Partida Rol por web

 - darme un poco de tiempo soy capaz de sentir el cosmos pero necesito tiempo para realizar esta técnica.-
Alexander se sentó en la postura del loto acompaso su respiración mientras se concentraba, concentro su cosmos para lanzar una técnica que en verdad no le resultaba fácil de realizar.

“ojos de zorro”

Tu mente se expande en los alrededores buscando un tipo de cosmos concreto... Aunque no detectas nada, la zona está limpia.

La caminata me está agotando bastante deprisa. Mientras Alexander decide tomar la iniciativa, yo decido que mejor me preocupo por mí: 

- Artemias, también puedes usar tu espada para apartar la maleza si tanto te estorba. Además, creía que íbamos por el buen camino. 

Respiro hondo y acumulo mi cosmos para lanzar un hechizo.

- Respiro celestial - murmuro. 

Al instante, noto cómo las energías vuelven a mí a medida que mis cosmos merma. Pero esto me impedirá ser un lastre. 

- Mucho mejor. 

Esto no va muy bien…

-Yelena, ¿Te encuentras bien?- Le pregunto preocupada. –No parece que sepamos cuanto queda. ¿Te llevo? ¡No creo que peses más que un buey! Y tenemos que estar todos a tope por lo que pueda pasar.-

-A ver si Alexander encuentra algo… Si no, vamos a echar el vistazo.-

Cada vez os cuesta más avanzar y el peso del cansancio cada vez se acumula más en vuestras piernas. Lo que había comenzado como un alegre paseo por un bosque, ahora es una pesada caminata donde los insectos y los mosquitos no tienen piedad. 

[...]

Y todo es peor tras una hora, donde el sudor empapan vuestras ropas, el pelo mojado se pega a vuestra cara y vuestros petates cada vez pesan más... 

Aunque toda la monotonía se rompe cuando el grupo escucha a alguien carraspear... Al girarse, veis a una mujer de unos 16 años que os observa sobre las raíces de un árbol.

Va vestida con unas botas, un pantalón marrón, camiseta y una capa sobre los hombros. En su brazo izquierdo lleva un arco mientras que tras su hombro derecho sobresalen parias flechas. Tiene el pelo por la barbilla, de color castaño, y su rostro está cubierto por una máscara. 

- Vaya... Parece que no sois demasiado diestros siguiendo un mapa...

La mujer sigue en su sitio, a unos diez metros de vosotros.

- Menos mal que me han mandado a ayudaros...

Iba a contestarle a Yelena que no había maleza al estar subiendo una pendiente, pero bueno, mejor dejarlo así.

Mientras caminábamos notaba que las fuerzas cada vez se nos agotaban más a prisa, Alexander por fin intento hacer algo al respecto, pero pero más que le dimos tiempo no pareció detectar nada.

Resignados seguimos el camino hasta que escuchamos aquella voz.

Llevé la mano a mi aro a fin de ponerme el cloth de ser necesario, pero parecía venir a ayudarnos.

Siempre nos van a enviar ayuda? Tan inútiles les parecemos?

-Y quien se supone que eres?- dije mirando a la joven enmascarada.

- No te preocupes, Mïra. De momento puedo - contesto a la chica sonriendo mientras cojo aire profundamente.

El hechizo me ha dejado como nueva, pero no puedo estar usándolo constantemente... 

Al poco, aparece la desconocida.

Vamos, ni han esperado a ver si se nos torcían las cosas. 

tras realizar la técnica intento sentir a su alrededor algún cosmos pero no lo conseguía, no sentía ninguno, así que reanudo la marcha con sus compañeros, pero manteniendo su cosmos alerta, había entrenado con su maestro para mantener técnicas días enteros lo cual le había ayudado a conseguir una fortaleza capaz de aguantar esta caminata.
- No siento la presencia de ningún cosmos afín mio cerca, aunque no tengo mucho control en esta técnica así que no os aseguro nada, eso si. Si sintiera algún cosmos es de seguro que habrá alguien.-
Siguió la caminata, viendo que no todos podían con la caminata como él presuposo que pronto tendría que hacer una parada.
Tras toparse con el ''caballero'': flashback de sus días de entrenamiento
“sin duda maestro que esta es una gran técnica pero no es muy eficaz.”

