Partida Rol por web

Día 1

Laboratorios de Soultech, Antártida, por la tarde.

Úmbraf... No, Ro-dri-go, eso Rodrigo miró con pereza y poco decidido el circuito, una simple pista sin demasiadas cosas que le animaran a intentarlo, ningún escrito o lugar decente en el que dormir, aún y así con un bostezo inició el circuito. Tal y como suponía su cuerpo y el humano funcionaban muy semejantes, lo más difícil quizás fue pasar de su habitual manto de sombras a dos piernas que se movían de forma alternativa, una peculiaridad que no le aparentaba ningún inconveniente. Al acabar de pasar toda la pista se encogió de hombros mirando a Mariana - ¿Se supone que hemos venido a jugar? Personalmente prefiero dormir o leer lo sabes bien. - desde su perspectiva aquello era solo un juego, incluso si otros lo pudieran ver una auténtica prueba de adaptación.

Día 1

Laboratorios de Soultech, Antártida, por la tarde.

" A mi no meparece una mala idea. A este saco de huesos en el que me encuentro le vendria muy bien un poco de ejercicio"

Día 1

Laboratorios de Soultech, Antártida, por la tarde.

Kazazu no vía mal lo de comprobar el funcionamiento de sus nuevos cuerpos, al fin y al cabo era lo que había estado haciendo desde que despertase. La forma básica era muy similar a la suya propia, lo que variaba eran las proporciones u el centro de gravedad.

No tardó en darse cuenta de que su cuerpo no era especialmente atlético, en su forma real tampoco lo era demasiado, pero aun así se sintió bastante mas limitado, sin duda tendría que andarse con cuidado con ese cuerpo.

—Pues sí, los cuerpos humanos dejan bastante que desear en cuanto prestaciones, aunque algunos lo notaran mas que otros—. Dijo mirando con una sonrisilla a Abazathor, estaba seguro de que este se iba a cabrear cuando descubriese las limitaciones físicas que ahora tenía.

Día 1

Laboratorios de Soultech, Antártida, por la tarde.

Se relame los labios y su voz seductora dice -Ángeles, magos y mutantes, se ve que el menú en este mundo es aun mas variado, muero de ganas de presentarme formalmente- luego mirando las ropas -una lastima que debamos cubrirnos, estaba disfrutando de la vista-

Acto seguido lucha con su cuerpo por para vestirse como le indicaron y seguir a Mariana a la pista.

Su voz casi inaudible contesta con desgana -Correr, porque no mejor dormir-

Cuando su voz suena de nuevo hace un gran contraste, ya que suena imponente y estridente -¿SOLO CORRE? PUDISTE COLOCAR ALGÚN OBJETIVO PARA DESTRUIR EN EL RECORRIDO- con esas palabras se dispuso a realizar el recorrido con una expresión de odio en su rostro, pero apenas empezó a correr coloco un pie al frente del otro y se fue de bruces contra el suelo.

Al caer la voz inaudible dijo -Era mejor solo quedarnos dormidos-

Pero su voz orgullosa hablo esta vez -No, nadie puede vencer al gran Legio, nadie- y poniéndose nuevamente de pie comenzó a correr y lentamente se fue acostumbrando a su nuevo cuerpo.

Día 1

Laboratorios de Soultech, Antártida, por la tarde.

-Abazathor sabe correr, Abazathor sabe destruir.  Abazathor es el mejor guerrero- gritó y se puso en marcha pero sus pies se enredaron uno con otro y cayó de cara al suelo raspándose la mejilla lo que le provocó una sensación de dolor suave pero inesperada. -¡Aaaahhhhhhh!- gritó con desesperación mientras se ponía de pie para volver a caer de bruces al suelo.  Gruñendo golpeó la pista con sus brazos descargando así su furia para luego ponerse de pie y empezar un trote que rozaba la torpeza.

En su rostro se podía ver la frustración y la furia Abazathor quería destruir algo quería culpar a algo de su torpeza, pero tuvo que guardarse esos sentimientos para mantenerse concentrado en el arte de correr.

Día 6

Laboratorios de Soultech, Antártida, anochecer.

