Partida Rol por web

El precio de la esperanza

Una celda blanca

Cargando editor
21/09/2009, 11:45
Director
Cargando pj

Celda de prisión de Laura, la ex-mujer de Le Mont.

Cargando editor
21/09/2009, 17:41
Laura
Sólo para el director

 

Sentada en un rincón de mi celda, con las piernas flexionadas contra el pecho y abrazada a ellas, contemplo mi alrededor. No quiero ni tengo ganas de moverme. Ni tan sólo de respirar. Para colmo, estoy en lo que parece una de esas celdas de los manicomios, toda blanca, acolchada y sin mobiliario. Tanto mejor, pero se dejaron el ponerme la camisa de fuerza...

Sigo observando con desgana mi alrededor, hasta que mi vista topa con el enorme poster que hay colgado en la puerta. Me levanto tambaleante, poco a poco hasta la puerta. El único sonido que oigo es el zumbar de la iluminación y mis pasos en el mullido suelo. Me cubro con una mano la boca, para acallar mi llanto al recordar qué fue de mi hija mientras con la otra recorro lo que tendría que ser su rostro, pero al reseguir la palabra "Serpiente" la rabia y la desesperación salen a la luz, haciéndome arrancar el póster y destrozándolo en mil pedazos entre lágrimas y gritos de ira. Me apoyo de espaldas a la puerta, deslizándome hasta el suelo, dejando caer de entre mis dedos los trozos del póster mientras me llevo las manos a la cabeza, intentando tranquilizar mi angustia, pero lo cierto es que mantenía la esperanza de que esa misma angustia un día acabase conmigo...

 

Cargando editor
21/09/2009, 19:38
Director
Cargando pj

La soledad es la reina de tu celda, tan solo te acompañan los sonidos de iluminación y el tintineo de un gota caer en el agua del retrete....

El poster roto entre tus manos son como cuchillas que rompen el centro de tu alma, no sabes como has podido romper la foto tuya y de tu hija... pero esa palabra te alimenta de odio más que el mendrugo de pan que comiste ayer.

Notas de juego

Te he modificado el post porque el sobre esta en el techo, en el centro de la habitación pero en el techo... muy buena entrada, esperemos que pronto se den cuenta de tu situación y te dejen salir pronto... hasta entonces dime que haces....

Cargando editor
22/09/2009, 03:03
Laura
Sólo para el director

Sentada en el suelo, apoyada en la fría puerta de metal, permanezco sin hacer absolutamente nada, dejando pasar el tiempo. Sin rutina, sin esperanza, sin ganas de vivir... Mi mirada ojerosa y enrojecida se posa en un trozo del póster del que se ve media cara de mi hija. No sé cuánto tiempo hace de todo esto, pero para mí la escena se repite cada día en mi cabeza. Día tras día, si es que el tiempo aún existe en este lugar.

Ese momento sigo viviéndolo constantemente, porque desde entonces vivo por vivir. Mi vida terminó el mismo segundo en el que todo empezó a desmoronarse a mi alrededor.

Recojo el pedazo en el que se le ve media cara a mi hija y lo mantengo dentro de mi puño. Me tumbo de lado en el suelo, haciéndome un ovillo, sin moverme de detrás de la puerta de metal. El goteo hipnotizante del maloliente retrete me invita a desconectar y dormir, pero esa maldita luz... A veces tengo la sensación de que duermo por cuestión de minutos y luego me vuelvo a despertar. Y es cuando de nuevo todo empieza.

Miro hacia la luz, entrecerrando los ojos. Es un florescente desnudo, que no para de brillar y de emitir ese zumbido que me taladraba por dentro. Deslizo mi mirada hacia otro rincón del techo y lo veo. Veo el sobre con mi nombre. Ese maldito hijo de puta... Ya vuelve a jugar conmigo. Estoy cansada de este maldito juego, ¿por qué no acabamos con esto de una vez?

