Partida Rol por web

Trague saliva, no se necesitaba tener un sexto sentido para notar que no éramos bien recibidos…

Emmm disculpe si molesto, pero me preguntaba si me podrían indicar cual es la esquina de Chisholm Street con Lockwood

No esperaba que me contestaran, y menos que si lo hacían digieran el correcto lugar, pero supongo que preguntar por la calle es la mejor opción.

El dependiente se queda unos segundos callado, y continua atendiendo a la mujer como si nada.

- A donde deberías ir es a la salida del pueblo. Este es un lugar decente, no nos gusta ver chicanos por aqui...

Henry entra en la tienda y dice:

- Hernan, te he dicho que seas educado cuando hables. Este criado mío siempre tan malhablado... perdónenle, aún tiene mucho que aprender - y mientras dice esto se acerca hasta la posición de hernan y le empuja para que salga del edificio.

- Permítanme que me presente, soy el doctor Henry Watson y debo acudir al cruce de las calles Chisholm Street con Lockwood para reunirme con un colega de la universidad que se encuentra en este pueblo. Tal vez lo conozcan, el señor Collins es un hombre muy agradable y no creo que haya podido pasar desapercibido en este pueblecito. ¿Les importaría guiarme hasta allí? - dice Watson mientras ojea los productos de la tienda sin mirar directamente a las otras personas pero sacando una moneda de dólar con la que juguetea moviéndola entre sus dedos.

La mujer sale de la tienda cuando termina de recoger el cambio, abriendo un paragüas en el exterior. Mientras termina la transacción parece no escuchar en absoluto las palabras de Watson, como si no le importase realmente mucho el cambio de interlocutor...

De mala gana y con muy malos modos, cuando parece que le habia ignorado completamente, responde:

- En la misma dirección en la que va su vehículo, la segunda calle a mano derecha es la calle Chrisholm

Muchas gracias. Por favor, permítame recompensarle por su tiempo y su amabilidad - dice henry ofreciendo amablemente la moneda de dólar con la que jugueteaba para que cuando vaya a cogerla dejarla caer al suelo y soltar un falso y escueto: Opps

Y a continuación abandonar la tienda para seguir las indicaciones recibidas

Simpson observa todo desde el vehículo, las personas de los alrededores ciertamente eran cerradas y aveces hasta cierto punto hostiles, mas era normal, la mayoría vivía vidas tranquilas en sus pequeños pueblos y definitivamente no gustaban de extraños que perturbasen sus rutinarias costumbres. Con un movimiento mecánico el oficial se lleva la mano a su pequeño porta equipaje, donde a guardado el revolver...

Algunas veces los campesinos eran tan renuentes a recibir visitas que no dudan en usar los medios necesarios para ahuyentarles, no esta de mas el estar preparado..

Dije que era mejor comprar un mapa. La gente del lugar es muy rara. Recuerdo que una vez me encontré con un hombre que me quiso reclutar para su super-ejecito de lechugas, pero le tuve que decir que no, que a mi me iban más las escarolas...

Cuando Watson se acerca no puede evitar preguntar. Y bien señor Watson , ha dado con la calle? estoy impaciente por llegar, los lugareños no son muy hospitalarios que digamos. Se ha fijado con qué cara nos miran?

Ardo en deseos de localizar a nuestro colega común, el señor Collins.

Pues si ardes en deseos... -empiezo a decir, pero me paro para sacar de mi bolsillo un cigarro que, casualmente, es de la misma marca que fuma el Sr. Mastern; lo cojo, lo espizco y introduzco en mi pipa. Acto seguido, le doy fuego y, tras dar la primera calada, prosigo- ¿Por qué me miras así? ¿Esperas que diga algo ingenioso? Si ardes en deseos, vayamos de una vez

EL grupo continua según las indicaciones del tendero, girando hacia la calle Chrisholm. Apenas hay trafico en la calle de ningún tipo, salvo algún vehículo que se nota perfectamente que es para uso ganadero o agrícola.

Vais en el vehículo intentando ver los carteles que indican los nombres de las calles, pero la mitad están oxidados o simplemente no están, incluso os cuesta leer las letras con la lluvia que esta callendo. Tras un par de minutos por esa calle, veis, en la esquina de un edificio gris, a un hombre mayor, bien vestido y con un paragüas. El hombre se percata de vuestra presencia y se dispone a cruzar la calle hacia el vehículo.

El problema es que lo hace al mismo tiempo que el autobús del Miercolés. Parece salir de la nada entre la manta de agua que os quita la visibilidad. Solo veís al autobús arrollar al hombre del paragüas (el autobús simplemente pasa arrolando al hombre de forma que dejais de verle), tocando el claxón también demasiado tarde... Además no cabía ya duda de que se trataba del geológo, puesto que los que lo conocían en persona sabían que era un poco duro de oído.

El autobús se detiene ya mucho mas adelante dando un potente frenazo.

En ese preciso instante comprendéis cuanto se pueden complicar las cosas. Tardais unos segundos en reaccionar, solo se oye el ruido de las gotas golpear contra el capó y veis la mancha de sangre y lluvia extenderse alrededor del hombre que yace en el suelo. Estais completamente solos en Winnemuck.

