Partida Rol por web

El octavo señor

Nido de ratas

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12/08/2021, 18:02
Hi_Im_Elodin

Ardiel subía las antiguas escaleras de la torre norte, guiado por el gran torturador hacia su amo. De la doncella de hierro que llevaba a sus espaldas de vez en cuando salían gritos de dolor que hacían eco con las antiguas paredes de piedra y se juntaban con la pesada respiración de la bestia. Iban a paso lento, pues con cada paso que daba el gran verdugo toda la planta temblaba. Cuando alcanzaron la cima, Ardiel llamó a la puerta y entro sin esperar una respuesta.

tras la puerta les esperaba una inmensa sala, completamente llena de enormes estanterías repletas de libros y pergaminos, desperdigados por la sala, un montón de artefactos y prototipos así como herramientas de todo tipo. Al final de la estancia, un hombre se encontraba empleando una  lupa de mesa, inmerso en su trabajo.

- Perdone que le interrumpa en su trabajo, como ya sabrá la gran señora le envía un regalo -Dijo Ardiel, mirando directamente a la doncella de hierro. - Una rata que se nos ha colado en las filas, la señora espera que sea capaz de hacerle entrar en razón, y de paso que desvele quienes son sus camaradas. Además la señora requiere de su presencia inmediata, o en su defecto la presencia de ella para tratar unos asuntos de política exterior. Cabe destacar que ambas peticiones son de máxima prioridad y de máximo secreto por lo que sea discreto.

Notas de juego

si quieres añadir cualquier detalle a la sala tienes total libertad (siempre consultando)

Cuentas con una sala especial en tu torre para este tipo de prisioneros que tienen que ser alejados de las mazmorras por seguridad.

A lo mejor cuando digo "ella" es un poco dramático, pero no me has dicho como se llama y la verdad que me gusta el toque de "misterio"

Ardiel se va a quedar esperando a que tu o ella le acompañeis

cuando dice que seas discreto es básicamente porque a Ardiel no le gusta abigor, le considera molesto y chillón.

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12/08/2021, 19:40
Birrotauro

