Partida Rol por web

Estaba metido en mis pensamientos cuando oigo la voz del elfo, al salir de los pensamientos, "Si, ya voy", me dirijo hacia su posición mientras los felinos se mueven detrás de mis pies, jugueteando, "estoy listo para partir, es en esa dirección", señalo hacia el nort-oeste, "tardaremos alrededor de un par de días de viaje"

8 Febrero 1700 T.E. 09:0. Totalmente encapotado. -1ºC. Viento calmo. Nevando. A poco más de un día de camino del norte del "Bosque Negro". Ha amanecido, pero con lo nublado, no hay demasiada luz.

Los elfos se aprestan enseguida.

Te indican, ya que vas a hacer de guía, que te siguen.

Ves, a poco tiempo de empezar a trotar que tienen un paso extrañamente alto y que tus mininos no pueden seguirlo. Al principio se lo toman a juego, pero te preocupas por ellos. Caen, tropiezan ... y todo eso. Es un juego. Como ves que es algo interesante para ellos, pues sigues el paso, pero ... tras unos minutos, se empiezan a casar. No dejan de ser cachorros, y esas lides, tan de ... mundo real ... es demasiado para ellos.

8 Febrero 1700 T.E. 09:00. Totalmente encapotado. -1ºC. Viento calmo. Nevando. A poco más de un día de camino del norte del "Bosque Negro". Ha amanecido, pero con lo nublado, no hay demasiada luz.

intento seguir a los elfos, pero los felinos intenta cazarles los pies como si fuera un juego, pero con el rato se cansan, pero no se que hacer, por un lado veía que los leoncitos no eran capaces de seguir el ritmo, pero a los elfos no le haría gracia parar, pero no me parecía buena idea coger en brazos a los felinos, pero a este paso se podrían morir de agotamiento, así que opto por la segunda idea, los agarro del cuello, se quedan como un conejo recién cazado, con el cuerpo medio caído, sin moverse, y así que corro, pero al poco me canso y tengo que pedir una pausa para descansar y ver que hago.

La verdad es que a los leoncitos, el agarrarlos así, les hizo gracia solo los primeros segundos. No diste ni diez pasos antes de que se retorcieran y te obligasen a soltarles.

Los elfos pensaron que sucedía algo, y no tardó en ponerse en alerta.

Desorientado, mientras la patrulla vigilaba en derredor, el líder pregunta más interesado que preocupado: - ¿Qué sucede?

Los animales resollaban, luchando por respirar. El trecho había sido suficiente, como para merecer la pena la carrera, pero no compensaba el descanso que se precisaba ahora. Incluso tú estabas demasiado fatigado. Podrías seguir andando, pero los animales que era ahora tu familia, no.

Cuando hacemos un descanso, estoy mas cansado de lo que debería por la marcha, sabia que la idea no era buena del todo, pero no sabia hasta que punto, los leones no se han estado tan quietos como me habría gustado.

"los cachorros están demasiado cansados para continuar, he intentado cogerlos para ir mas rápido, pero no ha salido muy bien la idea" digo a los elfos, "les estaría agradecido si se le ocurre una manera de ayudarme con este problema, todavía son demasiado pequeños para que puedan seguir el ritmo"

8 Febrero 1700 T.E. 09:25. Totalmente encapotado. 0ºC. Viento calmo. Nevando. A poco más de un día de camino del norte del "Bosque Negro". Nublado totalmente.

El elfo gris te mira sorprendido y te pasa una cantimplora. Sonaba como si fuera más aceite que agua, y te ordena. - Toma un trago, y si quieres, dale a tus bestias también. Sonreía. Era como si tramase algo infundado. Algo que te hacía sospechar. El resto de elfos te miraba sorprendidos. Era como si para ellos hubiera sido un paseo y te has cansado en el calentamiento. De acuerdo que para ti era bastante, pero recordando lo cargado que vas con toda la comida que los enanos te pasaron ... fue un esfuerzo enorme. - Bajaremos el ritmo.

Hizo un gesto y los elfos se dispusieron a vigilar el perímetro. - Descansaremos unos minutos. Les comentó, pero fue en tu lengua, para que lo pudieran entender, aun siendo una orden para ellos.

"Gracias"- digo mientras acepto la cantimplora de los elfos, al abrirla desprende un olor a plantas, entonces pruebo el liquido, era de tibio, no notaba nada, pero de repente noto como mi cansancio desaparece, "una pregunta, ¿que es este liquido?", miro al elfo y luego observo a los léoncitos, "¿se lo doy o no?", pero al acordarme de que no tengo mucho tiempo, saco el cuenco de su comida, y le pongo un poco de esta bebida, veo como los felinos se lanzan, pero al ver que no era su comida de siempre, dudan, pero acaban probando el brebaje.

