Partida Rol por web

La gorda gata blanca, agazapada entre las brisnas de pasto del suelo, salto contra el pobre grillo que estaba apenas a unos cuantos centimetros de ella. Sin embargo en ese preciso momento se oyó los gritos y chillidos de una de las gatas que era parte de la misión.

¡Purrrfin una entrada!

Mitones movió su brillante pelaje hasta donde creyó que se encontraba la raíz de todo el barullo que los mauillidos y quejidos estaban armando. A como no se callasen pronto tendrían problemas, y quién más adecuada para daber eso que la gata que pasaba supuestamente castigada esa noche por romper otro sillón de sus humanos. Cuando llegó y vió a los dos gatitos intentando sacar a otro de unaespecie de ventana, en un enredo de pelos, capa, garras y bigotes no pudo menos que bufar enojada.

Ggggjjjjjjj, abran paso -dijo intentando saltar desde la ventana recién descubierta, esperando que a dondequiera que empezace el suelo al menos fuese de alfombra acolchada para caer

Marfelina había armado mucho drama por el susto de caer, olvidando que todos los gaticos caen de pie. Lo recordó enseguida cuando Supergato le cayó encima. Tras Supergato cayó Mitones con su orondo cuerpo y abajo hubo maullidos de quejidos por doquier, aquello era como una camada de gaticos pequeños recién nacidos que no sabían dónde meter sus hocicos.

Allí abajo había máquina de lavar pelajes humanos que se movía, vibrando, haciendo algo de ruido y ¡estaba calentita!

Finalmente salté yo también al agujero y caí nuevamente sobre Zoe.... al final iba a parecer que Zoe era mi hembra de las veces que lo cubría....

Me bajé pidiendo disculpas y dejé que mis ojos se acostumbraran a la escasa luz.... una vez que se aclaró pude comprobar con nerviosismo como un aparato de limpieza de pelajes humano estaba funcionando.... En mi casa lo había visto dar vueltas, y vueltas, y vueltas, y vueltas.. y de vez en cuando intentaba agarrar un cordón o un botón que hacía ruido pero nunca lo conseguía.... Una vez entré dentro, era muy raro una especie de jaula de metal llena de agujeritos....

- Chicos, dije bajando la voz, debemos extremar las precauciones, Hay gente en la casa.... si eso está funcionando es que los humanos andan cerca..... Si nos encontramos con los húmanos creo que lo mejor sería abortar la misión a toda prisa..... y preparar una vía de escape.... ¿podemos todos salir por donde hemos entrado?

Y salté por la ventana, con todas mis curvas. Me daba igual encima de quien callera. Era como...No se, un derecho que yo tenía por nacer tan yo. Tan reina. No pedí disculpas, obviamente, y eché un vistazo alrededor. ¿Esto que era? ¿y aquello que se movía? ¿maquina de lavar pelajes? Solo la conozco de oídas. Mi humano doméstico no lava su paleje, lo hace otra humana de piel tostada. Una vez la miré olisquear la tela que mi humano se pone directamente para cubrirse la entrepierna. ¿Por qué se cubrirán os humanos la entrepierna? Era algo que estaba ahí naturalmente, para olerlo y reconocer al prójimo. Qué raros eran los humanos.

- ¿Si está encendida es que están? Eso es un problema...Tendremos que subir con cuidado - les miré. Porque aquí había mucho gatico nuevo que debía dar por sí solo el primer paso y encabezar el grupo, carne de cañón, una prueba de valor e iniciación.

Muy ufano tras "rescatar" a Marfelina, Supergato se quedó mirando, algo aturdido, el lavatorio de pelajes de los humanos. Hacía mucho ruido. ¿Por que no se lavaban con la lengua, como era propio y gatunil? Los humanos estaban locos.

¿Que hacía allí Supergato con todos aquellos gaticos? Era como una misión... o algo así. Miró hacia los lados, aquel era el sótano más limpio e iluminado que jamás había visto. Extraños humanos. 

La gata gorda y mandona ordenó subir por las escaleras. Ambas cualidades eran bien recibidas entre los gatos, síntomas de carisma y nobleza. Tratando de recordar a qué habían ido, Supergato le hizo caso, volando sobre las escaleras, un escalón a la vez.

—¿Con cuidado? Supergato no le tiene miedo a nada— comentó amablemente.

