Partida Rol por web

- Cerrar el habitaculo y determinar cual es el veneno utilizado.

Mientras hablas con Poirot, te giras para tapar el cadáver cuando notas que las pupilas del señor Rotchett tienen un aumento del diámetro más de lo normal.

A lo que te das cuentas, y caes a simple vista que se trata de Cianuro. Había sido envenenado con Cianuro.

mientras escucho a Poirot, tomo una sabana y comienzo a cubrir el cadaver detectivo Poirot, aun hay mas me acerco para analizar los ojos de Rotchett las pupilas de la victima tienen una dilatacion anormal, sintoma del tipico envenenamiento por Cianuro

Mientras el doctor informaba sobre algo al señor Poirot, notáis como dos presencias os están observando. Justo detrás de vosotros tenéis al señor Andrenyi el conde y su esposa Maggie. Que había decidido a pesar de que Bouc les dijera que esperasen a más noticias. Haber si ellos podían saber algo más...

-Pog favog señoges esto es mogboso.

Dice Poirot cerrando la puerta del compartimento en las narices de los fisgones.

- ¿mogboso? - Maggie mira a su marido confundida - ¿de dónde es ese acento? - casi nunca lograba identificarlos.

Llama a la puerta decidida de nuevo para que les abran.

- Señores soy Doctora - carraspea un poco y en voz algo más baja añade - en prácticas, todavía.

Y mi marido es Diplomático y no toleraremos que esta investigación quede en manos de quienes se han autoproclamado competentes. Merecemos, como viajeros, conocer los motivos de la defunción y la practica de una segunda opinión.

no mal interprete nuestros motivos de confidencialidad, pero hasta que no sepamos mas sobre la muerte de la victima, todos son sospechosos

La misma pregunta me viene a la cabeza. ¿Mogboso? Arrugo la nariz y la frente, negando con la cabeza sin comprender lo que ha dicho. Era diplomatico, aquel acento parecia frances... pero habia franceses y franceses...

En cuanto cierra la puerta, pongo el pie en el marco para que no acabe de cerrarla. Ademas de una falta de educación, de modales, y de principios, estaba violando mi derecho, como diplomatico, a meter las narices donde queria. Sobretodo si estaba en la lista de sospechosos como acabab de decir Constantine.

¿Son? Pregunto, con curiosidad, mirando al supuesto medico. Antes de añadirnos a su lista de "supuestos" asesinos, añadase usted. La embajada de su país recibirá una queja sobre esta acusación, no se preocupe.

Ahora estamos aqui para colaborar en la investigación, este hermetismo solo ayuda a que el asesino pueda preparar mejor sus cartas. Esta claro que en cuanto a modales y diplomacia se refiere, estan bastante verdes.

Así que si nos permite, se aparta de la puerta y su amigo el frances no nos cierra la puerta en la cara una vez mas -esta claro que tiene un nivel cultural tan alto como sus habilidades como detective- buscaremos donde no se os haya ocrrido a sus mercedes.

Poirot vuelve a abrir la puerta.

Mira a los indignados pasajeros y dice:

¿Pog que le estan hablando a una puegta? ¿Estan ustedes locos? Hagan el favog de volver al restaurant y dejen de incogdiag. 

Y vuelve a cerrar la puerta.

Esta vez no pongo el pie en el marco y dejo que se cierre la puerta. Se ve que el el detective, no se habia percatado de que la puerta no se habia cerrado, y estabamos hablando con Constantine. Pues buen detective era aquel que no se percataba de una tonteria así.

¿Que dice el detective?  Le pregunto a Maggie  ¿En serio no se ha dado cuenta que estaba la puerta abierta, y estabamos hablando con el medico? La investigacion esta clara con un sujeto como este. Me hace sospechar de que no sean ellos los asesinos, impidiendo que los demas podamos colaborar en la investigación.

