Partida Rol por web

Sinrió agradecida; pero tenías razón. La pobre tenía hambre, sed y ganas de mear. Cuando salísteis de la influencia gravitatoria de aquel planeta quedasteis en "a la deriva" ahorrando, salió corriendo. Se meaba "toa".

Después de que Elisse cubriera sus necesidades físicas, Liam preparó algo de comida. Comieron en silencio, Liam sumido en sus reflexiones mientras contemplaba el rostro cansado de su pupila. Tras la comida, Liam tuvo que ordenarle que se retirara a descansar ya que la muchacha se empeñaba en terminar el proceso completo, pero no le dejó.

LIam preparó la nave para un nuevo salto. Una vez llenados los depósitos y tras haber salido de la órbita del gigante gaseoso, preparó una ruta que le llevaría a la distancia de salto de la estrella principal del sistema.

Contempló el plan de ruta que tenía previsto, el siguiente salto les llevaría a Liikham, un mundo industrializado con un nivel tecnológico muy alto, un buen lugar para adquirir a buen precio alguna computadora usada de segunda mano con la que poder trastear con la memoria que había extraído del pecio abandonado. Además, había una base imperial en el mismo a la que podría recurrir llegado el momento, pero prefería pasar más discretamente por el sistema.

Por ello pensó que sería bueno pasar unos días en ese mundo. Comprobó los fondos disponibles para poder alquilar un pequeño apartamiento. La memoria era algo secundario, su misión principal era el "reclutamiento" de nuevos sensitivos. No le agradaba mucho, pero en un mundo tan densamente poblado quizás podría buscar algo que no llamase excesivamente la atención y le permitiera una extracción "limpia".

Aprovechaba que su compañera dormía. Liam no sabía su opinión y no le había comentado esa parte tan importante de su viaje.

Contempló el volumen de combustible refinado, esperando el momento para poner rumbo al punto de salto.

17:10 del día 10, años 1034.

¿Dónde quieres saltar?

Tras 23 horas refinando, está al 100 (Bueno, casi, falta lo que gastas en este día de espera para transformar el gas absorbido en algo más aprovechable)

07:51 del día 12, año 1034. LIIKHAM (2911) - Sector Fornast - Subsector Sanny.

La nave había por fin depurado suficiente combustible y tras el éxito cosechado por su pupila tenían el depósito lleno. La distancia de tránsito era correcta. Liam llamó a Elisse.

- Este salto lo voy a hacer de nuevo yo, pero quiero que observes bien todos los pasos, porque espero que el próximo lo hagas tú misma. Estoy seguro, además, que Mindala te ayudará llegado el momento.

- Como te comenté, vamos a Liikham. Este es un planeta importante y espero hacer escala en el mismo. Preparemos el tránsito.

Liam accedió a los programas de astronavegación y trazó el rumbo sin problemas, era una tarea rutinaria que no llevaba más historias. Con el rumbo trazado, cambió de programación para centrarse en el reactor de tránsito y establecer las pautas de energía requeridas. Al ser la labor en la que antes se había confundido, tuvo cuidado pero le costó un tiempo asegurarse que las cosas iban a salir bien esta vez.

- Vamos allá. - Liam confirmó la orden y un globo de hidrógeno ionizado de formó alrededor de la nave, cerrando el espacio e iniciando el tránsito. La computadora devolvió el valor de tiempo estimado, unas dos horas menos que el anterior.

Liam se levantó del asiento del piloto y se estiró. Se le notaba ya muy relajado en compañía de Elisse.

- Tenemos casi una semana por delante, y no vas a estar ociosa. - respondió con malicia - He cargado una serie de ejercicios para centrar y relajar la mente. Además no vamos a descuidar tus estudios generales y me gustaría conocer más a fondo esa relación tan especial que parece que tienes con Mindala. A trabajar.

Después del incidente del pecio abandonado, Liam quería tranquilizarse y sumergirse en una rutina de trabajo normalizada. En cuanto llegasen a Liikham tendrían mucho que hacer.

El salto es normal y sin problemas, pero notas a Elisse algo distraída. Como ausente. Es como si escuchase a alguien más que no ves o está presente. No te preocupa demasiado, pero sigues adelante.

04:00 del día 19, año 1034. LIIKHAM (2911) - Sector Fornast - Subsector Sanny.

Nada más llegar a vuestra  re-entrada, se te avisa por un patrullero. hay un contacto que requiere una atención urgente. La nave ha de estar a poco más de una hora de vuelo, y ... es extraño el contacto que te da en los sensores.

- Mindala, aquí el TIS "INDOMABLE". Su voz sonaba autoritaria por el comunicador. - Le habla su comandante. Tenemos carga para ustedes.

No era normal, pero realmente trabajabas para la Armada del Tercer Imperio, así que si te pedían un porte, tampoco era extraño, pero notabas algo en su voz. No debía ser un paquete para entregar ... sino algo para ti, que transportar o que hacer.

