Partida Rol por web

Suena tu pad de mando. Lo tenías en modo silencio, pero cuando te temblequea la pierna, ya sabes lo que es.

Al mirar el reloj, en la pantalla sale:

Novedad de personal.

Está en el puente, el recién llegado nuevo jefe del equipo de intervención de Infantería de Marina.

Al oir aquel "comunicado", Rachna indicó al personal bajo su mando que se personara para la recepción de la "jefa". Habían sido unos días duros de trabajo reacondicionando la nave pero parecía que al final la misión iba a comenzar. No se había alistado para estar eternamente en un astillero espacial, sino para viajar y ejercer su profesión. Aquella había sido la parte del trabajo aburrida pero necesaria.

Por suerte llegó con los suyos poco antes de que la "jefa" entrara. Menos mal... no sería bueno empezar con mal pie. -pensó la galena.

Ekaterina miró su navío durante un buen rato, ahí parada como quien observa un glaciar buscando un movimiento que otros a su alrededor no pueden ver. Es alta, está vestida con el uniforme de gala, aunque varios botones blancos de cuello están desabrochados, como ese ejecutivo que tras salir de una reunión de fusión de megacompañías se afloja la corbata, por no lanzarla por la ventana. Su pelo rubio está ahora recogido en un moño, dejando al descubierto el lado afeitado de su cabeza y el tatuaje de un significado que nadie sabe ni se ha atrevido a preguntar. Se comenta que una vez un cadete le preguntó por ello y ahora sigue haciendo preguntas mientras flota a la deriva en el espacio.

Desvió la vista del casco de la nave y respondió al saludo de los oficiales que estaban presentes, veía muchas caras nuevas, pensaba que le respetarían a su antiguo grupo de mando, pero sabía que después de aquello, habrían cambios. No vale la pena pensar en ello, habría que adaptarse a lo que tenía, incluso si muchos de ellos eran recién salidos de la academia.

-Toda la tripulación en el Hangar formados en diez minutos- ordena la capitana mientras se quita su gorro y accede a la nave, derecha a su despacho para ultimar unos detalles.

La tripulación, exceptuado el personal de guardia, que está en sus puestos, se dispone a formar de inmediato.

 Paso los diez minutos merodeando por el hangar, evaluando al personal subrepticiamente al tiempo que someramente la nave desde el exterior.

  Al llegar el momento de la revisión tomo mi lugar junto a la capitana un paso por detrás  a su derecha.

Grupo heterogéneo.

Mezcla de novatillos y de gente con cierta veteranía. Lo que está claro es que la mayoría no hace ni una semana que están a bordo.

Hauk aprovecha cada minuto de espera de la Capitán de Fragata para lanzar severas miradas a sus marines. Parecian jóvenes, demasiado jóvenes. Al menos sabían formar bien. Tanto el como sus chichos y chicas estaban allí donde tenían que estar. Ese era el mejor don de un marine. Si tenías que aguantar bajo una lluvia de morteros para cubrir a tus compañeros, aguantabas. Si tenías que esperar una semana subido en una maldita palmera con un rifle francotirador, lo estabas. Si tuviesen que aguantar mil años de pié esperando a su capitana, lo harían, por ella. Los marines eran adictos a las ordenes y, cuanto mayor era la fuente de la cual procedían, más pura y potente era la autoridad que emanaban. Por eso, en aquellos momentos, sabía que su mirada era exactamente igual que la de todos los hombres y mujeres bajo su mando: era la misma que si aun creyente se le apareciese el mismo Dios.
Porque los soldados estaban alejados de las peleas de poder, no deseaban el puesto de ninguno de sus superiores, solo deseaban sus ordenes. Y, de entre ellas, la de entrar en acción.
Cuando intuyeron que la Capitán iba a empezar a hablar casi pudo sentir como su corazón y el de sus marines se detenían para que sus latinos no entorpeciesen ninguna de sus palabras.

Rachna observó a su nueva comandante. Parecía entrar dentro de los "canones" del mando. Expresión dura, exudando disciplina en sus movimientos y autoridad en su tono de voz. La capitana médico ya estaba acostumbrada a lidiar con aquello, asi que le hizo una señal a sus subalternos para que se añadieran a la formación y ella misma ocupó su lugar esperando la revista, sin dejar de observar más aún a la mujer y a cualquiera de los otros oficiales o jefes.

