Partida Rol por web

El Regente de Jade I: El Legado de Muro de Salmuera.

Regente de Jade: 4- El Castillo de Muro de Salmuera.

Cargando editor
09/02/2018, 12:03
Kelsier Deznad.

MITAD DEL INVIERNO DEL AÑO 4708 RA.

DÍA DEL FUEGO, DÉCIMO QUINTO DE CALISTRIL.

PATIO INTERIOR DEL CASTILLO DE MURO DE SALMUERA.

AVANZADA LA TARDE.

Kelsier ayudó a levantarse a Giorgino que mostraba una evidente cara de confusión y desorientación. Lo miró de arriba a abajo, principalmente en la cabeza por si se hubiera dado algún mal golpe allá y explicara su comportamiento errático en los últimos minutos y luego le habló.

- Oye, mejor retrocede un poquito, ¿Vale?. Creo que no estaría de más que Koya te echara un vistazo. Ese ha sido un golpe muy fuerte. Vamos - le invitó con voz amable, tratando de ocultar su preocupación.

El muchacho había conocido alguna persona desequilibrada, principalmente en Puntarena. Siempre había algún trastornado en casi todos los pueblos, con su correspondiente apodo "el loco del pueblo", y siempre se preguntaba si esa persona era así de siempre o le sucedió algo para ello. Y el temor del semielfo de que Giorgino pudiera convertirse en el siguiente "loco del pueblo" lo inquietaba.

Dicen que muchos golpes en la cabeza vuelven a la gente "zumbada". O también las grandes impresiones. O puede que este sitio maldito haya lanzado una maldición sobre Giorgino, perturbándolo, pensó intranquilo ya que cualquiera de esas cosas podían haberse cumplido desde que estaban en ese castillo.

Como mejor pudo, sin alterarlo, trató de conducir al joven varisio hasta Koya. Mejor que fuera ella quien lo examinara. Una vez se reunió con la anciana le susurró al oído.

- Señora Mvasthi... creo que algo le pasa a Giorgino. Hace cosas... extrañas - le informó sin querer decir que su sobrino nieto parecía un demente por momentos -. Tal vez deberíais mirarlo a ver si las bendiciones sanadoras de Desna son necesarias en él - dejó caer mientras se encogía de hombros.

Su mirada localizó a Serveris, otra vez repuesto y su espíritu se tranquilizó. Si Koya había devuelto de las puertas de la muerte al joven tien y curado de sobremanera al viejo, sin duda podría sanar el juicio de Giorgino, si se daba el caso.

Dejó a Kromdal con su mal humor hacia Vankor y antes de acercarse algo a la torre, básicamente hacia los cadáveres de los córvidos a recuperar las flechas lanzadas, repitió lo que dijera al bárbaro y al viejo posadero.

- Creo que algo, en el interior, está al tanto de nosotros y nos aguarda - manifestó con tono serio, antes de comenzar a arrancar flechas de los cadáveres.

Cargando editor
09/02/2018, 12:35
Koya Mvashti.

MITAD DEL INVIERNO DEL AÑO 4708 RA.

DÍA DEL FUEGO, DÉCIMO QUINTO DE CALISTRIL.

PATIO INTERIOR DEL CASTILLO DE MURO DE SALMUERA.

AVANZADA LA TARDE.

No dijo nada más. Asintió levemente a las palabras del semielfo. Le echaría un vistazo bien de cerca a Giorgino.

- Mmm, sí, yo también percibo algo.- Habló sobre la inquietante presencia.- Busca a Ameiko, pero aquello que la ha dejado en ese estado la protege.- Debido a su profesión, Koya tendía a dramatizar, cambiando el tono de voz a uno algo lúgubre. Elevó la mirada al celo a la par que extendía la palma de la mano bien abierta. - Ahora que es consciente de nuestra presencia , si alguien regresa al campamento, delataría su posición y no queremos que eso ocurra.- Allí Ameiko estaba indefensa.

Cargando editor
09/02/2018, 13:00
Viejo Hattori.

MITAD DEL INVIERNO DEL AÑO 4708 RA.

