Partida Rol por web

Aprieto las teclas del ordenador todo lo rápido que puedo, buscando la forma de burlar los protocolos de seguridad y encontrar lo que buscamos. Aunque resulta complicado cuando no sabes muy bien qué estás buscando, pero gracias a la ayuda de Germán lo conseguimos. Cuando por fin me relajo levemente, los ruidos nos rodean. Sin duda hay un “algo” que viene a por nosotros. Pero tratando de seguir las órdenes de Stan continúo con mi labor confiando mi seguridad en los demás. Eso no quiere decir que no coloque cerca y a mano la semiautomática.

-Oído cocina- Respondo a Stan en un suave susurro sin apartar la mirada de la pantalla y haciendo un gesto de “entendido” por encima de mi hombro.

Sigo peleando con el computador, aunque ahora mi tecleo se nota más fuerte y nervioso. Sigo con la certeza de que un grupo de hombres entrenados y armados podrán con una bestia, pero nada es seguro en esta vida.

Tras unos instantes de máximo silencio y tensión, unos golpes se oyen desde el pasillo. Algo se está moviendo a gran velocidad, choncándose de forma salvaje contra las paredes. Tras unos segundos una bestia gira en la esquina y avanza por el último tramo de pasillo en dirección al laboratorio lleno de violencia y agresividad.

A primera vista tiene las características de un oso polar, con su pelo blanco lleno de suciedad y sangre. Pero este espécimen tiene unos brazos más largos y garras más grandes, y junto a su mandíbula prominente le confiere un aspecto monstruoso y aterrador.

Y unos ojos completamente negros. De un negro que nunca habéis visto y no creeríais que existe.

80%

-¡¿Qué cojones?! -grité en cuanto vi a aquella bestia aparecer, y sin dudar un segundo disparé mi arma. Ya tendríamos tiempo de ver qué coño era cuando estuviese muerto. O al menos cuando no le quedaran garras ni dientes para jodernos.

Stan no pudo dejarlo mas claro, ¿que mierda era esa cosa?. Habiendo visto los cadáveres Mark pensó en que alguno de los animales del laboratorio podía haber escapado y haberse merendado a esos dos, pero esa cosa era como si un caimán hubiera tenido una relación muy oscura con un oso; y siendo sinceros consigo mismo, acojonaba bastante tenerlo delante.

Pero no era tiempo de ponerse a admirar a aquella cosa, contra antes acabaran con ella o ello, Mark no le tenia muy claro y tampoco le importaba mucho, antes saldrían de aquel puto barco. Así que saco la pistola y empezó a dispara como si no mañana, aunque mirando bien a aquella cosa puede que no lo hubiera.

-Joder… -apenas digo en un susurro tras escuchar golpes en el pasillo, incrédula por lo que veo.

Esa maldita cosa parece que ha cogido carrerilla y viene hacia nosotros. Aunque no me imagino el peligro hasta que no lo veo.

Es un bicho raro, con pelaje blanco, con demasiados dientes y demasiadas garras.

-¡Joooodeeeer…!-digo tras apenas un par de segundos observando al monstruoso ser que se acerca a gran velocidad hacia nosotros decidido a hincarnos el diente.

Cada vez está más cerca. Cada vez adquiere más velocidad. Y cada vez puedo ver mejor los acojonantes ojos que se clavan en nosotros y me doy cuenta que somos su postre.

-¡¡Mierda!! –y junto con Stan y Mark, disparo a ese extraño ser.

Mantengo los ojos clavados en el ordenador, tratando de desconectar de la fiesta a mis espaldas. Sin embargo resulta imposible cuando les oigo gritar acojonados. -Eso no es típico de Stan- Pienso para mi, entonces miro por encima de mi hombro y veo una figura sacada de un cuento de terror. No tengo ni idea de qué cojones será, ni pienso esperar a descubrirlo, de modo que le paso todo el trabajo informático a Germán y con una maniobra retomo el rifle de mi espalda, asiéndolo con ambas manos y apretando el gatillo. 

