Partida Rol por web

- Y eso es lo que más estoy temiendo. La falta de calidad con que vienen me hace sospechar.- mira a Cedric y el resto.- ¿Qué le ha ocurrido?

Cedric:- Greyback.

La profesora pone cara de susto y además de disgusto. Es un gran problema sin duda. Pobre Bill.

- Llevadlo al Gran Comedor que está más cerca. Esperemos que no os ataquen por el camino. Black, vamos a avisar a Hagrid. Solo él podrá llevar a los heridos sin esfuerzo mientras nos defendemos. Estate atenta a todo.

-Mejog que no haya heguidos y que no los tenga que llevag.

Avanzo a su lado, sin quitar ojo de las sombras y accesos.

-Pgofesoga...alguien viene, lo escucho. Cgueo que...tgues pegsonas.

¿Amigos o enemigos?

- Sí... yo también lo escucho...

Mortífago:- ¡Esa es la cría que quería Bellatrix para ella! Seguro que nos agradece el favor.

- Atenta, son 3 contra dos. Serán cobardes...

-Como si son cinco, pgofesoga. No cgueo que sean mejogues que Bellatguix o Ggueyback. Y a una la he vencido y al otgo le he sacado un ojo.- sonrío.

No es para chulear...sino para ponerlos nerviosos.

Se han parado de pronto. No sabían que hayas vencido a Bellatrix y tampoco a Greyback.

Ventaja que aprovecha McGonagall para lanzar un rápido y poderosísimo desmaius al mortífago más adelantado que incluso sale volando hacia atrás hasta acabar estrellado contra una de las partes del puente.

- Son muy numerosos. Pero no lo suficiente para nosotras.

Roberto llega hasta vosotras.

Roberto:- ¡Tía!- se une a vosotras. Ahora tenéis la ventaja- ¿Qué...?

- Mortífagos.

Guiño un ojo a Roberto. Mi aspecto debe ser...interesante. Con un generoso escote donde no debería haberlo, una linea de sangre justo en el comienzo de mis pechos y sangre, no mía sino como si hubiese mordido (picado en realidad) alrededor de la boca.

Para no ser menos que mi profesora, lanzo otro potente desmaius a otro de los mortífagos. No puede hacer nada, atravieso su débil escudo sin despeinarme.

-Lo que yo decía...nada que veg con la loca de mi tía.

Otro que sale disparado hacia atrás. Roberto alza las cejas y sonríe mientras te observa de arriba a abajo.

- Que sexy estás...

McGonagall mira a su sobrino.

McGonagall:- Roberto, este no es el momento de ponerse a ligar.

Roberto carraspea para concentrarse.

- Sí, tía Minerva. ¡Desma...!

Pero para. Un trueno y un relámpago os distraen. Las nubes se agolpan en el cielo. Negras a más no poder. Y entonces...

- ¿Qué es eso?

La sangre se os hiela. El mortífago ríe y se marcha. Siguiendo la vista... te parece ver algo caer desde la torre de astronomía.

-Algo ha caido desde la togue. O...alguien. Miegda...

No puede ser ¿A quién habrán matado? Y si han lanzado la marca...seguramente no ha sido simplemente alguien sino su objetivo. ¿Quién sería? ¿Harry?

No tiene sentido, no estaba en el castillo. ¿Quién pues?

No voy a esperar para comprobarlo. Doy dos pasos rápidos hacia la ventana y salto por ella, transformándome en grifo en pleno salto. Caigo unos metros mientras aleteo pero es normal. Enseguida recupero la estabilidad y vuelo hacia el pie de la torre.

La marca sigue en el cielo con la serpiente agitándose por fuera de la boca. Los mortífagos se han marchado y lo sabes por el súbito silencio que ha proseguido a las risas en lo alto de la torre.

Vuelas en esa dirección a toda velocidad creyendo estar preparada para lo que te encontrarás.

Lo que no imaginabas es que se tratase de Albus Dumbledore.

¡¿Dumbledore?! No puede ser...no...sin él...¿Y Harry? Si el director estaba aquí él también...

En lugar de aterrizar junto al cuerpo...cosa que no serviría de nada...me elevo más para mirar mejor a todas partes. Quiero ver a Harry...o a algún mortífago.

No van a regresar a la sala de los menesteres, no con el castillo lleno de gente de la órden. Y no se pueden desaparecer... ¿dónde están?

Quiero..quiero hacer daño al que haya matado al director. A un hombre siempre preocupado por los demás...aunque hacer eso no lo hiciera sentirse orgulloso, no me importa.

No sabes donde se han metido los mortífagos pero no hay ni rastro de ellos, quizás encuentres a Bella donde la dejaste. En la torre no parece haber nadie más.

Sobrevolando por la zona y mirando por las ventanas observas desoación. Aún no saben qué ha pasado, pero sí que se temen lo peor. La pérdida de un compañero y amigo. Si bien no cuentan con que se trate de Dumbleore.

Por una de las ventanas del quinto piso ves a Harry correr a toda velocidad por las escaleras de mármol mientras Sirius intenta pararlo. Sirius y Tonks se miran y empiezan a seguirle.

A los terrenos ya empieza a llegar gente. Hagrid el primero.

Va hacia Dumbledore, está claro.

Decido esperarlo allí, aterrizo junto al cuerpo y recupero mi forma natural.

-Diguectog...

No sé que más decir, por lo que callo.

