Partida Rol por web

Smith termina su café pensativamente.

- Se me ocurre que podría hablar con los policías que me llevaron ayer noche hasta Whitechapel... Les contaré mis sospechas de que los mismos desalmados que secuestraron a Pook y lo envenenaron tienen que ver con el crimen de Rotherhite. Quizá les cuente incluso que azuzaron un perro fiero contra el pobre doctor Hobbs. Aunque detesto faltar a la verdad, tanto como caballero como en condición de académico, en ocasiones el bien común nos fuerza a sacrificar el honor personal.

"Con eso espero convencer a los agentes de que alguno de ustedes ya han topado con esa gentuza de los fezes en el extranjero, y podrían ser útiles en la investigación. Así quizá les dejen ver la escena del crimen.

El Doctor Saroch, junto al Barón Hartzman, se presentó frente al casero de Pook para explicarle que era médico y necesitaba junto a su acompañanete acceso a su habitación un momento para averiguar qué enfermedad podía haber sufrido Pook.

SOBRE EL CONDE VON HOFLER

Ese aristócrata vienés es un lo que hoy llamaríamos parapsicólogo, de fama europea. Se hizo famoso hará unos diez años por investigar el llamado "aullido de Praga", una serie de desapariciones de mujeres en la ciudad del Moldava. Se rumorea que Von Hofler bajó a las catacumbas de esa urbe y derrotó al "aullido" (sobre qué era el Aullido, existen varias versiones), exorcizándolo. 

SOBRE LOS PAPELES DE POOK.

El dr Saroch hojea los apuntes y encuentra lo que parecen ser algunos intentos de traducir los jeroglíficos marcados en el interior del Fez, aunque entre manchas, garabatos y divagaciones del autor , sólo destaca dos frsaes "resurgiendo del pasado" y "dominar el orbe".

En compañía del doctor Saroch me dirigí a la habitación donde se alojaba Pook. Una vez allí, deje que el doctor se identificase antes el casero y llevase la voz cantante en la conversación...

DR SAROCH/VON HARTZMAN.

Impresionado por las credenciales médicas de Monsieur Saroch, el casero os abre las puertas de su estudio/buhardilla de estudiante. Pregunta si debería quemar la ropa y sábanas de Pook para prevenir contagios. Os pide también quién pagará el alquiler pendiente de Pook (5 libras).

Con unas mascarillas improvisadas, os adentráis en la habitación. Hay una cama, una estantería con libros y libretas, un modesto escritorio lleno de papeles y apuntes, dos baúles con ropa. Destacan dos fotografías enmarcadas, que cuelgan de la pared. Una de un grupo de estudiantes en frente de la Mezquita Azul de Estambul (identificáis a Pook, el profesor, que lleva aun fez, debe ser el profesor Demat, el amigo de Smith) y otra de Pook con una niña sentada en el regazo y un matrimonio mayor (sus padres y su hermanita, deducís). 

Hay pilas de apuntes y legajos por todas partes.

Comparando la escritura de Pook con las notas de Whitechapel, Saroch deduce que fue otra persona quien escribió esas notas. nada sorprendente considerando que el tiempo infernal que pasó en Whitechapel estaba secuestrado y atado a una cama.

POLAT Y O'LEARY.

Pasáis todo el lunes en la biblioteca del Brittish Museum en una búsqueda enfebrecida. Quizá atormentados por lo que vistéis la noche anterior, quizá avergonzados por vuestra reacción al horror, unís vuestras 

- No se preocupe por el dinero, buen hombre... yo me haré cargo de la deuda - respondí ante la petición del casero, preocupado por su dinero.

Una vez que el casero se hubiera quedado tranquilo me dispuse a investigar en la habitación en busca de alguna información importante...

El Doctor iba a contestar al casero que obviamente se ocuparía del gasto de las 5 libras cuando el Capitán se le adelantó. Eran caballeros y no iban a discutir por minucias como aquellas.

Tras ello Saroch sacó las imágenes de sus marcos y las guardó cuidadosamente. Tal vez las podrían usar en el futuro y estaba claro que a Pook ya no le iban a servir de nada donde quiera que estuviera su alma atormentada en esos momentos.