Hizo un gesto con la mano, quitándole importancia y sonrió: - Dale un buen tiento, y verás como el día plomizo se abre. Te lo dice de tal manera que no parece querer que el resto se entere. Además, les dio la orden de que mirasen para otro lado, como que quería ocultar que te estaba dando de aquella cantimplora. - Y a los felinos dales muy poquito.

"Eso llega un poco tarde" señalo a los felinos que se están terminando el plato y no dudan en cazarse uno al otro jugando con las nuevas energía adquirida, "creo que sera mejor que nos vallamos moviendo", digo mientras me levanto, hago una señal a los felinos para que me sigan.

8 Febrero 1700 T.E. 19:25. Totalmente encapotado. 1ºC. Viento calmo. Nevando levemente. A poco más de unos pasos del norte del "Bosque Negro". Nublado totalmente.

- Como quieras. Asiente divertido.

No lo notas enseguida. No es como un licor, ni como alguna medicina ... Es más bien, como miel, pero más líquida. Al poco, aún mirando los felinos, que no sabías por qué, rugían más fuerte, y las peleas de juego eran mucho más violentas que otras veces.

Guarda la cantimplora con un gesto más que aprendido. Algo que parecía haber hecho multitud de ocasiones. Tras eso, empezáis a trotar otra vez, y te llegaba a parecer que andabais mucho más despacio que antes. El bosque se hace grande por momentos. Los minios tienen capacidad de jugar mientras avanzan. A ratos os adelantan y juegan, se escuenden, aparecen otra vez, y os cazas. Tras ello, corren otra vez a repetir el juego, un poco más adelante, y por el camino ... se van peleando.

El tiempo pasaba a una velocidad diferente. Cuando te das cuenta, está anocheciendo, y ni habíais parado a comer. Tienes un hambre inmenso, ahora que lo piensas, y supones que los leoncitos no estarán muy diferentes. Poco a poco se reduce la velocidad, y el líder de estos te cometa: - A partir de aquí, nosotros vamos hacia el sur. A poca distancia las estancias del Rey Elfo esperan. Igual un par de días a este mismo paso. Te sientas mientras habla, y el mucho peso de la comida, cae a plomo. Notas los miembros pesados, y los mininos se abalanzan sobre ti, reclamando atención, y según tu estómago, alimento.

Observo a la montañas, pensando en el posible traidor que tenían los enanos, pero al escuchar las palabras del elfo "Vale, que tengan un buen viaje y gracias por bajar la velocidad por los cachorros" ,hasta que me doy cuenta del comentario del elfo, "¿el rey del bosque negro me ha llamado o simplemente es un comentario", esa duda me queda en la mente, pero mi tripa y los intentos de los felinos de que me de cuenta de que tiene hambre, "ya, ya voy", saco el cuenco y hecho leche, mientras saco un trozo de carne que parto en trozos pequeño, y se la mezcro con la leche, se la pongo y veo como no dudan en asaltar el plato, pero me centro en sacar parte de la comida enana y me como un trozo del queso enano.

Pone cara de sorpresa, cuando comentas lo de haber aminorado el paso: - Habéis sido vosotros los que habéis marcado el ritmo, y nos ha costado bastante seguiros. Te fijas y los soldados, aunque su líder está bastante fresco, están derrotados. Ahora, siendo la hora que és, piensas en acampar, comer bien, y dormir. Además, el bosque es muy denso y caminar por él, en la oscuridad ... es dificultoso, peligroso e incómodo. Además, temes perder a los mininos.

- EL Rey del Gran Bosque Verde precisa parlamentar con los hombres del Anduín, y pocos mejores que un Guardián, para que sea este un interlocutor válido y correcto.

Hace un gesto, y tras eso, empiezan a trotar hacia el sur. Comenta mientras se alejan: - Además, puede que tenga sorpresas para voz.

Se te ha raro este último comentario. Tanto que estás por preguntarle, pero piensas, que con la distancia a la que están ya, no te oirán. Ahora pasa todo muy pesadamente. Están ya a más de 200 metros, y se alejan a una velocidad pasmosa. Los mininos se han acurrucado entre ellos, y se desperezan. Uno de ellos ya ha de estar dormido.

"¿quereis com..." me quedo en la palabra en la boca, pero al darme cuenta de que están demasiado lejos para escucharme, lo primero que hago es buscar materiales para hacer una fogata para estar calentitos, una vez encendidos me quedo de guardia, vigilando que no haya nada, intento dormirme, pero las ultimas palabras del elfo "Además, puede que tenga sorpresas para voz", tenia curiosidad para ver que quería el rey de los elfos, "tengo que ir sin dudarlo, si el busca a un portavoz de mi gente, es mi deber ir a hablar con el", después me duermo con mi hacha a mano por si hace falta.