Harry llega precediendo a una masa de gente que lo persigue con el fin de protegerle. Pero él no quiere que nadie le proteja. Solo quiere estar a solas. Comprobar que no es cierto, que Snape no le mató y de esa manera saber que todo fue una estúpida pesadilla.

Pero no es así. Se arrodilla y no puede más que llorar. Sus ojos derraman lágrimas de tristeza e impotencia.

Según van llegando los demás, se quedan a una distancia prudencial, con el horror marcado en sus facciones.

Es el fin. El líder ha caído. La esperanza que los mantenía se derrumbó. ¿Y ahora qué?

La varita del director está a unos metros de distancia de él, el hombre que te apoyó, que te hizo sonreir... aún recuerdas el día en que hizo el patronus contigo, cuando sonreía de forma divertida ante tus ocurrencias, el momento en que te apretaba el hombro... todos esos momentos imborrables.

No puedo...no puedo estarme quieta mientras todos parecen derrumbarse. Me adelanto y subo a una piedra que se eleva un poco sobre los demás. No alzo mucho la voz, no es necesario. Nadie parece hacer más ruido que sollozos.

-Escuchadme. Dumbledogue ha muegto. Pego pguecisamente pog eso debemos seg fuegtes. Ahoga más que nunca pues...se avecinan tiempos más oscugos que nunca. Pego él no queguía que nos hundiésemos y llogásemos pog él. Sus mayogues esfuegzos fuegon siempgue paga ayudag. Yo...no puedo decig que lo conociega mucho. De hecho, apenas sé nada sobgue él. Pego esto lo tengo clago: él nos daba espeganzas a todos y ahoga que no está es nuestgo debeg dag espeganzas a los demás. Es un dugo golpe pego...la Ógden del fénix no muegue con Dumbledogue.

Dejo unos instantes de silencio.

-Al menos yo no pegmitigué que Voldemogt gané.

Todos te escuchan, desolados pero sabiendo que tienes razón. Te das cuenta de que Ginny, Hermione, Ron y muchos más también han luchado ahí arriba.

Entonces Harry vuelve a acercarse a Dumbledore.

La luz... vencerá a la oscuridad.

El pelo alorotado, la boca manchada de sangre, la ropa rota...no me importa en absoluto cuando bajo la varita tras alzarla como los demás. Cojo la del director y la pongo sobre su pecho arrodillándome junto a lcuerpo y a Harry.

Le paso un brazo por los hombros y acaricio su pelo unos momentos. Pero Dumbledore era mucho más importante para él que para mi, no quiero entrometerme así que me pongo en pie.

-Pgofesog Slughogn.- llamo. Y cuando lo vea me acerco a él. -¿Tiene veguitasegum? Es posible que tenga una pguisonega.

- Me temo que yo no gasto de eso.. quizás Severus...

Harry:- Él lo mató.- todo queda nuevamente en silencio. La mirada de Harry es ardiente y furiosa-Snape mató a Dumbledore.

- Entonces... me temo... que no habrá dejado ni gota de algo así.

Comenta tras un breve silencio. La gente alucina con lo que está diciendo Harry.

McGonagall:- Será mejor que... los alumnos no heridos vuelvan a sus respectivas salas comunes, que los heridos vayan a la enfermería... me temo que debo tomar el control de la situación.

La gente le hace caso. Sirius te mira y te asiente. Irá a ver a tu madre.

-Es...una lástima. Todo seguía más fácil.

Pero aún así no es la única manera. Asiento a mi padre, iré lo antes que pueda. Pero antes...voy a buscar a Bellatrix y Greyback. Es mejor que no queden sueltos.

El hombe lobo escapó no sabes muy bien como; no obstante, ahí tienes a Bellatrix, encerrada en todo lo que has fabricado exclusivamente para ella.

Nadie se ha negado a que vayas ni tampoco se ha ofrecido a ir contigo. Ni siquiera Sirius. Al parecer, confía plenamente en tus capacidades aunque estará algo preocupado.

Tampo es que haya dicho a nadie a donde iba, pero cualquiera se lo puede imaginar. Colocándome ante ella, sin liberarla y con su varita en la mano, la despierto. Pero no antes de colocar conjuros de alarma en un círculo ámplio. Por si acaso algún mortífago reaparece. O Greyback. No quiero sorpresas.

-Bueno, tita, ya acabó todo. Te han dejado atrás. Aunque supongo que tgabajo en equipo, lealtad y ayuda son conceptos ajenos a los mogtífagos. No sé que hagán contigo...desde luego Azkaban no es una opción. Ni entguegagte al ministeguio. Pego supongo que Dumbledogue sabgá uno o dos tguquitos paga mantenegte pguisionega en otga pagte.

Me encojo de hombros, medio sonriendo.

-¿Sabes? Dgaco a cantado. Matag a Dumbledogue...¿En seguio? Tú has sido una buena guival pego todos los demás que he degotado...patéticos. ¿Y con eso pguetendíais matag a Dumbledogue? Voldi no va a estag contento...y menos contigo. Su más letal siegva degotada y humillada pog una chica de 17 años. He de admitig que soy bastante extgaogdinaguia pego...no cgueo que eso le impogte. Aunque clago, a ti tampoco debeguía siempgue y cuando no te encuentgue.

-Dime qué planes tiene tu jefe y podguía ablandag al guesto de la ogden. Es decig...no has matado a nadie que yo conozca pego que ellos conozcan...segugo...