Partida Rol por web

El origen de la oscuridad y las Tierras, Bosques y Regiones

Partida Nayira

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04/11/2017, 07:31
Maestro

Tu maestro, tras las deliberaciones te hizo reunirte con él. Era una gran sala que ya conocías, pero estaba extrañamente iluminada. Sabías que allí había más gente. Podías sentir sus presencias, pero sólo había luz desde la puerta, como un delimitado pasillo hasta ese viejo, que aún tenía los rasgos delgados y magros. Había perdido tez, y su palidez, por los años de enclaustramiento había perdido sol. Lo veías más pálido y a ti te parecía enfermo o apenado.

- El consejo a hablado, y has de cumplir con tu misión. No podemos enseñarte más, y hasta que no realices el Gran Peregrinaje y traigas muestra de haberlo realizado no podrás regresar. Entonces, tendrás un asiento en esa asamblea. Hizo un gesto con el brazo y abarcó toda la sala, luego regresó a su posición. Sabías que allí había gente meditando. Lo notabas. Estabas tensa, nerviosa y algo triste. Parecía que te estaban expulsando, pero esos eran los modos de realizar las cosas allí. Su modo y su manera. Lo sabías, y no te hacías aún a él. - Termina tu adiestramiento, regresa con el objeto indicado y serán bienvenida. Alzó la mano con delicadeza. Había dos cajas. Una como de metal, que tenía cientos a agujeritos y estaba liada con un ovillo de cordel como el que allí solían usar para colgar al cuello amuletos. Desde dentro parecía intentar escapar un fulgor anaranjado, que se tornaba orjizo en momentos, pero ese luz que no te permitía ver fuera del "pasillo resplandeciente" impedía verlo con precisión. El otro era una caja de madera. Sabías, por las leyendas que unos Hombres del Bosque, que vivían en la zona de Rhovanion las construían y tenían poderes. Las lenguas, malas y buenas, comentan que si la abres y no eres el dueño, a parte de que costaría, igual, lo de dentro ... no se mostraría. La caja haría por esconderlo de una mano "no autorizada". En el momento que alargaste los brazos comentó, de forma cerimoniosa: - Es tuyo.

- Marcha, sin decir palabra, y regresa con la misión cumplida.

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05/11/2017, 14:50

Aunque su postura era perfecta, su cuerpo estaba relajado y no había en ella señal alguna de agitación mientras escuchaba a su Maestro, su espíritu estaba inquieto, su mente no dejaba de repetirse diferentes ideas al mismo tiempo, y un poderoso impulso la empujaba a gritar, a quejarse, a obligar a todos lo presentes a darse a conocer, a mostrarse humanos por una vez en su vida. Y lo peor de todo era que sabia muy bien que su Maestro era plenamente consciente de ello. De alguna manera, era capaz de percibir su inquietud, el hecho de que no poseía la capacidad de centrar su espíritu del mismo modo que lo hacia con su cuerpo. Y ese era el problema.

Avergonzada guardó silencio, escuchando las instrucciones, secas y carentes de emoción, como debían ser. A duras penas reprimió un suspiro resignado y se mantuvo impertérrita, aguardando el momento en que tendría que ponerse en marcha.

Lentamente y de forma reverencial se aproximó hasta el anciano que había sido su vida durante tantos años y con una profunda y respetuosa inclinación, tomo de su manos los dos objetos, sujetándolos con firmeza sin mostrar interés en ellos, aunque la curiosidad la corroía por dentro instándola a inspeccionar aquellos contenedores.

Asintió con firmeza ante las ultimas instrucciones, y resistiéndose a darle un abrazo, se puso de nuevo en pie y tras una nueva inclinación de respetó se dio la vuelta y salio al exterior, respirando profundamente y lenando sus fosas nasales con el intenso olor a sal que tan familiar se había vuelto en esos años.

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06/11/2017, 07:55
CRONISTA

1 de enero de 1700 T.E. 13:00h. Harad. Salida del Collado donde se oculta la entrada del Templo del Puño. Despejado 33ºC. Calma chicha.

 

Sales de aquella ignominiosa sala, donde tus sentimientos, en algunos momentos encontrados, te había abrumado, pero tu alta disciplina y saber estar, te hizo mantener la compostura. Marchabas por los pasillos, en los que, sólo aquellos héroes que salían al exterior a cumplir misiones, se les miraba en silencio por todos los demás. Incluso los tres puños, que hacían la guardia del acceso te dedicaron unas catas en honor a tu misión.