Un largo silencio se hizo en la sala. El elegante hombre de casi tres metro de altura no levanto la cabeza de los documentos e instrumentos que estaba examinando. Su presencia era inmensa. E... inspiraba temor. La pesada puerta se cerro tras ardiel con un "delicado" estruendo, el sonido de las bisagras, grandes, recias y fuertes resquebrajaron el silencio de la estancia. El gigantón que la había cerrado se apoyo en ella. La enorme rueda de tortura choco contra el suelo con un fuerte golpe. La bestia se apoyo en ella y, de nuevo, silencio. Unos gritos desgarradores salieron del tenebroso ataúd metálico. En el fondo de la sala el imponente hombre pasaba lentamente páginas de un grueso volumen, sin prestar atención al invitado. Apoyada en una de las estanterías una mujer de inconmensurable belleza, tan hermosa e inquietante como se podía concebir hundía sus ojos en el elfo, la mirada (que escapaba a través de los agujeros una capucha de verdugo que dejaba libre labios y nariz) encarnaba el espíritu de las rosas, una mezcla exquisita entre belleza y amenaza. Las ropas que portaba estaban diseñadas para no resultar demasiado molestas al andar a la vez que exacerbaban, si cabía, los encantos de la mujer. El silencio continuo durante unos minutos solo interrumpido por los gritos que emanaban de la doncella de hierro, pero.. había algo más. No se sabía muy bien de donde pero si uno prestaba atención podía escuchar a través de las paredes los extractos de los gritos agónicos de ¿decenas? ¿cientos? de almas. Era un sonido enloquecedor que pondría los pelos de punta al más avezado, los vestigios de ese sonido solo podían provenir de las profundidades del infierno y, si uno se concentraba en el silencio de aquella habitación casi podía "ver" el dolor. Un aleteo descontrolado rompió el silencio y Abigor salió de una de las estanterías más elevadas con un pesado tomo que apenas alcanzaba a levantar. El diablillo depositó con sumo respeto el volumen en la mesa del elegante hombre que presidía la estancia y se volvió sobre sí mismo clavando son brillantes y afilados ojos en el recién llegado. - ¡Ardiel! repugnante lacayo. ¿Cómo te atreves a irrumpir así en la sala del maestro?- dijo con una voz chillona. - Eres un impertinente, debería ocuparme personalmente de ti, estoy seguro de que la dama Nettix podrá encontrar un nuevo mensajero, me pregunto si tu lengua es la carne que cortaré prim... El pequeño engendro alado se detuvo momentáneamente y agacho sus orejas como si un rayo le hubiese golpeado. -Ejem ejem, disculpas.- dijo esgrimiendo una falsa sonrisa. - Me he dejado llevar, tenemos mucho trabajo últimamente. - El demonio alzó el vuelo y comenzó a aletear hacía a Ardiel. ---Si Ardiel da en algún momento un paso hacía atrás o hace ademan de salir de la habitación se topara con la rueda del gigante y este emitirá un gruñido amenazante.--- -¿Peticiones de alta prioridad? - continuó Abigor. - Muy bien comencemos por las ratas. ¿Qué nuevo roedor se escurre por los salones de nuestra señora? - El enorme monstruo que portaba el ataúd metálico se lo descolgó y con un rápido movimiento la doncella de hierro escupió al sanguinolento hombre que con anterioridad se le había introducido. La mujer sonrió al ver la escena, pero no hubo reacción por parte del investigador, que seguía concentrado en su tarea. Abigor por su parte aleteaba fuera del alcance del prisionero. -¿Quién es está rata? preguntó a través de una capucha de verdugo que dejaba ver sus enormes y puntiagudas orejas y unos crueles y saltones ojos amarillos. ---Si el prisionero tarda más de dos segundos en responder el gigantón aplastará una de sus piernas con la rueda, rompiéndosela---

Notas de juego

me detengo aquí por si el master tiene algo que decir. Así un roleito guapo post de conversación. recuerdo que tengo los hechizos comunicacion por esencia (abigor) [core exect libro de esencia] mantenido, también guardarropa y grandeza. (via de magia nobleza del arcana exxect) si no se considera post de conversacion posteare de nuevo con la continuacion del segmento respondiendo a las demandas del mensajero. (el cual no corre peligro aunque pueda dudar xdxdxd)

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13/08/2021, 14:24
Hi_Im_Elodin

“¡Ardiel! repugnante lacayo. ¿Cómo te atreves a irrumpir así en la sala del maestro?” en cuanto Ardiel escuchó estas palabras puso los ojos en blanco “aquí vamos de nuevo” pensó para sus adentros e ignoró deliberadamente al diablillo.

Alban se encontraba tirado en el suelo, sangrando y aun atontado por el efecto de las drogas. “¿Quién es está rata?” antes de que Alban pudiera contestar a la pregunta una gigantesca rueda de tortura cayó sobre su pierna. El sonido del hueso partiéndose retumbó en comunión con el grito de dolor que le siguió.

-Es Alban, quien en otro tiempo estuvo a cargo de la guardia del castillo- Dijo Ardiel viendo cómo se retorcía de dolor.

Ardiel le sujetó con fuerza, de tal manera que le fuera posible mirarle directamente a los ojos. Le observó durante unos segundos, de arriba abajo, mecánicamente, con una mirada que parecía atravesarle el alma.

-Si no sabéis por donde empezar preguntadle por la muralla sur y por los cuatro soldados que están jugando a los dados en vez de hacer guardia-Dijo Ardiel, con la mirada aun clavada en los ojos del anciano, que se había quedado completamente inmóvil a pesar del dolor, con el terror dibujado en su rostro- Regis, Paola, Fel y… ¿Cómo se llama el cuarto, el más joven? – Una lagrima se escapó de los ojos llorosos del hombre que una vez fue un gran caballero tras escuchar esos nombres.

