Partida Rol por web

11:10 del día 10, años 1034. YASHODHAN (2637 Sector Yashodhan) Cercanías de la Base Naval Espacial Naglio Biblis.

Tras aterrizar en el planeta y entregar la carga que se había encomendado, que no era otra cosa que paquetes de datos bancarios (Unos barriles blindados, como las cajas negras de las aeronaves, donde se guarda información delicada, y en su destino se "enchufa" para utilizar) y al no haber Base del Servicio de Exploración os acercáis tu compañero y tú a repostar a la Estación Naval local.

Ya que teníais que subir, unos navales tenía que ir del astillero en tierra a la base naval en el espacio, así que te venía de paso. Pilotaste la nave hasta atracar, y como Estulin era el ingeniero, se encargaría de las labores de repostaje. No es que supiera de otra cosa, al igual que tú no sabías casi de ingeniería...pero os coordinabais bien. Siempre reclamabais un par de personas más para las dotación, pero os apañabais. Además, ya os habíais hecho a los turnos de 6 horas cada uno.

Despediste, como jefe de la nave a los pasajeros y llegó una Almirante.

- Buenas, oficial. Saludó parcamente, como si le corriera prisa.

- Su nave ha sido puesta en interdicción por una necesidad imperiosa. No era normal, pero si era raro que se dieran estas órdenes sin previo aviso por tu superiores. - Un pecio desconocido viene hacia este sistema. Ayer despegaron dos naves hacia el lugar de contacto que está a menos de 12 días de vuelo, a su velocidad, de este sistema. Para ti, con el impulso de tu nave, seguro que era bastante menos. - Así que precisamos que les apoye y de asistencia en la distancia, por su fuera necesario. Además conocemos su experiencia en el campo xeno, y seguro que como científico es una buena oportunidad para regresar a investigar.

Te entrega un sobre. Son los datos de posición, trayectoria y demás del pecio. Un monstruo de más de 50.000.- toneladas, y por los datos que entrega, tiene que tener una gruesa capa de hielo por encima.

Regresas a tu camarote a estudiarlo tras avisar al "compi" que tenéis misión nueva.

Te sientas en tu portatil, en tu camarote, que por suerte no tienes que compartir con nadie y empiezas a repasar trastos viejos. Una cosa te viene a la mente. Una raza arácnida. Esta es oriunda de un lugar por donde ese pecio tiene que haber pasado hará como 6 años, y por lo visto hace como una docena o así que se perdió. Tal vez más.

Si eso es cierto, es posible que la nave esté "cargadita" de alguno de esos bichos.

Te asustas. - Una mierda vida tranquila de cartero. Se te escapa, tras dar un puñetazo a la mesa. - Ahora entiendes porque la premura de este reclutamiento. ¿Serán suficientes las naves que han mandado?

Mikhail se levantó de su mesa y cerró el portátil con más fuerza de la necesaria. La visión de gigantescas arañas alienígenas no le había tranquilizado. Salió de su camarote y buscó por la nave a su compañero, hasta dar con él.

- Estulin, vamos a ponernos en marcha inmediatamente. - No es que tuviera muchas ganas, pero lo poco que había ganado lo había hecho obedeciendo órdenes. - Tenemos un pecio que alcanzar y un par de naves con las que ponernos en contacto. Tienes los detalles de la misión en el ordenador - Los pocos que les habían dado; y se abstuvo de comentarle lo de las arañas antes de tiempo. 

Dicho lo cual, se dirigió a la cabina de mando, encendió los motores y se dispuso a viajar hasta las coordenadas que le había dado la Almirante. Mientras lo hacía, comenzó a calcular el tiempo que tardarían en llegar...

Te protestó: - Jefe estamos al 10% y acabamos de empezar a repostar. Y añadió...: - Seguro que no corren más que la "Bola de Estaño". ...dando unas palmaditas en el metal que formaba la pieza con la que estaba trabajando en esos momentos, que era la válvula de control de admisión de combustible.

Mikhail se paró en seco al escuchar la voz de Estulin... había ido a arrancar la nave a mitad de repostaje. Mientras las imágenes de las arañas alienígenas se mezclaban con la de tremendas explosiones, Mikhail balbuceó. - Eh... claro, claro. Avísame en cuanto estemos listo para partir. - Y se quedó allí de pie, como supervisando el repostaje. 

