No oyes nada. El lugar es lo suficientemente pequeño como para notar la tranquilidad al otro lado de la puerta, en la habitación. ¿Supongo que entras?
Si. Entro en la habitación.
El interior de aquella habitación contigua al salón estaba prácticamente vacía: un jergón maltrecho de paja con una almohada húmeda y fría; y a sus pies un baúl abierto en el que sólo había alguna prenda rasgada en su interior, pero nada que pudiese darte pistas de la localización de Gregorio. Una ventana dejaba ver el exterior, y era muy pequeña: las estrellas se veían desde allí, afuera era todo oscuridad. Seguramente estabas viviendo la situación más peliaguda de tu vida.
Haz con tu post una tirada de Descubrir o PER.
La vela temblaba con violencia en la mano del aterrado goliardo, reviso rápidamente la habitación en busca de alguna pista de donde había ido Gregorio, de donde estaba el libro, de algo. Pero Sebastián estaba demasiado nervioso para ver algo, reviso todo una vez y otra, pero sin encontrar nada.
Motivo: PER
Tirada: 1d100
Dificultad: 15-
Resultado: 54 (Fracaso) [54]
Nada encontraste en aquella habitación, pues nada parecía haber, ya que se veía totalmente vacía: ni una pista, ni nada parecido. Entonces escuchaste unos pasos corriendo detrás de tí, que se aproximaban. Entonces te giraste y viste a la mujer, instantes antes recostada, abalanzándose sobre tí, con el hacha del salón tirada junto a una silla. La mujer estaba fuera de sí, y descargó el arma contra tí.
Es un combate.
Como hago en las partidas de Umbría, yo lanzo Iniciativas de PJs y PNJs, y luego cada Jugador/a declara sus dos acciones normales o una extendida. Después, cuando hayas declarado, resuelvo yo lanzando los dados de todos y en el turno correspondiente. De esta forma se gana fluidez en los combates de rpw. Para saber qué acciones puedes hacer, tienes la lista de acciones en la escena de "Acciones de combate". Échale un ojo. Puedes hacer dos acciones normales o una extendida.
Iniciativas:
Esta vez la mujer te toma la inciativa, porque en ese pequeño espacio le ha dado tiempo a levantarse y pillarte desprevenidos. En el siguiente turno si que lanzaremos las iniciativas para ambos.
Elvira: --> dos ataques con hacha.
Tú: --> Declara dos acciones normales o una extendida.
La osuciradad y la escena que había presenciado le habian dejado las manos temblorosas. El miedo hizio que Sebastián no atinara con el cuchillo ni a esquibar los ataques de la mujer.
Motivo: Esquivar
Tirada: 1d100
Dificultad: 42-
Resultado: 98 (Fracaso) [98]
Motivo: Ataque con cuchillo
Tirada: 1d100
Dificultad: 40-
Resultado: 92 (Fracaso) [92]
-Esquivar
-Ataque con cuchillo
Turno 1:
La mujer, hacha en mano, se abalanzó contra tí, pero nada pudo hacer, puesto que cortó el aire; y a Dios gracias, pues tu intento de esquivarlo había sido en vano. Por tu parte, tampoco acertaste en el uso del cuchillo.
Motivo: Hacha Elvira
Tirada: 1d100
Dificultad: 45-
Resultado: 83 (Fracaso) [83]
Motivo: Ini Elvira
Tirada: 1d10
Resultado: 10(+10)=20 [10]
Motivo: Ini Sebastián
Tirada: 1d10
Resultado: 4(+13)=17 [4]
Sigue el combate.
Estados:
Elvira: ilesa.
Tú: ileso.
Iniciativas:
Elvira: 20 --> dos ataques con el hacha.
Tú: 17 --> declara dos acciones normales o una extendida.
El joven monje volvió a usar la misma táctica. Intentar esquivar uno de los golpes y atacar. Esta vez, se movió mucho mas rápido, siempre tratando de llegar a la salida. Pero, el chuchillo volvió a fallar. Puede que el joven monje tuviera reparo en cortar las carnes de una mujer tan bella.
