, impidiendo así que el caos generara problemas. Lanzándose al agua en orden, los infantes fueron avanzando en cuenta regresiva tras el grupo de exploradores que buscaba algún tipo de salida bajo el agua.

En la orilla los infantes ligeros junto a otros pesados aun esperaban su turno cuando uno sonido creciente de numerosas pisadas se hizo presentes, algunos ya conocían aquel sonido con cierta facilidad, muchos bichos se aproximaban. Y por si fuera poco aquel crujir de rocas se incrementó súbitamente hasta llegar a parecerse a una ligera explosión para luego detenerse.

Así, un infante ligero adelantándose a los hechos se adentro un poco en el túnel para espiar lo que sucedía. Retrocediendo sumamente agitado, informó, -¡un tanque sargento!, un inmenso bicho tanque ha salido cerca del túnel que hizo el taladro-.