Los monstruos corría ante tus ojos por la imaginación exultante. Como mariquitas, algunas igual de grandes que una cama. Cucarachas igual de largas y como no. Otros bichos similares. Había un mito de las mantirachas: cucarachas igual de 10 metros de largo, y capaces de escubir chorros de ácido a unos 6 ú 8 metros y que si pisaba con una patita a alguien lo cortaban por la mitad. De un zarpazo de una de sus patas delanteras podía llegar incluso a destruir un carro de combate, pudiendo incluso sobrevivir sin pegas a la protección activa de un blindaje reactivo.

El puente empezaba a ser un lugar de pesadilla, y por suerte el ingeniero te avisó por el comunicador interno desde la sección de ingeniería.

- Jefe, estaremos listos en 3 minutos. Ya ha finalizado el bombeo y estoy ultimando las medidas de seguridad.

Por suerte el compañero te había traído a la realidad. Otra vez el puente tenía lucecitas y botones en lugar de ojos y patas.

- De acuerdo, Estulin. - respondió Mikhail, usando también el comunicador. - Voy preparando la secuencia de arranque, avísame cuando esté todo listo.

Había llegado el momento de empezar. Antes de solicitar permiso para despegar, estudió la trayectoria y posición del pecio, en base a la información que le había entregado la Almirante. 

- No preocupes, ya lo hago yo desde aquí, que es más fiable.

A los 10 minutos más o menos aparece. Se sienta en una consola de control y te comenta: - Estamos listo. Ya he comprobado las esclusas y todo el casco. Estamos listo para salir ya ... Se buró de ti, ya que como era una misión de los navales, así te trató ... - Señor Comandante.

Mikhail resopló ante el comentario de su subordinado. - Sí, claro. No me jodas, Estulin. Me temo que nos vamos a encontrar con un par de Señores Comandantes de verdad dentro de poco. Y son gente a la que no les gustan las bromas. - Mientras hablaba, fue preparando el despegue.

Se puso en contacto con la gente de control de vuelo, solicitando permiso para despegar. Tenía las coordenadas introducidas en el sistema, listo para ponerse en movimiento tan pronto como recibiera luz verde.

Luego, miró a Estulin y, burlonamente, añadió. - Bueno, Jefe de Ingeniería, a ver qué tal salimos de esta.

Ante tu primer comentario se rió bastante: - Estamos para ayudarles, no para seguir sus órdenes. ... Y si tocan mucho las narices nos vamos. Pero ante tu otro añadido no dudó lo más mínimo: - Aún no hemos entrado. Si seguía riendo.

Durante vuestra conversación todos los controles estaban en verde. Podías pilotar a gusto.

- Control de tráfico, control de Tráfico. Aquí la Piedra de Estaño. Permiso para despegar.

el compañero se estaba encargando de las comunicaciones, pero lo no solía hacerlo. Eso lo trataba normalmente el propio piloto, pero como te veía un poco ... descentrado se adelantó.

- Aquí Control de Tráfico. Su voz sonaba cansada y monótona: - Podrá despegar en dos minutos por vector 031.

- Recibido, Control de Tráfico. - dijo Mikhail, con voz igualmente monótona. Luego miró a su compañero. - No creo que realmente tengamos opción de irnos si nos tocan mucho las narices. No por ellos, sino por la simpática Almirante que nos ha invitado a ayudarlos. - Se encogió de hombros. - En fin, a ver qué resulta de todo esto.

Se quedó esperando a que pasaran los dos minutos, listo para salir por el vector indicado.

12:50 del día 10, años 1034. YASHODHAN (2637 Sector Yashodhan) Cercanías de la Base Naval Espacial Naglio Biblis.

Sales de la base. Es un astillero en el espacio, que usa la armada para mantenimientos y reparaciones. Además, es un centro neurálgico de control de un planeta como este, así que la navegación está controlada especialmente por ellos, como seguridad, y como policía en todo el sistema (Aunque en tierra la policía militar no suele trabajar más que en la base que hay en la superficie. Tienen sus propias fuerzas y cuerpos de seguridad civiles.).