Zoe se levanta dolorido por tanto golpe, pro suerte todos estan bien, sobre todo su Marfe.

Estas bien querida?

Le dice a su gata mientras limpia con su lengua las pelusas que ella tiene pegadas en el lomo, mira hacia los lados, aquella habitación sin duda era mas amplia de lo que imaginaba, mientras terminan de decidir el plan a seguir el olisquea la estancia en busca de algo interesante,es cotilla fisgón por naturaleza y en esa sala todo huele a limpio.

  La gata negra moteada de barbita, pecho y patitas delanteras blancas no fue de las primeras a pasar por aquella estrecha ventanilla.

  Cierto que la curiosidad impulsada por la sangre de su mitad siamés, en muchas ocasiones, pesaba más que la prudencia. Era aventurera, sí, pero dejó pasar a la mayoría de sus compañeros felinos, especialmente aquellos más voluminosos, intimidada quizás por el respeto que le infundían tantos gatos desconocidos juntos.

  Había crecido, incluso en volumen, pero no dejaba de ser una gata más pequeña que la mayoría.

~

  Celebró que al menos Marfelina hubiese terminado con sus lastimeros maullidos, aunque lo que se escuchó cuando Supergato, ella y alguno más alcanzaron en caída el fondo no era un ruido menos sigiloso. Más con los sucesivos quejidos.

  —Ay, madre…- se lamentó en un suave maullido. Y dio gracias que en apariencia no hubiese nadie (en especial humanos) para oír aquella incursión, porque era la misión más ruidosa en la que había participado, y eso que una incluía un perrito Yorkshire ladrando estridentemente en su huida del ataque de Fusfus.

  Cuando finalmente entró, contempló la bastedad del lugar con asombro renovado ¡Cuánto espacio para jugar y correr! Si pudieran echar a los humanos de ahí, hasta podrían convertirlo en un buen lugar para diez colonias enteras de gatos.

  Llegó nuestra ladrona a la lavadora y se la quedó mirando, jamás le habían permitido sus humanos acercarse tanto a una dado que normalmente le vetaban la puerta que accedía a la habitación (cien veces más diminuta que esa) del extraño aparato de lavar pelajes. Felicia se quedó mirando el electrodoméstico como hechizada, girando su cabeza dando vueltas y más vueltas al ritmo del tambor. 

Zoe mira como Felicia se queda mirando algo,por mera curiosidad se pone a su lado mirandola hasta que...

Eso gira y brilla en el fondo!!!

Dijo boquiabierto sin poder creer lo que sus ojos tenían delante, era hipnotico ver la espumilla,ver el brillito del fondo, el olor que soltaba, no podía dejar de mirar ese objeto humano.

Maravilloso.

Ya había carne de cañón, perfecto. El resto parecía embobarse en a máquina de lavar pelajes humanos. Y la verdad es que aquello giraba y giraba, y giraba....!Suficiente! !Arriba había atún! Visualizando el atún, yo rodeada de atún, comiendo atún, rascando atún, bañandome en atún...

Seguí, a cierta distancia, al gatico ridículo de la capa. Si le pillaban primero por carne de cañón, yo me daba la vuelta. Obvius. !Era un plan perfecto!

Zoe intentó ayudar a Marfelina, y Supergato también, pero no consiguieron nada, la gata cayó al suelo y seguido el gato con capa - Gracias Supergato, al menos lo intestaste - dijo lamiendo sus patitas. Tras la preocupación de Zoe respondió - Sí, atuncito, estoy bien, me tropecé tan rápido que quedé colgando de mis zarpitas, agarrada como podía y sin poder girarme para ver la altura de esta habitación, si lo hubiera sabido no hubiera montado este dramiau, ahora todos piensan que soy una cobarde - le dijo al gato cabizbaja.

Tras andar unos pasos se quedó embobada con la máquina giratoria recordando cuando los humanos la ponían encima de ese aparato y ella se dormía, era como un masaje, aunque hacía mucho de eso, pues ahora el amor de su casa era un miauldito chiguagua, de manera que prefirió dejar de pensar en ello ¿Qué hace esa máquina encendida? ¿Acaso están los humanos?

Al ver que algunos gatos subían por las escaleras ella los siguió - Vamos Gutsito y Zoe, con cuidado.