Los cinco días siguientes fueron iguales. Se despertaban temprano en la mañana, desayunaban una comida liviana que constaba en algo llamado café que podía ser sólo o con leche, según les informaron era una infusión extraída de una planta, acompañada de unas masas dulces llamadas medias lunas.  Esto, les explicaron, era para que se acostumbrasen al desayuno promedio de los habitantes del territorio en el que comenzarían sus operaciones.  Después del desayuno volvían a la pista a entrenar sus cuerpos, con el pasar de los días se agregaron tareas algo más complejas, además de correr tenían que trepar, reptar cuerpo a tierra, saltar y hacer una suerte diversa de ejercicios, algo que, por supuesto, generó bastante malestar en unos más que en otros.

En el sexto día la rutina cambió y esa serie de ejercicios se agregó una rutina que pretendía enseñarles a combatir como lo hacían los seres humanos, comenzaron con la enseñanza de artes marciales mixtas para desarrollar el combate cuerpo a cuerpo y en el suelo y luego, ya caída la tarde comenzaron las prácticas de tiro.  En ellas les pretendían enseñar a manipular distinto tipo de armamento humano, similar al que habían desarrollado los Kashick cuando se encontraban en estadíos más cercanos a su edad de oro, pero más primitivos que estos últimos.  Los humanos las llamaban armas de fuego.

Día 6

Laboratorios de Soultech, Antártida, anochecer.

Tavus le parecio curioso que de un dia a otro la rutina que tenia el grupo, ahora tenian que entrenar en el combate. En un principio no le hizo el feo en aprender algunas tecnicas de artes marciales, armas de fuego y a lanzar armas arrojadizas. 

"Como es que estos humanos no usan embestidas o puas venenosas para combatir? menudos aburridos." Tavus cogio una pistola y jugeteo con ella un rato. "Y esto... se come??"

Día 6

Laboratorios de Soultech, Antártida, anochecer.

Con su voz lenta, como si cada palabra le costara decirla hablo -Ese desayuno es muy poco, no contiene abundancia de carne, aún tengo mucha hambre-

-Y sueño, ¿Por qué debemos levantarnos tan temprano?- dice la voz casi inaudible y luego soltando un gran bostezo.

Con su voz presuntuosa y autoritaria habla nuevamente -Dejen de quejarse por esas pequeñeces, nada de eso puede con Legio-

-AL MENOS YA PODEMOS GOLPEAR- dice aquella voz estridente, lanzando algunos puñetazos al aire -PERO TAVUS TIENE RAZÓN, ESTAS EXTREMIDADES SON ABURRIDAS, LES FALTA MAS IMPACTO- continúa golpeando.

Detiene sus golpes y comienza a observar sus manos -A mi me parecen exóticas- dice con esa voz seductora.

Por último habla nuevamente la voz autoritaria -Nada de Tavus, ahora es Pedro Urrutia, debemos acoplarnos a nuestras nuevas identidades- cierra sus ojos y mueve su cabeza en negación.

Día 6

Laboratorios de Soultech, Antártida, anochecer.

.         - Sería bueno que dejarán de ser tan ... quejumbrosos caballeros, es obvio que debemos acostumbrar nos pronto y bien a las condiciones naturales de nuestros cuerpos actuales!    Seguro que con la práctica pronto encontramos algunas ventajas de estos cuerpos humanos! -     Propone Lolth a sus nuevos camaradas antes de acercarse a Mariana para preguntar sugerencias antes de correr, entonces la bella mujer se viste, con ropa apropiada, pero sexy antes de comenzar una serie de calentamientos naturalmente sensuales antes de comenzar a correr siguiendo la ruta marcada por Mariana junto al resto y poco a poco trataría de adquirir destreza, resistencia, cordinación, velocidad y con suerte un poco de integración con algunos del equipo

Día 6

Laboratorios de Soultech, Antártida, anochecer.

La comida que les daban por la mañana se le antojaba escasa y falta proteínas, aunque aquella bebida llamada café si que le gustaba, era amarga y en grandes cantidades activaba las funciones corporales, y sacar mayor rendimiento al cuerpo era más que aceptable.

—Pues esto no está mal del todo—. Dijo alzando la taza de café. —Me pregunto como de concentrado podrá hacerse.

Los días fueron pasando y las tareas iban de mal en peor, él nunca había sido un portento físico ni un gran guerrero, pero con aquel cuerpo se sentía un inútil.

