Partida Rol por web

Bruce hizo lo que Mark le decia, habia que atrancar la puerta, al menos impedir el acceso a los infectados tanto como fuera posible. Por el camino cogio un balon de Futbol americano y se lo guardo en la mochila, si salian de alli los chicos tendrian otro juguete.

La puerta comenzo a ceder pero por suerte habia bastantes cosas delante como para hacer el acceso dificil. Bruce habia movido estanterias y hecho todo lo posible para hacerles ganar unos segundos.

Desde arriba visteis la luz de la linterna y una cuerda cayendo. Vuestros compañeros queria ayudaros a salir.

Jordan fue con la cuerda y volvio con ella, atando un extremo fuertemente antes de lanzarla para que sus compañeros pudieran trepar por ella.

Atando fuerte un extremo a lo mas solido que pude encontrar, tiro el resto de la cuerda por el socabon del suelo y grito.

- ¡Rapido chicos, subir!.

Mark y Bruce estaban bien entrenados, treparon rapido por la cuerda. Daniel no estaba en tan buena forma. Demasiado tiempo dando clases a niños. Comenzo a lamentar no haber pasado un poco mas de tiempo ejercitando los musculos. Subir a pulso por una cuerda lisa y sin nudos era un problema.

Danil hizo lo posible, comenzo a sudar y la puerta cedido. Los infectados se encontraron con los impedimentos de las estanterias y los balones pero ver sus caras de cerca resultaba poco tranquilizador.

Reconocio la cara, o lo que quedaba de ella, de la profesora de matematicas. Su piel se habia vuelto escamada y reseca, sus labios supuraban algun tipo de sangre negruzca y sus ojos solo reflejaban una expresion de profunda locura.

Esa mujer estiraba los brazos entre los estantes, buscando desesperadamente un pedazo de carne de Daniel.

Las manos del profesor comenzaron a sudar y su agarre en la cuerda flojeo pero habia logrado subir los suficiente para que Bruce y Mark tiraran de el y de la cuerda, logrando alzarle justo unos segundos antes de que los infectados se habrieran camino en aquella pequeña sala de utiles deportivos.

Los gruñidos de fustracion y lamentos glutinales se hicieron un clamor. Algunos tiraron objetos acia arriba esperando alcanzaros pero estos caian y les golpeaban a ellos mismos, lo que aun les enfurecia mas. Visteis un balon medicinal subir y caer justo en la cabeza de uno de ellos.

No subirian aunque pudieran, veian luz arriba y eso les asustaba lo bastante para no intentar nada pero ahora os encontrabais con un agujero en el camino de metro y medio por saltar o salvar de algun modo. Eso contando con que el resto de la escalera se mantuviera en pie.

Me quedé en el suelo boca abajo tiritando como un niño con frío. Incluso por unos momentos llegué a ser blanco.

- Gracias, muchas gracias. Joder. Dije levantando la cabeza y acto seguido, comencé a llorar. No podría decir si era del susto, de la cara de Margarett (la profesora de matemáticas) o si era una mezcla de las dos cosas.

Me incorporé un poco y miré hacia el agujero. Parecían peces en una piscifactoría, unos por encima de los otros.

Dejé de llorar, cogí un trozo de escombro y lo lancé por el agujero con rabia. - HIJOS DE LA GRAN PUTA. - Acerté a decir y volví a llorar.

Jordan resoplo con alivio cuando vio que sacaban a Daniel uno momento antes de que aquello se llenara de infectados. Habia estado muy cerca de perder a un compañero.

La peliroja se acerco a Daniel y le dio un abrazo, penso que lo necesitaba.- Tranquilo, ya a pasado. Ellos no tienen la culpa de ser asi, alguien les mordio y se infectaron... no son coscientes de sus actos, estan muy enfermos.- dijo la mujer compasiva. Odiarlos no era una opcion sana.- Tenemos que seguir Daniel, y te necesitamos ¿Puedes seguir?.- le pregunto.

Miro a Mark.- ¿Que hacemos?

No pudo evitar soltar un suspiro de alivio cuando vio a todos sus compañeros de una pieza de nuevo en el descansillo. – Joder… coño… no me deis esos sustos ¿vale?. – comentó con una media sonrisa intentando quitar algo de hierro al asunto.