¡Oh Bastet mía! ¡La máquina de lavar pelajes humanos era en realidad una máquina distractora de gaticos! ¡Los humanos lo tenían todo pensado para distraer a los gaticos de sus planes bastardos!

¿Por qué aquello daba vueltas? ¿y por qué los humanos no lavaban su pelaje falso a lametazos? Si eran perfectamente capaces de ello, tenían una lengua enorme. Tenían que usar esa máquina llena de luces y que daba vueltas y vueltas y vueltas...

Mientras el resto de gaticos subieron a buen paso por las escaleras del sótano, poco a poco y siguiendo s Supergato que encabezaba la marcha. Al llegar arriba había un pequeño descansillo y una puerta cerrada.

Zapa había visto muchas veces aquel invento, se había pasado horas mirando como daba vueltas, como salían burbujas.... Esta no le llamaba especialmente la atención, aunque no pudo evitar estar un rato observandola.... esta máquina podría tener algo diferente... ¿tal vez giraba en sentido contrario?.... En un momento de lucidez consiguió dejar de mirar al humaníaco artefacto... avanzó hasta alas escaleras y subió... sin embargo una puerta impedía el paso... Zapa tenía un problema.... vivía con humanos, pero ellos nunca cerraban las puertas.... por tanto nunca aprendió como se abrían, o alguien sabía como abrirlas o ahí lamentándolo mucho se iba a acabar su misión....

Toda la rudeza e intimidación que podía inspirar la blanca gata en una primera mirada se vió rota en cuanto los gatos descubrieron la trampa humana. A diferencia de muchos de ellos, Mitones ya las había visto antes y el girar lento y ritmico de la máquina no suponía ningún problema mientras giraba... y giraba... y giraba... y daba vueltas con más vueltas...en las vueltas...

Pfffgghh! -bufó, intentando recuperar el control de si misma.

La máquina tenía un aspecto gracioso y salía una onda de calor que hizo ronronear a Mitones mientras se pegaba a la lavapelaja.

Prrr...y vi-vi-vi-vi-bra-bra-bra 

Uno a uno los gatos fueron saliendo de la habitación mientras la felina seguía disfrutando del juguete humano.

Quizás lo tienen prrr  miaulentarse.

Pasaron unos minutos antes de que pudiera liberarse del hechizo de la horrenda trampa. Cuando subió las escaleras se encontró a un grupo de los gatos de la misión observando una puerta cerrada, temiendo otra divertida trampa se acercó.

Miaundenada máquina del... ¿Y qué miramos, chicos? Es sólo una de esas bolas de pelo duras de los humanos...miren ¿Les enseño un truco? !Vamos! !A que les gustará! -Emocionada, la gata tomó impulso y saltó sobre sus patas traseras; alcanzando a estrellarse contra la puerta con un golpe sordo. Para cuando cayó al suelo la puerta se abría rechinando 

Carne de cañón, candidata que abría la puerta. Así daba gusto ir de misión. Ahora solo faltaba que le hubieran preparado una cantidad inmensa de atún sobre una cama blandita, para comer tumbada. Claro que si. 

Mitones parece que abre la puerta. De eso tiene pinta. Y me pica la oreja. !Oh! !Es fatal! Un rato entre gaticos de menos caché y ya me han pegado bichos. Pobre pelaje mío, pobre....Me rasco detrás de la oreja.

- Venga, adelante - les dijo a la carnes de cañón.

Maldito ve como abren la puerta, y decide esperarse a mitad de escaleras hasta que empiecen a pasar por la puerta algunos de los gatos y asegurarse que no hay luz al otro lado de la puerta. Si no hay luz significara que no hay ningun desgraciado humano al menos en esa zona de la casa.

Supergato llegó hasta arriba y miró hacia atrás. Algunos gaticos y gaticas le seguían en su valeroso gatear, incluso una gata blanca saltó y abrió la puerta que les detenía el paso. ¡Perfecto! Así no tendría que echarla abajo con su Gatofuerza. Los humanos se enfadaban mucho cuando lo hacía. A sus oídos llegó el agradecimiento de Marfelina por su rescate. Habría sido hace minutos, pero Supergato no era de procesar las cosas muy rápido.

A pesar de ello, asintió al ver la habilidad con la que había abierto la puerta la gata. —Bravo, equipo. ¡Menudo salto, Mitones!