No disponía de tiempo para apuntar meticulosamente, aunque puse todos mis esfuerzos en que la bala acabase alojada en uno de sus negros ojos. Con semejante tamaño, un par de tiros no lo detendrían así como así, a pesar de que la potencia de un Remington a esa distancia resultaría catastrófica para una persona. Si tan solo dispusiéramos de un poco de fuego...

Ya casi no recuerdo la última vez que tuve que confiar en alguien para mantenerme con vida, esos sonidos producidos por una criatura son poco alentadores pero para eso están los expertos en armas. Trato de mantenerme concentrado en la computadora que estaba traspasando la información pero los ruidos de golpes y corrida me hacen girar por un momento hacia el pasillo. Mis compañeros no pierden oportunidad y abren fuego contra la criatura llenando de un ruido ensordecedor el laboratorio. Trato de seguir con lo que estaba haciendo pero esos ojos negros llenos de ira hacia todo lo que le rodea me traban por un momento, incluso los gritos de Carla no logran sacarme de mi ensimismamiento.

El animal recibe el impacto de las numerosas balas mientras ruge enfadado. Al no poder avanzar hacia el laboratorio, golpea un lateral del pasillo rompiendo alguna endeble placa para desaparecer en las entrañas del Darwin.

Ahora el ruido de las pisadas se escucha a través de los elementos metálicos de la estructura del barco. El oso se mueve de un lado para otro hasta que su movimiento parece detenerse.

90%

-Mierda... ¡Atentos, podría sorprendernos desde cualquier lugar! -estaba seguro de que aquella bestia era un cazador, y sin duda no dejaría escapar a su presa con facilidad. Estábamos jodidos...

100%

La carga de datos en el dispositivo se ha completado.

La criatura digna de una película de terror nos llena de suspenso, el miedo hasta se puede oler entre nosotros y si esto es un animal lo olerá seguro. Un sonido de aviso que la información se cargó por completo me hace voltear rápidamente por los nervios. Chequeo que todo está en orden para avisar al resto. - Listo para partir. - Guardo la información y tomo nuevamente la pistola, el brazo sigue incomodando los movimientos aun con la adrenalina que fluye a raudales por todo el cuerpo.

Mi voz suena tensa y es evidente el porque, podría confiar en los veteranos del grupo pero creo que en este caso todos somos primerizos. Ahora la duda es irnos por donde vinimos o volver por otro camino. - ¿Por donde? - 

Parece ser que al final no podremos investigar el camarote del capitán a nuestras anchas...

-¡Por donde hemos venido! ¡Mover el culo todos YA! No tenemos motivos para pasar ni un minuto más a bordo-. Me sitúo en cabeza para desandar el camino que ya conocemos, revisando con especial atención todos los pasillos y rincones peligrosos que habría visto a la entrada. Sin bajar el arma reconecto la radio con la mano izquierda con la esperanza de que el Darwin siguiera allí. 

-Darwin, aquí equipo de asalto. Necesitamos apoyo para la extracción. Una amenaza no identificada nos persigue y las balas no parecen detenerlo. Es una bestia que puede llevar la operación al fondo del mar, cambio- 

Evité comentar que ya teníamos la mercancía. En función de sus próximas palabras sabría si lo único que les importaba era el paquete y lo que pasaría después de que se lo entregáramos. 

No me puedo creer lo que acabo de ver. Deberíamos de haberlo abatido y dudo que hayamos fallado el 99% de los disparos que le hemos hecho a esa cosa, pero se ha escapado. O quizás está más cerca de lo que pienso, acechándonos.

Sin ser completamente consciente, voy retrocediendo un par de pasos de dónde me encontraba con mis compañeros.

-¿Dónde coño se ha metido?

Las voces de Germán y, sobretodo, la de Smith apremiándonos, me sacan de mi obsesiva observación de mi entorno para intentar saber dónde se ha escondido esa cosa. Me encamino hacia la puerta por la que hemos venido, dejando atrás la puerta por dónde la bestia nos ha acechado.

-Vámonos… Vámonos ya –digo a nadie en concreto mientras sigo a Smith, cubriéndole y esperando al resto de mis compañeros.