-Monsieur, ¿Vamos a ver si encontramos algo interesante? - dijo al capitán mientras se arremangaba y se dedicaba a revisar la habitación al completo en busca de información útil para el caso. Su mente agradecía cualquier esfuerzo que le llevara lejos de los dolorosos recuerdos de su amada Angelique, así que se puso con mucha concentración a buscar pistas para ese interesante caso.

HARTZMAN+SAROCH.

El casero se retira muy satisfecho de la munificencia del barón. Así no se fija que, bajo una pila de apuntes de un trabajo universitario, encuentran el diario personal de Matthew Pook. Un rápido vistazo entre libros y demás hojarasca académica no permite encontrar nada más.

Os lleváis el diario tras recomendar el casero que hierva toda la ropa de cama.

MEADOWCROFT+WOYTEK.

Es un duro día de papeleo, pero conseguís los visados y los billetes. Mañana cogéis "le train bleu" de Londres a Dover (a las 10 h), el ferry de Dover a Calais (a las 12 h), si hay buena mar, deberíais poder coger otro tren a París. De allí otro a XX, y allí ya finalmente embarcáis en el Orient Express, rumbo a Constantinopla. En esta brillante Belle Epoque, es posible plantarse de Londres a la puerta de Asia en sólo una semana... ¡Todo es posible en esta nueva era! *

Hay que ponerse enseguida a empaquetar maletas. ¿Os prestaría Smith su mayordomo?

El de la agencia de viajes queda tan contento de vender seis billetes para el tren más caro de Europa (más otros), que os regala una práctica Bradshaws Continental Railway Guide . Guía de viajes y horarios de la mayoría de ciudades que cruzaréis.**

La joven tuerce un poco el gesto. Les ha costado bastante más de lo que esperaba conseguir los billetes y los visados. Especialmente los visados, supone que por el hecho de ser un grupo con tantas nacionalidades distintas.

Mete toda la documentación en una cartera de cuero bastante lujosa aunque impresionantemente baqueteada (1) mientras atiende al caballero que les ha vendido los billetes, que parece impresionantemente contento de haber podido vender tantos a pesar de que tienen un precio estratosférico.

Cuando por fin salen del establecimiento se gira hacia su joven acompañante mientras se pone los guantes.

-Pues ya hemos acabado con este farragoso trámite, señor Woytek-Lezczynski.- No habla polaco, pero se ha tomado la molestia de aprenderse la pronunciación del jeroglífico que para ella es el apellido del joven caballero hasta poder decirlo sin el más leve titubeo.- Yo sugeriría que nos reuníeramos con el resto de caballeros y empezásemos a hacer las maletas lo antes posible.- Entreabre un momento la cartera y mira las fechas y las horas de los viajes, entrecerrando levemente los ojos.- No tenemos mucho tiempo para preparativos, me temo...

- Por favor… solo mis profesores en Vienna me llamaban así. - volvió a insistir el joven noble con una sonrisa cortés, evidentemente desacostumbrado a ser tratado con tanta deferencia - O la policía...

- Kazimierz es suficiente… Nos ahorrará mucho tiempo a todos.

En rigor de verdad, el muchacho se sentía mucho más a gusto con algunos de los varios apodos que se había ido ganando durante sus correrías como pendenciero y agitador. Y también con el hecho de que, en la gran mayoría de los círculos que había frecuentado por aquellos días, ni siquiera se tenía noción de su ilustrísima ascendencia.

Por supuesto, su llegada a Londres marcaba el inicio de una nueva etapa en su vida. Pero tal parecía que los viejos hábitos eran difíciles de olvidar.

- Tiempo que no tenemos, como bien decís. Ya hemos perdido casi todo el día en trámites y más trámites. Y solo puedo esperar que todo esté en orden. La verdad es que no sé cómo habría resuelto tanto papeleo sin vuestra asistencia.

Aquello era rigurosamente cierto. Pues la decidida muchacha había llevado adelante todo el farragoso proceso, limitándose el polaco a extender su billetera o firmar documentos cuando era menester. 

- De todos modos, creo que sería bueno reunirnos una última vez con nuestros camaradas. Por si ha surgido algo de último momento que requiera nuestra atención.

- En lo personal, yo todavía quisiera hacer una visita a ese sombrerero de Rotherhite.