Ardiel parpadeo, extrañado, como si momentos atrás hubiera estado en otro lugar o en otro tiempo y se incorporó, dejando al viejo tirado en el suelo, con la pierna descolgada y con parte del hueso atravesando la carne hasta alcanzar la piel.

-perdonad, perdonad, me dejé llevar, vosotros os valéis para obtener la información que necesitamos, a fin de cuentas obtener información es vuestra especialidad. Todo vuestro. – Añadió, incomodo, tras incorporarse.

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22/08/2021, 11:06
Birrotauro

La hermosa mujer comenzó a caminar hacia Alban.

- Dejádmelo a mi, me encantan los hombres uniformados. - dijo con una voz dulce.

Abigol alzó levantó la voz.

- Lo siento, pero no. No debemos hacer esperar más a nuestro invitado. El maestro desea que le acompañes y le representes.

- La mujer acató la orden con un puchero.

Abigol miró a Ardiel con sorna. - Transmítele nuestras disculpas a la gran señora por la ausencia del maestro en la reunión, se encuentra terriblemente ocupado como puedes apreciar. "Ella" te acompañara y nos representara adecuadamente. - lanzó una mirada de advertencia sobre la mujer.

-La rata quedará bajo mi cuidado personal. Lo cuidaremos. Cuando terminemos haremos llegar un informe. ¡Ahora largo!

El libro y pluma que flotaban cerca de Abigol escribían rápidamente registrando la conversación.

- Llévalo a torre. -le dijo al enorme hombre. Este le colocó una cadena en el cuello y lo arrastró hasta su destino.

La mujer se coloco frente a Ardiel. - Vamos, acabemos con esto.

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22/08/2021, 11:28
Birrotauro
Sólo para el director

En la sala de torturas.

Una enorme torre de varios pisos de roca negra se alzaba ante Alban su altura se perdía en la densidad de las nubes y sus raíces se encontraban sepultadas en tierra.

Cruzaron unas enormes y pesadas puertas de acero y hierro y recorrieron un sinfín de pasillos. Miles de desgarradores gritos resonaban en los laberinticos muros.

Caminaron un rato hasta que llegaron a una oscura habitación donde varios cuerpos colgaban del techo. Algunos de ellos estaban amoratados y aún se movían entre horrendas convulsiones, una sustancia negra recorría sus cuerpos pero las mordazas y ausencia de lenguas mitigaban los gritos de dolor que emitían.

Varios aparatos e instrumentos de tortura andaban desperdigados por la sala.

El gigante amarro a Alban en una enorme cruz de madera y encendió un par de antorchas que estaban en la sala. La total oscuridad se disolvió levemente. Abigol le dio una lista con los nombres que Ardiel había pronunciado y le dio una orden: "ve al muro del sur y tráelos". El gigante cerro la pesada puerta al salir dejando a Alban solo con Abigol.

- Bien Alban... -dijo el diablillo. -Vamos a comenzar por el principio. ¿Cómo una escoria como tú a logrado infiltrarse? Háblame de tus amigos, un viejo como tú seguro que ha tenido tiempo de hacer muchos... Cuéntanos cuéntanos.. queremos saber.. somos buenos amigos..

Abigol agarró con unas tenazas una de las uñas de Alban y comenzó a desenterrarla de la carne.

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si confiesa todo haré un listado de preguntas si te apetece aligerar, si no lo roleo que me mola. Si no paso directamente al final del interrogatorio. Usted me dice que info voy sacando sape sapeee.

he interpretado que los hombres de este tipo estaban en el muro sur de este castillo (de los que hablo ardiel)

- Tiradas (1)

Notas de juego

he usado la habilidad de tortura de mi pj de momento total: 279.

si confiesa todo haré un listado de preguntas si te apetece aligerar, si no lo roleo que me mola. Si no paso directamente al final. Usted me dice que info voy sacando sape sapeee.