Partida Rol por web

Parece que las cosas están bastante feas. El grito desgarrador del Urlock inicia lo que es una auténtica estampida de los engendros tenebrosos...

Uno de los genlock, el más ágil quizá, empieza a ascender por el camino, corriendo como un poseso. Por otro lado uno de los lobos a iniciado la carrera y se abalanza sobre el pequeño grupo defensor...

Unathe saca su daga y se lanza a la carrera a través del pequeño barranco. Notaís como la joven elfa de una forma ágil, casi como si fuese una danza, empieza a descender por el barranco para después subirlo sin, apenas dificultad.

Colban escaló rápidamente el otro lado del desfiladero. Quería cruzarlo cuanto antes para no tener que preocuparse de él en la refriega. Seguramente estarían mejor tras el desfiladero y eso les daría un tiempo vital en la batalla pero no podía permitirse el lujo de dejar a los niños a su suerte. ¡Les habían traído aquí para garantizar su seguridad!

Con suerte podría arrojar a algún oponente por el desfiladero. Colban quería usar esa ventaja.

El lobo estaba justo en medio de los niños y los dos únicos combatientes que habían sobrevivido a la escaramuza, casi parecía que quería separarlos de sus defensores...

En un rápido movimientoel lobo se abalanzó contra el defensor varón pero éste le esquivó ágilmente quizá por su buen hacer como luchador o quizá porque una pequeña pero bravucona niña había conseguido impactar con una especie de báculo en el lomo de la bestia.

 Hecho a correr en dirección a los chicos, confiando en llegar pronto hasta ellos...

El otro lobo que acechaba al grupo repitió la misma operación que su predecesor, casi como si estuviesen coordinados. Su objetivo era claro, separar al grupo defensor dejando a los niños, más débiles, apartados de sus fieros defensores.

El lobo no se lo pensó dos veces y volvió a atacar al varón que, justo unos segundos antes, conseguía zafarse de la otra bestia. Esta vez, no tuvo tanta suerte y la bestia mordía uno de sus muslos aprovechando la confusión generada por su pareja atacante.

Por su parte, uno de los niños, el varón, espada corta en mano y viéndo que el lobo había hecho presa en su defensor, atacó valientemente a la bestia, cuyo lomo sangró con la certera estocada del joven. La presenta maniobra permitió no sólo que el adulto varón se librase de la presa de la bestia . Además, éste pudo descargar su lucero del alba con una siniestra brutalidad contra la cabeza del lobo, el cual gimió cuando el arma se hundió en su cabeza...

Alenka, por su parte, viéndo a los niños en peligro se lanzó rápidamente hacia el barranco, sin pensarselo dos veces, tratando de seguir los pasos de fuerte avvarita y de la ágil elfa..., quizá con menos gracia que ellos y tardando unos instantes más per, consiguiendo igualmente el resultado, posicionarse junto a sus compañeros.

Viendo lo que estaba sucediendo al otro lado del barranco y, a pesar de que se consideraba más un estorbo que una ayuda, echó a correr tras sus compañeros para intentar llegar a tiempo de salvar por lo menos a los niños, al fin y al cabo para eso los habían contratado.

Lanalla no tuvo muchas suerte, nada más empezar a bajar por el barranco, las prisas le hicieron dar un traspiés y bajó el resto del mismo rodando. Las piedras hicieron mella en su cuerpo y la sangre empezó a brotar por pequeños cortes.

Los dos lobos asediaban al grupo de combatientes. La mujer espada bastarda en mano, tardó en reaccionar. No esperaba un ataque por detrás. Sin embargo eso no le impidió girárse con rapidez y descargar toda la fuerza de su espada en el lobo herido.

La fuerza del impacto fue brutal y aún en la distancia se pudo oír no solo el aullido de la bestia sino también el crujir de los huesos de la bestia al romperse.

Asimismo en la escena puede observarse como uno de los Genlocks, algo más rezagado que el resto se uno a sus compañeros en su ascenso por el camino.

La situación empeoraba por momentos, el grupo de engendros avanzaba por el camino dispuesto a acabar con el grupo defensor. Uno de los Genlocks iniciaba la carrera, saliéndose del camino y avanzando en línea recta hacia donde se encontraban los defensores refugiados.

Por su parte uno de los lobos se lanzó de lleno contra la mujer que tanto daño había realizado a su compañero de manada. Sin embargo, la joven reaccióno rápidamente e interpuso su escudo entre ella y las fauces de la bestia, evitando que éste llegase siquiera a rozarla.

Mientras, otro de los engendros tenebrosos seguía el camino marcado por el Genlock, avanzando hacia el grupo defensor.

Unathe, por su parte terminó de ascender por el barranco y continuó corriendo en dirección a los defensores.

Colban clavó la rodilla en el suelo y colocó una flecha en su arco. Durante unos segundos mantuvo la cuerda del arco tensa moviendo la punta de la flecha para alinear al uno de los lobos.

Un instante después estiró los dedos y la flecha salió disparada hacia el lobo. El proyectil iba muy rápido y consiguió atravesar al primer Lobo quedándose finalmente clavado en la piel del segundo.

Colban rápidamente colocó otra flecha en el arco. Estaba dispuesto a hacerla volar de nuevo.

La flecha de Colban atravesó el corazón de el ya de por sí malherido lobo y fue a clavarse en la pata de la otra bestia que profirió un aullido de dolor.

Ni que decir tiene que el certero ataque de Colban hizo que el grupo defensor se sintiese protegido, y sabiendo que la ayuda ya había llegado redobló sus esfuerzos por defenderse.

La joven niña aprovechó el momento del impacto de la flecha, en el único lobo que quedaba en pie, para golpearle con su bastón. Sin embargo, la bestia ni se inmutó ante el ataque, su cuerpo repelió sin problemas el ataque de la joven.

 Sigo corriendo, confiando en poder alcanzarlos pronto...

El grupo defensor parecía tener acorralado a su enemigo más inmediato, el Lobo Aberrante. El joven, más bien el niño, trató de ensartar a la feroz bestia con su espada pero el Lobo, con una rapidez inusual se zafó de aquel ataque con facilidad.

Sin embargo, el intento del joven hizo más bien que mal ya que al desplazarse el lobo, el aguerrido guerrero que defendía a los dos jovenes también erró, por escasos centímetros, su ataque...

Alenka, por su parte siguió los pasos de Unathe y Lindel ya que quería llegar junto a los niños a la mayor brevedad posible.