Estabas fuera, al sol. Con tus escasas pertenencias y un torques al cuello, que ya habías portado otras veces, y una cajita, dentro de una caja que tenía mil puntitos, por los que en la oscuridad resplandecía, pero en el exterior, a pleno sol no era más que un cordón con una caja fea. Lo portabas enrollado en la mano y su peso no era tal. Parecía ser tan liviano que ... -"Como hiciera viento, igual se lo lleva". Pensaste.

Habías viajado otras veces al exterior, pero siempre acompañada, o a ciertas tareas en las proximidades, pero no sabías ni donde ir. Ni pistas ni nada de nada. Deacuerdo que con los grupos habías viajado a la costa, y a realizar algunas misiones de castigo. Sin darle mucha importancia al objeto, seguía enrollado en tu mano, y pendiendo como una pulsera más. Tu cayado se clavaba en la arena profundamente pero conocías el camino, y sin rumbo precisado empezaste a andar. No te habías dado cuenta, pero "el piloto automático" te hacía seguir el camino hacia las localidades de la costa. ¿Era allí donde realmente tenías que ir?.

Algo parecía hablarte. Era una voz sin volumen en tu mente, y requería sombra, requería aire y requería que mirases tus pertenencias. Te lo empezó a decir con inconsciente potencia, pero llegó un momento que ... era molesto. No habías andado ni dos kilómetros y te pusiste la mano en la sien. Era como un incómodo dolor de cabeza, y ya no podías mantener el paso. Te acercaste a unas rocas que te proporcionarían una interesante sombra, y te sentaste. Aún faltaban otros veinte kilómetros más para poder salir del collado. Aún había mucho camino que recorrer.

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10/11/2017, 10:56

No era la primera vez que Nayira atravesaba el desierto, caminando bajo el sol abrasador y sin embargo aquella vez fue diferente. Tal vez se debía al hecho de desconocer cuando podría volver al lugar que hasta ese día había sido su hogar desde que era una niña, si es que en algún momento lograba volver. O tal vez se trataba del peso que suponía la responsabilidad de cumplir con la misión que le habían encomendado pero lo cierto es que estaba afectándola mucho mas de lo normal.

Tras apenas dos kilómetros de marcha, no fue capaz de soportarlo y tuvo que buscar una sombra para sentarse a descansar. Su respiración era muy intensa y sudaba demasiado, por lo que adopto rápidamente una postura de meditación y tras apoyar las manos sobre los muslos respiro profundamente e intento dejar su mente vacía de preocupaciones.

Fue entonces plenamente consciente de que no estaba sola, algo o alguien estaba allí con ella, y estaba incitándola, empujándola a revisar sus pertenencias. No entendía el motivo, sabia muy bien lo que llevaba, excepto... la caja. Abriendo los ojos miro con gesto preocupado lo que le había entregado su maestro y con sumo cuidado procedió a abrirlo.

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10/11/2017, 11:11
Orbe del Puño

Nada más sacarlo la intensidad del resplandor interno desapareció. Ese que se escapaba por los pequeños orificios de la cajita. La fuente de la luz era aquella bolita, que parecía querer escapar con unas piernecitas que no poseía.

En tu mente se empezaron a formar imágenes, ya que tu meditación, aunque breve fue muy intensa. Recordaste el primer día al llegar allí. La primera escapada, la primera vez que saliste. Tu primera batalla en serio, para demostrar tu valía.

Tras eso se formaron más imágenes. Era como un mapa que en un principio se sentaba sobre ti. Poco a poco, como una gran águila, empezó a ascender. Podías ver los wadis y las dunas. Tras unos segundos pudiste notar como todo se hacía más pequeño, pero entraban más cosas en el plano de visión. Distinguiste ríos y cañadas, y más tarde incluso el mar. Todo empezó a hacerse más pequeño, pero fuste capaz de ver tanto de la tierra media que no fuste capaz de creer que fuera tan inmensa. De repente el ascenso pareció perder velocidad. Luego empezó a hacer y fiste consciente de que caía hacia el norte. Muy al norte. Tras eso pudiste ves un gran bosque, flanqueada por la izquierda por una gran cordillera que se extendía como la columna vertebral de algún gran monstruo. Por el norte y el sur cordilleras menores y por el este unas llanuras que parecían morir en un gran lago. Cada vez caía más deprisa, centrándose en el sur de aquel alargado y ancho bosque. No pudiste ver donde caía. Fue algo muy rápido y repentino. Pudiste ver unas montañas extrañas. Pudiste ver el humo de varias ciudades de fuera la foresta. Pero no fuste capaz de ver donde caía la imagen. Donde se estrellaba contra el suelo la visión.

