Partida Rol por web

Railford, amanecer del  primer Próspero de Pharast

La luz comienza a inundar el salón de la destilería mientras  fuera del edificio se oyen voces y lamentos pero el ruido de lucha ha cesado.

El nuevo día ha ahuyentado a los no muertos que rondaban por entre las cabañas del pueblo y veis como las mujeres y los niños salen al exterior rápidamente intentando atender a los heridos que aparecen por doquier entre las casas.

Dentro, Becher sigue perdiendo sangre tendido en el suelo de madera y también vuestros propios compañeros Lathander y Valeros yacen inconscientes.

De pronto, Dalard , magullado y con heridas de garras en los brazos, sosteniendo una espada ennegrecida por la sangre de los ghouls ,se acerca corriendo y entra en el salón.

-¡ Por todos los dioses ! -exclama atónito ante la visión de lo que ha quedado tras la lucha con los hombres de Grald y los necrófagos. El lugar ofrece un espectáculo dantesco.

Sin mediar palabra , señala a vuestros compañeros caídos y os lanza un par de viales de líquido púrpura.

-Curadles.

Luego descubre a su amigo en un rincón y se lanza a auxiliarle. Se arrodilla a su lado con gesto preocupado, le levanta el cuello con cuidado y le administra el contenido de otra pócima similar.

Entre toses o abruptamente los caídos recuperan la consciencia. Becher tose abundantemente y boquea en busca de aire pero las heridas más graves dejan de sangrar.

Vuestros compañeros abren los ojos y contemplan atónitos la escena.

Marcell respiraba tranquilo viendo como sus compañeros recuperaban la consiciencia y las criaturas abandonaban el pueblo. Se aseguro que el documento se encontrase en buen estado y tras eso se acercó a Athanasius.

Bien hecho hechicero. En cuanto descansemos y comamos algo te acompañare a dar sepultura a tu paisano como te prometi. Siempre cumplo mis promesas.

Chicos, como os encontrais? Preguntó a sus recien conscientes compañeros

-Pffffff,(Athanasius se secó el sudor de su frente con el reverso de su mano derecha y luego habiendosé secado la mano en sus ropas se mesó su poblada barba, entrecerrando los ojos por un instante y mirando hacia el cielo. Tras recobrar algo de fuerzas se dirigió junto a Marcell a ver a sus compañeros). Gracias Marcell si no hubiera sido por ti no se como hubieramos derrotado a esos monstruos y gracias por ayudarme a dar sepultura a aquellos que merecen un entierro digno aunque sea en tierras lejanas al dominio del faraón.

Dirigiéndose a sus compañeros y a Becher:- ¿Cómo os encontráis?

¡Por todos los Dioses! Pensé que esta vez no iba a contarla...

Valeros se incorporó pesadamente, resoplando y cubierto de sudor y sangre, tanto propia como ajena.

Ha sido un honor combatir a vuestro lado. Aquí tenéis a un amigo siempre que lo necesitéis. Habéis hecho todos un trabajo excelente. Incluyéndote a ti, Belcher...

Mientras pronunciaba estas palabras, Valeros se giró hacia el pobre Belcher, y continuó:

Y, aunque siento ser el que arruine este momento de paz, creo que es imperativo buscar a un clérigo que trate tus heridas. De no ser así... Dejémoslo en que, de no ser así, la única opción que nos quedará será poner fin a tu existencia antes de que te conviertas en uno de los mismos enemigos contra los que tanto has luchado...

Tras decir esto, Valeros bajó la mirada hasta el suelo y apretó fuerte su puño derecho, apenas contiendo la rabia que sentía.

- Gracias por sacarme de ahí Compañeros, en serio os decía que tenia un hambre atroz, y en ese oscuro túnel ¡No hay comida! exclama Lathander mientras mira con agradecimiento a sus compañeros.

- Maese Oldhands, no olvido que tenemos pendiente volver a buscar al que nos falta, pero primero debemos ayudar con lo que hay aquí liado.

Dalard ayuda a levantarse a un herido y renqueante Becher a quien le cuesta mantenerse en pie. Se apoya en el para caminar y ambos se os acercan lentamente.

Becher presenta muy mal aspecto y la infección ha tomado ya sus manos y su cuello por completo.

-Muchas gracias por todo-dice Dalard con evidente emoción-....por encontrar a Becher y por defender el pueblo y la destileria de los mercenarios del Imperio y esas odiosas criaturas. Estamos en deuda con vosotros.

Hay un pueblo a unas millas al sur donde vive un clérigo. LLevaremos allí a Becher y a los que han sido heridos en ésta horrible noche. Si no hubiera sido por vosotros habrían caido muchos más.

Hemos perdido a algunos. Tendremos que quemar los cadáveres-dice apesadumbrado-. Pero Becher y otros se salvarán gracias a vuestra aparición.-añade con evidente alegría.

Habéis arriesgado vuestras vidas por el pueblo.De nuevo mi agradecimiento.

 La logia debe estar orgullosa de contar con hombres tan valientes como vosotros.