Así pues, me quedo en el suelo echa un ovillo, dejando pasar el inexistente tiempo hasta que alguna rodaja de pan asomase por la puerta, contemplando el sobre del techo, y con el retazo del póster en el que hay media cara de mi hija aprisionado en mi puño.

Aunque... ¿y si pudiese...?

Perezosamente, me pongo en pie, observando la sala. Vacío la palangana de agua en lo que se supone es un retrete y la vuelco en el suelo, debajo de dónde está el sobre. Me subo a la palangana e intento alcanzar el sobre, poniéndome de puntillas o incluso saltando. No me preocupa mucho el caerme y romperme el cuello, precisamente...

Notas de juego

Ok, pues modifiqué mi anterior post. Ya está todo aclarado, gracias :)

Cargando editor
22/09/2009, 14:28
Director
Cargando pj

Notas de juego

De la muerte de tu hija Nazaret, hace ya 4 años...ella tan solo tenia 12 años.

Desde esa misma noche, Elena desaparecio, era tu cuñada, pero la sentias como hija desde pequeña habia vivido con vosotros e incluso se habia inculcado el deber de cuidar de Nazaret desde pequeña....

Pero aquella noche penso que por salir un rato con los amigos al lugar del botellon no pasaria nada...

Tu marido, al poco tiempo, tambien desaparecio sin decir nada... y fure hace poco cuando volviste a saber de el, y volviste a saber de el para proceder a tu secuestro.

 

Cargando editor
24/09/2009, 18:32
Director
Cargando pj

Intentas saltar... y nuevamente saltar pero aún la altura de la celda te supera... "Si hubira una segunda persona en la que pudiera subirme a sus hombros, seguro que lo conseguiria".... pero ahora mismo estas sola en aquella celda... esperando la llegada de alguien.... espera que es lo que se escucha.....

Notas de juego

Una tirada de 1d20

Cargando editor
25/09/2009, 12:04
Laura
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Tirada: 1d20
Motivo: ¿Qué es eso?
Resultado: 1

Notas de juego

Tiradita magnífica (jajajajajaja):

 

Cargando editor
26/09/2009, 14:31
Director
Cargando pj

Te acercas a la puerta y escuchas una voz femenina, como habla con alguien... parecen esa voces lejanas a ti pero, a pesar de no poder distinguir muyh bien lo que dicen sabes que alguien está hay fuera... un tanto lejos de la puerta... eso o la puerta es demasiado gruesa como para dejar pasar el sonido.

Notas de juego

Excelente ese critico jejejej

Cargando editor
26/09/2009, 17:57
Laura
Sólo para el director

Intentando alcanzar en vano el sobre del techo me parece oír algo. Proviene de...¿la puerta? Bajo de la palangana y me acerco con curiosidad a la puerta, pegando la oreja en su fría superfície. No sé si es la voz de una mujer o algún ruido de cañerías o... Es un sonido muy lejano y distorsionado. No me extraña estando en el lugar en el que estoy.

Apoyo la frente sobre la superfície de la puerta. "¿Cuándo me liberará? Si me quiere muerta, ¿por qué se molesta en mantenerme viva en este ataúd acolchado? Está loco... Está loco, maldito sea..." son los pensamientos que cruzan mi mente.  También me atraviesa el temor de si armo escándolo qué puede pasar a continuación. Demasiado tiempo en esta rutina macabra me hace temer cualquier variación de ella... pero si no me arriesgo nunca sabré si el cambio es para bien, para mal o si no hay cambio alguno...

Definitivamente tengo demasiado tiempo libre para angustiarme...

Tras estos vagos razonamientos, me armo de frágil valor y empiezo a golpear la puerta con la fuerza que me resta de tanto tiempo enclaustrada sin esperanza alguna para nada.

Notas de juego

Soy un genio tirando dados... xD

Cargando editor
06/10/2009, 17:54
Director
Cargando pj

El tiempo va pasando pero a pesar de ello, tu animo no cesa, necesitas que quien esté ahí fuera comprenda que estas harta de estar ahí dentro, no mereces estar ahí dentro y por ello, no crees que merezcas pasar ni un minuto más...