DÍA DEL FUEGO, DÉCIMO QUINTO DE CALISTRIL.

PATIO INTERIOR DEL CASTILLO DE MURO DE SALMUERA.

AVANZADA LA TARDE.

Hattori tenía muy claro que necesitaban ayuda e iba a protestar ante lo que le parecía un sin sentido, cuando Koya Mvashti-sama retomó la palabra y el viejo Tien se quedó boquiabierto y blanco. No había contemplado la posibilidad de que algo estuviese buscando a Ameiko Kaijitsu-sama. La idea era terrible. Hattori también había percibido en el campamento que aquello que había sumido a su señora en el letargo mágico era un espítitu guardián. Hasta ahora no había sido capaz de conciliar el hecho de sumirla en el sueño con el hecho de protegerla, pero la sacerdotisa parecía ir siempre un paso por delante y había dado en el clavo. Hattori no pudo sino hacer una reverencia y agradecer en su fuero interno la sabiduría de la anciana.

-Muy bien. Avancemos pues. -Dijo con determinación.

Cargando editor
09/02/2018, 16:48
Giorgino Vhiski.

MITAD DEL INVIERNO DEL AÑO 4708 RA.

DÍA DEL FUEGO, DÉCIMO QUINTO DE CALISTRIL.

PATIO INTERIOR DEL CASTILLO DE MURO DE SALMUERA.

AVANZADA LA TARDE.

Para cuando quiso volver en sí ya tenía a Kelsier echándole una mano - ¿Me he...perdido algo? Creo que se me ha metido algo en el oído - le habló en voz baja, pues temía hablar demasiado fuerte por no oír del todo bien y volver a poner en peligro al grupo. Dándole las gracias por su ayuda, dejó que le llevara con su abuela, al fin y al cabo siempre gusta estar cerca de un ser querido cuando se encuentra mal, y más aún con las habilidades que ella poseía.

Tras encomendarle la importante misión de protegerla personalmente, Giorgino trató de mostrar parte de la confianza que había perdido - No te preocupes, nada se te acercará mientras esté yo a tu lado - dijo muy seriamente.

Cuando tuvieron un momento de intimidad, ella le preguntó si se encontraba bien, con aquel nombre especial que usaba su abuela y le hacía morirse de vergüenza cada vez que lo escuchaba - Ya soy mayor yaya... - dijo comprobando que el resto no podía escucharles - ... pero creo que se me metió algo en el oído... - terminó por confesarle a su abuela.

Cargando editor
11/02/2018, 00:02
Kromdal.

MITAD DEL INVIERNO DEL AÑO 4708 RA.

DÍA DEL FUEGO, DÉCIMO QUINTO DE CALISTRIL.

PATIO INTERIOR DEL CASTILLO DE MURO DE SALMUERA.

AVANZADA LA TARDE.


Se encontraba vigilando mientras unos y otros hacían "cosas" antes de tomar una nueva decisión. Y en ese momento comprobó como, abajo, en la puerta del establo, Serveris desenvainaba nuevamente su katana.

Ah, no, otra vez no. Desde luego que no.

Y sin dudar saltó sobre el cadáver del córvido, con el propósito de no hacerse demasiado daño contra el suelo y poder, pronto, acudir en ayuda del guerrero oriental.

Cargando editor
11/02/2018, 01:00
Viejo Hattori.

MITAD DEL INVIERNO DEL AÑO 4708 RA.

DÍA DEL FUEGO, DÉCIMO QUINTO DE CALISTRIL.

PATIO INTERIOR DEL CASTILLO DE MURO DE SALMUERA.

AVANZADA LA TARDE.

Hattori regresó a las almenas a buscar la daga que había dejado caer. Se encontraba allí junto a Vankor-san y Koya Mvashti-sama, cuando apareció aquella nueva monstruosidad junto al desafortunado aprendiz de ronin. Hattori cerró los ojos con desesperación y tomó una decisión. En ese combate poco podía ayudar, pero podía asegurarse de que no les volviesen a tomar desprevenidos.