La primera impresión era importante, aunque tendrían tiempo de llegar a conocerse. Si algo tenía la vida en una nave, es que era un espacio pequeño en el que era difícil no coincidir o no hablar o no conocerse.

Cuando llegó al hangar estaba la tropa en formación, sin más ceremonias se colocó junto al Comisario. Miró a todos y cada uno de los que formaban la tropa, estaba un poco más nerviosa de lo que pensaba que estaría. Calmate Ekaterina, hazlo lo mejor que sepas y tráelos de vuelta, eso es todo.

- Soy la Capitán de Fragata Ekaterina M punto Molvov.- su voz es clara y alta- a mi lado se encuentra mi segundo al mando, el Comisario Naval Carl Jenkins- las pausas son importantes pues ahora viene toda la metralla- La gloriosa armada en su infinita sabiduría ha tenido a bien encomendarnos una misión de exploración y rescate de amenaza incierta-no le han codificado el nivel de amenaza, todo ha sido muy ambiguo, así que no tiene una mejor manera de decirlo- nos dirigimos a interceptar un pecio del que habíamos perdido contacto hace un tiempo. Así que eso vamos a hacer vamos a entrar, evaluar y salir- ahora desvío la vista al pad de mando de mi muñeca para confirmar nombres.

-Teniente de Navío Shuresh- espera que le conteste- encárguese de tener material de sobra para tratar a posibles supervivientes, su cuarto ya le ha sido asignado por operativa, espero que lo entienda- afloja un momento su fría mirada, pues no es costumbre que se impongan los cuartos- así mismo cualquier cosa que se le ocurra hágasela saber al comisario.

-Cabo mayor Haster- espera que le conteste- asegúrese que tenemos lanzas térmicas y soldadores de casco, y que dos de sus marines sepan usarlas, quiero que podamos entrar y salir por donde queramos de esa nave, también quiero raciones, mantas y jofainas extras en el hangar por si encontramos a los nuestros con vida.

-Ingenieros, quiero un informe detallado de la nave para AYER sobre mi mesa- ahora cambia el tono, mucho más cínico, no queda muy claro si es una imitación o una frase que tiene preparada-  Nos iremos en cuanto esté todo preparado así que más vale que os vayáis a la cantina esta noche a reíros y a hacer el gilipollas o a menear vuestras pichitas en Skype con vuestras novias, o a meterla en cualquier agujero. Pero sea lo que sea hacerlo, porque mañana a las seis de la mañana, vuestros culos serán míos. Pueden retirarse.

Se rompen filas y muchos no saben ni donde ir.

La estación era grande, pero a saber. Era un buen momento para explorarla.

Combustible : 100%

Raciones 12 personas : 100 días.

Estado operativo ingeniería : Planta de Potencia 100% /// Motor de Maniobra: Responde a pruebas in situ, pero se precisan pruebas de mar /// Motor de Tránsito : Testeos del personal de astillero (informáticamente) correctos. Se precisa pruebas de mar.

Transbordador 100%

12 armaduras (blindaje corporal de asalto) y equipo de asalto (armas y material)

Munición marines 100%

Soporte vital 100%. Repuestos para 12 meses.

Complemento de personal completo y un médico de refuerzo.

De manera directa la nave está renovada al 100%, pero faltas las pruebas de motores en el espacio.

Hank escuchó con devoción aquello que decía su capitana. Solo canvió el gesto al escuchar los datos sobre la misión. La dificultad de la misma no había sido evaluada por lo que tendrían que tomarla como si se tratase de un nivel de amenaza alto... a no ser que se demostrase lo contrario. Escuchó con atención las ordenes hasta que la capitana le pregunta directamente.
Presente señor. le responde junto a un saludo militar. Escuchó a la capitana con atención, grabando cada palabra en su memoria. Así se hará señor.
...Pero sea lo que sea hacerlo, porque mañana a las seis de la mañana, vuestros culos serán míos. Pueden retirarse.
Así lo harían.
Marines, conmigo. Vamos a realizar diez rutinas de ejercicio en la cubierta.
Nota la interrogación en las miradas de algunos de ellos ¿Con el traje de gala? Lo que quería era un absoluto y contundente Sí señor aullado a una voz por todos aquellos soldados.
Veinte rutinas. Quiero ver con que soltura hablan bajo severo esfuerzo físico porque cuando acaben esas sesiones he de saber con que armas son buenos, que actividades se les dan bien, si se masturban escuchando a Alan Cohen y los nombres de todas sus mascotas, presentes, pasadas y futuras. ¡Vamos! Esta vez entienden y responden adecuadamente. La próxima lo harán a la primera, de eso Hank está seguro.
Necesitaba conocer ya de que pasta estaban hechos para saber quienes realizarían más rapidos los encargos que le había dado la capitana.
Si dáis todo lo que tenéis esta noche podréis celebrarlo con vuestros trajes de gala de repuesto, porque espero que tengais, siempre puede salir un imprevisto. Y este imprevisto os va a hacer sudar. Mucho. Arr. Uno-dos. Uno-dos...