Tus manos sinten el frio tacto de la puerta al chocar con tus puños pero eso no hace que cesen tus golpes de auxilio.

Notas de juego

Venga, que como aquel que dice esta por empezar la partida para tí... gracias por  la espera.

Cargando editor
17/10/2009, 18:44
Director
Cargando pj

Notas de juego

atenta que estan delante de tu puerta.

Cargando editor
18/10/2009, 15:15
Laura
Sólo para el director

Permanezco un buen rato golpeando la puerta con todas mis fuerzas, avivadas por la rabia y el dolor que crece en mi interior. Siento mis manos doloridas al chocar contra la maciza y fría puerta. El sonido ahogado de mis golpes parece no surgir efecto, así que en un intento desesperado, me aparto de la puerta, recojo la palangana y la lanzo contra la puerta, gritando en medio de mis llantos...

Tras ello, me hago un ovillo en el suelo, sumida en la desesperanza de que nadie acudirá a mis llamadas, albergándome en el deseo de terminar esta misérrima existencia, a pesar de que una pregunta siempre ronda en mis pensamientos desde hace demasiado tiempo sin poder ser contestada:

¿Por qué?

 

Cargando editor
27/10/2009, 17:57
Director

La puerta se habre lentanmente y ante vosotros se habre una habitación blanca.... blanca y acolchada, como si de un manicomio se tratase....

En su interior una mujer extremadamente delgada, al borde de la anorexia, se muestra ante vosotros recogida en una esquina mientras sus lagrimas recorren todo su rostro.

Aquella celda creaba una autentica sensación de soledad.... nunca se podría sentir la soledad como en aquella celda....

La única compañia de la mujer era una palangana tirada en el suelo cerca de la puerta y un water en un extremo de la celda...

¿porqué está mujer tenía que estar cerrada?.... ¿seria una loca?.... ¿una trampa?.... ¿una victima?

Cargando editor
27/10/2009, 18:01
Director
Cargando pj

Notas de juego

Recuerda tu dificultad para expresarte debido al corte de tu lengua, empieza por fin tu andadura jejeje me alegro y espero que todo vaya bien para ti, o mejor dicho que lo pases bien mientras puedas jejejeje

Cargando editor
29/10/2009, 18:07
Mario Hidalgo Juarez

miro con extrañeza a la mujer y comienzo a hablar con voz suave...¿quien eres?, ¿que haces aqui? ¿cuanto llevas aqui.? vamos, contesta, acabamos de llegar y nos interesa saber todo lo posible sobre todo este lugar, Le Mond ha muerto. Espero a ver las reacciones...Bueno, puede ser que yo no tenga suficiente psicologia para hablar con ella, vamos chicas...animaros. Creo que la vision femenina en este caso seria mejor ¿te ofreces voluntaria Alex? pregunto con tono entre curioso y cinico...esperando a ver las distintas respuestas.

Cargando editor
30/10/2009, 12:24
Alexandra

Mario ha abierto la puerta, y miro por encima de su hombro. Sorprendida observo que se encuentra una mujer dentro. La pobre se halla en pésimas condiciones de nutrición. Una sensación de soledad me embarga. Durante muchos años me he sentido sola, pero encontré a Elia y esa soledad dejó de existir en mi interior. Pero... Por muy sola que me haya sentido nunca había tenido esta sensación tan claustrofóbica.

Ahogando un sollozo entro en la cámara. Sin plantearme las posibles consecuencias de este acto impulsivo, me acerco a la mujer y arrodillándome junto a ella la abrazo... Tranquila, no estás sola... Le susurro al oido mientras balanceo mi cuerpo intentando calmar a la mujer como si de una niña se tratase.

Cargando editor
31/10/2009, 11:53
Director
Cargando pj

¿Qué acabas de escuchar?... tu marido o mejor dicho tu ex-marido, el cinico que te metio dentro de esta celda .... está muerto....