-Koya Mvashti-sama, me adelantaré y me aseguraré de que no hay más amenazas en la planta superior ni en la planta baja del castillo. No me expondré, no combatiré, avanzaré sigiloso, veré y volveré.

Cargando editor
11/02/2018, 03:32
Serveris.

MITAD DEL INVIERNO DEL AÑO 4708 RA.

DÍA DEL FUEGO, DÉCIMO QUINTO DE CALISTRIL.

PATIO INTERIOR DEL CASTILLO DE MURO DE SALMUERA.

AVANZADA LA TARDE.

Me pongo de pie y lo primero que hago es recoger mi arma. Ponerme de pie fue mucho más dificultoso de lo esperado, lo que indica que a pesar de haber sanado la mayor parte de mis heridas, las más letales, sigo con daño en mi cuerpo y con los efectos de las heridas. Limpio el filo de mi katana antes de arrastrar a uno de los córvidos hacia el establo cercano.

Entonces, Koya me reclama por ello, pero le respondo de inmediato:

 - "Lo siento, Sra. Mvashti pero permanecer quito me mataría más luego. No hay como un poco de actividad para que la cabeza vuelva a su lugar."

Pero ella me contesta cosas que me hacen sentir muy bien. Me evocan una vaga sensación, como un recuerdo olvidado que a pesar de no recordar bien, me hace sentir mejor al oír a pesar del reclamo por lo arriesgado que ha sido. Asiento con la cabeza y le respondo:

 - "Lo siento, Sra. Mvashti, tendré más cuidado."

Vuelvo a arrastrar otro de los cuerpos hacia el establo, cuando veo que un par de criaturas se ocultan entre las penumbras. Una araña de un tamaño enorme corre hacia mí y sé que un nuevo combate comenzará. Suelto el cuerpo del córvido y empuño con ambas manos mi katana, preparado para una nueva batalla.

Cargando editor
11/02/2018, 12:09
Viejo Hattori.
Sólo para el director

MITAD DEL INVIERNO DEL AÑO 4708 RA.

DÍA DEL FUEGO, DÉCIMO QUINTO DE CALISTRIL.

PATIO INTERIOR DEL CASTILLO DE MURO DE SALMUERA.

AVANZADA LA TARDE.

Hattori había pensado en varias ocasiones adentrarse en solitario en el castillo dejando que los varisios distrajesen a los defensores mientras él localizaba la caja custodia. Pero ahora, finalmente se adentraba en el castillo en solitario con una idea diferente. Acababa de sentir una presencia sobrenatural y siniestra de gran poder en los subterráneos a la que probablemente su sigilo no iba a engañar. Ahora mismo el viejo tenía que dejar de fingir que trabajaba en equipo para empezar a trabajar en equipo de verdad. En vez de dejar que los enemigos cayesen sobre el resto, tenía que ser el propio Hattori el que hiciese de explorador y avanzadilla para prevenir de peligros al ruidoso grupo de guerreros.

Hattori sabía bien qué les pasaba a los exploradores: antes o después cometían un error y quedaban comprometidos a merced de un grupo de enemigos muy superior en número. Pero su instinto le decía que Koya Mvashti-sama tenía la determinación, la lealtad y la sabiduría para llegar hasta el final y dar con la caja custodia. Tanto si Hattori vivía para verlo como si no, Ameiko Kaijitsu-sama saldría adelante y eso era lo único importante.

Cargando editor
11/02/2018, 13:30
Giorgino Vhiski.

MITAD DEL INVIERNO DEL AÑO 4708 RA.

DÍA DEL FUEGO, DÉCIMO QUINTO DE CALISTRIL.

PATIO INTERIOR DEL CASTILLO DE MURO DE SALMUERA.

AVANZADA LA TARDE.

