Partida Rol por web

Zehir... Ese nombre me es conocido... No puedo recordarlo...

Aclarame y se claro. ¿Cual es tu relación con los Yuan-ti?

El Yuan-ti solo sonríe y se calla.

 El brujo se encoge de hombros.

-...Y es por esto precisamente por lo que propuse dejar al paladín fuera. ¿Se opone alguien a que le vayamos cortando? -lo cierto es que lo dice con una sorprendente ligereza.

Passer, via libre, de hecho tengo una prueba que desde que me enfrenté a ese yuan-ti y le dimos lo suyo quiero hacer.

Los gusanos si se parten un trocito, salen dos.

Nunca he tenido si eso mismo le pasa a las serpientes... y es un tema que me apasiona. ¿Porque no empiezas por cortarle el dedo gordo de la mano derecha a ver que tal evoluciona?

El brujo saca su daga y se acerca con tranquilidad al yuan-ti. Desliza la punta por su cuello por su mejilla, suavemente.

-Todavía estás a tiempo... Puedes hablar ahora o puedes hablar después, pero el dolor no te lo va a quitar nadie. -Aprieta ligeramente, sobre la frente, hendiendo un poco la carne.- Esto es sólo un ejemplo.

[En caso de que siga decidido a no cooperar, hará que uno de sus compañeros le ponga una mordaza. Tampoco quiere que los ahullidos se escuchen en todo el pueblo.

-Muy bien. Cuando estés listo para hablar... No sé, asiente desesperadamente.

Y tras asegurarse de que está bien puesta, le corta un dedo. No parece disfrutar especialmente con el dolor del monstruo, sino que lo hace con eficiencia y con rapidez. Según como reaccione, seguirá de una u otra manera, quizás con más dedos.]

El Yuan-ti se niega a hablar, solo sonríe ante tus amenazas y luego protesta de dolor cuando le cortas un dedo, pero no por ello habla ... te mira con determinación.

Uff, si cortandole un dedo, no funciona... Veremos como conseguimos algo.

El brujo tiene el dedo entre sus manos. Suspira levemente y lo arroja a una esquina.

-Bueno, parece que no tiene ganas de cooperar -echa un vistazo al shardmind- ¿Recordáis lo que dijísteis sobre un espécimen vivo? ¿Os apetece probar? Sospecho que sabréis más de dónde duele que yo... -luego se dirige a tormenta.- Si os importa, ¿podríais seguir buscando por la casa a ver si hay alguna pista más? Especificamente, me gustaría mirar la habitación donde lo encontramos, que probablemente huela un poco a incienso. Buscad lo que podáis -le sonríe levemente. Después vuelve a encarar al yuan-ti y suspira de nuevo levemente.

   - Si, un especimen vivo es fabuloso, pero si no se tiene el equipo necesario arruinan el trabajo cuando se mueven por el dolor... Sin embargo, ahi sitios que se pueden estimular con dolor.

   Naram toma su staff y lo afinca contra la ingle del hombre y utiliza su cuerpo para ejercer presion con el staff sobre los testiculos.

   - Siempre me ha sorprendido como las criaturas de carne tienen puntos tan debiles...

   - Si es un hombre como dice ser no soportara el dolor por mucho tiempo, o eso tengo entendido.

Buena idea Passer, yo continuaré con la busqueda por la casa... Amordazarlo y atarlo para no tener sorpresas.

Tormenta, comienza por subir las escaleras para investigar todo el piso de arriba.

Bien, bien... Vamos a ver que podemos encontrar por aquí...

 -Tan sólo tenga cuidado de que no se desmaye, ¿de acuerdo? Y si necesita mi daga, no tenga miedo de pedirla. 

Los esfuerzos de Naram consiguen que el hombre sufra y pase unos dolores horribles, pero no que se decida a hablar. De hecho a veces se les escapan carcajadas, aunque no de jubilo, mas bien de reír por no llorar.

El gorrión suspira.

-Muy bien, de momento parece que no está dispuesto a hablar, y no seré yo quien disfrute con este tipo de cosas. Si les parece, vayan a examinar la casa a fondo. Necesitamos alguna pista más y está claro que él no va a dárnosla. No se preocupen -añade con suavidad.- Ya está lo bastante débil como para intentar nada. Además de atado. Y si se le ocurre intentar hacer algo, le corto el cuello y una vívora menos en el mundo.

Cuando o mientras se van, Passer intentará ver si recuerda algo sobre los yuan-ti. Más especificamente, su cultura y lo que puedan considerar insoportable. Porque el dolor está claro que no.

El Yuan-ti os observa desde su posición, con una mezcla de dolor y satisfacción ante vuestra pequeña derrota.