Saltaste de la meditación, como si hubieras caído de una cama. Estaba anocheciendo, y para ese momento descubriste que la bolita iluminaba. Eras capaz, sin pegas, de ver a unos 10 ó 12 metros sin mayor dificultad.

1 de enero de 1700 T.E. 22:13h. Harad. Salida del Collado donde se oculta la entrada del Templo del Puño. Despejado 13ºC. Viento liviano.

La temperatura había bajado enormemente. Para ti hacia frio. EL cambio había sido enorme. El sobresalto no te permitió darte cuenta de ello, pero la euforia del "vuelo" te había recargado enormemente. Además, había sido medio día cuando te sentaste. Habían pasado más horas de meditación de las que habías pasado jamás.

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10/11/2017, 11:25
CRONISTA

La caja estaba en tus manos. Apagada. Sin resplandor alguno y sin señales de haber sido abierta en ningún momento. Aún así iluminaba. No emitía resplandor alguno, pero tú veías.

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10/11/2017, 11:28

La inmensidad del mundo en el que vivía era algo que aun la mantenía completamente turbada, aunque ya hubiera pasado un rato desde la visión que le había ofrecido aquel artefacto. Lo cierto es que jamas se había preguntado lo que habría fuera del desierto que rodeaba el monasterio, daba por hecho que se extendía sin mas. Pero aquella visión llena de bosques, ríos, montañas e incluso océanos había desmontado su mundo en apenas unos segundos. O tal vez no habían sido tan solo unos segundos pues la noche estaba ya avanzada.

Tiritando ligeramente saco de la mochila una gruesa capa de abrigo y se cubrió el cuerpo con ella. Tal debería aprovechar que ya no hacia tanto calor y caminar durante la noche, aprovechándose de aquel extraño resplandor que emitía la esfera que había visto peor que de nuevo estaba oculta en su caja. Era evidente que le había enseñado el camino hacia donde debía ir, como su maestro le dijo, pero aquel viaje la llevaría hasta tierras tan lejanas que ni siquiera había imaginado que existieran. Por ese motivo era conveniente empezar a andar, ya que le esperaban muchas jornadas de camino.

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10/11/2017, 12:41
Director

¿Hacia donde encaminas tus pies?

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10/11/2017, 13:04

No había tenido demasiado tiempo para memorizar todos los detalles del paisaje, pero había ciertos detalles que si que tenia claros. Entre el mar y las oscuras Montañas de la Sombra, desembocaba un río con un cauce tan enorme que resultaba visible incluso cuando había alcanzado la mayor de las alturas en aquella visión tan extraña. Remontando dicho río alcanzaría un lugar muy próximo al que había descendido de forma abrupta, de modo que lo utilizaría a modo de guía.

Consciente de donde estaba el mar, y la siempre presente linea de montañas negras, empezó a andar en dirección noroeste en busca de esa gran desembocadura.

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10/11/2017, 13:19
Guerrero Pantera (Orden de la Muerte)

2 de enero de 1700 T.E. 05:48h. Harad. Desierto tras la salida del Collado donde se oculta la entrada del Templo del Puño. Despejado 18ºC. 

Poco después de salir del collado las rocas pasan a largas y grandes dunas de arena. Sólo te acompaña el viento que mueve esos pequeños granos de arena. No hay vida alguna, ni vegetal ni animal, más que tú misma, pero despuntando el sol, en la cresta de una duna crees haber visto pasar un Guerrero Pantera. Tu Orden los odia, ya que no tienen ningún respeto más que por la fuerza y el acero. Además suelen vestir la piel de algún "Gran Gato" (por eso el nombre que se les da, y suelen portar siempre 4 lanzas, aunque también suelen ser habilidosos en sables amplios como alfanjes o talwar).

Tus pasos se habían separado bastante del camino para llegar a los puertos de la costa, ya que intentabas seguir una ruta con una vertiente norte mucho mayor. No sabías si te había visto, pero parecía que había dormido allí, ya que estaban todas las lanzas clavadas en la arena y sólo parecía vestir la máscara de una calavera de tela que solían portar como distintivo. Para ti era un enemigo, y ya habías luchado contra alguno de ellos. Incluso piensas que ha varios de ellos no llegaron a ver la luz del día tras cruzar sus pasos con los tuyos. No pudiste comprobarlo. Ese día también perdiste algunos compañeros.

