Partida Rol por web

El hobbit que ya tenía la boca llena tanto de frutos secos como de trozos de manzana empezó a hablar.

¿Ziennn ezz ezothz? - Era desagradable, pues los trozos de comida le caían de la boca al hablar de forma tan entusiasta - ¿Ez algunzzz amigo vueztro?

Mientras hablaba miraba a Laern y a Ireth, y como cada uno estaban en una punta distinta iba girando la cabeza, dejando así todo perdido.

Laern coge una pinta cerveza rápidamente, con ansia, y no termina hasta que la ha vaciado. Limpiándose boca y barbas con el anverso de la mano, mira con cara de pocos amigos al hobbit y se asegura otra cerveza, que deja a su lado.

- General. General Elroth -pronuncia cada una de las sílabas, como enseñando a hablar a un niño-. Recuerda que es una persona de la mayor autoridad en Talona, y que estás pisando el castillo real. ¡Compórtate!

Se gira hacia el hechicero, no cree que pueda disciplinarlo sólo con palabras, por muy duras que fueran.

- Señor Volstörm, métale la idea en esa pequeña e indestructible cabezota.

Mientras dice eso, emplea un tono jocoso y le guiña el ojo derecho, asintiendo.

-Zarek que se había acercado a tomar una manzana a la mesa , pero al ver al hobbit desparramar trocitos diminutos por todas partes había perdido el apetito de golpe. Cuando Zarek escucha las palabras de Laern, una sonrisa un tanto macabra aparece en el rostro del mago.

-Con mucho gusto le enseñaría modales a este pequeño incordio , pero me temo que si lo hiciera al terminar ya no viviría para usar lo aprendido.-mientras lanza a Laern una expresión de complicidad-.Creo que Elladan parce el mas paciente con él así que podría enseñarle a comportarse.

-Mientras terminaba la frase Zarek se sentó en su silla y se recostó sobre ella.

De nuevo llaman a la puerta, pero esta vez se trata del guardia Teroth.

Disculpen, Elroth les espera. - dice sin abrir la puerta -

La cerveza me sabe dulce por lo amargo que me resulta el fracaso. Esa sensación se posa en mi garganta y ni ganas de hablar tengo. Solo puedo trasegar cerveza, un trago tras otro, manteniendo y superando el ritmo de Laern dado que él sí habla.

He visto entrar al hobbit pero aún no he asimilado que está ahí como si el puesto le correspondiera por derecho. ¿Cómo se ha colado este medianillo aquí? Mejor no pregunto, no vaya a ser que Tidarion pretenda ponerme a mi a hacer de niñera.

Por un momento cojo una fruta pero antes de llevarla a la boca veo escupir al hobbit sobre la mesa. No es eso lo que me echa atrás, sino la necesidad constante de hacer resbalar más cerveza por el gaznate. Es lo único bueno de esta misión. Hasta que el guardia dice que Elroth nos espera. No me va a gustar esto. Nada de nada.

Laern parece sopesar quedarse ahí sentado o enfrentarse a la humillación. Creía que estaba preparado, pero, en el momento de la verdad, le fallaba la voluntad. Mira al resto del grupo con aire sombrío, observa su reflejo en su segunda cerveza, todavía sin estrenar.

- Cuídamela, Görg. Vuelvo enseguida. Zarek tiene razón, Elladan. Puede que tengas más paciencia con él que el resto. Tú, Anioth e Ireth -la mira señalando al lastrante hobbit con la mano- habéis demostrado suficiente entereza frente a sus chillidos y majaderías, mantenedlo a raya.

Cuando abre la puerta y le dedica un saludo inclinando la cabeza a Teroth, parace dudar unos instantes. Gira la cabeza hacia la sala.

- ¿Alguien quiere acompañarme?

Tomo la jarra de cerveza que me alcanza Laern y meneando la cabeza a un lado y al otro bufo con enfado. Me siento irascible y malhumorado pero si necesita que alguien le acompañe no le fallaré.