—¿Y cuando vamos a empezar a usar nuestras capacidades menos mundanas?

Día 6

Laboratorios de Soultech, Antártida, anochecer.

-Abazathor está feliz.  Abazathor puede ahora mostrar de qué está hecho.  El gran guerrero que es Abazathor existe aún en este patético cuerpo.- dijo el demonio que se sentía feliz por empezar a explotar las proezas físicas de su cuerpo algo que aparentemente se había transmitido de su ser demoníaco. 

-Abazathor no necesita esas cosas para matar.  Abazathor usa sus manos para aniquilar a sus enemigos y su hacha, Abazathor quiere su hacha.- protestó cuando les hicieron practicar con las armas de fuego, sin embargo al ver el poder destructivo de estas se sintió atraído.  En su mundo nunca había tenido acceso a tales cosas, ya no existían o eran pocos los que las poseían, mucho del conocimiento se había perdido y el demonio estaba acostumbrado a combatir cuerpo a cuerpo aprovechando su porte y su fuerza física 

Día 6

Laboratorios de Soultech, Antártida, anochecer.

La rutina no era del especial agrado de Úmbrofos, pero no tenía especiales quejas sobre su cuerpo.

- A mi me resulta interesante este cuerpo, como se cansan tan rápidamente luego consigo dormir enseguida. ¿No les parece eso magnífico? No duermen por placer, duermen POR NECESIDAD. Es algo magnánimo en estas criaturas, necesitar dormir, quien me hubiera dicho que existía tal maravilla. La parte negativa es que bajan mucho las defensas del cuerpo cuando esto ocurre, pese a que tengo entendido que hay criaturas que duermen con los ojos abiertos ¿Es tarde para pedir alojamiento en el cuerpo de un reptil de esos?

Había estado leyendo, estudiando, aunque le daba pereza la parte física, el era escurridizo y si tenía que atacar preferiría aprovechar su capacidad de pasar desapercibido para ello, nada de estúpidos combates justos, siempre ganaba quien alcanzaba la espalda de su adversario antes.

Mostró una clara deficiencia en el uso de armas, pero una perdida innata al esquivar trampas en los circuitos de obstáculos. No dejaba muy claro si utilizaba el camino lateral de algunos obstáculos, tal como caminar por el lateral de un muro en lugar de escalarlo o salirse de pista para evitar un hoyo lleno de barro, el Adriana haber realizado el recorrido completo aunque no declaraba "por donde" había pasado ¿Cuerpo a tierra? De algún modo en alguna ocasión se quedó dormido intentando hacer tal tarea, en otra fue el primero en llegar, aunque los humanos que inspeccionaban a todos decían no haberle visto. A menudo desaparecía de cámara, y lo que algunos científicos veían como algo gracioso o interesante, los más severos sentían que no hacían bien su trabajo cada vez que el maldito Úmbrofos se escabullía. Ni siquiera le seguían los sensores térmicos, como si el demonio, simplemente desapareciera por completo.

Día 6

Laboratorios de Soultech, Antártida, anochecer.

En los entrenamientos cuando no era su turno, se dedicaba a mirar con lujuria a todos y cada uno de sus compañeros, en especial a Lolth, gracias a su elección de vestuario y a Abazathor por su cuerpo musculoso, a estos últimos también los miraba con envidia en ocasiones.

Su voz presuntuosa suena con gran fuerza -Akasha tiene razón, es solo entrenamiento, debemos acostumbrarnos, o ¿dejaran qué la grandeza de los Kashick sea limitada por estas formas primitivas?, moderaremos estos cuerpos a nuestra voluntad y no nuestra voluntad a estos cuerpos- cualquiera que no conociera a Legio podría decir que era un discurso con fin motivacional, pero ustedes le conocen y saben que es un discurso impulsado por su propia arrogancia.

Su rostro orgulloso luego del discurso, como quien dice he inspirado a mis camaradas y su victoria ahora es gracias a mi, cambio a uno de aburrimiento absoluto y desgana -Ya va ha empezar con sus cosas, llámenme cuando sea la hora de dormir- dice con voz casi inaudible.

Día 6

Laboratorios de Soultech, Antártida, anochecer.