Vayamos al vagon restaurante, les diremos a los demas lo que esta sucediendo. Es momento de poner los puntos sobre las ies. Enfadado, con el ceño fruncido y ofreciendole el brazo a su mujer para que se agarre, me dispongo a soliviantar a los pasajeros contra el detective.

- Let's go my flame. - Me enredo a su brazo de nuevo y echo una ultima mirada a la pasillo antes de dirigirnos al vagón restaurante.

Unos se marchaban de allí pero otras dos personas tocaban la puerta, con ganas de poder hablar con el médico y con el detective.

Conseguirán que esta vez el detective sea más amable...

Cogí aire, discreto, cuando vi que lo que tenía delante de mí era la puerta de la habitación de Rochett. El pensamiento de que Samuel estaba ahí dentro, muerto, me hizo sentir un nudo en el estómago, aunque lograba mantener, sin problemas, mi fachada imperturbable, de calma absoluta.

Me preparé mentalmente para lo que pudiera ver allí adentro y, sobre todo, para no irme de allí sin lo que más necesitaba: respuestas. Miré a Bouc de reojo. Ni siquiera sabía si al final había dejado o no a Mary con la palabra en la boca. Sabía que no era culpa suya, pero no podía evitar sentir cierta adversión hacia el hombre que no había querido responder a ninguna de mis preguntas minutos antes. Era inevitable.

Miré también a la enfermera y pensé que más tarde intentaría agradecerle el gesto de alguna forma, aunque fuera haciendo que llevaran una botella de buen vino a su mesa. Siempre había tenido claro que, si algo había que ser en la vida, era agradecido, a pesar de las circunstanias. Y aquella mujer había mostrado su buen corazón al permitir que la acompañara.

Y, por último, miré de nuevo a la puerta, a aquella funesta puerta. Y, armándome de valor y con un aplomo digno del más pintado, llamé, sin esperar a que ninguno de mis acompañantes lo hiciera por mi, preparado para cualquier cosa que tuviera que escuchar.

parece que todos quieren meterse en su investigacion, detective Poirot, y olvidan la fama que a usted le precede, aunque es normal que la gente sea morbosa me rasco la cabeza en señal de confucion ahora todos quieren entrar en la habitacion.... que hacemos detective? cualquiera podria alterar algo que hayamos pasado por alto.

Escuché al doctor, al otro lado de la puerta y no di crédito a lo que escuchaba. ¿Perdon? ¿Morbo? ¿Entrometerse? Aquello si que era el colmo. Me volvi hacia Bouc con una expresión que dejaba claro que no estaba dispuesto a seguir aguantando aquello.

- Qué gran opinión sobre los pasajeros de este tren tiene su colega... Es increíble lo que uno puede llegar a oir a través de las puertas. - dije, con un tono lo suficientemente alto para que las dos personas que había dentro me escucharan sin problemas. Después me dirigi hacia las dos personas que están al otro lado de la puerta, cansado, a más no poder, de despropósitos y de faltas de educación.

-Señor Poirot, no pongo en duda que su labor allí adentro sea ardua y dificultosa. Pero estoy seguro de que tendrá a bien salir, aunque sea durante dos minutos de su preciado tiempo, a explicarme por qué mi amigo está muerto al otro lado de la puerta.  -hice una pausa, para darle a mi discurso la calma que queria que emanase. Y, acto seguido añadi- En contra de lo que su amigo pueda pensar, no es cuestión de morbo. Se llama humanidad. -si aquello seguía así, tendría que hablar con los abogados de Samuel nada más llegar a nuestro destino. Aquello era un atropello en todos los sentidos. Samuel tenía en su poder documentos importantes y el descalabro que la compañía podría sufrir si se extraviaba alguno de ellos o caia en malas manos podría ser monumental, aparte de la faceta más terrible de todo aquello, la propia muerte de mi amigo y jefe durante los ultimos años.