Motivo: Esquivar
Tirada: 1d100
Dificultad: 42-
Resultado: 38 (Exito) [38]
Motivo: Atacar
Tirada: 1d100
Dificultad: 40-
Resultado: 60 (Fracaso) [60]
-Esquivar
-Ataque con cuchillo
Turno 2:
La mujer, estando fuera de sí, cortó hasta dos veces el aire, sin lograr acertarte, y aquella pretendida carnicería se volvió un tira y afloja, un quiero y no puedo casi sin sentido, pero en el cual la vida de uno y de otro estaba en juego.
Motivo: Hacha Elvira
Tirada: 1d100
Dificultad: 45-
Resultado: 69 (Fracaso) [69]
Motivo: Hacha2 Elvira
Tirada: 1d100
Dificultad: 45-
Resultado: 86 (Fracaso) [86]
Motivo: Ini Elvira
Tirada: 1d10
Resultado: 4(+10)=14 [4]
Motivo: Ini Sebastián
Tirada: 1d10
Resultado: 7(+13)=20 [7]
Sigue el combate.
Estados:
Elvira: ilesa.
Tú: ileso.
Iniciativas:
Tú: 20 --> declara dos acciones normales o una extendida. ¿o son los que pusiste en tu último post?
Elvira: 14 --> dos ataques precisos con el hacha.
Volvió a esquivar el hacha, mientras trataba de acercarse a la puerta para poder escapar de la casa y dejar a la mujer loca encerrada. Instintivamente volvió a levantar el chuchillo para acertar a la mujer, y esta vez, el cuchillo encontró las carnes de la mujer.
Motivo: Ataque
Tirada: 1d100
Dificultad: 40-
Resultado: 26 (Exito) [26]
Motivo: Esquiva
Tirada: 1d100
Dificultad: 42-
Resultado: 2 (Exito) [2]
Motivo: Daño
Tirada: 1d6
Resultado: 2 [2]
Motivo: Daño
Tirada: 1d4
Resultado: 2 [2]
-Esquivar
-Ataque con cuchillo - daño 4 pg
Turno 3:
¡No volverás a reirte de mi hijo, malditooo! -gritó la mujer mientras levantaba el hacha.
Un par de veces trató de segarte con aquel filo, pero fuiste extremadamente rápido y tu cuerpo se desvió a la izquierda y luego a la derecha, y conseguiste evitar los impactos. Como contrapartida, contraatacaste con el cuchillo, y lograste hendirlo justo debajo de su mandíbula, haciéndole un importante corte...
Daño: 4 (sin protección) (x2 en cabeza): 8 puntos de daño.
La mujer se quedó quita un instante, y gritó de dolor, pero luego volvió a la carga... estaba fuera de sí.
Motivo: Hachas Elvira (ataques Precisos +25%)
Tirada: 2d100
Dificultad: 70-
Resultado: 10, 89 (Suma: 99)
Exitos: 1
Motivo: Localización del ataque de Sebastián
Tirada: 1d10
Resultado: 1 [1]
Motivo: Ini Elvira
Tirada: 1d10
Resultado: 8(+10)=18 [8]
Motivo: Ini Sebastián
Tirada: 1d10
Resultado: 5(+13)=18 [5]
Sigue el combate.
Estados:
Elvira: - 8pv (bonus al daño reducido a la mitad)
Tú: ileso.
Iniciativas:
Tú: 18 --> declara dos acciones normales o una extendida.
Elvira: 18 --> Ataque normal con hacha y parada.
Sebastián seguía tratando de llegar a la puerta y escapar de esa mujer. Mientras, seguía tratando de esquivar los golpes para poder huir de ella. Pero la mujer se interponía entre él y la puerta. Volvió a tratar de esquivar otro golpe, y movió el cuchillo. Esta vez el cuchillo se hundió en uno de los pechos de la mujer.
