Partida Rol por web

El tunel se abre ante el grupo en total oscuridad y silencio, Mindeb encabeza el grupo con la antorcha, los demás lo siguen, Molo y Rhanko llevan a Uriel que sigue dormido sudando mucho y hablando en sueños -Araña, araña- murmura de vez en cuando. Delian está en la retaguardia del grupo alumbrando con la antorcha que tiene encendida. Antares y Azshara están en medio del grupo, entre Mindeb y Rhanko.  El grupo avanza a marcha rápida, pero con sigilo y cuidado, quieren sacar a Uriel cuanto antes de estas cuevas para poder curarlo de la mejor manera posible. De vez en cuando paran y le limpian el sudor con un trapo húmedo e intentan hacer que beba un poco de agua aunque les cuesta mucho trabajo.

Me situo en la retaguardia para vigilar si las arañas nos siguen o si aparece cualquier otro peligro, con el arco en la mano y tres flechas en la mano derecha por si hacen falta. No me miro demasiado a Uriel, pues la madre naturaleza terciará por él y lo hará más fuerte y más precavido, así como ha todo el grupo, o se lo llevará por que no es lo suficientemente fuerte para vivir sin comodidades en este.

Voy cerca del grupo, un poco más adelantada quue Rhanko y Molo, justo detrás de Mindeb, vigilando por si noto cualquier cosa, por si observo cualquier cambio alrededor. Debemos darnos prisa por llegar afuera, por le bien del pequeño Uriel. De vez en cuando, miro de reojo hacia atrás para ver como van, y cuando paramos para poder descnasar y dar agua a Uriel, me acerco a verle para asegurarme de que aun respira.

- No debemos retrasarnos lo más minimo... - digo mientras continuamos andando.

-En efecto apreciada Azshara, no debemos retrasarnos. Da la impresión de que estamos participando en una carrera contra reloj en la que las últimas posiciones tienen aparejados siniestros premios...

Suspiro mientras vamos avanzando, escuchasndo el lento crepitar de la antorcha junto a mis oidos. Mis pensamientos alternan entre los actos de gratitud al Gran Ponterwin por haber guiado mis manos para sanar al pequeño Uriel, y esa tensa espera propia de aquellos que esperan verse acechados en cualquier momento por pelibros oscuros que se refugian en la oscuridad.

El grupo avanza a través del tunel, es de una especie de arenisca que brilla en la oscuridad a medida que avanzan. Llevais avanzando alrededor de una hora, en la cual el silencio y la oscuridad han sido constantes. Veis como el tunel se ensancha y parais para descansar un poco, comeis algo y atendeis a Uriel en la medida que los medios que teneis os lo permiten. Uriel sigue sudando y murmurando palabras en sueños. Después de descansar un poco reemprendeis la marcha guardando silencio, ni siquiera hablais entre vosotros, la oscuridad solo rota por las llamas de la antorcha cada vez os agobia más, solo llevais tres horas dentro de estas cuevas y parece que lleveis días. Especialmente los elfos son los que más afectados están, deseando respirar aire fresco y ver el verde de los árboles y el azul del cielo,  aunque llevan esta tensión con valentía y tranquilidad. Las antorchas que tenían encendidas Rhanko y Mindeb se apagan.-Cojamos las de Uriel, aprovechemos todo lo que tengamos a mano.- Os dice Mindeb. Encendeis las dos antorchas y seguis avanzando. Al pasar un rato un nuevo tunel se abre a la izquierda, seguis andando decididos a seguir por la galería principal pués las señales aparecen grabadasun poco más adelante, conforme andais empezais a oler un hedor que cada vez es más pronunciado. Al doblar un recodo del camino (a dos minutos del nuevo tunel de la izquierda) Mindeb para en seco a la compañia y retrocediendo por donde habeis llegado.

