Partida Rol por web

El reverendo sonríe.

- Bueno, obviamente hay diferencias claras entre un pueblo y una ciudad.  - Dice torpemente, intentando quitar hierro al asunto.- Dicen que han venido por aqui a investigar esos dichosos temblores, ¿Me equivoco? Por cierto, lamento lo de su amigo, el señor Collins. Que su alma descanse en paz, y me parece admirable que hayan decidido quedarse a continuar lo que esten haciendo. Seguro que les está viendo y puede sentirse orgulloso de tener unos compañeros como ustedes.... Y digame ¿Que han descubierto por ahora de los temblores? Algunos de por aqui andamos algo preocupados.

Escucho atentamente las palabras del anciano, sin perder detalle. Al menos, hemos encontrado a alguien que parece dispuesto a colaborar. O, cuanto menos, a decirnos lo que sabe.

El policía no cree ni media palabra de lo que dice el pobre hombre, no respecto a los acontecimientos sino respecto a a los temblores. Agradezco todo lo que nos a comentado, es un hecho y me queda claro que ellos deben ser los responsables, quizá lo mejor sería ir a su casa para saber mas sobre esta familia, ¿Donde me dijo que vivían?

- En ninguna parte viven ahora, hijo. Estan desaparecidos. La gente de Winnemuck redujo a cenizas su vieja mansión una vez que se fueron. Supongo que dado el tiempo transcurrido  y su lamentable estado, Tommy ya habrá muerto, y a Bill Whittaker no se le ha vuelto a ver desde hace 10 años. Pero estoy seguro de que anda por aqui. Antes de desaparecer en el bosque juró que se iba a vengar de todos nosotros...

- Oh, para nada, lo que quiero hacer es un análisis riguroso del crimen. Nuestra revista, en realidad, se encarga de desenmascarar supuestos casos de brujerías o "paranormales" y dar un razonamiento científico y lógico sobre todos esos mitos y leyendas urbanas. Más que el morbo, buscamos todo lo contrario, estimado compañero. -miente, casi hasta sorprendido de lo rápido e ingenioso que ha estado- Además, seguro que tanto el pueblo como la policía local lo agradecerá, tan solo necesito que me deje echar un vistazo y... ¡Quién sabe, quizás incluso se interesen por usted en Chicago! Aunque apuesto a que no cambiaría la tranquilidad de Alpena por las luces y el ajetreo de la gran ciudad, ¿eh? A veces pienso que aún debería estar en mi pueblo, disfrutando relajadamente de la vida...

Watson se alegra de poder entablar una conversación con alguien.

Perdón, vengo de nueva york pero no me críe allí sino en el estado de Luisana. Me traslade a la gran manzana para cursar estudios en medicina y al final me quedé allí a vivir.
¿Descubrir? Nada de nada, mucho me temo que volveré a casa bien pronto. ¿Se pasaba el señor Collins por su iglesia? Creo recordar que era un fiel y devoto religioso.

El policía asiente preocupado. Pero me supongo que habrán construido algo en el mismo lugar, o que por lo menos quedarán sus ruinas.

¿Construir encima? ¿¡Quien se atrevería!? Me temo que todo esto pertenece al género de las supersticiones, pero si supiese la mitad de lo que aquí todos sabemos de esos Whittaker... Si quiere ver lo que queda, no esta muy lejos de aquí, a unos cinco minutos a pié descendiendo esta calle, hacia la salida del pueblo.

El Padre pronto se muestra amistoso ante la buena educación de Henry Watson.

- Poco sé de su amigo, sinceramente. Por lo que sé, llevaba aqui en Winnemuck pocos días y no acudió nunca a mi parroquia. Se rumorea que estuvo muy ocupado investigando e indagando en el pueblo... cosa que - Dice susurrando- En este pueblo incomoda a mas de uno. Si le digo la verdad, yo tampoco nací aquí, y por mi trabajo sé sobre este lugar mucho mas que sus propios habitantes en muchos casos. Y no me extraña que les incomode que indagen en sus cosas: Tienen mucho que ocultar. - Esto lo dice sonriendo, dudas si es un intento de comentario gracioso o lo dice en serio. ¿Y digame, hasta cuando piensan quedarse?

El hombre queda algo sorprendido del "discurso" de Javier Hernán. Enciende una especie de interfono muy primitivo.

"Viene un... un extranjero, se llama Javier Hernan y trabaja para una revista de Chicago"

Te dejan total acceso a la hemeroteca del periodico y si lo deseas puedes hablar con el editor.