Tus ropas son tan o más adecuadas, para ocultarte en la arena, pero la luz es una ventaja. Todo está algo oscuro. Un leve resplandor refulge en el horizonte, y además, aún te sientes tan descansada, que no te importaría seguir unas horas más.

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13/11/2017, 12:08

Si el guerrero se encontrara en las cercanías del monasterio no habría dudado si enfrentarse a él o no, pero se encontraba en una misión mucho mas importante y enfrentarse a ese enemigo podría minar sus recursos y energías, ademas, no tenia manera de saber si estaba solo o si había mas cerca, por lo que finalmente tomo una decisión. Avanzaría discretamente, procurando cubrirse en todo momento por las dunas para así no estar en su linea de visión siempre que le fuera posible. Permanecería atenta a la presencia de otras Panteras y si le era posible se alejaría de allí sin que detectara su presencia. Con un poco de suerte lo dejaría bien atrás antes de que el solo saliese por completo iluminando el desierto, momento en que tendría que buscar un refugio donde esconderse y protegerse del calor.

No obstante, si acababa por descubrirla, no tendría ningún reparo en acabar con su vida de crueldad y violencia.

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13/11/2017, 12:23
Guerrero Pantera (Orden de la Muerte)

2 de enero de 1700 T.E. 11:00h. Harad. Desierto. Despejado 33ºC. 

Parece que va a ser un día caluroso. Está tan despejado que incluso el sol tililla. Durante ese amanecer das un buen rodeo, que te aleja de la zona donde el guerrero ha pasado la noche, y lo descubriste. El sol empieza ha hacer su justicia en la arena, y sobre todo lo que hay en ella. Para ti, hasta este nivel, es soportable, pero saber que va a subir más y más. No crees que fuera a llegar a 50º pero era posible.

- Maldito invierno de locos.

De todas maneras, como la energía que te había "insuflado" el viaje volador aún te permitía estar un rato más en pie, seguiste caminando un buen rato más. Era extraño. Solías tener sed pocas veces, y esta, desde que pusiste el torques no solía hacer acto de presencia, pero el estómago, aunque sabías que no precisabas comer, de cuando en cuando protestaba. No es que diera una punzada, no es que fuera algo incómodo, pero ... en alguna que otra ocasión solía decir: "Tengo una función y sigo aquí". La verdad es que te saciabas enseguida, y muchas veces lo "engañabas" con un trago de agua y no "decía nada más" hasta una semana después ... o cuando le daba.

Las dunas eran largas en lo sitios donde ocultarse pocos, pero al llegar a una zona plana, descubres que el terreno era duro y firme. Habías pasado de un Desierto de Arena a uno de piedras. Cantales y cantales poblaban una llanura enorme, en la que sabías, que para terminarla habrían de transcurrir aún varios días. Aunque las dunas la ocupaban ocasionalmente como viajeros, que cruzan por una zona solitaria. Estabas en el buen camino. E incluso e alegraba, porque al final de este terreno, donde escorpiones y serpientes pululaban, se terminaba en un pequeño rio que te ayudaría, siguiendo su corso a mejorar tu viaje.

Sentías ... que te seguían ... y sabías quién era. No lo podías ver. Sabías que no estaba cerca ... pero lo "sentías".

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13/11/2017, 12:52

Por unos momentos la idea de llegar al río y poder darse un baño ocupo todos sus pensamientos, arrancándole incluso una sombra de sonrisa en el rostro, pero de repente algo la trajo de vuelta a la realidad. AL principio pensó que había oído algo, pero tras un rato inmóvil en silencio comprendió que no se trataba de eso. De alguna manera que no llegaba a comprender aun era consciente de la presencia de alguien siguiéndola, demasiado lejos para verle u oírle, pero sabia que estaba allí. Y no solo eso, sino que tenia la completa certeza de que era el hombre pantera rastreandola.

Con un gesto de desagrado se planteo sus opciones y tras barajar la idea emboscarlo y acabar con él, se lo pensó mejor y continuó avanzando siguiendo su camino hasta encontrar un paraje adecuado. Un lugar donde una piedra solitaria diese un poco de sombra sin ningún accidente o elevación cercana. Su idea era sentarse a descansar un rato mientras esperaba a que lo alcanzase. No deseaba que lo siguiese, así que se enfrentaría a él, y lo ahuyentaría, o le fracturaría una pierna para que no pudiera seguir su ritmo. Y si le ponía las cosas muy difíciles, tendría que acabar con su vida.