Motivo: Esquivar
Tirada: 1d100
Dificultad: 42-
Resultado: 3 (Exito) [3]
Motivo: Ataque
Tirada: 1d100
Dificultad: 40-
Resultado: 9 (Exito) [9]
Motivo: Daño
Tirada: 1d6
Resultado: 2 [2]
Motivo: Daño
Tirada: 1d4
Resultado: 4 [4]
Motivo: Localización
Tirada: 1d10
Resultado: 5 [5]
-Esquivar
-Ataque con cuchillo - daño 6 pg
Turno 4:
La mujer seguía en sus trece. Tu cuchillo finalmente se hundió en uno de sus pechos, y emitió un terrible alarido, pese a la rapiden de la hendidura y el retroceso de tu cuchillo (ataque que no pudo parar):
Daño: 6 (sin protección) 6 puntos de daño.
Por su parte trató de devolverte el daño, pero no pudo, pues tu movimiento fue tremendamente ágil como para evitarlo.
Motivo: Parada Elvira (-10% por parada con hachas)
Tirada: 1d100
Dificultad: 25-
Resultado: 71 (Fracaso) [71]
Motivo: Ataque Elvira
Tirada: 1d100
Dificultad: 45-
Resultado: 23 (Exito) [23]
Motivo: ¿Se desmaya Elvira?
Tirada: 1d100
Dificultad: 80-
Resultado: 59 (Exito) [59]
Sigue el combate.
Estados:
Elvira: - 13 pv (bonus al daño reducido a la mitad)
Tú: ileso.
Iniciativas:
Tú: la ganas de aquí al final dado el estado de la mujer --> declara dos acciones normales o una extendida.
Elvira: --> Dos ataques con normales con el hacha (a la desesperada, la mujer ahora te parece que no está en sus cabales, si es que no te lo parecía ya...).
Viendo su pequeña ventaja, Sebastian esta vez trato de huir hacia la puerta de salida. Su intención era esquivar a la mujer todo lo que pudiera mientras corría hacia la puerta.
Motivo: Esquivar
Tirada: 1d100
Dificultad: 42-
Resultado: 51 (Fracaso) [51]
Esquivar
Correr hacia la puerta
Para huir de la pelea (y la habitación) necesitas declarar "Huida", una acción extendida, y aplicar su mecánica. Digamos que esquivar y correr no te valdría para evitar la lucha.
Ok. Pues aplico "Huida"
Turno 5:
Tal vez pensándotelo mejor, que decidiste dar la espalda a aquella peligrosa mujer, y correr a través de la puerta de la habitación para alejarte del conflicto. En la huida, Elvira logró endosarte un tajo en la espalda, y aullaste y casi trastabillas de la sorpresa y el daño al correr...
Daño: 6 (-2 por Ropas Gruesas): 4 puntos de daño.
Finalmente lograste separarte de la mujer.
¡No huyas...! -te gritó- ¡Te mataré! ¡Me vengaré! ¡Nadie me devolverá a mi hijo! -si en algún momento reinó la paz y la tranquilidad en aquella calle de los Jirones, no ocurriría tal que así en esos momentos. Las voces y gritos que habíais protagonizado habían sido bastante audibles e indiscretos.
Motivo: Hachas Elvira (Por Huida, +25%)
Tirada: 2d100
Dificultad: 70-
Resultado: 73, 21 (Suma: 94)
Exitos: 1
Motivo: Daño Hacha
Tirada: 1d6
Resultado: 6 [6]
Motivo: Localización
Tirada: 1d10
Resultado: 5 [5]
Fin del combate.
¿supongo que sales de la casa o sólo huías al "salón", donde los cuerpos? Cuéntame tus intenciones generales, los siguiente pasos que tiene pensado hacer Sebastián.
Quedas a 11 pv.
