Partida Rol por web

Al escuchar la "tierna" historia del pequeño polizón por boca de Haster, a Rachna casi le da por reir.

-Está claro que sus hombres actuaron según su entrenamiento... lo cual es de valorar jefe Haster. -comentó la médico mientras llevaba el transportín y lo colocaba cerca de los escáneres de la enfermería. Era difícil de saber si lo había hecho con guasa o en serio.

Tomó otros guantes y se acercó un poco más a la bestia: Muy bien, a ver qué tenemos aqui... -comentó mientras empezó a explorarle con el escáner sin tocar todavía al animalito. Una vez que se asegurara que no tenía nada peligroso, ya vería si lo sacaba del transportín y le hacía un examen a la antigua usanza.

Urunov simplemente negó lentamente con la cabeza, mientras ponía cara de circunstancias. - No, mío no es... - Era imposible. Pero allí estaba. - ¿Iría en el carguero contra el que chocamos? Pero si es así, ¿cómo se coló en la Rock Tinn? No puede ser que llegara flotando... - Mientras hablaba, Urunov miraba el transportín, con la inquietante sensación de que en cualquier momento el bicho iba a lanzarse contra la doctora y zampársela.

El bichillo parecía feliz de estar allí. A pesar incluso de sentirse encerrado en aquella "jaulita", pero al sentir el escaner empezó a roher, y aunque parecía una cría de gato peludo, se comportaba como un ratón de campo, y el transportir, por el lado que el animalito lo rohía, este se deshacía como si fuera un ácido o algo corrosivo.

Sin dejar de recoger las lecturas de aquel bichillo, Rachna intentó tranquilizar a la criatura.

-Ey pequeño, esto no te hará daño ¿vale? -al ver que aquel ser era capaz de deshacer el material del transportin, Rachna abrió mucho los ojos.

-Ehm... me temo que el pequeño bicho es más peligroso de lo que creía: miren lo que es capaz de hacer con el transportin con sólo roerlo. -señaló a la parte que estaba deshaciendo- No quiero pensar lo que podría ocurrir si este "amigo" le da por meterse en un conducto de mantenimiento de la nave donde tiene acceso a la circuitería y al cableado.

Cuando lo enganchas, al tacto y calor de tu piel, ronronea.

Es como un gatito redondito, casi sin patitas.

Las lecturas coinciden, pero este "bichillo" es … antialergénico. No mataría a nadie su contacto, … pero tomar su saliva puede corroerte por dentro como si te hubieras tomado ácido sulfúrico.

Tras cerciorarse de que el gato sólo tenía de peligrosa su saliva, Rachna se atrevió a coger al bicho.

-Caramba. Es muy parecido a los gatos comunes de la tierra. -el animal empezó a ronronear. La médico no terminaba de confiar en una criatura que podía deshacerte la mano si se le atragantaba una bola de pelo- No se si es un experimento genético o... si es una mutación de gato de algún planeta, pero el sistema digestivo tiene que ser realmente único para poder segregar este tipo fluídos... al igual que la membrana mucosa que recubre todo. 

-Señora -dijo refiriendose a Molkov- si no le importa, y dado que mis servicios no van a ser más requeridos por el momento, me gustaría seguir investigándolo...

Buscó algo que pudiera hacer de plato y lo llenó de agua para ver si el "gato" tenía sed... habría que buscar algo para darle de comer... no fuera a ser que le diera por salivar por todas partes.

La capitana de fragata Molkov tenía un rango por el que se regía en la vida, evitando peligros innecesarios. En una categoría especial estaban las criaturas desconocidas que segregaban saliva corrosiva dentro de su nave. Así que miró a la criatura mientras pensaba si pegarle un tiro, tirarla al vacío o pegarle un tiro y luego tiarla al vacío. Sin embargo su teniente de fragata, tenía los ojos brillantes y no había rastro del cansacio acumulado tras atender a los hombres heridos sin descanso, así que le dio un poco de margen de maniobra.

- Shuresh quiero ese bicho tratado como amaneza biológica- si ese bicho tiene siete vidas, acaba de gastar una por la mirada que le dedica la capitana anes de girarse al jefe de asalto- y Haster por el amor de dios, deja de traerte mierdas a mi nave- dice con hartura.

Como quien se da cuenta por primera vez, mira al oficial con el que comparte, o eso parece procedencia, lo mira de arriba a abajo un segundo y luego le tiende la mano para saludarlo.

-Bienvenido Tobarich, me alegro que esté vivo, si la doctora no quiere nada más y todo está bien*, acompañeme a rellenar un simple cuestionario- le dice ya más seria- y reponder algunas preguntas antes de asignarle un puesto.
 

El marine mira al oficial del servicio de exploración durante un instante, y como buen marine, al recibir una orden, se cuadra y da el típico taconazo marcial. Su rostro decía todo lo contrario.

- Si me ha mandado usted a rescatar a los supervivientes. La próxima vez, tendré que preguntar si en los supervivientes se incluyen mascotas y "mierdas de esas".

- Con su permiso, si no ordena nada más. El marine se retiró con el resto de su cuerpo, para la revisión de material y organizar los servicios de alerta, para una nueva intervención

Mikhail respondió con un apretón de manos al saludo de la mandamasa de la nave y asintió. - Por supuesto, Capitán. Creo que la doctora ya había terminado conmigo. - Una elección de palabras algo desafortunada, pero correcta al fin y al cabo. No pudo sino echar un vistazo de reojo al cadáver del pobre Estulin. Con él sí que habían terminado...

Pensó un momento en ese pequeño cuestionario que iban a hacerle (esperaba que no incluyera esclarecer la procedencia del Gato Corrosivo, porque no tenía ni la más mínima idea del lugar del que había salido). Y también pensó en ese puesto al que iban a asignarle. Porque, estrictamente hablando, él no pertenecía a la Marina, sino al Servicio de Exploradores. Pero un explorador sin nave, metido en una nave militar en camino a quién sabe dónde, lo mejor que podía hacer era asentir y ponerse a ayudar. Por lo menos, hasta que llegaran a algún puerto seguro.