Vio que Jordan se estaba ocupando de Daniel, por lo que prefirió no decirle nada, llegaba a entender por lo que estaba pasando. Se quedó quieto unos instantes, intentando recabar toda la información que habían obtenido en el poco tiempo que llevaban allí. Al fin y al cabo, ya no podían utilizar las escaleras para subir al siguiente piso así que había que pensar en otra cosa.

Volvió sobre sus pasos cuidadosamente asomándose por algunas de las aulas que había en el piso, eso si, sin alejarse demasiado.

Me agacho junto a Jordan y Daniel, dándole una palmada amistosa en el hombro a éste último.

-Daniel, tranquilizate y concentrate, ¿Hay más escaleras? ¿hay otra forma de subir?- le pregunto, si es necesario le cojo la barbilla para que me mire a los ojos y se centre.

No me gustaría tener que saltar ese agujero, es posible, pero la madera podrida de un lado y del otro, puede significar que cualquiera puede morir, y luego a la vuelta otra oportunidad más de caer en las garras de los infectados.

Poco a poco se fue pasando el susto y el cerebro volvió a funcionar de forma práctica.
- Al otro lado del edificio están las escaleras de emergencia. Pero con casi total seguridad estarán cerradas. Sólo se abrirían en caso de incendio... o con su llave correspondiente. - Pensé un momento donde se podría encontrar una llave de aquellas puertas. - Solían llevarla encima los conserjes. Así que quizá haya alguna en información, o puede que en secretaría. Información está justo aquí.- Dije señalando la pared de la izquierda. - Tiene dos entradas. Una justo al otro lado y otra dando la vuelta del todo. Se ve bien. Si sigues hacia la segunda entrada verás la puerta de secretaría, quizá estén allí o si no, al entrar en secretaría está uno de los dos despachos de dirección. El otro despacho de dirección y de secretaría están al otro lado de el ascensor. - Dije señalando hacia detrás de nosotros.

Daniel os llevo a las oficinas.

Todos los muebles estaban tirados, los archivos volvados y el suelo lleno de papeles, cristales rotos y una vez mas mierda humana mas o menos reciente, llamando a un numero de moscas considerable pese a estar en invierno.

Buscar una llave en ese desastre era complicado, casi desististeis ya que cualquier infectado podia haberla cogido y tirado en el lugar mas impensable o encontrarse bajo un monton de eces frescas, pero entonces la suerte os dio un respiro.

En un cajon entreabierto visteis algo brillar. Un llave con un llavero donde se podia leer una etiqueta

"escaleras de emergencia"

Con el objeto en la mano llegar a las escaleras fue sencillo pero mas aterrador que antes ya que los infectados no paraban de gruñir desde el agujero, llenando el ambiente de gritos y golpes horribles. Cada vez parecia que se amontonaran mas alli abajo por el ruido.

Tras mucho rebuscar encontramos la llave, un poco de suerte no viene mal después de todo. Esto nos da una segunda oportunidad, y bastante buena a decir verdad, entiendo que esas escaleras de emergencia son exteriores.

-Bien hecho Daniel- le digo al profesor- buena memoria.

El amontonamiento de los infectados abajo me resulta preocupante. Se están auto exitando unos a otros. Los miro con preocupación unos segundos más por encima del hombro con el ceño fruncido. Luego introduzco la llave en la puerta.

Bruce puso la mano en el hombro de Mark.- Tio, las escaleras de incendio estan ocuras y no suelen tener ventanas... Si rompieron alguna puerta en un nivel superior puede que este de infectados hasta las cejas, ya ves que hay muchos en este lugar... pero tambien hay luz.

Apuntar con las linternas acia la puerta encenderlas nada mas abrir.- les dijo a sus compañeros.- Asi si hay infectados los repeleremos dentro y podremos cerrar la puerta de nuevo.

La idea de ir por las escaleras de incendio no le hacía demasiada gracia, suponía que como al resto del equipo, pero no había otra opción, así que tocaba apechugar. Tomó la linterna y la colocó encendida bajo su pistola, típica maniobra de policía. – Vamos allá. – comentó en tono seco.

Asiento a Bruce, miro a mis compañeros y una vez están preparados abro la puerta despacio. Sin hacer mucho ruido.