Becher os mira y sonrié pese a los dolores que le atenazan

-Como bien dice Dalard...mi agradecimiento por todo lo que habéis hecho por el pueblo, la destilería y por mi. Nos habéis salvado la vida. Estaremos eternamente agradecidos a la Logia y a vosotros por lo que habéis hecho.Habéis defendido el pueblo luchando de manera increíble...

-Será un honor que se estableza una logia en Railford. Y será un orgullo para mi y para mi padre que se construya en el mismo edificio de la destileria y que su capitán sea un hombre de Taldor (mira a Marcell)- La emoción le embarga y una lágrima cae por su mejilla.

-¿qué haréis ahora?..podeís quedaros y descansar hasta vuestra próxima misión aquí en Railford. Quizás querráis regresar a la ciudad y descansar allí.

Si lo veis oportuno podemos mandar  un mensaje a Absalom para informar de lo sucedido. Me encargaré de que sepan en la capital que sois unos héroes.Así podríais dencansar aquí.

Se separa de Dalard y con unos tímidos pasos se os acerca uno a uno y estrecha con fuerza vuestras manos.

-Debo irme en busca de ese clérigo. Si no volvemos a vernos que sepáis que contáis con todas mis bendiciones y gratitud y estaréis en la memoria de la gente del pueblo durante años.

! Suerte Pathfinders, que los dioses os protejan !

-Creo que lo primero será descansar y luego intentar ayudar en todo lo que podamos en este bonito pueblo, Railford.

Cuando haya un momento de calma iré con los que quieran ayudarme a dar la merecida sepultura a Abta.

- ¿Así pues descansaremos primero? Mira que la última vez que vimos a Abta no tenia muy buena cara. 

- Maese Becher ha sido un placer ayudarle, y encantados aceptamos su ofrecimiento de reposar y ayudar aquí unos días.

- Por Cierto Marcell y Valeros, si no me acuerdo mal se nos escapó una de esas criaturas en la cueva, ¿querríais ayudarnos con ella? y quien sabe si quizá no hayamos olvidado algo por allí, lo que me recuerda que alguien llevaba el oro que habíamos encontrado.

Contad conmigo para dar caza a la criatura y sepultura a Abda

Becher, no tienes que darnos las gracias. Corre a que te vean eso. Marcell sonrió.

Yo también os acompañaré a dar sepultura a Abda.

Entre lo que conseguís sacar de los mercenarios de Grald y del mismo líder de los mercenarios hay un buen botín en oro. Tocáis a 339 monedas de oro cada uno de los cuatro.

No hay más objetos destacables entre los caídos.

Las gentes de Railford se vuelcan con vosotros. Sois sus héroes, al fin y al cabo.

Durante unos días os recuperáis de vuestras heridas , asistís a los funerales por los caídos, ayudáis en la reconstrucción del pueblo y recibís la gratitud en forma de presentes (comida y ropajes) de los habitantes de la aldea.

Además, los que lo deseáis,  recibís la gratitud de Waldon,  en forma de compañía femenina para ayudaros a sobrellevar las frías noches de la región.

Un mensajero parte a Absalom para informar a la logia del éxito de vuestra misión.

Un par de días después regresa un recuperado y desconocido Becher que se convierte en vuestra sombra, agasajándoos y agradeciéndoos sin parar vuestra ayuda.

Una noche, con más licor dentro del gaznate del debido, se le suelta la lengua y os cuenta que llevaba años deprimido tras provocar el accidente que acabó con su padre. Fue una discusión motivada por la reconversión que deseaba Becher de la destilería en fábrica de licor, abandonando el tradicional pisado de la uva y la manofactura del vino. Su padre se oponía y en un forcejeo Iodon trastabilló y se golpeó la cabeza con resultado fatal.

Jamás se lo perdonó y bebió mucho para olvidar. Hasta ahora.

Gracias a la Sociedad de exploradores y a la logia que se construirá en Railford , Becher cree que restituirá al menos en parte la deuda contraída con su progenitor. Siempre os estará agradecido de haber cambiado su vida.

Por fin, os armáis y regresáis a las cuevas. Los ghouls que escaparon del asalto a Railford se refugian allí, pero no os resulta difícil darles el descanso eterno.

En el interior de la gruta yace el cuerpo de Abta, el pathfinder que murió abandonado por el padre de Becher, esperando una ayuda que nunca llegó.

Athanasius se encarga de que reciba una sepultura digna según las tradiciones de Osirion, pues de allí era Abta tambíén.

Al regresar a Railford ha llegado la contestación a la misiva. Se os espera en Absalom cuando deseeis regresar para recibiros como héroes.

Están al tanto de lo sucedido, de como encontrásteis a Becher, le salvásteis y defendísteis el pueblo del asalto de los hombres de Grald y de los no muertos. Además la Sociedad podrá establecer una base en Railford y explorar desde allí con facilidad las maravillas y misterios que yacen enterrados , ecos de un pasado distante, en el otrora glorioso Imperio de Taldor.

Las crónicas de la Sociedad reservarán un espacio merecido para detallar vuestra gesta.

Que gonito.