Meditando lo que le acaba de decir el reverendo watson me mesa la barba con pasimonia tomándose un tiempo en retomar la conversación.

Bueno, bueno, bueno. Así que la gente de este pueblucho tiene cosas que ocultar... ¿Como que? Tal vez este cura sepa que ocurre pero si lo que sabe es por secreto de confesión no sabré nada más.

Tras tomar un par de cucharadas más de la sopa aunque solo sea por compromiso saca su reloj para mirar la hora y calcular cuanto tiempo hace que se marcharon sus compañeros.

El señor Collins era un buen amigo y una excelente persona. No creo que fuera por ahí indagando en la privacidad de esta buena gente como parece usted querer decir. ¿O tal vez si? - dice watson girándose hacía la dueña de la fonda a la espera de una respuesta.

El policía asiente. Muchas gracias, me parece que iremos hacia allí, si al final resulta que Usted tiene razón no me perdonaría haber echo caso omiso a sus comentarios. Luego se gira hacia su compañero y agrega. Me acompaña Mr.Roderick.

Claro, claro, vamonos ya... -digo al policía, meintras le acompaño.

Interesante, muy interesante. ¿Que tendrá todo esto que ver con los pimientos y las zanahorias?. No lo sé, tengo que pensar en ello...

Acompañado de Roderick el policía caminó en la dirección indicada donde...

Salís de la biblioteca en la dirección que os dijo Bob Hamblin. Notáis que ha comenzado a oscurecerse el cielo y el ambiente, no solo porque acabe el día poco a poco sino porque empieza a levantarse algo de niebla poco a poco.

No tiene mucha pérdida, tras menos de cinco minutos caminando llegais casi a las afueras del pueblo, donde hay un muro de ladrillo bastante alto. Bordenadolo llegáis a una puerta de metal forjado que entrecruza sus piezas haciendo formas vegetales que se retuercen entre ellas. Os parece una puerta horrible y de mal gusto.

Al otro lado de la puerta veis que hay una gran finca, con una pequeña colina en medio y allí una casa medio derruida y carbonizada. La puerta tiene un enorme candado y una cadena que evita que se pueda abrir con facilidad.

- Lamento si parece que haya querido decir eso, no era mi intención. Pero este es un pueblo tranquilo, aislado... Son gente reacia a tratar con la gente de fuera por motivos que hasta yo mismo desconozco bien. Aqui jamás ocurre nada, y de pronto se produce este temblor y aparece un tipo de una universidad a investigar, aparecen mas forasteros en la ciudad, y de pronto se produce un fallecimiento por un accidente. ¿Sabe cuantos fallecimientos por atropello ha habido en Winnemuck? Ninguno, hasta esta mañana. Aquí no pasa nada importante desde hace diez años, señor Watson. Y eso es lo que quieren sus habitantes: Que Winnemuck siga siendo lo que es... nada. En el momento en que en Winnemuck pase algo, dejara de ser un lugar apacible y tranquilo. Por eso digamos que sus habitantes son así de frios con ustedes. Yo de hecho tardé mucho en ganármelos y aun así a veces dudo que los comprenda.

El reverendo bebe un sorbo de agua.

Henry deja los cubiertos sobre la mesa, ya ha tomado bastante más de la sopa de lo que le habría gustado.

Si, claro, entiendo... ¿Y cual fue el último acontecimiento que ocurrió aquí hace 10 años? Me temo que en Nueva York hay atropellos casi todos los días.

La mujer sigue a sus quehaceres, pegando claramente el oido en la conversación y un poco malhumorada por lo que escucha. Rehuye el hablar con Watson. Deja los platos en sus estantes haciendo bastante ruido.

 - Oh - Dice el reverendo. - Por lo que sé, rencillas del pueblo de las que se arrastran durante años, décadas... Problemas con una familia local, reyertas, y por ultimo una serie de amenazas que desembocaron en unos desagradables asesinatos cerca del bosque. No estoy muy enterado del tema, yo aún no estaba por aquí, pero fueron unos desgraciados acontecimientos que tuvieron un fuerte impacto en la población de Winnemuck.

Y bueno, me supongo que nadie tendrá las llaves, habrá que buscar un cerrajero o alguien que sepa como podemos entrar... Dice el oficial algo molesto por aquel contratiempo, mientras con la mirada busca alguna otra solución como brincar la reja.

No tendrá reparos en saltar la verja conmigo ¿O si? Pregunta a su compañero.