-Hay problemas delante, creo que no nos ha visto. Era un soldado, por el uniforme parece de la guardia de Neylimb, estoy casi seguro que se trata de uno de los guardianes del camino principal de Neylimb. Pero está claro que cualquier rastro de humanidad ha desaparecido de esta persona. Estaba arrastrando la espada, de espaldas a nosotros y estaba arañando la pared con la mano. No estoy seguro pero creo que se trata de un muerto viviente, podría ser un guardia que se haya perdido, pero no lo creo.- Paro de hablar y escucho. Se puede oir claramente una especie de gruñido, muy bajito pero un gruñido. Algo que un hombre en su sano juicio no haría jamás.
-¿Que hacemos?, si es un muerto viviente mi experiencia me dice que tengamos cuidado pués podría haber más por ahi. Casi mejor atacarle por sorpresa sin hacer ruido para evitar que lo haga el. O podríamos rodearlo, quizás el tunel de la izquierda que hemos dejado hace un momento vuelva a desembocar a este. En cualquier caso necesitamos trazar un plan, no nos podemos arriesgar teniendo a Uriel en este estado-Les digo a mis compañeros, en voz muy baja, esperando sus respuestas.

Escucho a Mindeb atentamente. Ya tenemos bastante con un herido... Pienso detenidamente.

- Debemos pensr muy bien qué hacer. Nuestros movimientos son vitales para que nadie más resulte herido. - les digo a los demás. - Yo creo que Molo podría esperar aquí con Uriel hasta que despejemos el camino. Sin saber donde lleva ese otro - digo mirando el túnel que acabamos de pasar - yo no iría por allí. Casi mejor atacar por la espalda a esas... cosas...

escuchaba el mismo gruñido que sabía que estaban oyendo los demás, pero mucho más claro, mucho más cercano. Miro a Antares que sé que está escuchando lo mismo que yo. Y espero para ver que es lo que piensan los demás.

Ante aquel sonido inhumano el elfo se estremeció y afirmó las palabras de Azshara, :- Sigamos por aquí e intentemos atacar por sorpresa a ese ser antinatural.- una vez pronunciadas las palabras mira a Delian y su símbolo sagrado del Gran Ponterwin, luego coge las flechas y mira en la dirección que Mindeb había tomado para inspeccionar por si el ser lo había seguido. Preparó una flecha en su arco.

Ves como el zombi sigue dando tumbos, avanzando hacia adelante de espaldas a vosostros, no da señales de haberse percatado de vuestra presencia.

Apunto al zombi y en cuanto Mindeb de la orden disparo.

Capto la mirada de Antares y, como el, me preparo para el combate. Tras empuñar de nuevo mi bastón, observo un instante al grupo, averiguando si todos estamos lo bastante cerca unos de otros para poder llevar a efecto mis propósitos. Mientras hago el cálculo del área que cubrimos, comienzo a rezar al Gran Ponterwin.

Señor, padre y guardián, te ruego que me prestes tu ayuda una vez más... En realidad te ruego que nos ayudes a todos... Por favor, si nos consideras dignos de ganarnos tu favor, haz que tu bendición descienda sobre nosotros... Pero que pase primero por Antares... Su habilidad nos es muy útil para este trance...

Delian lanza su hechizo, al parecer Ponterwin le ha escuchado y un manto de luz tenue de color entre oro y verde cae sobre todos vosotros al tiempo que cae un olor a hierba fresca os inunda y os revitaliza.

Antares asoma la cabeza y ve al muerto viviente que sigue hacia adelante, de repente se para y gime un poco más fuerte, a pesar de que estais escondidos es posible que se haya dado cuenta de algo, pero por el momento sigue dandoos la espalda. Mindeb os mira esperando que decidais que hacer.

Sin pronunciar ninguna palabra y sólo con gestos le digo a Azshara que venga junto a mi y prepare el arco y a los demás que vayan silenciosamente o que saquen armas a distancia a ver si podemos abatirlo en muy poco tiempo. SIgo apuntando o me paso un asalto apuntando y cuando vea a los demás listos atacaré.

Veo el gesto de Antares e inmediatamente me pongo a su lado y saco el arco. Me agacho levemente y apunto a la cosa que parece gruñir a lo lejos. MIro a mis compañeros para ver si están de acuerdo con la intención que tenemos y me dispongo a atacar a distancia cuando los demás estén preparados.