Sabes que no puedo ayudarte con palabras pero si necesitas más orejas para compartir los "halagos" de Elroth puedo acompañarte. Aunque no es lo que más me apetece cuenta conmigo. Tu decides.

Quizá el mago sería una buena compañía, podría usar sus maléficos poderes para reducir el volumen de la voz de Elroth, o para que surgiera una urgencia que abreviara el mal trago, o . . . ¡bah! Que más da. Iré si Laern lo quiere. Pensar tanto me calienta la cabeza y necesito enfriarla. Inmediatamente empiezo la cerveza que me había pasado Tidarion.

Por debajo de la barba de Laern se adivina una sonrisa.

- ¡Görg, mi buen amigo! No tienes que venir si no lo deseas, pero aceptaré de buen grado tu ofrecimiento. ¿Alguien más? -cambia a un tono más serio, a la desgana de antes-. ¿Hechicero? ¿Capitán? -mirando hacia Anioz-.

Elladan no se había vuelta sentar desde que entro a la sala con el hobbit, esperando la llamada de Elroth.

-He estado contigo siempre, no quedaría bien que en el momento del fracaso me apartara de ti. No seria digno.-

Dicho esto espera a que Laern salga de la sala para ir detrás de él.

Laern asiente. No se esperaba el ofrecimiento del elfo, pero, echando un vistazo hacia ese remolino diminuto y en sumo desagradable, arquea las cejas.

- ¡Qué oportuno, Elladan! Bien, vayamos, no conviene ir todo el mundo, después de todo.

Dicho esto, camina hacia la Sala de Guerra*, con sus pesadas botas golpeando fuertemente el suelo, resonando por todas las paredes.

Malditos sean los juegos de palabras. No tengo que ir si no lo deseo pero aceptará de buen grado mi ofrecimiento. ¿Quién entiende esto? Grmfbjflh. ¡Bah! Vamos allá si hemos de ir y acabemos con esto cuanto antes.

Dando buen término a la jarra de cerveza me levanto y estirando el jubón me dirijo a la puerta, en pos de Laern. Ya mesaré mis barbas durante el camino, que buena falta hace.

-Zarek sale de la sala tras Laern , en la cara del brujo se dibujaba un matiz un tanto curioso por ver la conversación.

-Creo que podría ser de utilidad en la conversación , será mejor que siga también a Laern.-Terminando la frase se une al paso de Görg-

Laern salió de la sala en primer lugar, detrás de él iban Görg, Zarek y Elladan. Mientras que el resto se quedó en la sala terminando de tomar la merienda.

Otra vez me dejan de niñera. Con las pocas ganas que tengo hoy de aguantar a nadie.

Ireth dirigió una mirada dura al mediano y se levantó para volver a la ventana. Los modos tan desagradables de Morz le habían cortado el apetito. La manzana quedó a medio comer.

-¿Cómo crees que reaccionará Elroth ante nuestro fracaso? Es la primera vez que le fallamos... Espero que Laern sepa apañárselas.

Parece que Morz se ha cansado de comer, si es que mordisquear y tirar por todos lados la comida se puede llamar comer, y ahora dedicada a tararear cancioncitas estúpidas.

Lalalala - tarareaba -

-"Ummmm, quizás no nos ponga ningún castigo, al fin y al cabo nos necesitará... y...errrr!!*, dejar el maldito alcohol , seguro que el fracaso es debido a que nuestros graaaandes (ironía) camaradas irían completamente sobrios... sí ,eso creo..."

con gesto asqueado Anioz mira a sus compañeros y escupe hacia un lado dando a entender su repugnancia hacia la embriaguez

-"bueno, qué, ¿a alguien le apetece probar suerte con los dados?"

Anioz deja la sala para buscar y reunirse con sus compañeros

-"Donde estarán estos tarugos..."

Anioz salía por la puerta diciendo - "Donde estarán estos tarugos..." - Cuando esos tarugos llegan a la sala y se topan de frente con él.