En lo que su abuela sopesaba el camino a seguir, Giorgino, viéndola pensativa recordó que también debería estar pensando el algo - ¡Anda, mi daga! - se sorprendió a sí mismo cuando la recordó. No es que fuera de un gran valor o que fuera la última de ellas, pero mejor sería no desaprovechar el armamento. Estaba a punto de volver a la zona dónde la había lanzado cuando las palabras de Koya volvieron a su mente. Con cierta resignación se acercó a su abuela - Voy a recuperar mi daga, estaré aquí al lado - le dijo, y taimadamente se fué acercando a la zona dónde recordaba haberla lanzado. Además su yaya estaba reunida con casi todos, estaba más que protegida en ese momento 

Cargando editor
11/02/2018, 18:23
Koya Mvashti.

MITAD DEL INVIERNO DEL AÑO 4708 RA.

DÍA DEL FUEGO, DÉCIMO QUINTO DE CALISTRIL.

PATIO INTERIOR DEL CASTILLO DE MURO DE SALMUERA.

AVANZADA LA TARDE.

Acababa de decir que no quería que nadie estuviera solo en ningún momento y cada uno se iba por un lado. Muy bien, sí, tenían que recuperar las escasas armas de las que disponían, ya fueran dagas o flechas. También quedaba acabar de ocultar los cuerpos pero...nadie había ayudado al pobre Serveris en aquella ingrata misión y Koya misma estaba perezosa como para volver a bajar las escaleras. La idea de que Vankor la llevara en brazos, como en otras ocasiones, comenzaba a tomar fuerza en su mente.

¡Qué demonios!-Mientras esperaba a que todos regresaran para tomar un curso de acción se permitió la licencia de fantasear un poco y tratar de averiguar cuánto poder le quedaba a la preciada varita.

Cargando editor
12/02/2018, 04:09
Serveris.

MITAD DEL INVIERNO DEL AÑO 4708 RA.

DÍA DEL FUEGO, DÉCIMO QUINTO DE CALISTRIL.

PATIO INTERIOR DEL CASTILLO DE MURO DE SALMUERA.

AVANZADA LA TARDE.

La asquerosa y enorme araña llega muy rápidamente a mi lado y veo sus ojos moverse con rapidez y la frialdad de un depredador acostumbrado a depredar humanos. Pero mis nervios están endurecidos en este momento, tan cercano a la acción donde las inquietudes e inseguridades ya han dado paso a la concentración total y absoluta en el momento presente. No hay mente, no hay pensamiento y, por sobre todo, no hay dudas. Solo está la disciplina del momento para el que se ha entrenado toda la vida.

Lanzo un corte descendente sobre la araña, intentando cortar su cuerpo y abultado abdomen que trae detrás de esas largas patas. Mi katana encuentra su carne y la corta con facilidad, derramando una gran cantidad de un asqueroso fluido que no podría definir como sangre pero que mancha el suelo con violencia.

En el fondo del establo consigo ver a una aberración enorme y mucho más peligrosa que la araña, azuzándola contra mí, como si se tratase del dueño del terrible arácnido. No le ha sentado bien lo que he hecho y corre rápidamente hasta mi lado mientras la araña lanza un mordisco contra mí con sus enormes colmillos. Consigo interponer mi arma para que no me inyecte el veneno que de seguro porta en el interior, salvándome por ahora de lo que fácilmente podría ser el final de mi vida.

Cargando editor
12/02/2018, 07:57
Kromdal.

MITAD DEL INVIERNO DEL AÑO 4708 RA.

DÍA DEL FUEGO, DÉCIMO QUINTO DE CALISTRIL.

PATIO INTERIOR DEL CASTILLO DE MURO DE SALMUERA.

AVANZADA LA TARDE.


Puto pedazo de golpe.

El bárbaro sentía las piernas ligeramente entumecidas, y no se sorprendió al notar sangre en la boca. De acuerdo, no había caído bien, y el cadáver del córvido para nada había servido. De hecho, había sido un golpe bastante terrible, casi igual que el espadazo de un enemigo.

Puto pedazo de golpe.

Pensó Propiedad Transitiva otra vez para sí, pero no se paró por ello. Claro que no. La buena de la adivina había bajado antes que nadie, y Serveris había sufrido importantes heridas. No estaba dispuesto a dejar que otro se llevara la gloria y las hazañas mientras él estaba arriba sin hacer nada útil. Y además, no iba a dejar que el chaval muriera. Claro que no.

