Muelles de la ciudad de Boston 6 de Junio
Un periodista novato espera en la dársena del puerto frente al Darlena a que éste baje la pasarela metálica para poder embarcar, pocos minutos después llega un tipo grueso con bigote de buena constitución y no muy mayor, después un taxi se detiene y de él bajan dos tipos con sombrero, uno ellos que no es muy agraciado no deja de fumar, el otro con aire perspicaz y muy sonriente mirando en todas direcciones.
Los cuatro desconocidos se reúnen junto con sus respectivos equipajes al costado del buque Darlena que no es otra cosa que un pequeño carguero que por lo que se ve, ha sido provisto de grúas, cabestrantes y lo que parece equipo de perforación-del bueno-. La cubierta se ve cargada de material hasta los topes y se ve a varios marineros trabajando sin descanso. Sin duda, ese es el barco.
De la tripulación- del resto- académica y los exploradores, no hay ni rastro. Se ve que aún no han aparecido.
Roleo libre.
Una expresión mezcla de aburrimiento, indignación e indiferencia fingida se podía leer en la cara del periodista.
"¿Por qué demonios tenía que mandarme a mí?...Maldito sea ese periodicucho y todos los que hay en él"
En ése momento, reparó en las nubes que parecían oscurecer el horizonte y acercarse a tierra.
"No...lo que me faltaba, lluvia"
-Hola, buenos días, John Marlowe -extiendo la mano a ambos hombres que esperan junto al barco-. Creo que vamos a compartir nuestros caminos en este viaje. ¿Amigos del profesor Mathieson?
Mientras saludo, no dejo de observar la que será mi casa durante las próximas semanas. Un montón de marineros se dejan la piel para dejarlo todo a punto.
Ni una maciza en el grupo -me digo-. Ese Mathieson no sabe cómo gastar los fondos del departamento. Va a ser un viaje larguísimo. Espero que las danesas merezcan la pena.
Heisenberg llega al lugar un poco despeinado y con cara desmejorada. Parece haber pasado una mala noche.
Sonríe cuando ve a su compañero y amigo Marlowe y se acerca para saludar.
¡Hola John! ¿Haciendo amigos? Encantado.-Extiende la mano a John Collins.-¿Es parte de la expedición o estoy saludando a un conocido que John se ha encontrado en el puerto?
Quedando patente quién es el mejor detective del consorcio que tiene montado con John.
XD Heisenberg, íbamos en el mismo taxi y hemos bajado los dos al mismo tiempo.
XD Heisenberg, íbamos en el mismo taxi y hemos bajado los dos al mismo tiempo.
Yo también me he dado cuenta pero no he querido desvirtuar el hilo.
Estrechó la mano de los desconocidos.
-Soy el periodista encargado de cubrir todo ésto, John Collins...
¡Ah vaya! ¡Si! Encantado. Mi nombre es Heisenberg, somos los encargados de que a ustedes no les suceda nada. Como colegas en el viaje me encantaría poder invitarlo a una copa para ir entrando en materia.
Menudencias.
"En fin, quizá no me aburra tanto"
-Le tomo la palabra, Heisenberg.
-Será mejor que antes de tomar esa copa esperemos a Mathieson y los otros. También es conveniente meter el equipaje en el barco, no tengo ganas de ir cargado con los bultos de aquí para allá. ¿Para qué periódico trabaja, Collins? Espero que no sea para The Boston American, ese canalla de Hearst es un pájaro de mucho cuidado. Ya no es que se invente la verdad, es que directamente adapta la realidad a su punto de vista e intenta convertirla en una verdad universal.
-Trabajo para el Miskatonic's Herald, a si que no tengo nada que ver con ese periódico.
"Ojala trabajara con el Boston American, seguramente seguiría en mi despacho en vez de ir a pelarme de frío"
-Tuve una vez un cliente al que intentó desacreditar ese crápula de Hearst. Las pruebas que conseguí lograron que se ganara el caso, pero me sentí bastante mal de que Hearst quedara completamente impune. Los tipos como ése se creen intocables. A todo cerdo le llega su San Martín, como dicen los españoles.
-Je, que curioso, yo también conozco a uno al que debería llegarle su "San Marín".
Dice, obviamente, asimilando mal el dicho, y pensando en su querido jefe.
Edward llega un poco tarde a la cita, durante unos minutos se queda observando el barco que ha de llevarles hasta groenlandia. Tras eso se percata de la presencia de los otros hombres que están charlando a los pies de la escalinata. Se acerca con aire afable y una sincera sonrisa en sus labios.
- Buenas caballeros, No llegaré tarde, verdad?
Mientras ofrece su mano al resto y saluda bastante efusivamente a todo el que le acerque la suya.
-Mi nombre es Norton, Edward Norton. Profesor de Arqueología de la universidad de Miskantonic. -Luego mira de punta el barco. - Parece que este va a ser nuestro transporte a tan lejanas tierras .-luego vuelve a observar al resto - No es emocionante caballeros.- Comenta sin apenas poder contener la ilusión que le hace todo esto.
-Ya lo creo, señor Norton, un placer. ¿En qué área de arqueología está especializado?
-Saludos, señor Norton. No, no llega tarde, yo soy el periodista asignado a la expedición.
¿En qué área de arqueología está especializado?
Edward sonríe y comenta -Básicamente la que se ocupa de los restos de de civilizaciones antiguas .- pone una sonrisita sarcástica mientras piensa .- ¿Como que que tipo de arqueología, pues la normal, es que hay otra?¿?¿?
-Comprendo -es la respuesta que me habría podido dar un anticuario de hace doscientos años. Doy una calada a mi cigarrillo y sencillamente espero a que vengan las personas que están por llegar.
LLegan dos taxis y un coche particular, de los cuales se bajan cuatro hombres, mientras los conductores de los tres vehículos se encargan de descargar sendos equipajes.
Uno de los hombres es el Profesor experto arqueólogo Curtis Mathieson que viene acompañado por otro hombre mayor y dos tipos más jóvenes.
- Buenos días Profesor Norton, Señor Heisenberg- se dirige a Collins y Marlowe - a ustedes no les conozco. ¿ Quién de ustedes es Marlowe?.