Partida Rol por web

Coincido con usted, Zack. Estemos atentos. Quizá en gesto inconsciente, el biólogo lleva en la mano la pistola.

Mi avance es agíl y rápido y los soldados me siguen sin problemas. La trayectoria planteada hacia la antena evita una zona caliente de la batalla y nos permite avanzar más seguros. Me felicito por ello sonriendo dentro del destructor, mientras aprieto el gatillo para abrir fuego a discreción sobre un pequeño grupo de máquinas desperdigado que se encuentran cerca de nuestro avance.

Entonces a la vez que la nueva munición sale formando estallidos azules en los cañones de las armas del destructor, en mi casco escucho la voz inconfundible, algo entrecortada, del soldado Normand. -No *os con*iemo*.

Sorpendido, por medio segundo suelto el gatillo asustado, pero necesito seguir cubriendo nuestro avance y vuelvo a disparar. De nuevo ruido de estatica en el comunicador y la voz de otro compañero que no consigo diferenciar si es el biólogo o el señor Baker. - Coin*ido co* ust*d, Za*k. Est*mos aten*os.

Me doy cuenta enseguida que la nueva munición que nos han proporcionado nuestros nuevos aliados, genera interferencias con el sistema del comunicador y con los brazaletes que de alguna forma estan conectados entre ellos y por eso debo oir como mis compañeros avanzan en su misión.

Mi sonrisa ahora es pletorica y escucharles que todo va bien me anima a seguir y concentrarme en la mia.

En una parada estratégica aprovecho a preguntar a Michelle por las interferencias y exaltado como estoy por la batalla, olvido el protocolo.  - Michelle, ¿ha oido eso? Mientras disparaba me parecio oir a Zack y otro de los demás.

Os disponéis a adentraros en la zona... los tres primeros soldados notan al pasar una ligera sensación de frío y veis claramente como una especie de "campo azul" se ilumina al cruzarlo. No os hace daño alguno, pero os quedáis algo sorprendidos. No lo esperabais.

Si, si... pero estate atento a la lucha- dijo Michelle- joder, los putos aliens estos no pueden moverse. Al parecer un campo de fuerza les bloquea el camino, o algo de eso. Nosotros no tenemos esos problemas- te explicaba todo aquello mientras seguía tu ritmo, cubriéndose y yendo poco a poco hacia la antena. Tus disparos estaban surtiendo efecto y acababan con una buena cantidad de enemigos, los cuales aún hacían frente a aquellas bestias. Ya quedaba poco para alcanzar el objetivo.

Cuando lleguemos, dispara a la antena y no falles.

Se adentra junto al resto con una leve mueca de sorpresa observando la habitación. ¿Iluminación automática o una alarma?

- Con cautela, - dice a los hombres - Adams abra la marcha, - hace un gesto a Normand para indicarle que vaya detrás del mercenario - Robberts usted conmigo. - señala a la joven técnica para que se quede un poco rezagada junto a él en el centro de la marcha.

El cruzar el campo de fuerza no me gusta, desde luego. Alarma o simple defensa? No importa demasiado, si es alarma ya sabrán de que están allí, si es simple defensa, mala defensa si ellos han podido pasar sin problemas. ¿Iluminación? Lo dudo. Ya saben que estamos aquí comento en un susurro, aunque lo suficientemente alto como para que los que estén cerca (entre ellos el coronel) lo escuchen.

El lugar donde os encontráis es una pequeña estancia circular, la cual solo tiene un único camino para seguir. Antes de avanzar, el pequeño objeto que tiene el coronel en la muñeca empieza a sonar. Era otro de los objetos de Cherlish, la cual le dijo que serviría para guiarle. 

Y así era: de pronto, de la minipantalla que tenía incorporada, surgió un punto verde -vosotros- mientras una pequeña flecha amarilla os indicaba por donde ir. 

Avanzáis por el pasillo a buen ritmo, dejando atrás alguna que otra sala y otros pasillos y bifurcaciones. El aparato funcionaba bien, sin interferencias. Solo esperábais que os llevará a vuestro destino. 

Todo transcurría tranquilamente hasta que de pronto oís claramente pasos a vuestro frente...

Se pega a la pared del derecha del pasillo haciendo un gesto a Robberts y Waechter para que hagan lo mismo, después hace un gesto a los demás para que se peguen a la pared izquierda y preparen sus armas, sin dejar de andar quita el seguro del rifle y apunta hacia el frente, listo para abrir fuego.

