Partida Rol por web

A la hora convenida, cuando comienza a oscurecer el día, aparecéis en el muelle con vuestras bolsas y mochilas, portando algo de ropa, armas y munición, lo necesario para la misión.

Vuestro contacto, el tal Black, está esperandoos. Es un hombre más mayor de lo que podríais imaginarios y se refugia del viento tras su gabardina.

- Buenas tardes.- Saluda educadamente.- Espero que no equivocarme al afirmar que son ustedes los caballeros a los que he contratado.

-Y yo espero que no sea tan sutil con cualquier desconocido que pase por aquí- le repliqué. Al fin y al cabo este tipo de trabajos encubiertos necesitaban discreción, algo para lo que yo estaba hecho y seguía pensando que el resto del mundo también. Torpezas de éste tipo eran las que me hacían enojar, aunque me contuve, ya que estaba en "horario laboral" y teníamos cosas que hacer. -Pero sí-

La respuesta de Smith provoca que inevitablemente dibuje una media sonrisa, sobre todo al ver la cara que pone el hombre que nos ha contratado cuando le escucha. El señor Black. Sinceramente, no esperaba que fuese tan mayor. ¿Qué tipo de intereses ocultará tras la misión que nos ha encomendado? Por fortuna, eso no es de mi incumbencia.

Diría que a esas horas pocas personas frecuentan el lugar, o debería de ser así, porque con tantas provisiones, tanto armamentísticas como para aguantar varios días fuera de cualquier fuente de comida y agua, no parecemos precisamente un grupo de buenos Boy Scouts. Aunque, ¿a quién le importa lo que hagamos? Si alguien tiene algún problema, que venga a decírnoslo…

Echo un vistazo a nuestro alrededor para ver dónde está nuestro medio de transporte.

-¿Cuál de ellos nos va a llevar a nuestro destino? –pregunto al señor Black, cabeceando hacia el muelle donde hay varios barcos amarrados.

¿Y quién es menos sutil? ¿El que preguntó de entrada o el que asumió que el desconocido era nuestro contacto? Las posibilidades se habrían. ¿Cuánta gente andaría a estas horas por un lugar así? Con un leve gesto de la cabeza lo saludo con respeto, espero que el líder del grupo hable para ultimar los detalles y así poder hacer este encargo, pero teniendo en cuenta que el mismo señor Black se encuentra acá no creo que la posibilidad de ver quien más está interesado en la información se sostenga mucho.

-Sí, muy discreto -asenti las palabras de Smith-. ¿Qué nos puede contar de la misión? ¿Seguridad? ¿Cuánta resistencia podemos esperar? ¿Qué estamos buscando exactamente? -sí, soy un hombre que va directamente al grano. Lo mío no era perder tiempo, y aquel anciano no parecía de los de mi tipo. La novata tampoco parecía andarse con rodeos, pero antes de embarcar debíamos saber unas cuantas cosas.

- Oh, no se preocupen. Aparte de ustedes disponemos de un equipo de seguridad bastante cualificado.- Explica.- Simplemente hay que localizar el barco y extraer unos datos informáticos o informes escritos si los hubiese.

Se ajusta un poco el gabán.

- Zarpemos lo más raudos posibles y les daré más detalles en el barco...

-Stan, me niego. No voy sa subir al barco con ese tipo y su "equipo de seguridad" sin saber nada más.-

Bufé de lado ante el ofrecimiento del sr. Black, quien ya no compartía mi simpatía. Refunfuñe y por último susurré al restó mi preocupación. Lo había dicho en la reunión y seguía manteniendo la convicción de que no habría sorpresas de ahora en adelante.

Asentí las palabras de Smith. Después de lo de la última vez, comprendía su precaución, aunque yo personalmente hubiera accedido a la petición del viejo. No me parecía mal tipo, ni nos conocía de nada como para querer jugárnosla. Además, tampoco habíamos hecho tanto ruido hasta ahora como para que alguien quisiese tomarse la molestia de quitarnos de en medio.

-Quizá sea buena idea que responda a mis preguntas antes de ir a ningún lado, viejo. No vamos a meternos en una puta lata de conservas con sus no sé ni cuántos hombres armados sin saber de qué coño va esto.

