Partida Rol por web

Hadrael intenta encontrar un buen sitio donde pasar desapercibido el mayor tiempo posible. Anda por la sala buscando un sitio con una buena visión y posición por si la situación lo requiere.

- Escondeos, malditos - susurró el elfo malhumorado - Y apagad esas malditas antorchas o nos descubrirán.

El guerrero esperaba contar con el factor sorpresa. Si se mantenían ocultos podían sacar provecho de la situción.

Lennox cayó en la cuenta de lo que comentaba VientodeHalcón y tiró su antorcha al suelo , haciéndola rodar con el pie y tapándola con tela para apagarla.

Los pasos se acercan y ahora que os fijais prodias decir que son de varias personas, alguna de ellas por lo que parece arrastra los pies de manera obstensible, y ademas tambien se escucha un respiración profunda probablemente la del perro llamado mandibulas.

-Maldita sea , son varios... pero seguro no  esperan lo que van a encontrar.

Se pega a la pared e intenta vislumbrar en la sala cualquier objeto o peculiaridad de la misma que pueda servirle de ventaja en el combate que presumiblemente se avecina.

El elfo contuvo la respiración y apretó más la empuñadura de su espada. ¡Un perro! Maldita sea, la cosa se pone fea. podemos ocultarnos en la oscuridad, pero no del olfato de un can. Fijó su mirada en las sombras, hacia el punto donde supuestamente venían los pasos. Esperó en silencio.

También apaga su antorcha esperando que no sea demasiado tarde y saca su arma por si el combate que parece inminente es necesario...

Unger apaga la antorcha y todo el grupo se queda quieto y expectante en la caverna atentos a que lo que sea que se acerca pase de largo o sea sorprendido por vuestra emboscada. Pero por desgracia para aquellos que no poseeis infravisión parece que lo que sea que sea no lleva antorcha ni otro medio de iluminación ya que los pasos se aproximan se detienen y a continuación escuchais un grito.

- ¡Se que estais hay dentro! ¡ Mandibulas os puede oler y yo tambien! - y esto se escuchan dos fuertes ladridos - ¡ Salid o entrare a buscaros y no os gustara! -

Unger apaga la antorcha y todo el grupo se queda quieto y expectante en la caverna atentos a que lo que sea que se acerca pase de largo o sea sorprendido por vuestra emboscada. Pero por desgracia para aquellos que no poseeis infravisión parece que lo que sea que sea no lleva antorcha ni otro medio de iluminación ya que los pasos se aproximan se detienen y a continuación escuchais un grito.

- ¡Se que estais hay dentro! ¡ Mandibulas os puede oler y yo tambien! - y esto se escuchan dos fuertes ladridos - ¡ Salid o entrare a buscaros y no os gustara! -

El elfo observa como los zombies se acercan.

- Maldición - masculla el elfo - chicos, tenemos compañía, son zombies.

El elfo deja a un lado a mano la espada. Toma la honda y se prepara para disparar.

¿Zombies?-se pregunta el guerrero.

Sin mediar palabra abandona su posición y se sitúa tras Viento de Halcón para encarar a los que se aproximan.

¿Zombies?

Continúa agachado y a cubierto, pero no puede evitar asomarse para echar un vistazo al pasillo por el que según el elfo se acercan tales criaturas

El enano prepara la ballesta, maldiciendo entre dientes. Apunta a los zonbis, directamente a la cabeza del segundo que se les acerca, con el hacha a mano.

Sujeto con mas fuerza mi arma y me dispongo a atacar al que se acerque a mi posición o al que ataque a mi compañero mas cercano...

Un gimoteo surge del fondo de la sala y el pobre Taiurus comienza a gritar totalente fuera de si

- ¡No por favor no me mates, yo no le hecho nada a nadie. No me comas por favor! -

- ¡Zombis! ¡Deprisa encended las antorchas antes de que esos seres nos devoren! - y escuchais como Petronius comienza a entrechocar algo metalico y surgen unas chispas del lugar donde estaba escondido-

- Yo os cubriré - comenta el elfo con bravura.

Tras esto lanza una bola hacia el zombie más cercano. Acto seguido recupera su espada y se lanza dispuesto a proteger a sus compañeros.

Zombies, momias y todo tipo de muertos vivientes. Me parece que el servicio de limpeza en esta ciudad no es demasiado competente.

Alexei sabe que no es tan sencillo acabar con un muerto viviente como un zombie, aunque lo traspases con una espada o le cortes un brazo, pueden seguir luchando. Pese a esto, muy pocos son los que no caen cuando les cortas la cabeza de un sablazo.

No ve nada. Por lo visto se acercan unos zombies, un perro y un hombre.Será mejor que espere que aparezca alguno y me lanzo a por él.-Se queda atrás, preparado para lanzarse al ataque.

Sin moverse del sitio, aprovecha las antorchas que encienden sus compañeros para hacerse una idea de la situación. Aunque por un momento se le ocurre la posibilidad de encender un fuego a él también, prefiere quedarse quieto y en silencio tratando de no llamar la atención. Con calma, saca su honda y coloca una bola de plomo en el receptáculo, listo para lanzarla en cualquier momento. No es muy diestro con ella, pero teme que sobre todo el perro se sienta atraido por el olor de sus hierbas y componentes.