-Veo que están haciendo grandes avances.  Los Dos los felicitan seguiremos con esta rutina e iremos agregando más cosas- mirá a Abazathor -Entre ellas un poco de... "Etiqueta" para que algunos aprendan a comunicarse y no parezcan simios ante los humanos.- gesticuló una sonrisa burlona y continuó -Las próximas fases serán conocimiento del mundo humano donde tendrán acceso a diversas fuentes de información, uso de dones demoníacos y finalmente el cambio de forma para que en este mundo puedan adoptar una forma similar a la que tenían el el nuestro sin morir en el intento-

Luego centró su atención en el que sería Rodrigo -Te pido pongas especial énfasis en la siguiente fase pues tu muñequito humano deberá hacer peripecies en la televisión.  ¡Y no Abazathor no les explicaré que es la televisión!-

Día 18

Laboratorios de Soultech, Antártida, anochecer.

Tal y como había anunciado Mariana las siguientes fases comenzaron, en ellas les enseñaban sobre la tecnología y las costumbres humanas pues deberían pasar desapercibidos entre las multitudes de las ciudades que poblaban el mundo.  A través de Internet pudieron acceder a mucha información sobre la especie, belicosa, conflictiva, caótica en su mayoría, como los Kashick pero en un grado mucho menor que les permitía convivir, sostener sociedades y progresar mínimamente.

Supieron que existían diversas religiones, cada una con su panteón, que una de las que se adjudicaba más seguidores era la Cristiana pero que en definitiva muchas de las personas no eran más que cáscaras vacías respecto a este concepto ya que no practicaban los preceptos de esta.  Otras personas por el contrario eran extremistas al grado tal de despreciar a quienes pensaban distinto o no se comportaban según sus cánones.  Vieron también que esto sucedía casi con todas las religiones y también empezaron a informarse sobre la economía y el dinero y cómo este, junto con otros vicios solía perder a hombres y mujeres en una lujuriosa competencia por ver quien tenía más.

En fin, quienes tenían dones más sutiles que reventar cráneos, casi todos menos Abazathor, comprendieron que había muchas formas de manipular, someter y tratar con los humanos mucho más sutiles que un hacha y una cabeza rebanada.

También comenzaron a practicar sus dones con humanos que les eran entregados como rehenes para sus prácticas.  No sabían de donde venían, pero todos tenían rasgos diferentes y hablaban lenguas distintas, algunas eran comprendidas por ellos, otras les resultaban completamente desconocidas, pero eso no importaba demasiado.  Algunos sabían defenderse y peleaban o luchaban, otros apenas se acurrucaban en un rincón suplicando por sus vidas.

Día 18

Laboratorios de Soultech, Antártida, anochecer.

Deezer se mostró bastante retraído durante las los siguientes días tras el despertar en sus nuevos cuerpos, si que prestaba atención minimamente a los comentarios de los demás, a unos mas que a otros y resultó extraño que alguien de su casta no estuviese tratando de llevar la voz cantante o ser el centro de atención.

Simplemente se concentró en todas y cada una de las tareas del sistema programado de Mariana. Sin distracciones, simplemente daba lo mejor de si una y otra vez hasta la fatiga y con gran diligencia por mucho que no destacase en nada de lo practicado hasta ahora.

Los siguientes días, del 18 en adelante si que encontró algo mucho mas de su interés, la historia de los humanos que resultó fascinante y casi un eco lejano y distorsionado de su propia historia. Con menos capítulos, con menos errores, con el tiempo que ellos desperdiciaron. Su lucha por el progreso y como se destruyen mas a si mismos según avanzan. 

Comprendió que la naturaleza humana es ávida. Ávida de conocimiento y la religión daba una respuesta a lo que su ciencia limitada no, también un dulce consuelo, el autoengaño también cubría esa necesidad. Ávida de cubrir sus necesidades y una vez cubiertas aparecía otra y otra y otra. Ávida de imponerse, de sobrevivir. Ávida de amor, de no sentirse solo. Encontró cientos de maneras de manipularles.

Por su parte todos los humanos que fueron entregados a Deezer sobrevivieron todos menos uno que logró disgustarle demasiado. Él simplemente se dedicó a hablar con ellos, usó alguna vez sus poderes si, pero de forma no dañina. Dialogó y debatió con ellos siempre que el idioma no fuese un obstáculo. Se interesó por sus vidas, creencias, miedo, sueños, esperanzas y por como es el mundo allí afuera. 