Asiento desde atrás levemente ante la sugerencia de saber bien en que nos estamos por meter antes de que hacerlo. Todo era una nube de incógnitas hasta ahora, quizás incluso más que el clima que nos acompaña y ya es hora de limpiarlo un poco para no ir tan a ciegas.

Espero atento a la respuesta del viejo y a su comportamiento, tantos años negociando con empresarios me dio cierta sensibilidad para saber cuando alguien mentía o no, o por lo menos con algo de certeza.

- Creo que ya le he dado suficiente información hijo.- Le responde a Stan.- Si suben al barco les diré más datos, mientras tanto sólo son cuatro desconocidos que pueden marcharse con la posición del barco y qué contiene y venderselo a otros…Y no quiero más tiburones en mi pecera...

Mark acabó el cigarillo que había estado fumando durante la conversación. Justo al hacer esta acción sacó otro cigarillo, se lo puso en la boca y lo encendió.

-Vamos, no hace falta caldear el ambiente. Dijo bajando las manos con las palmas enfocando hacia el suelo. Miró a Black y se subió las gafas. -Por favor, entienda que es necesario para realizar correctamente nuestro trabajo tener un poco más de información.

Dió otra calada a su cigarillo. Y miró con aire elocuente al viejo.

-No creo que sea un mal tipo, pero es una profesión peligrosa. Ya me entiende.

- Cuánto más tiempo perdamos más complicado será el recuperar la información.- Explica algo cansado de la conversación.- No somos los únicos que buscamos el barco y si no salimos de inmediato, se nos adelantarán y perderemos la oportunidad...

-¿Ve esta bota, viejo? Mírela bien, porque como intente jugárnosla en lo más mínimo, no tardará en entrar por su culo.

Sin más me adelanté, haciendo caso al viejo y esperando que los demás me siguieran. Aquello no me gustaba demasiado, tanto secretismo no era mi estilo, pero el señor Black no parecía dejarnos muchas alternativas.

Espero a que los veteranos decidan si es necesario que el señor Black nos haga un informe detallado ahí mismo en el muelle sobre nuestra misión o si es mejor hablarlo en un lugar más privado a bordo del barco que nos tiene que llevar al punto de nuestro destino. Tras un tira y afloja entre varios miembros del grupo, y ante la obstinación del señor Black, finalmente uno de los veteranos accede y echa a caminar. No se hable más, entonces.

–Pues en marcha… -digo más para mí misma que para nadie en concreto, echando a andar tras los veteranos del grupo.

Realmente tengo ganas de saber más sobre la misión. No parece algo trivial. ¿Serán archivos súper secretos? ¿Diseños de alguna bomba? ¿Algún proyecto gubernamental de vital importancia robado? La curiosidad me puede y de mientras mi imaginación me deja saborear el desenlace de esta misión.

Y al final el viejo la tiene más larga. Terminado la pulseada entre ambas partes se decide hacer lo que el viejo le place y comenzamos a movernos en la dirección marcada por el señor Black. Varios jugadores, información valiosa. Deberíamos haber intentado averiguar algo antes de venir sobre un barco o quizás hubiéramos perdido el tiempo. Medito las posibilidades pensando para ocupar la cabeza en algo mientras somos guiados hacia nuestro próximo destino.

Todos os subís a un barco pequeño, pero de buen aspecto. Parece ágil, resistente y poco visible, perfecto para un asalto rápido a otra embarcación. Por dentro también está cuidado, no es un yate de lujo pero al menos no es una sucia cloaca.

El hombre mayor hace una señal a un joven y los motores comienzan a rugir y a emitir un olor parecido a la gasolina. Pasáis dentro, hasta un comedor de asientos muy juntos, ya que el espacio está aprovechado al máximo. Allí hay un hombre joven con gafas leyendo un libro.

- Pueden sentarse si quieren.- Os invita Black.- Zarparemos enseguida y en varias horas llegaremos al último punto donde se registró una señal de comunicación del Darwin, el barco que transportaba una investigación del Gobierno en el Yermo. Tenemos que saber qué ha ocurrido y recuperar toda la información posible de dicha investigación.

Mark se sentó en uno de los asientos despues de limpiarlo un poco antes de sentarse. No se fiaba demasiado de la limpieza de aquella embarcación por mucho que aparentara por fuera. Todo el mundo sabe que la manzana perfecta puede estar podrida por dentro.

