Partida Rol por web

 Trato de acuchillar al lobo con mi espada y tratar de ponerme a resguardo detrás de Colbar y realizar mi siguiente jugada...

Tienes una escena con el nombre de tu personaje donde tienes la ficha XD

Ya poco le importaba que supieran lo que era, ya la habían visto así que era una tontería que no intentará atacar a aquella bestia. Situada detrás de Unathe, se apartó un paso para poder levantar su báculo y, dirigiéndolo hacia el animal, descargó su ataque.

Viendo que Lanalla estaba por ahora a salvo y lejos del lobo, decidió ayudar al elfo pues estaba en peor situación y no sabía si el grandullon podría solo con el lobo. Así que intento clavar la daga en el lomo del lobo.

El grupo reaccionó al unísono como si de un único combatiente se tratase. Colbal apareció como un rayo sobre el lobo, descargándo sus mazas contra su cabeza. El impacto fue tal que la pobre bestia desencajó sus mandíbulas, soltando a Lindel y cayó derribado al suelo.

Presto reaccionó Lindel que desenvainó su espada y la hundió en el lomo de la bestia, la cual emitió un chillido lastimero al igual que aterrador.

Casi al mismo tiempo Unathe asestaba, sin descanso, cuchilladas a la bestia. Sin embargo no fueron las cuchilladas de la elfa lo que mató a la bestia.

Lanalla, con un andar suave pero decidido, se acercó a lo que otrorá fue un lobo y, apartando a sus compañeros con el báculo, descargó toda su furia mágica. Tal fue el impacto, que la bestia estalló en mil pedazos, cubriendo al grupo de sangre, músculos y tendones.

Alenka se había mantenido al margen de la lucha, pues todo ocurrió tan rápido que no tuvo tiempo de reaccionar. Con un gesto amable en su cara se dirigió al grupo.

¡¡¡Bien hecho!!!, quitáos esa pobredumbre que llevaís en vuestra cara y ropas y continuemos, estamos cerca.

 Le dediqué a Lanalla una gran sonrisa, cubierto de sangre, mientras la elogiaba, divertido:

 - Buen golpe...

Ni ella misma se creía lo que había hecho, era ella la que había conseguido hacer estallar a la bestia cubriéndolos a todos de sangre y vísceras. Aún un poco asombrada, le devolvió la sonrisa a Lindel mientras intentaba limpiarse la sangre de su cara.

 De manera involuntario, acaricié su rostro, buscando ayudarla a limpiarse, aunque se convirtió en un gesto afectivo que me sorprendió. Rapidamente aparté la mano, avergonzado, y fui a hablar con la maga humana para que me curase...

Lanalla agradeció la oscuridad y la sangre que manchaba su piel que podían disimular el rubor que ardía en su rostro. El gesto de su compañero de aventura la dejó desconcertada y le vio alejarse sin decir ni una palabra porque... no sabía qué decir.

Colban colgó una de sus mazas en el soporte de la cintura. La otra permanecía en su mano, como siempre. Colban estaba siempre prevenido en el camino, su instinto depredador así lo marcaba.

Echó un vistazo al grupo antes de decidirse a avanzar. Tras el gesto de Lindel exhaló el aire rápidamente de sus pulmones remarcando el gesto de tedio. Sin mediar palabra abrió nuevamente la marcha.

Paso al lado de Lanalla y el sonrió traviesa, a su lado le susurro -ya lo tienes en el bote-