Cargando editor
31/10/2009, 11:56

¿Quien coño te crees para dirigirnos, Mario?... digo intentando mirar quien es la persona que está dentro de la celda....

Al entrar apartando de la puerta a Mario veo entre los brazos de Alexandra, una cara conocida, sino fuera por el estado en que se encuentra... desnutrida, sucia y estropeada y con el miedo por bandera.

La vuelvo a mirar y mientras mis piernas fallan y caen al suelo debido al temor que me supone estar aqui dentro digo ¿¡Laura!?

Cargando editor
31/10/2009, 12:57
Mario Hidalgo Juarez

JOOODER!!! que dia llevo... Comienzo a lamentarme tras el comentario de Elena...luego me quedo mirando entre sorprendido e incredulo como parece que Elena conoce a aquella mujer que ahora mismo esta en un estado en el que seguramente acaberemos todos...¿puede andar?, parece que lleva mucho tiempo aqui...creo que deberiamos sacarla de esa "celda" pero lo cierto es que ultimamente todas mis decisiones han sido bastante nefastas y como bien dice Elena, yo no soy quien os lidera...ni lo voy a ser nunca. Bien haced lo que querais... Me giro y comienzo a mirar el pasillo para ver por donde se podria continuar inspeccionando el complejo.

Cargando editor
31/10/2009, 15:21
Laura

La puerta se abre. Ha pasado tanto tiempo desde que vi la última vez que se abrió esa puerta que es imposible calcularlo en días, semanas, meses o cualquier otra medición del tiempo. Pero la puerta se ha abierto. Está abierta. La puerta está abierta... pero no se abre sola.

Oigo voces y ello me hace retroceder hasta la pared del fondo, confundida y aterrada de que no vuelva a ser él... Es casi una locura volver a oír diferentes voces, diferentes tonos, el simple chirrido de la puerta, pasos... gente... Ya no es únicamente el goteo enloquecedor y el ensordecedor zumbido de la bombilla fluorescente los únicos sonidos que capto... ¿Pero qué está pasando? ¿Quién es esa gente que entra?

El primero en entrar es un hombre y casi por un segundo pienso que es él que ha vuelto, pero no es él, no, no... Empieza a preguntarme un sinfín de preguntas con claro interés propio en ese horrible tono de voz amable que también él utilizaba y me quedo mirándole atónita, sin saber de verdad qué es lo que espera que le diga cuando oigo algo que me impacta aún más si cabe. Tengo miedo, no paro de temblar y el primero de esa gente que entra es así...

Una chica mira hacia el interior y entra corriendo. Hago gestos de que no me haga daño, llorando, pero la chica sólo se acerca y me abraza, diciendo que no estoy sola. Me abraza. Sin poder controlarlo, echo a llorar. ¿Cuánto hace desde la última vez que alguien me demostró cariño, una palabra amable, un abrazo...? Hace tanto tiempo de tantas cosas... He vivido demasiado tiempo en una muerte eterna y desbordante de soledad...

Pero una voz me trae de vuelta a la realidad. Mi nombre, o creo que ése es mi nombre. Oigo que alguien pronuncia mi nombre. Una chica. La miro. Mi memoria hace mucho tiempo que dejó de dibujar rostros en mi mente; era malgastar el tiempo. Sin embargo, me suena vagamente y ella parece que me reconoce...

Me aparto lentamente de la chica que me abrazaba, apoyándome de nuevo en la pared y con las lágrimas aún surcándome mi escuálido rostro. Miro a los presentes alternativamente, sin poder evitar mirarles con cierto temor y recelo, aunque me muero de ganas que sean portadores de buenas noticias...

Sin más, abro mi boca y saco mi lengua, dos dedos más corta de lo normal y con claros indicios de haber sido cortada. De nuevo más lágrimas acuden a mis mejillas y me cubro la cara, sumida en la vergüenza y en la impotencia.