Partida Rol por web

Uno de tus marines solicita hablar contigo. Suena preocupado.

Mikhail se quedó en la enfermería, obedientemente, y tratando de no molestar. El cadáver de Estulin seguía donde lo habían dejado, y Mikhail no podía dejar de echarle un vistazo de cuando en cuando. La muerte de su subordinado le resultaba irreal. La muerte siempre tenía un componente de irrealidad, de algo que no encajaba correctamente en el mundo de los vivos. 

Pero poco podía hacer, más allá de estar tranquilo y esperar que vinieran a interrogarle y probablemente a asignarle algún puesto donde pudiera ayudar. Y cuando la misión de esta gente terminara y pudiera volver a su nave... 

... su nave.

- Capitán... ¿sabe si están remolcando mi nave o si la han dejado en el espacio?

Había algo que le estaba rondando en la cabeza desde hace un tiempo. Un pensamiento inquietante.

Durante los siguientes minutos, Rachna se dedicó a leer una serie de documentos y pasar de nuevo el escáner sobre el cuerpo de Estulin.

- Capitán... ¿sabe si están remolcando mi nave o si la han dejado en el espacio?

Aquella pregunta pareció sacarla de sus pensamientos un momento. Durante un momento se mordió el labio... luego se encogió de hombros.

-Si le soy sincera no tengo la menor idea. -hizo una pausa- Igual el Comisario lo sabe aunque... yo creo que la misión corre tanta prisa que no se molestarán en remolcarla. Quizá si le pongan un baliza o algo. -Se dio cuenta que a lo mejor no había sido muy diplomática. Aquel hombre no lo había pasado bien.- Lo siento Oficial. -finalizó con sinceridad.

Volvió entonces al estudio del cuerpo de Estulin y entonces siguió con lo que le había llamado la atención. Tomó unas pinzas y pareció coger algo. Lo metió en el escáner... esperó... y una luz roja en el resultado hizo que frunciera el ceño.

-Ehm... ¿viajaban ustedes con algún animal o criatura? El señor Estulin tiene rastros biológicos que no puedo identificar...

Mikhail sintió un sabor metálico en la boca. El sabor del miedo. - No. No llevábamos ni animales ni nada biológico, más allá de las provisiones. Mi nave transporta personal y mensajes, básicamente. - No tenía muy claro cómo seguir esta conversación. - Sin embargo... hace un rato me ha asaltado una extraña sensación. Como si... - miró a Estulin, como si fuera a levantarse en un instante. En su voz había un leve temblor. - ... como si hubiéramos dejado algo vivo allí. 

Miró a la doctora. - Pensará que estoy loco y yo mismo me lo estoy planteando. Quizá me estoy dejando sugestionar por la misión que nos habían encomendado...

-Afirmativo. Hemos rescatado a dos supervivientes, pero uno de ellos ha fallecido por causas que aún se desconocen.

La Señora Comandante está revisando un documento que le acaba de pasar personal del puente. Escribe unas notas sobre el papel y le orden al operador: - Transmitir. Con una voz severa y directa tras retornarle el papel. Tras eso contestó: - Lo siento Señor Urunov, pero sería una maniobra lenta y peligrosa, para la cual esta nave no está plenamente preparada, y tenemos una misión que cumplir.

Miró a la doctora para aclarar: Ya tiene una baliza propia indicado posición, y nosotros hemos transmitido un mensaje con la situación y posición a la Base Naglio Biblis para que inicien las operaciones pertinentes. Estaba sonando un tanto apresurada. Como que ahora le apremiaba otra cosa.

El Cabo atiende al comunicador y tras unos segundos comenta:

- Con su permiso Comandante, voy con los marines. Y sin esperar orden o permiso alguno, directamente se marchó.

Ya, ya... bueno, yo lo decía simplemente porque la Capitana de Fragata no estaba en la enfermería. Entendía que aunque estuviera entre los destinatarios del mensaje, se supone que no lo estaba leyendo.

Pero vamos, no digo ná. Tú mandas.

La aparición de la Comandante no pilló de sorpresa a Rachna... casi que soltó un pequeño suspiro de alivio cuando ésta pareció tomar cartas en el asunto y aclarar las dudas que habían quedado en el aire por parte de Urunov e incluso las suyas propias.

Miró al "naufrago" y acertó a decir: Señor Urunov, esta es la Capitán de Fragata Molkov, nuestra oficial al mando. -no sabía porqué, pero le parecía que faltaba algo así para tranquilizar el ánimo del oficial rescatado.

Visto que todo parecía haberse arreglado, sólo añadió: Señora... he encontrado algo raro en el cuerpo de Estulin, el otro rescatado que murió nada más llegar aqui... pero no puedo dar ninguna conclusión por el momento. 

La inesperada llegada de la Capitán hizo que pegara un respingo; no la había oído venir. Se repuso rápidamente y asintió ante las palabras de la mujer. - Entiendo, Capitán Molkov. - En realidad, poco más podía hacer. La nave se quedaría vagando en el espacio hasta que en Nagio Biblis tuvieran a bien enviar a alguien a buscarla... y eso contando con que no llegara antes algún grupo de saqueadores y la desguazaran. O intentaran ponerla en funcionamiento y la partieran en dos.

Bien, ya estaba aquí una de las personas que podía empezar a interrogarlo (aunque no parecía tener la más mínima intención de hacerlo). Por si acaso, se quedó allí, de pie, con un cierto aire marcial que no le salía bien en absoluto. 

La Capitán de Fragata levanta algo parecido al transportín que tendría un gato o un perro pequeño. Dentro había una pequeña bola de pelos. Era poco más o menos como si fuera un gato, pero del tamaño de menos que un puño de una persona de tamaño medio.

- ¿Puede ser que sea pelo como de este "bicho"? Soltó como si fuera … un desprecio. A un polizón no lo hubiera tratado mejor un pirata del renacimiento. (Y no le ha hecho andar por la plancha, para tirarlo al mar, porque no hay ni agua ni tiburones). El bichillo parecía frágil y delicado. Inocente incluso y miraba con pena.

La atención de Rachna cambió al transportín que llevaba Molkov. Se acercó a aquello y, desde la distancia, hizo un primer examen visual.

-Bueno, parece que hay altas probabilidades de que esto sea el causante de los restos que he encontrado en el... fallecido. -torció el gesto un momento- Pero tendría que hacerle un examen más exhaustivo, aparte de cruzar todo con la base de datos de la Flota para ver qué es. En apariencia parece inofensivo, pero podría ser un nido de patógenos o tener algún tipo de saliva peligrosa. Nunca se sabe.

Tras eso se ofreció ella misma a coger el transportín.

Mikhail miró el transportín con cara de incredulidad. - ¿Eso estaba en mi nave? ¿Cómo diablos ha llegado hasta allí?

Tras un gesto de la Señora Comandante, y ceder el transportín a la doctora, el Jefe del Grupo de Infantes de Marina tomó la palabra:

- Se enganchó a la pierna de uno  de los marines, y este, asustado le dio una patada. El pobre bicho gimoteante, parecía inconsciente. Tras sacudirlo un poco y ver que seguía respirando, les dio a las tropas pena, y pensando que casi lo mata y se lo han traído de la nave rescatada. Aclaró tímidamente: - Pensaron que era su mascota. Mientras miraba al Señor Urunov.