Llegó a la conclusión de que sería fácil controlarles infiltrándose en su sistema pero que antes o después se darían cuenta del subterfugio y serían indomables. Estaban avocados a una guerra de aniquilación contra ellos si el proyecto continuaba por ese rumbo.

Casi sintió lástima. 

Día 18

Laboratorios de Soultech, Antártida, anochecer.

Una vez empezaron a aprender sobre la historia humana Legio mantuvo contenidas sus personalidades, al fin había encontrado algo realmente interesante, si bien la historia de estos seres era muy similar a la de ellos, había una gran diferencia, los Kashick eran todos violentos, aunque no todos eran tan directos como Abazathor, algunos como Úmbrafos podían ser más sutiles, pero los humanos tenían algo diferente, habían algunos con actitudes iguales a la de su propia raza, pero también había otros mas dispuestos a ser llevados como masas sin personalidad y esa sola idea le fascinaba.

Cuando comenzaron a traer a los humanos, pudo mostrar al fin sus verdaderos dotes, experimento con todos ellos, no importaba si podía o no entender sus palabras (no hubo distinción por género o raza), todos cayeron rendidos a sus placeres más bajos, si bien ninguno murió, en ninguno quedo rastro alguno de su antiguo ser e incluso algunos intentaban violentamente evitar que les apartaran de Legio, pero no intervino por ninguno, regodeándose en el placer que le causaba todo ello.

-Es una pena que no podamos conservarles como mascotas, son simplemente unos juguetes magníficos- su rostro estaba radiante luego de que otro humano fuera alejado de ellos e implorara quererse a su lado -pero conservarlos terminaría siendo una pésima jugada, estas criaturas terminan por aburrirse de sus amos, para luego traicionarles, algo hermoso, pero inconveniente- termina diciendo antes de dejarse caer en el suelo para descansar.

Día 18

Laboratorios de Soultech, Antártida, anochecer.

Tener humanos en aquel laboratorio fue de gran utilidad. Tavus, o mas bien Pedro Urrutia a partir de ahora, sentia mucha curiosidad por la resistencia de esos humanos al veneno, y cuanto tardaria un cuerpo adulto en morir. 

"Podemos inyectarles residuos toxicos? Me gustaria ver su cara antes de que se desmayen."

Día 18

Laboratorios de Soultech, Antártida, anochecer.

Kazazu se había esforzado mucho en meterse en el papel de Mario Quesada, bastante mas que en todas aquellas pruebas físicas de las que no iba a sacar nada en claro, hasta el punto de que ya era capaz de responder a aquel nombre sin necesidad de pensar.

Tuvieron tiempo de estudiar a los humanos y le resultaron realmente fascinantes, tenían el potencial para hacer grandes cosas, en algunos aspectos incluso podían superarles a ellos. Pero cada dos pasos que daban adelante como especie, significaba dos pasos laterales y uno hacia atrás, al final, todo se resumía en miedo y avaricia. La avaricia de unos pocos impedía avanzar al conjunto de la humanidad y el miedo a lo desconocido, impedía al populacho darse cuenta de ello.

Cuando por fin pudieron experimentar con sus poderes, pidió que le llevasen a los humanos mas cobardes y menos agresivos que pudieran encontrarle. Mario Quesada entró sonriente en la habitación, todos los sujetos de prueba apartaron la mirada, eso si no se acurrucaron temblorosos directamente. Sacó una moneda del bolsillo y la dejó caer en medio de la sala para después salir de ella, cuando volvió a entrar observó complacido como el único superviviente aferraba la moneda con una mano, mientras que con la otra aun sujetaba el cuello de uno de los otros sujetos.

—Interesante, parece que los humanos son realmente susceptibles.

Día 28

Laboratorios de Soultech, Antártida, anochecer.

Había llegado el momento de practicar el cambio de forma lo que requería mucha concentración pues no era algo sencillo de realizar.  Se quedaron encerrados en una habitación y por los altoparlantes sonó la voz de Mariana.  -Ahora concentren su atención en su forma verdadera, expandan su conciencia y sientan como su voluntad hace cambiar sus cuerpos.  Se quedarán encerrados hasta que lo logren-