Así pues fumó un poco más esperando a que sus compañeros, más veteranos, marcaran las siguientes pautas de acción. Siempre se había dedicado a acatar ordenes, y no poseía tampoco la voluntad de ser un líder o de la iniciativa. Tocaba relajarse hasta su punto de destino y participar en la discusión, si es que se producía, de camino.

Pese a todo aquello de la investigación le daba mala espina, si se daba el caso tendría que actuar. Bruscamente.

Se subió las gafas y miró al chico que estaba allí sentado. Intentó leer el titulo del libro. Y tal y como dicta la cortesía, al entrar en un sitio uno ha de saludar.

Movió la cabeza ligeramente y profirió un tenue. -Hola, con permiso. Ahora tocaba que el otro se introduciese.

El viejo tenía las pelotas grandes. Smith se imaginó a Derek haciendo uso de sus superiores capacidades lingüísticas hasta sacarle todo lo que le interesaba, como siempre hacía. Añoraba ese estilo que tenía, pero desechó rápidamente ese pensamiento, recordando la cerdada de cómo se había largado. No se merecía sus cavilaciones.

Ahora ya estaban a bordo. De pie, en el mismo habitáculo que el resto ya que no le gustaba sentarse con desconocidos y menos trabajando. Como un gato, le gustaba observar todo lo que sucedía desde lo alto y no sentirse indefenso mirando hacia arriba desde una silla. El barco se movía rápido y los motores hacían menos ruido de lo habitual, lo cual era idóneo para su objetivo, pero le hizo preguntarse para qué otras operaciones clandestinas pudo haberse usado.

Smith saludó a los tripulantes con un gesto seco, más parecido a un refunfuño que a una palabra y se puso cerca de Carla y Germán. Seguían siendo desconocidos para él, pero ellos mejor que los hombres del Sr. Black. A éste último se le escapó un pequeño detalle más que interesante.

-Así que nos vamos a meter con el gobierno... espero que eso no os suponga ningún problema.- Dejó caer para sus compañeros, evaluando su reacción.

No sé por qué, me esperaba un barco más grande. Ni que fueran a llevar un centro de operaciones móvil sobre el mar… Me sorprende el interior, porque si bien por fuera no parece dar demasiado de sí, el barco por dentro está mejor de lo imaginado. Si hasta huele a barco y no a sucio agujero infernal flotante.

El señor Black nos lleva hasta una sala con una mesa y varias sillas, invitándonos a tomar asiento para continuar hablando de nuestra ya no tan misteriosa misión. Información del gobierno de por medio. Si lo llego a saber antes… Pero a lo hecho, pecho. Trato de sentarme cerca de mis compañeros. Allí sentado nos espera un tipo joven con gafas. Dollaher parece haber encontrado alguien afín y no lo disimula. Por su parte, uno de los veteranos, Smith, mete cuchara en el tema para ver qué suelta de una vez el señor Black. No es el único que tiene interés en ahondar más en este asunto, así que sin poder esperar más a que hagan las preguntas que me rondan por la cabeza, las hago yo.

-Creo que viene a ser el momento adecuado para que nos dé, por fin, toda la información que necesitamos saber de esta misión –inevitablemente llevo la mirada alternativamente entre el señor Black y el lector que aún no ha saludado- ¿De qué investigación gubernamental estamos hablando, señor Black? ¿Quién tiene ahora esa información? ¿Hay algún extra que debamos saber? Y por último, ¿me pueden dar un vaso de agua, por favor?

Aún nos quedan algunas horas de viaje hasta nuestro punto de abordaje. Espero que sepamos invertirlas bien para informarnos, pertrecharnos y prepararnos mentalmente para lo que está por venir.

El barco me recuerda a parte de mi travesía cuando dejé aquel nefasto lugar hace ya tantos años, me quedo por un instante en la barandilla aferrándola antes de dar el paso dentro de la embarcación. Una vez dentro me relajo un poco y veo que dos del resto de la gente que nos acompañará son jóvenes, uno de ellos es un ávido lector y el otro al parecer más de poner manos a la obra.

Me acomodo con el resto en el ajustado comedor y espero la explicación sobre nuestra misión de un barco al servicio del gobierno dejando para el resto por ahora las preguntas para no aturdir al señor Balck, después de todo de que serviría tal cosa.