Partida Rol por web

El duque se os queda mirando como si fueseis un perro de color verde.-Un laúd decís y nada menos que un asunto de honor.- El duque observa el salón mientras da un sorbo a la copa.-Ah...y un asunto honorable la verdad. Diablos muchacho, coged un caballo, bajad al pueblo y despertad a quien sea menester para conseguir uno.-Antes de que te vayas te sujeta del brazo.-Y si alguien os lo impide le colgaré por los pies en las murallas, por los clavos de cristo hijo corre, no te pares a hablar conmigo.-

Sigues a la anciana hasta una habitación. Ella está mirando por la ventana abierta apoyada en la pared. Os habla sin darse la vuelta.-Muchos peligros os acechan, tanto dentro del castillo como fuera de sus murallas. El regalo protegereis pero antes de que acabe el año será maldito con aquello para lo que no fué creado.-

Se me olvidó, haced todo el mundo unas tiradas de frugal/sibarita

Mientras como deliciosos manjares, esquivando la comida grasienta, decido que ya no deberia comer ni beber mas, y continuo mi charla con Sir Ambrud.

-Me encantaría ver esas aves que tiene su merced algún dia, y podriamos hacer alguna batida de palomos.

Eliott escucha las palabras del Duque y sonríe confiado ante sus palabras. A la llegada se fijó en los puestos de diversos mercaderes y recordaba más o menos dónde se encontraban

Mil gracias, mi Señor Duque. Nada ni nadie me detendrá, os lo prometo! y tras estas palabras sale lo más deprisa posible del salón, pero sin causar un espectáculo, yendo rápidamente en busca del dinero y luego de de su caballo

Le sonrió al cochero y le contó su apuro, mientras ensillaba su caballo, y tras ello, partió raudo en dirección adonde creía poder encontrar tan preciado instrumento musical...

El escudero descabalgó como el rayo y, golpeando la puerta de la tienda, reclamó la presencia del mercader...

Abrid, abrid raudo os digo! Soy un abanderado de la Reina y el mismísimo Duque Sir Frederic me ha dicho que despierte a quien sea para mercar lo que necesito!

-Quién llama a estas horas y cuan urgente es la causa que levanta a un hombre de su cama?.-Suena una voz desde dentro.

-Cuando acabeis el torneo venid a mi tienda. Si estais de una pieza, jajaj.-

Como os digo, soy abanderado de la Reina, y el Duque me ha dicho que no me detuviera ante nada hasta conseguir mercar un laúd dice el escudero con prisas, pero con educación

De nuevo, palabras oscuras de la boca de la anciana. Peligros y maldiciones... la situación no podía pintar mejor. Asintió en silencio ante las palabras de la anciana.

¿Quien sois si puede saberse?- le pregunta- le ayudó en el asunto del gigante, y solo puedo estar mas que agradecido. De la misma manera queagradezco su advertencia, mas ¿como puede haber peligro en el castillo? ¿tiene que ver con lo que nos ha pasado durante el viaje?

Contesto a Sir Ambrut:

-Por supuesto que asistiré a nuestra pequeña reunión después del torneo, y aún le digo mas, no sólo asistiré de una pieza, sino que también portaré el trofeo que hemos escoltado hasta aquí.

-El duque decís?.-El mercader abre un postigo contiguo a la puerta alumbrando con una vela.-Y puede saber un humilde mercader con que empeño ha decidido el honorable duque mercar un laúd a estas horas tan poco cristianas?.-

Supongo que sabéis bien que se está celebrando un gran banquete con la presencia de la Reina, presidido por el Duque. Pues bien, supongo que no hará falta explicaros para qué se necesita un laúd en un momento así... explica Eliott sin mentir realmente

Perdonad si parezco brusco o impaciente, pero mi Señor el Duque ha dicho que despierte a quien sea menester para conseguir uno... y debo llevarlo antes de la medianoche, de ahí mi urgencia, buen mercader!

Llevo dinero para ello, y si nos hacéis este inmenso favor, mañana pasaré por aquí a agradecéroslo con algo para que os ganéis algo más de pecunio, mi buen amigo!

Ves que la anciana se da la vuelta y te sorprendes ante ella. Delante de tí, una gracia divina se alza pues como un angel aparece hablándote con melodiosa voz.

-Sabed escudero que el motivo de vuestro viaje a este castillo no es sino el principio de un cambio, un cambio importante para el hombre, un cambio importante para el mundo. Vos sois el más puro de corazón de cuantos escoltábais el presente de la reina y por eso os hablo, sabed que no habrá reino más glorioso que este en el mundo y su gloria perdurará por incontables generaciones así como aquellos que ayudaron a fundarlo, más todavía no está completo y ese es vuestro destino. Comunica mis palabras tal como las has recibido a tus amigos. Teneis la bendición de Dios.- 

Una luz cegadora envuelve a la fragil dama cegándote. Cuando se hace la oscuridad de la noche, la dama no está.

-A fe mia que sois temerario escudero. Esperaré impaciente, pero deberíais de dormir para guardar fuerzas. Como sabreis se adelantó la exibición de yelmos poco después del alba.-

-Pasad caballero para que elijais el que más os guste.-

Al cabo del rato sales de la tienda con un laúd nuevo de roble pulido y 80 denarios menos encaminándote hacia el castillo..