Sebastián salió de la casa con el rabo entre las piernas. Se alejo hasta un lugar tranquilo, a un par de calles de la maldita casa y su loca dueña, antes de detenerse ante una hornacina y contemplar a la luz de las velas puestas a alguna virgen la fea herida de la espalda. ¡Mujer loca y desquiciada, parienta de San Simeón tenias que ser! El goliardo estaba haciendo mención la famoso ermitaño Simeón el loco, patrón de los enajenados.
Lo primero que pensó fue en la herida y si conocía a alguien que le pudiera dar un remiendo o aplicarle algún emplaste para que no se infectara. Luego saldaría cuentas con Ramiro, porque ese “favor” no iba a pagarse con una simple ronda de vino peleón.
Saliste de allí como un dardo disparado.
No querías tener nada más que ver con aquella mujer, ni tan siquiera con nada de la calle de los Jirones (que por cierto, así tenías en parte tus ropas). Y tal que así, en vez de regresar a tu hogar para lamentarte de las heridas y verlas sangrar, te dirigiste a la vivienda de alguien que a veces había velado por tí: doña Matilde.
Tal mujer no era sino una señora que vendía vino a escondidas a los estudiantes, pues bien es cierto que en la ciudad de Salamanca sólo las tabernas y bodegones tenían la cláusula y licencias de verder brebajes, y no así cualesquiera; Sin embargo, que la mujer, para hacerse unos dineros, siempre reunía cántaros de vino de aquí y allá, y los vendía a los goliardos (y no tan goliardos) que sabían que no la delatarían (y con ello todos contentos en el negocio).
Ocurrió una vez que, doña Matilde (pues así todos las llamaban, rondaba la cuarentena, yaún estaba de muy buen ver), estando durante una de la noches en su vivienda, que entraron en su ella dos tipos que se decían alguaciles, estando ella en pleno negocio de cuartillos y azumbres de vino contigo. Ambos exigían clausurar el negocio, llevarse lo que pudieran, y tal vez algo peor (según las malas formas de sus intenciones) Pero que así te vieron y éstos, tras un forcejeo salieron escaldados, pues lograste darle una buena paliza delante de la mujer. Ésta te lo agradeció, y de ello no hace hace más de tres meses. Desde entonces, has acudido a ella con cierta asidudiad, buscando siempre un techo donde recogerse tras la cogorzas con tu amigo Ramiro. ¿Podría Matilde curarte pues las heridas?
Tal cosa pensabas mientras recorrías la ciudad, de cabo a rabo, para llegar a su vivienda. La mujer vivía en una zona alejada, más allá incluso de la Universidad, cerca del Tormes. Sin embargo, la oscuridad de la noche y la escasa (por no decir nula) presencia de viandantes en esos momentos te alivió un poco... hasta que escuchaste unos pasos detrás, de tí, procedentes de un callejón que acababas de dejar atrás. Alguien corría detrás de tí, pero no hacia tí, sino como en otra dirección... ¿tendrías a bien encaramarte a la esquina para fisgar o sería mejor tomar las de Villadiego y hacer que doña Matilde te socorriese?
Nota, es imposible que nadie (excepto por métodos mágicos, claro), te cure las heridas a nivel de recuperar puntos de vida (a modo narrativo sí, claro, podría aliviártelas y vendarte, por ejemplo).
El goliardo caminaba renqueando mientras pensaba en los odres de doña Matilde, pensaba tanto en los pellejos de vino como en los abultados pechos de la cuarentona. Si la mujer no podía curarle la herida, al menos aliviaría su pena.
Entonces escucho los pasos. Su primera intención fue salir huyendo. En la mente del joven se visualizo la imagen de aquella loca con el hacha persiguiéndole por lar calles de Salamanca. Pero entonces se dio cuenta que los pasos no eran tan certeros, y parecía que no le estaban persiguiéndole. Como buen estudiante, la curiosidad pudo al miedo, y el joven se encaramo a una tapia para ver que estaba pasando.
Si, me refería a "curarse" como a algo interpretativo.