Los soldados de Infantería de Marina respondieron al unísono, y en fila, marchan trotando a cambiar su uniformidad a la que tendrían que portar para cumplir la orden que les acababan de encomendar.

La galena escuchó las palabras de la "jefa" con atención. Aquello de "amenaza incierta" provocó que frunciera el ceño un momento para luego elevarlas. Aquellas significaba la manida frase de: "espera lo peor y prepárate para lo peor". 

-Teniente de Navío Shuresh

A Rachna le costó unos segundos responder dando un paso al frente un momento, puesto que normalmente estaba más acostumbrada a "Capitán" o "Doctora".

-Presente, Comandante. -dijo de manera formal con tono seguro. Tras recibir sus indicaciones, asintió y miró también al comisario al que dedicó un leve cabeceo.- Así lo haré Comandante.

Una vez terminó el discurso lleno de los típicos tópicos y palabras malsonantes dedicadas a los marines y de que la Comandante terminara de presionar a los ingenieros para salir lo antes posible, la reunión terminó.

Visto aquello, se le ocurrió hablar con el Comisario, pero lo cierto es que quería asegurarse de que todo el inventario estaba completo antes de decir alguna tontería. Era demasiado perfeccionista en su trabajo como para permitirse un desliz el primer día, asi que "puso rumbo" para asegurarse que todo estaba en su sitio. Anotó en su cabeza estar preparada por si alguna de esas rutinas de marine acababa con alguna lesión menor que curar. En su afán por ver quien la tenía más larga, alguno cometía algún error y acababa malparado. Luego tenía que ir ella a solucionarlo.

La capitana se deja caer en la silla con un suspiro, mientras los hidráulicos de la misma protestan y se ajustan al cambio repentino de peso. Hurgando en uno de sus bolsillos saca un par de pequeños botes de pastillas, abre ambos y separa un par de pastillas blancas con letras en rojo. De otro bolsillo saca una pequeña petaca y la coloca sobre la mesa. Los analgésicos bajaron con el trago de Vodka bastante fácil, luego guardo todo en el primer cajón del escritorio.

Enciende la terminal y mientras se va cargando los datos, se levanta y se quita la chaqueta apretada del uniforme de gala. Debajo tiene una camisa de asillas blancas, que deja al descubierto algunas de las cicatrices recientes que todavía están muy rosadas debido al poco de tiempo de recuperación que estuvo en el hospital antes de pedir el alta voluntaria. Se la coloca bien tirando hacia arriba de las asillas para colocarse bien un busto bastante normalito, gracias a dios, y haciendo círculos con los brazos, comprueba la movilidad de sus hombros antes de volverse a sentar.

Han volcado una computadora nivel 3, lo estándar en este tipo de cruceros que junto con el Reactor de tránsito Interestelar F hará que la nave lleve a su objetivo en menos de tres días, así, a groso modo. El chequeo de los sistemas sigue sin pausa, llenado de colores verdes y símbolos de OK en todos los apartados de la nave. Falta probarla en navegación pero todo está como tiene que estar de momento.

Ekaterina ha tenido una par de años de destino en Astronavegación así que pasó la tarde haciendo sus propios cálculos de cuánto tardarán en llegar y como acomodar la velocidad para no pasarse su objetivo, tendrían que desacelerar mucho antes por si el objetivo acelera mientras ellos están en pleno salto, en principio tienen combustible de sobra. Después, comparará datos con su navegante para cotejar sus resultados. Domina el programa a la perfección porque lo ha usado mucho, sin embargo no tiene la soltura para poder modificarlo para buscar nueva ruta más precisa, no tiene el conocimiento de programación específico.

Solicito a sí mismo por las vías pertinentes, un diagrama de la nave a abordar y varias sondas de exploración extras.