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13/11/2017, 13:03
CRONISTA

2 de enero de 1700 T.E. 13:52h. Harad. Desierto. Despejado 38C.

Para medio día no había subido tanto la temperatura como podía ser. Suerte de ser la "Temporada Fresca". De todas maneras empezabas a sentir el cansancio, pero no había piedra más grande que una cabeza, y además, la poca sombra que ofrecía estaba ocupadas por un grupo aletargado de escorpiones. Tendría que ser una familia completa porque habría como 10 ó 12 individuos.

En la distancia, un hombre, de tez oscura se acercaba. Caminaba al trote y aún tendría como unos kilómetros para llegar. De todas maneras, no podías saber si era "El pantera" u otro. El calor hacía que se enturbiara la vista y lo difuminaba. Incluso la medición de la distancia era muy imprecisa. Pero había algo que te llamó la atención. Era una duna solitaria. De esas que viajan como una nube en un cielo despejado. Sabías que en ocasiones, bajo ella, podías descubrir algo interesante, o con mala suerte, una piedra, algo más grande que el resto. Pero había algo malo. En una noche podría desplazarse decenas de metros o no avanzar más de un palmo en una semana. Dependía de los antojos del viento.

La hamada era inmensa, y no se cruzaba más que con unos días de viaje. Tal vez una semana o más.

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13/11/2017, 13:24

Tras un buen rato buscando sin encontrar una sombra, llego hasta la duna y al comprobar que sus fuerzas empezaban a mermarse, decidió que aquel seria el lugar. Ya podía distinguir la silueta de su perseguidor avanzando a buen ritmo, por lo que se sentó al pie de la duna, acomodándose en la arena y adoptando una posición relajada.

Poco a poco fue vaciando su mente, centrando su espíritu y pausando su respiración. No solo empezó a descansar sino que procuro meditar para estar en estado mental óptimo cuando su oponente la alcanzara. Aun no sabia si pasaría el día allí, si esperaría a que la duna se moviera o se marcharía de inmediato, suponía que todo dependía de lo que finalmente sucediera cuando el guerrero Pantera llegara hasta ella.

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13/11/2017, 13:32
Orbe del Puño

2 de enero de 1700 T.E. 15:3h. Harad. Desierto. Despejado 38C. Duna arriba, cara estampada en la arena.

Enseguida te ensimismas y empiezas a ascender hacia el cielo, pero no tarda en pararse. El Guerrero Pantera se detiene como a unos 15 metros. La distancia ideal para lanzar sus proyectiles. Te asustas pero no eres capaz de moverte. Sigues bajo un influjo que ya conoces. Entonces la duna empieza a moverse. Se abre la arena a unos metros a la izquierda y el guerrero, deja todas las armas que porta, menos la mayor de todas ellas. Un draco de arena surge del interior de aquel montículo, como si fuera un san Bernardo que surge de entre una montaña de nieve. Tiene unos grandes ojos, unos pequeños cuernitos, y su cuerpo medirá casi 8 metros de largo. Su piel, del mismo color de la arena, no da diferencia alguna de esta, si no fuera porque de su lomo cae a raudales, como si fuera agua. El hombre hace frente a la bestia y no tiene ... mucha confianza en si mismo, pero fieramente la enfrenta. Carga contra el hombre y en su carrera te arrolla. Tu cuerpo, como si fuera una pelota al que le han dado una patada rueda duna arriba y en ese momento ves como tu "alma voladora" cae de bruces, estampando su rostro contra la mullida y arenosa superficie. Tus brazos se estiran y escupes arena que había entrado por ojos, nariz y boca, dejándote un gusto reseco y poco agradable.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Espero que entiendas tus "viajes astrales" y los bruscos regresos donde comulgan simultáneamente, en lugar y tiempo tu alma y tu cuerpo.

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13/11/2017, 14:39

Aquellos viajes empezaban a asustarla, no por lo que le mostraban, sino por la incapacidad para volver de ellos cuando lo deseaba. Por el momento no tenia manera de controlarlos y si había algo que odiaba en el mundo era perder el control de si misma. La presencia de aquella enorme bestia la sorprendió apartándola durante unos segundos de aquellas preocupaciones y observo como su cuerpo era apartado como un simple guijarro en el camino.