Mirad ahí está!...oh... mierda !!!

Baja corriendo del coche con dirección al cuerpo inerte del geólogo , Por dios santo!!! es que está usted loco! le grita a lo que queda del geólogo.

Saca el encendedor y lo tira contra el suelo frustrado, el encendedor produce un pequeño petardazo al explotar contra el suelo. Scot empieza a gritar como un loco Maldito sordo!!! , estúpido!!!- pega una patada al autobus y se tira al suelo llorando desconsoladamente con la cabeza apoyada en el suelo. La lluvia le empapa el pelo y la vestimenta, Scot da manotazos contra el suelo hasta que le sangran los nudillos.

¡¡¡¡¡¡HOSTIAS!!!!!! -digo al ver como el hombre es atropellado- pero... ¡¿ESE TIO ESTÁ MAJARA O QUÉ?! ya dije yo que en este pueblo eran muy raros. RÁPIDO, VAYAMOS A VER QUE HA PASADO, ESTO ES UNA MIERDA JODER -grito como un poseso con los zarandeando los brazos en alto y corriendo hacia el (seguro) cadaver

El policía observa lo que a ocurrido mas gracias a su experiencia en la policía el evento no le es del todo desconcertante... Maldito imbécil, aquella anciana tenia por lo menos la disculpa de su edad, pero usted.... Una breve imagen se dibuja en la memoria de William, en sus primeros años como policía alguna vez le había tocado cuidar en una esquina a un importante comerciante, del lado contrario de la acera una anciana caminaba tranquila cuando un automóvil, de aquellos primeros modelos, perdió el control y la arrollo, el hecho había impactado al joven oficial pero al final solo le había hecho menos sensible a lo azaroso de la vida...

El oficial se acerca hasta el lugar en que yace el cuerpo del profesor, por lo que a él respecta ha sido culpa del descuidado catedrático y no del chófer, aun así toma las cosas con calma...

Alguien que vea si esta muerto!!

Henry pierdes los estribos y sale corriendo del coche sin mirar ni atender a nadie. Se dirige como un poseso hacía lo que queda de su amigo Collins hablando en voz alta y diciendo cosas sin mucho sentido.

- Oh, Dios mío. ¿Esta... muerto? ¡NO!

Javier Hernán sale del vehículo dando tumbos, tembloroso... se lleva las manos a la cabeza y sin acercarse al cadaver intenta sacar unos cigarrillos (se le caen varios al suelo) y empieza a intentar encenderlo, pero no atina con el mechero.

William Simpson siente unos sudores fríos corriendole por la frente. No sabe si se mantiene frío realmente o solo lo esta fingiendo... un policia no puede dejarse llevar en estos casos.

William, Scot, Roderick y Watson son los primeros en acercarse al doctor. Mientras corren, empapandose en la lluvia y viendo el charco de sangre con agua aumentar hasta caer ambas cosas en una alcantarilla cercana, les parece que el doctor aun se mueve, de forma muy torpe. Simpson sabe que mas que movimientos de que aun siga vivo, parecen espasmos.

Ya junto al doctor, ven la escena es de lo mas dantesca: La cadera ha girado 180 grados de donde debería estar, (excepto la pierna derecha que aun sigue en su sitio (parece). Los dos brazos estan reventados y partidos por varios sitios y el doctor aun no ha muerto. Veis como mueve los ojos a su alrededor sin entender nada de lo que ha ocurrido, mientras le chorrea sangre por la nariz y la boca. Lo último que dice, mientras sus ojos se mueven de uno a otro de vosotros de forma nerviosa, es:

- Vaya sorpresa. No pensé que no hubiese sitio, me acabo de despertar

Las ultimas palabras incongruentes de un moribundo, por el shock. Dicho esto, tras expulsar una gran bocanada de sangre el doctor deja de moverse (excepto el pie derecho que aún tiembla).

Los presentes, intentando soportar el terror de lo que ven, se dan cuenta de que el conductor del autobus (que frenó varios metros mas allá) sale corriendo hacia ellos:

- ¡JODER! ¡JODER! SE ME CRUZÓ POR EN MEDIO! ¡NO LE PUDE VER!

En las ventanas de la esquina de la calle Chrisholm empiezan a abrirse y veis a la gente del pueblo mirando la escena, cuchichenado entre ellos, como si de un espectaculo poco agradable, pero espectaculo al fin y al cabo, se tratase. Ninguno de la zona se acerca, excepto el conductor de autobús, que esta visiblemente afectado y llevandose las manos a la cabeza.

Henry visiblemente nervioso solo atina a decirle al conductor
- ¡¡UN MEDICO!! ¡RÁPIDO!

Con cierto disimulo, me acerco hacia los cigarros de Hernan desperdigados por el suelo, y me los guardo. Después, miro al cadaver, y digo- No creo que un médico pueda hacer nada. A menos que ese médico sea como una CASA -digo la última palabra gritando, sin ningún tipo de motivo aparente...

Es inútil. Este hombre ha muerto... Reflexiona sobre sus últimas palabras. Está seguro de que significan algo. Mejor llamemos a un forense y a la policía.