Estaba ligeramente aturdido, pero no había soltado el arma. Con una sonrisa de satisfacción logró ponerse en pie y acercarse hasta el lugar donde se combatía.

- Sitio Serveris, retrocede- le dijo a su compañero, mientras llegaba.

Cargando editor
13/02/2018, 03:07
Serveris.

MITAD DEL INVIERNO DEL AÑO 4708 RA.

DÍA DEL FUEGO, DÉCIMO QUINTO DE CALISTRIL.

PATIO INTERIOR DEL CASTILLO DE MURO DE SALMUERA.

AVANZADA LA TARDE.

Mi combate contra la araña gigante y la otra aberración bípeda está en el momento climax. Siento que Koya está detrás mío, apoyándome para continuar con esta lucha y acabar con la amenaza que estos seres representan para nosotros. Miro de reojo a la criatura que parece ser el amo de la araña y jamás había visto una cosa así. No sé si será inteligente ni si será capaz de avisar al resto de los habitantes de este castillo acerca de nosotros. Lo mejor que podemos hacer es acabarlo antes de que tenga esa oportunidad.

Me concentro y, sin darle un momento a mi enemigo, efectúo un corte ascendente desde mis rodillas hacia arriba, pasando por la araña, la que es partida en el proceso. Su cabeza y las dos primeras patas delanteras se separan de todo el cuerpo que le continúa, muriendo al instante en un movimiento que me hace sentir muy orgulloso.

Miro entonces al enemigo que sigue y retrocedo un paso para intentar guiarlo hacia la salida, volviéndolos un blanco para los arqueros que desde el exterior vigilan. Lamentablemente, la criatura huye al verse superada en número. El combate parece haber terminado de momento.

Cargando editor
13/02/2018, 09:04
Viejo Hattori.
Sólo para el director

MITAD DEL INVIERNO DEL AÑO 4708 RA.

DÍA DEL FUEGO, DÉCIMO QUINTO DE CALISTRIL.

PATIO INTERIOR DEL CASTILLO DE MURO DE SALMUERA.

AVANZADA LA TARDE.

La pestilencia de aquel lugar que los córvidos habían convertido en una especie de "palomar" todo cagado y con restos de sus banquetes le embotaban los sentidos y le ponían los nervios de punta. La escena era profundamente turbadora. Hattori no creía que aquellas monstruosidades se hubiesen instalado en el castillo por iniciativa propia. Hattori sospechaba que eran los córvidos eran los perros sabuesos instalados allí por otro poder con más inteligencia. Un poder al que no le importaba que el castillo acabase hecho una pocilga o palomar, lleno de detritos.

En cualquier caso, optó por salir de aquel salón cuanto antes ya que el embotamiento de los sentidos le dejaba en una posición comprometida, expuesto a convertirse en presa antes que en cazador. Se dirigió a las escaleras directo al salón del trono, moviéndose en todo momento con sumo sigilo.

Cargando editor
13/02/2018, 12:13
Koya Mvashti.

MITAD DEL INVIERNO DEL AÑO 4708 RA.

DÍA DEL FUEGO, DÉCIMO QUINTO DE CALISTRIL.

PATIO INTERIOR DEL CASTILLO DE MURO DE SALMUERA.

AVANZADA LA TARDE.

- ¡Ja!- Sonrió satisfecha y triunfante al ver que la varita aún tenía muchas vidas que salvar. Y como si el Destino quisiera ponerla a prueba ruidos de combate volvían a escucharse en el Castillo maldito.

- Otra vez no...- El pobre Serveris, al que todos habían dejado solo con una ardua tarea, parecía ser de nuevo un reclamo de la mala fortuna. No iba a permitirlo. De nuevo bajó las escalera lo más rápido que sus artríticas piernas se lo permitieron. En cuanto llegó a la puerta del establo, donde el joven había estado llevando los cuerpos de los córvidos, pudo apreciar que se enfrentaba a una gigantesca araña.