Liam consultó en la base de datos el identificador de la nave para asegurarse de que era realmente la nave que decía ser. Una vez se hubo asegurado, habló a Elisse:

- Ponte a los mandos de la nave y a la primera de cambio, nos largamos. - En el espacio toda precaución era bastante poca, aunque en un espacio altamente civilizado como el de Liikham era muy improbable que la nave no fuera lo que decía ser.

Abrió canal con la otra nave.

- Coronel Liam Allym del Mindala. - Se indentificó - ¿Es muy grande? ¿Necesitan que abramos la escotilla de carga?

Liam ya se estaba poniendo el traje espacial por si tenía que ir a la zona de carga y atender el pedido.

04:12 del día 19, año 1034. LIIKHAM (2911) - Sector Fornast - Subsector Sanny.

- Coronel ... no conozco su nave pero creo que sería mejor que lo comprobase por usted mismo. Sonaba sincero. Per intuías en sus palabras que ... algo grande si era. Y te parecía que no solo era por el tamaño, sino por lo delicado. - Soy el Capitán de Fragata Bahuam, y le invito formalmente a desayunar conmigo. Así le daré también instrucciones y correo para su tripulación. Estaba claro que deseaban que les visitases.

- Estaré encantado de asistir, Gracias. - Tras responder, Liam cortó la comunicación. Comprobó la hora de a bordo de ambas naves. El desayuno de una iba a ser un ligero almuerzo para la otra, no estaban tan desincronizadas.

- Elisse, te quedas al mando. - No iba a correr riesgos dejando la nave en piloto automático, prefería que su compañera se mantuviera en el puente por si surgía cualquier complicación. - En cuanto aterricemos te prometo llevarte al restaurante que te apetezca. - Prometió. Elisse se había portado muy bien y no era justo dejarla a bordo, pero era necesario.

La maniobra para poner ambas naves juntas y lanzar un cable entre ellas se realizó de forma rutinaria. Liam atravesó el espacio que las separaba sin problemas. Entró en el "Indomable".

La maniobra la dirige el patrullero. Es normal, ya que las autoridades militares, de control de tráfico, y policiales (En ese orden) eran autoridad para el control. De todas maneras te sorprendió. Era una nave de combate pequeña. Como si fuera dada para misiones especiales o para ... muchas cosas. Los patrulleros polivalentes solían ser naves coloniales. O sea, cruceros algo más grandes que este, así que, o esta era una nave para incursiones ... o era de algún grupo especial. Tendieron un gancho de asalto que se acopló con amabilidad a tu nave. Sería usada de "puente" así que no había que abrir brechas ni nada por el estilo. Sabías que piratas y otras formaciones paramilitares usaban esos artilugios para sus misiones, pero la armada solo las tenía en las naves de asalto, y esas no solían ser con capacidad de salto.

- Eran ... tropas especiales.

Nada más llegar el Señor Comandante de aquella nave te esperaba. Te saludó marcialmente cuanto pisaste su cubierta y una escuadra (sólo dos) estaban formados tras este, dando honores (presenten armas). Al chocarte la mano el "jefe" del patrullero, los soldados descansaron el arma. - Buenos días coronel. (Es de un empleo por debajo del tuyo) - Desayunemos primero y ... luego le acompañaré a ver la carga. Ofreció.

Liam saludó militarmente al comandante y a los dos miembros del escuadrón que formaban detrás del mismo.

- Gracias por su hospitalidad, Comandante. Por supuesto, estaré encantado en acompañarle en el desayuno.

Se dejó guiar por sus anfitriones.

Tras un fugaz desayuno, en el que te cuneta que son una unidad de contrapiratería, que asalta a naves con esas malas intenciones, te acompaña a la enfermería. Allí, un médico naval, atiende, con un par de enfermeros, que parecen más unos soldados novatos que otra cosa, a un herido. Tiene el vientre abierto, como si de una llamarada o explosión se tratase. El médico levanta la vista y señala en una dirección. Hay dos cápsulas de hibernación. Una de ellas está forrada por dentro con sangre. Igual que si un cuerpo hubiera estallado desde dentro. Vísceras aún gotean por dentro. Ambas son de esas que son tumbadas, como si se tratasen de ataudes. La otra tiene el cristal roto y está casi igual de decorada. Por el agujero te cabría perfectamente el brazo. Frente a estas hay dos más. De esas que están en pie, con cierta inclinación.

Esas dos tienen cuerpos de gente joven. No mayores que Elisse. Entonces te dio el disgusto. - Son Activos PSI descontrolados. Señaló a las cápsulas en pie. Luego cambió a un registro más alto y te empezó a dar instrucciones: - En el planeta hay dos más. Se tiene que hacer cargo de los 4, pero los de superficie los tendrá que localizar y detener por si mismo. Nosotros podemos hacerle asistencia desde aquí, pero no podemos bajar a tierra por nuestra misión.

El médico levantó la cabeza. - No hay nada que hacer. Ha muerto. Los ayudantes, de inmediato empezaron a recogerlo todo y el comandante se entristeció. Bajó la mirada y masculló entre dientes: - Otro más. Te miró a la cara. Sereno y severo te ordenó. - Y hágalo pronto. Parte de tu contrato con la Armada Imperial eran esas cosas, pero ... era la parte que menos te gustaba. Había algunos que se les podía convencer, pero cuando se descontrolaban, podía pasar de casi de todo. Locos psicópatas, jefes de otros grupos que controlaba, dirigen o simplemente tienen sometidos a modo de dios ...