9 Febrero 1700 T.E. 06:02. Totalmente encapotado. -3ºC. Viento calmo. Nevando levemente pero se interrumpe a ratos. En la linde del Gran Bosque Verde. ("Bosque Negro").

Los mininos te despiertan a lametazos. Otro elfo se presenta por allí. Uno que te sonaba. Le acompañaba una patrulla como la anterior, pero sus vestiduras, adornos y color, eran discretamente diferentes. Te dolía todo. Músculos, cabeza .... La paliza que te habías dado ayer fue demasiado, y no solo eso. Esa sustancia, te había, ... os había dado (incluimos a los mininos) un impulso enorme, pero ... ahora, había que pagar el sobresfuerzo del cuerpo.

Tu estómago reclamaba alimento de manera dolorosa. Seguro que a los leoncitos les pasaba lo mismo.

"ahora os doy de comer, tragones" me levanto quetandome de encima a los mininos, que no para de atacar en busca de comida, me duele todo el cuerpo por la caminata, me acerco a mi mochila, y saco una ración, y se las pongo a los leoncitos, que la atacan como si llevaran edades enteras sin comer, luego yo me saco otra para mi y me la como.

Mientras como me doy cuenta de un elfo, el cual me suena, tal vez sea el de la granja del viejo grumal, hago un gesto con la mano de que estoy comiendo y una vez terminado la ración, hablo "Hola, se que puede ser un poco descarado, pero creo que nos conocemos de coincidir en el camino y en la granja de Grumal, aunque creo que no llegamos a presentarnos, mi nombre es Borgvir"

- Me puedes llamar Légolas. Se presentó con un gesto, y haciendo una genuflexión.

- Coincidencia. Continuó el élfo. - Gracias a vos, comuniqué a mi Señor Rey lo que se ha averiguado y voy a patrullar, en búsqueda de información de las rutas de unos orcos. Mi Rey os espera en los salones. Como la vez anterior, sin despedirse ni avisar de su acción se marchó. La prepotencia y superioridad que hacen gala los elfos, empieza a tocarte las narices. - Se piensan que todo es por ellos, para ellos y emana de ellos. Orgullosos.

"gracias señor ..." igual que las anteriores veces, los elfos desaparecen, su orgullo desmedido seguro que era la causa que hacia que no se llevasen bien con nadie, pero me levanto y sin mediar palabras recojo todo y me muevo hacia las estancias del rey del bosque verde, "vamos" les digo a los felinos para que me sigan, pues se habían puesto a jugar entre ellos.

10 Febrero 1700 T.E. 11:29. Nueves y claros. 2ºC. Viento leve entre los árboles. Aradhrynd del Gran Bosque Verde. ("Bosque Negro").

Habías estado andando por un camino mal cuidado, pero por lo que parece, transitado. No te habías encontrado a nadie en 10 días. Es lo más raro de todo. Lo que te escama no es el no encontrar a nadie, cosa que ya te había sucedido antes, sino que además, todo el camino ... te sentías observado. Incluso los leoncitos ... les pasaba algo parecido. TE quedabas mirándolos mientras jugaban, después de comer o cenar. Ellos estaban a lo suyo, y de golpe miraban algo. Lo seguía con la vista. Tú no eras capaz de detectar aquello que ellos si.

Dos elfos te salen al paso. Portaba unas ropas parecidas a los demás que habías visto, sobre todo, a los de justo entrando al bosque. Los últimos. Estos, además portaban unas relucientes cotas de malla y unos yelmos dorados que a ti te recordaban escupideras. Intentas no reírte, pero sonrisitas ... se te escapan de cuando en cuando, pensando en la escupidera ... en ponérsela ... y en caerle todo el contenido por la cara y el pelo.

después de varios días de viaje, por fin llego a donde viven los elfos, y los felinos seguramente veían a los elfos que los vigilaban, al llegar vio y casi no pudo evitar la risa con los cascos de los elfos, pero mantuvo la compostura y hablo "Me han dicho que vuestro rey esta interesado en hablar con la gente del Anduin, soy un vigilante Beijabar, vengo en calidad de embajador de mi gente"

10 Febrero 1700 T.E. 11:31. Nueves y claros. 2ºC. Viento leve entre los árboles. Aradhrynd del Gran Bosque Verde. ("Bosque Negro").

- Pues pase Vigilande Beijabar. Se le espera.

La voz era profunda. Venía de un árbol, justo flanqueando el rio. No los veías, pero lo mininos si saben donde está, porque enseguida miran hacia un lugar, que no era donde tú esperabas. Empiezas a caminar, y te sorprende lo que ves. Es como un bosque, bajo la cubierta, no sabes si real o artificial, de una colina. Desde fuera es un montículo. Como si fuera una morada enana, bajo tierra, pero por dentro no deja de ser un bosque, con sus troncos, con sus árboles, y hojas secas por el suelo, arrastradas por el viento.