¡Qué asco!- Impuso su mano en la coraza del guerrero tien tratando de cambiar su Sino. Pero no era su único enemigo. Veloz como un rayo, un ettercap se aproximaba amenazante. Tan pronto como pudo ver que Serveris acababa con la vida de la infecta criatura arácnida, huyó con el rabo entre las piernas, como suele decirse de los perros.

- ¡Está allí!- Indicó a Kromdal y Serveris en un susurro, que estaban a su vera, y ella misma se puso en movimiento para rodear el establo. Cuando había usado los Dones de Desna para mirar a través de la puerta que daba al patio, había visto que el establo tenía una puerta en el otro lado. No era una guerrera experta, ni mucho menos, pero si podía evitar que esa cosa huyera y diera la voz de alarma no le importaría hacerse un "Hattori" si era necesario, es decir, arriesgar su débil cuerpo para tratar de detenerlo con la sola compañía de su cuchillo estrella.

Cargando editor
14/02/2018, 02:08
Serveris.

MITAD DEL INVIERNO DEL AÑO 4708 RA.

DÍA DEL FUEGO, DÉCIMO QUINTO DE CALISTRIL.

PATIO INTERIOR DEL CASTILLO DE MURO DE SALMUERA.

AVANZADA LA TARDE.

La extraña criatura se pierde entre las penumbras que inundan aquellos establos. El cadáver de la araña aún tiene pequeñas convulsiones esporádicas mientras mis ojos intentan escrutar las sombras para ver a donde se metió el enemigo. Poco más que unas líneas parecen mis ojos mientras me esfuerzo en mirar, pero sin ser capaz de ver nada más.

 - "Criatura cobarde. No ha tenido el valor de enfrentarnos después de que matase a su retorcida mascota. Tan retorcida como ella misma."

Entonces algunos parecen haber visto a donde se fue, acompañado por la clara indicación de Koya que indica el lugar exacto donde aquella aberración intenta ocultarse de nosotros. Mis compañeros van raudos hacia allá, buscando obtener la gloria de la victoria mientras yo miro desde lejos.

Cargando editor
14/02/2018, 17:35
Giorgino Vhiski.

MITAD DEL INVIERNO DEL AÑO 4708 RA.

DÍA DEL FUEGO, DÉCIMO QUINTO DE CALISTRIL.

PATIO INTERIOR DEL CASTILLO DE MURO DE SALMUERA.

AVANZADA LA TARDE.

¡Maldición! - parecía que había bastado el mero pensamiento de que estaba la zona tranquila para que se materializara el enemigo. Rápidamente dejó a medias la recuperación de su daga para correr en busca de su abuela, ella le había asignado la importante misión de protegerla, y no podía fallarla ahora. Por lo que parecía era Serveris quien había localizado al enemigo, y su abuela les daba indicaciones al resto. Al ver la emoción en su rostro temió que se envalentonara demasiado, trató de pegarse a ella como una lapa.

Cargando editor
14/02/2018, 17:50
Kelsier Deznad.

MITAD DEL INVIERNO DEL AÑO 4708 RA.

DÍA DEL FUEGO, DÉCIMO QUINTO DE CALISTRIL.

PATIO INTERIOR DEL CASTILLO DE MURO DE SALMUERA.

AVANZADA LA TARDE.

Tras dejar a Giorgino al cuidado de Koya, Kelsier comenzó a intentar recuperar flechas. Se estaba quedando sin munición y lamentaba no haber recordado haber fabricado muchas más, pudiendo haberlo hecho. No obstante los enemigos eran muy numerosos y nunca una cacería había necesitado de tantas flechas. Otra cosa que el joven aprendía a las malas.

La primera flecha se partió cuando trató de extraerla del cuerpo de uno de los córvidos, tan profundamente estaba clavada, y el muchacho maldijo en silencio. Entonces sus orejas élficas se elevaron y abrieron levemente, percibiendo sonidos cercanos que lo alertaban: el ruido de Serveris esforzándose en arrastrar uno de los hombre-pájaro dentro del establo, su repentino enmudecimiento y el sonido de una espada saliendo de su funda.