Cuando por fin tomo de nuevo conciencia y control de su propio cuerpo, se puso en pie rápidamente, escupiendo arena y procurando limpiar su rostro para poder ver bien a su alrededor. Se puso en pie agarrando el cayado de acero mientras hacia un rápido molinete con él, mas por costumbre que por otro motivo. Necesitaba saber cual era la situación, y comprobar si el draco tenia intención de devorarla a ella también.

Notas de juego

Creo que si... que lo entiendo, aunque tampoco tengo mucha curiosidad. ¿Ya hacia esas cosas antes? ¿o es cosa del orbe? Supongo que lo segundo...

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13/11/2017, 18:26
Draco de arena

El draco, a la carga, había arrollado al pobre guerrero, que en estos momentos rodaba por el suelo, visiblemente dañado, ya que parecía quejarse de un pie. La bestia había pasado de largo, y ahora, reducida la movilidad del hombre, una embestida similar podría significar que la mezcla entre dragón y serpiente mentaría carne de hombre.

Notas de juego

Para ti esos "viajes" son algo nuevo

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13/11/2017, 18:47

La lógica empujaba a Nayira a marcharse de allí, aprovechar que el guerrero estaba herido y que la bestia se entretendría con él y poner distancia evitando asi los problemas. Y sin embargo algo la empujaba a quedarse, algo que no terminaba de comprender. Por un lado se decía que el Draco iría tras ella en cuanto hubiera devorado al hombre, que tendría que caminar aun mucho para alejarse sin haber podido descansar, algunas excusas mas revoloteaban en su mente, pero sencillamente y por mas que le costaba comprenderlo, detestaba la idea de que ese hombre muriera así, de forma tan inútil ante sus ojos.

Casi sin creerlo avanzo con rapidez y se plantó ante el herido, interponiéndose a la carga de la bestia. Si actuaba igual cargaría, con una fuerza imparable, así que intentaría aprovechar esa misma fuerza para derribar al lagarto gigante golpeándole en el momento preciso con el cayado de acero. jamas había intentado nada parecido con un ser tan enorme, pero suponía que tendría que funcionar.

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14/11/2017, 10:26
Draco de arena

Te cruzas desde el lado, y sorprendes al dragón, dándole en las patas con tu arma. Esta sale rebotada casi sin hacerle daño, pero eso hace que reoriente su carga, dejando al objetivo que tenía marcado. Empieza lentamente a darse la vuelta, a menos de 5 metros del guerrero, que en el suelo, tumbado, orienta la lanza hacia el "bicho" de manera defensiva. En principio, te pareció que tu ataque fue un mero entretenimiento, pero luego te diste cuenta que el bicho parece que ... está como el guerrero: con un tobillo tocado.

 

- Tiradas (2)

Notas de juego

Niv 8
PV 150
Crit Grandes Criaturas
BO 100EMo/70EGa/90ET
BD 25
CA 4

Una cosilla. El bono +10 sólo lo has puesto en BARRIDOS de RANGO 4. (¿Por qué en el resto no?)

En tiendo que tu ataque en el RANGO 4, ya que es donde has puesto el bono especial.

 

 

Daños

DRACO 52 PV CRIT(A)GC(Aturdido 3 A)

 

Veamos, te explico.

Tu BO es 94, pero tienes un -20 por ser cata de armas. Además te añado un 20 porque el bicho no se lo espera (no sabe que estás allí y le vas a sacudir. No te tenía en cuenta) Además, como le pillas desde un lado tienes otro +15. Además el bicho tiene una defensa de 25.

94+14+20-20-25 = 103

Tendrías el daño máximo del arma (30) ya que se compensa con el daño del ataque. Tienes un crítico A (le haces). Pasa a ser crítico de Grandes Criaturas. (Si fuera de Super Grandes, los A no hacen nada) y con el crítico le haces un montón.

Lo aturdes 3 asaltos. Uno de ellos sin poder parar, así que en el siguiente no ataca, y este es en el que le jodes las intenciones. Primer asalto aturdido. Siguiente es aturdido y sin poder parar. Y tras el siguiente será aturdido nada más.

Los aturididos no pueden atacar, y además tienen (los atacantes) bonos para sacudir.

Además se ve que tienes un subidón de euforia y tiene un bono (+10BO) a tu siguiente ataque.