Liam asintió. Era parte del trabajo, parte desagradable, pero necesaria. La sociedad era muy reticente con los dotados de capacidad psi y muchos de ellos se tenían que buscar la vida. A veces, simplemente, era gente perdida que hasta agradecía cuando se le daba un lugar donde poder desarrollarse y vivir más o menos dignamente. Pero otros eran supervivientes, acostumbrados a no depender de nadie y, la mayoría de las veces, con una visión distorsionada de la sociedad.

Esos eran los peligrosos, sobre todo cuando habían alcanzado un alto nivel de desarrollo de su capacidad. En otros casos eran líderes o servían a bandas o grupos que los protegían.

- Me haré cargo de los dos que están vivos - Avanzó hacia el par de capsulas de hibernación que los contenían, observando las pantallas y confirmando que todo estaba en orden. - pero los dos cadáveres son cosa suya.

- En cuanto a los dos activos en el planeta, asumo la misión y le libero de cualquier responsabilidad al respecto desde este instante. Necesito la información disponible de los mismos, última localización... lo que tenga de ellos. Transfiéralo a la computadora de mi nave.

Puso su marca personal sobre las órdenes como acuse de recibo, sintiendo como el comandante se relajaba de la tensión acumulada. Si hubiera podido interceptarlo en tránsito seguramente lo hubiera hecho.

- Pueden llevar las dos capsulas a mi nave y conectarlas al soporte vital. Supongo que tras esto tengo ya vía libre para continuar al planeta.

Una vez más, saludó militarmente. Estaba todo dicho, solo faltaba recibir "la carga", los datos y continuar.

Y hablar con Elisse, por supuesto.

Dijo con pena, como si fuera una sentencia: - Los muertos son parte de la dotación de esta nave.

- Clave de transmisión -000-327-227-127. Cuando llegue el comunicado de clave ... será tranferida toda la información. La "carga" será transladada en breve. Al haberse montado el "puente" si se tenía cuidado, podrían transladarse con ayuda de 4 personas, pero ... había que ser cuidadoso. Tenían que seguir majo el coma de hibernación y no perder ninguna de las condiciones de la cadena de seguridad. Las baterías y demás no eran problema, ya que tenía suficiente autonomía para trabajar media hora sin estar en su base. Lo bueno es que trabajar en microgravedad, la media tonelada ... era coser y cantar. Lo único son los golpes contra algo, y por eso se usaban 4. - Usted pondrá 2 de los "porteadores" y mi nave otros dos. La maniobra no era rara, sobre todo por las evacuaciones médicas.

- No es posible - respondió al instante Liam. - Mi compañera una estudiante de 10 años a mi cargo, no la voy a hacer pasar por esto innecesariamente cuando nosotros ya somos cuatro.

- Es muy pequeña. Esto lo podemos hacer entre los cuatro en un momento.

Liam no tenía intención de discutir.

- Bien, pues si mi ofrecimiento no le vale, hágalo usted solo. Hizo una seña y retiró a los dos hombres de la escolta, que eran los que ayudarían.

- Tiene 10 minutos para sacarlos de mi nave o yo les sacaré las entrañas como ellos han hecho con mis hombres. Saca su pistola del correaje que porta a la cintura y monta esta.

Liam se alzó de hombros, la respuesta del comandante le pareció totalmente desproporcionada, pero no iba a discutir con un capitán en su propia nave. Estaba claro que el hombre estaba dolido por la muerte de sus hombres a manos de los psiónicos, pero Liam tenía clara su posición y estaba dispuesto a cargar con la responsabilidad de sus actos.

- Si no quiere venir no lo haga y si decide retirar a sus hombres, es su decisión. Podemos intentarlo los tres, pero mi pupila no se mueve de la nave. 

- Su nave, sus reglas... si no va a ayudarme no necesita ni esperar esos 10 minutos. - Liam se dio la vuelta dispuesto a salir de la nave. - Aunque le aconsejaría mantenerlos con vida hasta que regrese del planeta. Si todo va bien entonces tendré personal para hacerme cargo del transporte.

- Ni a usted ni a mi nos conviene esta situación. Considerelo.

Saludó marcialmente mientras se retiraba.

- Un placer...

- Ni a usted ni a mi nos conviene esta situación. Considerelo.

Considerado. Afirmó como su fuera una sentencia. Y de hecho lo era. En ese instante disparó dos disparos a cada cápsula y ambos, tras refractarse levemente en la cúpula de cristal, impactó en los cuerpos que dentro había. Estos empezaron a arder con un resplandor azulado que sabías que era por los gases inertes que dentro contenía para mantener la persona en vida suspendida. No lo podías creer, pero te lo esperabas. Aún así, tenías la esperanza de que fuera más razonable. El médico esperó hasta la señal del comandante para extinguir los "incendios" pero lo hubo de hacer tras tu marchar, porque cuando saliste, aún no había activado el "contraincendios".