El soldado quitó el seguro de su "nueva" arma y se pegó a la pared como el coronel había ordenado. Aparte de eso, dobló sus rodillas para ganar en estabilidad a la hora de disparar, colocó la culata sobre su hombro de modo que viese claramente por la mirilla del fusil. Estaba preparado para disparar a quién viniese hacía ellos... o hacía lo que viniese.

El corazón del biólogo se acelera como nunca jamás lo había notado. Su respiración se agita, pero el coronel y los soldados parecen tomárselo con calma. Sigue la orden del coronel, pegándose a la pared, rezando por lo bajo para que no hayan sido descubiertos. ¿Cómo se comunicarán estos seres? ¿Y si tienen una inteligencia común? Podría ser que uno sólo los descubriera y de pronto alertara a todos... y eso no le gustaría... los pensamientos se agolpan en su cabeza, mientras intenta infructuosamente tranquilizarse.

El avance es rápido. Aqui y allá caen aquellos seres con tus disparos, mientras que tus compañeros están a salvo detrás de ti. Ya tienes a una buena distancia la antena, pero justo en ese momento varias de aquellas criaturas comienzan a dispararte...

Jericho se coloca en posición, quitando el seguro a su arma y apuntando al frente. Estaba claro que la cosa no iba a ser coser y cantar. 

Os colocáis en posición con una idea bien sencilla: acabar con aquellos seres nada mas aparecer por el pasillo. Los pasos se oyen cada vez mas cerca hasta que distinguis aquellas extrañas máquinas. Son dos y se encuentran caminando a paso normal sin hacer nada que sea amenazante para vosotros. Claro que cuando os ven se detienen en seco y sacan sus armas para dispararos...

Sin decir ni una sola palabra, descarga una ráfaga de su rifle de asalto contra la maquina situada frente a él, en su fuero interno no esperaba sino que aquellas mejoras hechas por sus nuevos "amigos" funcionasen, sino poco durarían contra aquellas moles de extraño metal.

Los peores temores del biólogo se hacen realidad, y dos de aquellos seres aparecen por la esquina. Instintivamente, aprieta el gatillo del arma, aunque con sus nerviosismo es raro que le vaya a acertar. Él lo sabe, pero también se da cuenta que es algo casi más instintivo que realmente algo que haga voluntariamente.

Aeryn había estado siguiendo instrucciones en todo momento y prácticamente se sentía como a la princesa a la que los guardaespaldas protegían. Entendía que ella era importante en esta misión, pero no quería que nadie muriese por protegerla.

Todas esas preocupaciones se disiparon al momento de oír pasos y tener que ponerse de espaldas contra el túnel. Su respiración se aceleró y no tardó en pegar el primer bote al oír el primer disparo que vendría delante de muchos otros. Ella tenía su propia arma, pero sinceramente no se sentía cómoda con ella entre las manos y mucho menos disparándola... con un poco de mala suerte seguro que acababa dando a alguien de su propio equipo.

Todo parece ir muy bien. Nuestro avance es muy rápido y las máquinas a las que disparamos caen facilmente. Pronto hemos avanzado lo suficiente para llamar la atención y gran número de enemigos nos disparan directamente ignorando a las bestias aliadas.

- ¡Mierda! Creo que hemos llamado demasiado la atención. - Miro a mi alrededor buscando algún sitio donde parapetarse y en cuanto encuentro uno cercano comunico a Michelle mi cambio de planes. - Michelle, estamos siendo objetivo de varios grupos de maquinas, cambio de ruta, dirigios a esas rocas. - Le digo mientras le señalo una formación de rocas un poco más alante haciendo variar unos metros nuestro rumbo. Mientras yo intento atraer todos los disparos y cubrir su camino hacia las rocas. Miro la antena y confirmo que está a una buena distancia y a la desesperada dejo de cubrirme y apuntando con todo, disparo a la antena.

Jericho se une a los disparos apuntando con su arma a uno de aquellos seres para acabar con él. Entre los tres es mas que suficiente para matar a aquellas máquinas. Al parecer las armas modificadas, las cuales disparan una especie de balas con punta roja hacen daño a la armadura de esos seres, reduciéndolos en un instante. 

Tras esto, notáis como las luces de las paredes se vuelven rojas en un instante. ¿Una posible alarma?

- Deberíamos darnos prisa... - sonríe de medio lado con una mueca - Rápido, acabemos con esto cuanto antes. - sentencia haciendo un gesto a todos para que le sigan empezando a andar y poniéndose en cabeza al trote.