Partida Rol por web

Mismo escenario, misma situación. Prueba de iniciativa.

Un fogonazo de luz deslumbradora te hace aparecer en un nuevo escenario.

Te encuentras en una habitación. No hay puertas en ningún extremo de ella.

Las dimensiones de esta son pequeñas 25' de ancho por 25' de largo.

En las cuatro esquinas hay cuatro pociones tiradas en el suelo. Una de color amarilla, otra roja, verde  y otra azul.

Ahora eres libre de actuar.

Esta vez Vraurk está más preparado. En lugar de dejarse llevar por la rabia, da un paso atrás y gesticula unos instantes mientras pronuncia unas palabras muy concretas. Después prepara cimitarra y escudo para recibir los ataques de Tifón.

Un fogonazo de luz hace aparecer a Tifón en la sala. 

Cuando este te ve comienza a hacer unos gestos con sus manos, y a murmurar unas palabras. Después te apunta con sus brazos y una sensación de somnolencia invade tu cuerpo.

Tu enemigo te había lanzado algún tipo de magia que te había dejado totalmente dormido. Justo despiertas cuando ves que te ha clavado su espadón en el pecho. El dolor te hace despertarse y notas la herida sangrante en tu estómago.

Ya no tienes armas, te ha desarmado y además te ha quitado el amuleto que llevabas colgando.

Solo tienes la armadura porque ni el escudo te ha dejado.

Ahora yaces tirado en el suelo, con tu enemigo a la espera de que hagas cualquier movimiento para rematarte.

Se levanta del suelo, viendo que le han dejado sin armas, Vraurk decide no amedrentarse y golpear con sus puños.

Vrarurk se pone en pie esquivando el ataque de Tifón y de pronto su cuerpo se llena de furia y sus ojos se inyectan en sangre. Entonces le golpea en la cara con sus puños desnudos propinándole un fuerte derechazo en la cara.

Hasta ese momento no te habías dado cuenta de que Tifón brillaba con una extraña luz.

Tu enemigo se lleva una mano a la mejilla retrocede un paso y extiende los brazos hacia delante. De pronto comienza a invocar algún poder del bien y la luz que emanaba antes parece hacerse más intensa hasta que esta empieza a fluir por los brazos y después se convierte en un rayo que se dirige hacia ti y el otro unos centímetros un poco mas allá.

La luz te golpea y sientes como te abrasa por dentro, pero por suerte, no resulta nada demasiado grave.

Vraurk, sorprendido por lo que va desubriendo de su enemigo, duda unos instantes sobre si volver a atacar o replantearse su estrategia.

Al final, pese a tener la mandíbula desencajada de dolor y estar sediento de sangre, decide aprovechar el espacio dejado por Tifón para retroceder hasta donde está su escudo tirado en el suelo, recogiéndolo de ahí y cubriéndose con él.

-Tienes muchos secretos, pero no te servirán de nada...

Tifón procede de la misma manera, vuelve a cargarse con un halo de luz y nuevamente te lanza sendos rayos, uno rebota en el escudo que has obtenido y el otro te impacta en una mano hiriéndote de nuevo. Después de aquello y tras dejar de brillar Tifón comienza a agitar su espadón y se acerca a donde te encuentras.

Vraurk gruñe cuando el rayo vuelve a impactarle, quemándole la piel, y decide que ya basta de tomarse las cosas con estrategia. Carga contra Tifón mientras grita con rabia y sujeta el escudo con ambas manos, y trata de golpear con todas sus fuerzas en la cabeza de su adversario con el escudo.

Vraurk se lanza contra Tifón cargando con su escudo, pero con un suave movimiento el hombre esquiva el ataque, y descarga su espadón contra su enemigo. 

El druida logra esquivar también el arma de su enemigo.

¿Ya no tienes más sorpresas? gruñe Vraurk con voz gutural y entrecortada por la rabia, mientras vuelve a intentar una vez más hundir su escudo en la cabeza del esquivo humano.

El escudo del semiorco impacta contra la armadura de Tifón y no le hace ningún daño. El humano contrataca con su espadón y falla de nuevo el ataque.

Una vez más el escudo trata de alcanzar con fuerza a Tifón, mientras la profunda herida del semiorco continúa sangrando con abundancia.

Tifón aprovecha el desliz que comete Vraurk por usar su escudo para atacar y aprovecha esta debilidad para clavarle su espadón en el estómago haciéndole una terrible herida que le deja inconsciente y desangrándose vivo.

Vraruk parecía que iba a perder el combate, pero el poder de la magia que lanzó sobre sí mismo le hizo mantenerse aún consciente y capaz de seguir atacando.