- Me llamo Paula, y soy un santo como vosotros.

La muchacha os echa un vistazo de arriba a abajo.

- Parecéis cansados... - Por un momento guarda silencio y mira al sol. - Apenas nos queda una hora de luz, así que será mejor que busquemos un sitio para acampar y descansar. Mañana continuaremos.

-Aaah-
el desgarrador grito de Alexander se escuchaba por toda la clara planicie blanca mientras su sangre la manchaba. Alexander era incapaz de predecir de donde vendría el siguiente ataque, pero antes de que pudiera pensar en nada recibió otro golpe que le mando volando hasta caer de nuevo en la fria nieve que se volvía roja.
- no entiendes, no puedes confiar en tu vista, has de sentirlo con cada célula de tu cuerpo con cada átomo de él, así pondrás saber de donde viene mi ataque.-
- pero maestro lo único que puedo sentir con mi cuerpo es el frio y el dolor.-
- usa tu cosmos para sentirlo tienes que sentirlo con cada parte de tu ser, continuaremos hasta que lo logres.-
Alexander estaba cansado el frio y las herida le estaban pasando mucha factura pero sabía que su maestro no pararía.
“sino puedo confiar en mi vista entonces...”
Alexander cerro sus ojos concentro cada parte de su ser en hallar a su maestro y entonces lo sintió fue solo durante un segundo pero sintió donde estaba su maestro, se giro en el momento justo de ver como su puño se dirigía hacia el, no pudo hacer nada para detenerlo y ya estaba en el aire, mientras su mente se desvanecía en el dulce sueño del agotamiento.
- Bueno, lo has logrado al fin-
Bud recogió a Alexander y se lo llevo.

El bosque parece igual a donde quiera que vayamos hasta que una chica nos coge de improvisto. Me fastidia aun no haber averiguado nada.

Descansar no es mala idea pero deberíamos hacer guardias... sugiero.

- Encantada, Paula. Yo soy Yelena - digo a Paula, pero no veo necesario decir más. 

No tiene demasiado sentido seguir a oscuras si ya nos hemos fatigado a plena luz del día. 

Lo mejor es descansar. Además, la sugerencia de Opa me parece muy acertada. 

- Yo puedo hacer la primera, el hechizo de restitución restauró mis fuerzas - contesto -. Lanzaré un hechizo para proteger la zona. Así sabré todo lo que tendremos alrededor durante toda la noche, aunque mi turno termine. En cuanto escojamos un sitio adecuado, lo preparo. 

- Si queréis puedo hacer yo la primera guardia, ya que vosotros parecéis algo cansados del viaje... Encantada Yelena. - Y la joven te sonríe. - No creo que haga falta que uses tu cosmos para proteger la zona, conozco este lugar casi a la perfección y no creo que sea necesario. Aunque si así te vas a quedar más tranquila... 

- Ah, bueno, si estas segura no haría falta.  

Miro a los demás. 

- ¿Vosotros qué decís? Sería solo una alarma muy rudimentaria. Para estar preparados. 

Si nadie quiere hechizos, cosmos que guardo. 

Yeeeepa... ¡Un santo! Si que les debemos parecer un poco inútiles en el santuario...

-¡Hola! Yo soy Mïra de Ave del paraíso. ¿Qué constelación eres?- Le pregunta a Paula.

Ale, pues si estamos todos tranquilos no hace falta que siga con mi armadura puesta...

Mïra hace un gesto grácil levantando su pelo que le cubre la oreja derecha dejando al descubierto uno de sus pendientes que reacciona al mismo. Su armadura desaparece.

-Yo te apoyo Yelena... no me despierto nada fácil. ¡Avisarme cuando sea mi turno!- Al momento empiezo a acurrucarme en el primer hueco que encuentro cómodo.

Yo soy Opa de lobo. Digo tendiendole la mano a modo de presentación al darme cuenta de que no me había presentado. Yo diría de hacer las guardias por parejas, así Yelena no necesitará gastar cosmos y será más dificil que cojan por sorpresa a dos de nosotros.

Dejé a las mujeres deliberando y busqué un árbol en el cual apoyarme, de todos modos procuré no dormirme, no confiaba e esta Paula, como no confiaba en nadie.

La idea de Opa de hacer las guardias por parejas me parecía de lo más acertada.