Ya en el espacio puedes disfrutar de las vistas. Docenas de naves están por la zona. Incluso un gran crucero está siendo reparado a poca distancia, en el propio espacio, a no más de unos kilómetros. Se ve enorme a esta distancia. Muchas naves esperan su turno, tanto para entrar en la base, como para poder descender. Te han dado una prioridad por encima de otros.

A los pocos minutos se levanta de su puesto Estulin. Ya parecía estar todo más tranquilo. - Jefe, se acerca la hora de comer. Voy a preparar algo. Era buen cocinero, y a ti te tocaba fregar. En eso era malísimo. Lo dejaba todo con grasa y ... Bueno, que preferías fregar tú. Realmente era todo eléctrico, y las bandejas y demás, sólo había que meterlas en un lavaplatos que por calor y recirculación limpiaba todo. - ¿Cómo porras lo hará si quién limpia es una máquina?

- De acuerdo. - dijo Mikhail, distraído, ante el comentario de su subordinado. Realmente esta misión debía ser bastante importante; no era normal que les dieran preferencia de salida con respecto a tantas otras naves. Suspiró y se frotó alguna de las cicatrices de la cara (algunas veces le picaban, incluso después de tanto tiempo después del... incidente).

La nave estaba acelerando progresivamente. Estudió las lecturas que salían de los paneles de control, con intención de planear los siguientes pasos a dar. 

Al mirar los paneles ya con las coordenadas y datos introducidos el programa de navegación da que llegarás en 3 días con los motores de maniobra. Con los de salto, acertar la reentrada, haciendo una salida de emergencia del hiperespacio es muy complicado y no solo, igual no te acerca, sino que además, igual quedas más lejos y pierdes un par de días de hiperespacio más los días que tardes en llegar.

Merecía la pena ir por el espacio común. Además, si las otras naves no hacían nada raro, tú, en tres días llegarás allí. Ellos en cuatro, y si salieron un día antes ... llegaríais casi al mismo tiempo.

Tódo el tráfico va quedando atrás y la torre, tras estar como a 100.000km os despide: - "Rock Tinn", buen tránsito y les esperamos a su regreso. La voz era la misma, y denotaba el mismo cansancio y monotonía, pero había, no sabes como, intentado ser amable. Por lo menos las palabras lo eran ... aunque su voz ... 

- Gracias, Control de Tráfico. - respondió Urunov antes de cerrar la comunicación. De algún modo, la aparente amabilidad de los responsables de la estación le intranquilizó. Era como si supieran que se dirigían a su muerte y hubieran decidido darles una despedida humanitaria. 

Preparó la nave para que viajase hacia las coordenadas indicadas con los motores de maniobra. Tenían tres días de vuelo por delante. Durante un buen rato estuvo allí, pensando, frente a las pantallas que escupían datos y más datos. Al fin, cuando repasar una vez más las lecturas de los sensores no tuvo mucho sentido, se levantó. Estulin ya debía estar a punto de terminar la comida y, si unas arañas gigantes iban a devorarlos, por lo menos que les pillaran con el estómago lleno.

Cuando llegaste la mesa estaba puesta, pero él aún estaba a medio cocinar. (Joer, suena como si nos fueramos a comer a Estulin). Estaba haciendo algo especial. Había patatas en una salsa extraña, que sabías que la hacia con ternera, pero en esta ocasión había unos extraños  moluscos alargados, como berverechos, pero ... el doble de largos. Y un pastel de carne, con más azúcar quemada que carne. La verdad olía de maravilla: - Seguro que engorda un montón.

- Huele estupendo, Estulin. - dijo Mikhail, sentándose. Se habría ofrecido a ayudar, pero lo cierto es que su ayudante se apañaba bien solo y él seguía dándole vueltas a la asignación que les había tocado. Era curioso; después de ir de un sitio para otro haciendo de correo se podría pensar que Mikhail tendría ganas de un poco de acción. Pero en realidad ya había tenido suficiente acción por un tiempo y habría preferido seguir tranquilamente en el espacio, minimizando el contacto humano a hablar de cuando en cuando con Estulin y pasar el resto del tiempo estudiando tranquilamente.

Esta misión le irritaba. Pero al menos no tendrían que bajar a ningún planeta para cumplirla.