Salí del laboratorio en último lugar y sin perder de vista lo que dejábamos atrás. Si aquella jodida cosa nos atacaba por la espalda, mi escopeta era el modo más efectivo, si no de matarla, al menos de hacerla retroceder con el impacto de la munición y darnos unas milésimas de segundo cruciales para escapar.

-¡Vamos vamos vamos!

Por fin la puta carga de datos acabó, lo que menos le apetecía era estar mas tiempo en aquel laboratorio con aquella cosa rondando por los alrededores.

Como los demás Mark echo a correr por donde habían venido. Mark no recordaba haber corrido tan rápido desde el instituto, su arma no era precisamente muy útil contra aquella cosa y no tenia ninguna gana de ser la cena aquel bicho.

Ante la pregunta de su compañera y sin dejar de moverse solo pudo decir- Ahora mismo lo que menos quiero saber es donde esta, lo que mas me interesa es que esa cosa no nos este mordiendo el culo mientras salimos de aquí cagando leches- Mark no era muy hablador, pero le tenia demasiado cariño a su pellejo para que algo que ni siquiera sabia que era le usase de aperitivo.

Abandonáis el laboratorio velozmente y recorréis el camino de vuelta con todos los sentidos agudizados al máximo. Hay ruidos, golpes y notáis que la bestia os sigue y persigue por todo el barco, el cual se conoce mejor que vosotros. Incluso realizáis algún disparo al suponer que una sombra era un peligro inminente.

Ya estáis a punto de alcanzar la esclusa que da salida a la cubierta exterior cuando una de las puertas sale disparada de forma repentina a vuestras espaldas. La bestia sale furiosa y sus ojos profundamente negros os escruta antes de correr hacia vosotros.

-¡Corred, corred! ¡Yo me ocupo! -grité a mis compañeros. Iba el último y como temía iba a tener que comerme aquella mierda. No dudé un segundo y disparé contra aquella cosa, esperando retrasarla y poder ganar un poco de tiempo antes de salir de allí cagando leches.

No escucho las palabras de Stan cuando ya estaba perdiendo el culo para llegar a la salida, se podía escuchar como aquel bicho les estaba persiguiendo o mas bien cazando, cosa que no era buena cosa ni para ellos ni para los tripulantes del otro barco y mas si les pillaba desprevenidos.

Cuando Mark llego a la esclusa de salida se puso a una lado para cubrir la salida de los demás, con su arma no haría mucho daño a aquella cosa, pero eso era mejor que nada.

Puedo oir a ese bicho tratando darnos caza, y lo más inquietante, atravesando la estructura del barco como si de cartón se tratara. No quiero ni pensar lo que podría llegar a hacernos si nos pone las zarpas encima. Corro todo lo que puedo solo para ver como Mark me adelanta y consigue salir a tiempo. Eso me alegra -Uno menos- 

Veo algo de color rojo por el rabillo del ojo, lo cual me ha dado una idea. Pese al miedo y las probabilidades de morir, me detengo, agarro de la pared el extintor que acabo de ver en el pasillo y lo arrojo con todas mis fuerzas hacia la bestia. -¡Disparar a eso!- Grito mientras veo como el pesado contenedor vuela por los aires, rozando la cabeza de Stan y descolocándole su modesta boina militar.

Todo parece ir saliendo mejor de lo que esperábamos y ya la puerta de salida a la vista, solos unos metros nos separan de la posible ayuda por parte del barco que nos trajo a este "intrépido" viaje. Pero era solo una idea pasajera cuando se escucha un ruido fortísimo a nuestras espaldas, una puerta que sale disparada e impacta contra el pasillo del barco con un sonido que retumba por todos lados, la bestia aparece y casi sin perder tiempo se pone a correr tras nosotros.

Mark no pierde el tiempo y sale disparado hacia la salida con una velocidad que me deja perplejo más Smith y Stan todo lo contrario, uno dispara directamente contra la bestia mientras el primero lanza un extintor contra la criatura ordenando que le disparemos y con mi pistola hago caso. Un súbito dolor del brazo me asalta cuando me freno y giro pero muerdo fuerte y aprieto el gatillo.