Señor Mcqueen, en primera, ese comentario no iva dirijido a usted... sino a los dos ultimos visitantes que querian entrar a la fuerza, disculpe si mi comentario lo sintio muy personal... pero no fue asi, no podemos dejar entrar a nadie que no este relacionado con el señor Rochett puesto que cualquiera podria alterar las evidencias, y sin mas... apesar de que tratamos de encontrar al culpable... usted se molesta con nosotros... ademas ¿quien es el que esta falto de educacion al escuchar conversaciones atravez de la puerta?

Miré a Greta, y luego hacia la puerta, con incredulidad. ¿Me estaba llamando maleducado a través de una puerta? Aquello era surrealista. Al menos podría abrirla.  Suspiré, en un alarde de infinita paciencia, dispuesto a seguir comportandome como un caballero.

-¿Y que hay de mi? Era su secretario personal y su amigo... ¿Le parece suficiente parentesco como para, al menos, acabar con esta bochornosa situación de estar hablando a través de una puerta? Abran de una vez, maldita sea. Quiero ver a Samuel y saber qué le ha pasado. Esto ya me parece excesivo. - dije, contundente. Y me tuve que contener para seguir siendo civilizado y no dar un manotazo a la puerta.  De todas las situaciones ridículas que habia vivido en mi vida, aquella, sin duda, era la peor- Nadie conocía a Samuel mejor que yo... ¿no se dan cuenta de que pueden estar pasando pistas por alto? Ya se lo dije a su colega. Solo quiero que se de caza al asesino cuanto antes, igual que ustedes.

No le había importado que el joven la acompañara, al fin y al cabo tenía todo el derecho a saber qué había pasado con su jefe, pero los nervios estaban traicionando al Sr. Macqueen y la conversación que estaba teniendo lugar a través de la puerta no iba a beneficiarle para conseguir su propósito que no era otro que conseguir información. La mujer posó su mano en el brazo del joven intentando calmarlo.

- Läkare Constantine... mi nombre es Greta Ohlsson. Soy enfermera y me preguntaba si podía ser de alguna utilidad para usted. Si necesita mis servicios sepa que puede contar conmigo, y por supuesto el Sr. Poirot también.

Esperó expectante la respuesta que le pudieran dar desde el otro lado, sin estar segura si le abrirían la puerta o ésta seguiría cerrada para ellos.

Alzo la voz para que Constantine y Poirot me oigan al otro lado de la puerta también mientras me dirijo hacia la misma.

- Doctor, le ruego me disculpe. Soy el primero que no quiere dar demasiada información a los pasajeros de este tren, pero me perdonará que haga una excepción con este hombre. Es una de las relaciones más personales que tenía el fenecido en este tren, y tanto por su comportamiento como por sus actos, le considero valedor de una explicación particular. A parte de un interés empresarial en los asuntos de su jefe, le garantizo un interés personal a modo de amigo y colaborador.

Sé que mi opinión no cuenta demasiado en ciertos aspectos. Pero esta situación a través de la puerta parece surrealista, y mi intención al situarme frente a la misma en mediar en cualquier posible discusión que pudiera haber entre los de dentro y los de fuera.

- Poirot, amigo. Tenga en cuenta que los lazos afectivos que en ocasiones se pueden generar, y el dolor que estoy seguro experimenta el Sr. Macqueen en este momento. Al menos, se merece una pequeña explicación particular. No hablo de todos los detalles, sino de aquello que podamos adelantarle y que no ponga en peligro la investigación.

Mientras digo estas palabras, miro directamente a ese hombre afectado que se encuentra cerca de mí, tratando de dejar claro que, pese a que entiendo su preocupación, la investigación va primero que cualquier cosa.

Mil perdone caballero, me sumi tanto en la investigacion que olvide los sentimientos involucrados,volteo a ver a Poirot detective Poirot, creo que almenos podriamos dejar pasar al señor Macqueen aguardo un momento mientras espero la respuesta de Poirot, mientras me dirijo a  la señorita Greta

me encantaria que me ayudara señorita Greta, pero primero consultelo con el detective Poirot, el es el encargado de este caso