Sin más que decir, esperó a que unos cuantos gaticos más estuvieran arriba de la escalera y empujó la puerta para pasar al otro lado. Era importante que fuera el primero, su Gatoresistencia le haría aguantar cualquier cosa, y así cumpliría la misión. Esa que se le había olvidado, pero bueno. Tenía curiosidad por saber lo que había dentro. Y la curiosidad alimentó al gato, ¿no?.

La puerta se abrió y los gaticos enseguida vieron el lugar donde los humanos almacenaban y cocinaban la comida. Deliciosa comida que casi nunca les dejaban comer. Seguro que allí guardaban el atún. Aunque primero había que hacer otra cosa... ¿Qué había dicho el coronel? ¿Algo de un traidor...?

¡Por Li Shou! Seguro que el atún estaba allí... Y una decena más de comida deliciosa que saquear a los humanos. Pero la guardarían en aquellos sitios de difícil acceso, con puertas imposibles de abrir para los gaticos... O eso creían ellos...

Ahora los gaticos podían intentar entrar en aquellos almacenes cerrados o seguir buscando por la casa a... ¿qué estaban buscando?

Zapa observaba la casa, no perdía detalle.... sin embargo no le interesaba la comida.... era una tontería buscar el Atún.... los humanos guardaban el atún en unas cajas duras de metal que no había manera de abrir, ni el tontogato de la capa sería capaz de abrir una de esas cajas..... Podíamos buscar otra comida pero nos saldríamos del espíritu de la misión. Aunque bueno.... el Jamón Cocido está muy rico.... mmmmh, probemos en el armario ese del frio.... Con mi patita empiezo a tirar de la puerta et.... voilá!!! la puerta del armario del frio abierta.!!!...Buahhhh!!!!!... perdón..... Miaaauuuuu!!!!!

Que ven mis ojos....!!!

Chicos, fijáos..!!!!. la comida está oculta detrás de estas cosas amarillas.!!!!! Seguro que ahí guardan el atún....

Zoe felicita con admiración a Mitones por abrir la puerta y sacarlo del estado catatónico que tenia viendo el lavapelajes humano, sube las escaleras esperando a que suban tras el su compañera e hijo, al llegar a donde los humanos almacenan la comida el se pone a dar saltos de un lado a otro, espitoso corretea por encima de las encimeras haciendo círculos por toda la cocina.

Ya estamos aquí, comida para todos!!, seguro que abro uno de esos sitios y encuentro comida con los ojos cerrados!!

Zoe mira tras de si y llama a los gatos, sobre todo hace gestos a Ginebra.

Ginebra ​esto es una trampa, esta duro casi me saco un colmillo, tu tienes domesticados a tus humanos , sabes como se come esto?

Al caer, llega a un amplio salón, con una cosa tiritona y grandote. Era extraño ver un lugar cerrado taaaan grande, y que además tenía esa caja blanca que parecía estar viva. ¿Para qué serviría? Aparentemente era señal de que había humanos rondando, y eso siempre era una mala noticia para la gata nórdica. Había dos clases de humanos. Los que le daban con la escoba o los que la sobornaban con atún. 

Ya que parecían inclinarse por subir, Ophelia siguió. Siempre y cuando las decisiones que hicieran tuvieran sentido, ella no tenía problema en ser una gatita anónima del grupo. Pero apenas dio el primer paso en aquella dirección, se dio cuenta de que Felicia ya no estaba a su lado, sino que hipnotizada con la cabeza rebotándole al seguir un movimiento circular que Ophelia no entendía. ¿Cuál era la función de eso? ¿Era un juguete para humanos, como el malvado puntero láser? Miró a la pequeña gatita moteada, meditando si acercarse ¡Incluso Zoe parecía compartir su fascinación! Hubiese ido a acompañarlos, pero tan solo la idea de atún la hacía salivar, y temía quedarse sin si el resto de los gatos se le adelantaba, así que termino por decidir que subiría y punto. 

Cuando llega a la cocina, el lugar parece un laberinto de puertas. Malditos humanos y sus puzzles. ¿Acaso no podían solo guardar y comer como un gato normal? Sacó sus garritas y, intentando meterlas por la ranura de las puertas, intento abrir alguna. Pero las puertitas demoníacas eran tan pesadas como invencibles, y el atún no se encontraba por ninguna parte. Solo esperaba que alguien fuera más hábil que ella a la hora de encontrar la comida en un refugio humano.