El joven se incorporó y miró almena abajo. Allí, a menos de diez metros, estaba su compañero tien, ocupando la entrada de la puerta y en posición marcial, preparado para combatir. Instantes después observó que lo hacía, contra algo que no era posible vislumbrar pues el luchador ocupaba todo el umbral de la puerta.

- Serveris, retrocede - le dijo sin necesidad de gritarle, mientras trataba de apuntar al lugar donde estaba su oponente, pues a pesar de estar a niveles distintos, estaban realmente cerca. Sin embargo el terco tien decidió mantener la posición, como si dar un paso atrás fuera algo inaceptable. A pesar de que se tratase de dar espacio a los aliados para que se unieran a él.

Advirtió como la espada del guerrero se teñía de sangre y algo frente a él se despatarraba. Koya y Kromdal acudían a su lado, una renqueando y el otro defenestrándose, mientras se preparaban para entrar la estructura. Al parecer había algo más dentro.

No vio a Hattori ni a Giorgino, ni tampoco percibió a donde se había movido Vankor. Abandonando por el momento su recuperación de flechas, el medioelfo corrió hacia las escaleras descendentes del torreón, tratando de bajar al patio y unirse al resto en la caza de lo que hubiera aun dentro de los viejos establos.

Cargando editor
14/02/2018, 19:57
Vankor Dalmuvian.

MITAD DEL INVIERNO DEL AÑO 4708 RA.

DÍA DEL FUEGO, DÉCIMO QUINTO DE CALISTRIL.

PATIO INTERIOR DEL CASTILLO DE MURO DE SALMUERA.

AVANZADA LA TARDE.

Finalmente, Serveris se había puesto en pie gracias a la magia curativa de Koya en tanto que Vankor, como un insecto sin cabeza, iba a rriba y abajo sin un destino fijo, tan solo movido por lo que parecía un gusto irracional por trepar y deshacer lo trepado, quizá influencia de su anillo mágico.

Fuera como fuera, y una vez agotadas sus ansias y llegando tarde a la nueva batalla que se libraba en el patio del castillo, se posicionó junto a Koya, quien haciendo alarde de las capacidades que otros no, señaló el punto por el que un segundo enemigo había huido. No se lo pensó dos veces, y corriendo como alma que se llevara el diablo, Vankor fue en pos de la invisible estela del ettercap. En su trayecto, unas puertas eran el único y último obstáculo que pronto fue superado con una cordial al tiempo que brutal patada.

Se detuvo, jadeante, observando lo que se dibujaba ante él. Un bicho a todas luces repugnante, una abominación de la creación que parecía encerrada en sí misma, protegiendo sus flancos y puntos débiles, lista para la pelea. Y el joven luchador entró en acción, confiado en que sus compañeros pronto llegarían para ayudarle en aquella nueva pelea.

Cargando editor
14/02/2018, 23:26
Tradición Ancestral.

MITAD DEL INVIERNO DEL AÑO 4708 RA.

DÍA DEL FUEGO, DÉCIMO QUINTO DE CALISTRIL.

BOSQUE ADYACENTE A LA ALDEA DE MURO DE SALMUERA.

MUY AVANZADA LA TARDE.

  • A medida que el grupo avanza por la planta superior y las murallas del Castillo se van topando con diversos grupos de córvidos terribles. Por separado, avanzando a la par que sus compañeros, pero en el nivel inferior, va Serveris.
  • Uno de los córvidos demuestra que no son bestias sin intelecto, y activa una catapulta con la que apunta a Kelsier, además de graznar a modo de alarma.
  • De todas formas, y pese a que los córvidos han llegado a dar la alarma, el grupo va acabando paulatinamente con todos ellos, sin lamentar ninguna baja. Los diversos heridos son sanados merced a las habilidades de Koya.

  • El grupo se divide para continuar la exploración… unos continúan por el nivel superior, y otros por el nivel inferior del Castillo.
  • De algún lugar del nivel inferior del Castillo surgen un Ettercap y una Araña Cazadora que debe de usar a modo de perro guardián. El ser azuza a la araña contra Serveris y él mismo se abalanza contra el grupo que se encuentra en el nivel inferior.