Partida Rol por web

Atendió a las palabras revelantes del elfo, asintiendo.- Lo que sospechaba... Erundur no me inspira confianza, además de que coincide con los sueños de Radagast. - se dirigió a él al nombrarle, con una dulce sonrisa en el rostro, ignorando al enano.- Arien soñó una vez más, y una vez más ha dado tres nombres: Erundur, Glorfindel y Sum-Aera. A Sum dice Gollum haberla mirado esta pasada noche, aunque de él ya no me fío mucho. Extraños incidentes han pasado dos días seguidos a su alrededor: la primera amaneció herido y Rashka muerta a su lado, y ahora lo mismo, sólo que la muerta ha sido Menta.- miró a la pequeña mediana con tristeza. No comprendía cómo un ser inocente, pequeño y divertido, podría matar a alguien...- Ésta era la visión de Arien, según sus sueños ella es una de las asesinas. Y según Naxael, también. Ahora, otro de tus sueños, Radagast, quedan confirmados. Arien ha soñado con Erundur, y a él apunta la pista que Naxael me ha proporcionado, por lo que no queda otro remedio... 

-no se so Habra mas cuatro eramos al llegar no se si habia mas.

Sonriente se inclino ante ella y hablo sin demora.
-Convencerlos entonces de que acaben con Erundur, y esperemos que sea un final y no un error mas.

Erundur y Arien se unen a la reunión

Galadriel, ¿me has votado tu o te han cambiado el voto?, ¿ves como los culpables eran otros?, han muerto dos inocentes y dejáis a un asesino suelto. Decía con una solitaria lagrima que era derramada de mis ojos.

Miró con tristeza a los recién llegados. No se lo podía creer, había cooperado en el asesinato de un inocente. 

-Muy a mi pesar, cuando mis sospechas sobre ti ya no existían fue demasiado tarde.- dijo con voz y mirada triste. - Arien... Siento mucho que tú también estés aquí. Ninguno de los dos deberíais estar muertos. Los asesinos han ganado la jugada esta vez, pero espero que no les dure mucho... 

- Parece que Naxael se salió con la suya... -Musité, al ver al otro elfo entre nosotros.

Observo con el rostro serio a los presentes en este lugar y finalmente me giro hacia Galadriel.

- No te culpes, querida. Es difícil discernir en toda esta amalgama de palabras enfrentadas. Yo sabía que Erundur era inocente, por mi unión con él. Pero decirlo allí habría sido exponernos a los asesinos con demasiada facilidad. Por esto es por lo que me mostré segura de la culpabilidad de Glorfindel. Si Erundur es inocente, cosa que sé a ciencia cierta, y a Sum- Aera la exculpó Gollum... No quedaba más opción que Glorfindel. - Me encojo suavemente de hombros y mi gesto serio se suaviza. 

- Pero supongo que ya da igual. - Digo, mientras me acerco a mi antiguo amigo Radagast y me siento a su lado. - Me alegro de volver a verte. La tuya fue una una pérdida especialmente dolorosa para mí. - Después me giro hacia Menta. - ¿Aquí sigues teniendo ese tabaco y esa pipa?

-¿Unión?- preguntó sin comprender.- ¿Qué clase de unión hay entre vosotros? 

- Lamento mucho que las cosas hayan acabado así para vosotros... - comenté, apenada. - Yo poco puedo aportar desde mi posición en este mundo, pero hace ya tiempo comencé a sospechar de Glorfindel. Quizás sólo fue un pálpito pero.. la primera impresión que tuve de él no fue nada buena. Y creo recordar que Radagast también tuvo esa sensación... 

Con mucho dolor y culpa escuché cómo la maia del fuego confirmaba mis mas temidas sospechas. Sum-Aera era inocente.. -Maldita sea.

- Nuestras almas están unidas más allá de lo terrenal. - Explico con sencillez. - Por eso puedo garantizar su inocencia. Y por eso, a pesar de confiar en la inocencia de Radagast, no confío en sus sueños. Galadriel, querida amiga, por favor cuéntanos qué sucede arriba para amenizarnos la espera en este lugar.

Me giro hacia Rashka entonces, con un gesto de duda. - ¿Qué sucede? ¿Tuviste algo que ver con Sum-Aera?

Por así decirlo yo conozco todos sus secretos y ella los míos, por eso sabía que ella era una soñadora y podía poner la mano en el fuego por ella. Estas perdonada Galadriel, tu puedes ayudar a que se haga justicia ya que aun estas viva.

-Demasiado triste es la situación... Ahora mismo... simplemente lamentamos vuestra pérdida. Y hay cada vez más convencidos de que Glorfindel es culpable. Ya no se puede confiar ni en la pureza de los elfos... Esto sólo indica que la Tierra Media está peor de lo que pensaba en un principio.-dice con la cabeza gacha y la voz llena de tristeza. 

Me acerco a Galadriel abrazándola con comprensión, tranquila tienes un corazón puro y por eso se que no te vas a rendir, eres fuerte y estoy para intentar hacer lo que este en mi mano con tal de que hagamos justicia.

-Sabéis que si estuviese en mi mano os reviviría, a todos los inocentes. Pero por desgracia la magia élfica no ha llegado, al menos en mi sangre, a tanto poder.-hunde la cabeza en el hombro del apuesto elfo y por un momento parece que va a derrumbarse, pero finalmente se recompone y sonríe desprendiendo puro amor. - Solucionaremos esto juntos. Desde luego que sí.

Devuelvo la sonrisa tranquilo y mirándola a los ojos respondo quitando tensión al momento, juntos lo haremos y eso no lo dudes, si continuas mirándome así no voy a poder dejar de mirarte. No puedo abandonar mi sonrisa contemplando a la hermosa dama que me mira.

Radagast estaba confundido. Si en el tercer día soñó con los que ahora están muertos y las puertas a los vivos siguen cerradas, ¿Entonces quien falta?.

-De elfo sospecho si, pero en ningún sueño lo vi. En cambio con vosotros si lo hice, por lo que la pregunta sigue en el aire, ¿Condenado de sangre oscura, alguno es?-Pregunto a su vieja amiga Maya, quien sucumbió al amor y a Erundur su enamorado.

Asiento levemente a la pregunta de Arien y me acerco a ella. Saco la bolsita y una pipa del bolsillo y se lo tiendo.

- El mejor de la Comarca... -Repito, como siempre que lo sacaba, aunque esta vez sin un ápice de alegría en la voz. Saber que no volvería allí dolía.

Niego suavemente con la cabeza ante las palabras de Radagast. - No, querido amigo, ya te lo dije, mi poder son los sueños. Temo que alguien confundió los tuyos con alguna extraña artimaña. Si me preguntasen a mí por los que quedan en el otro lado, apostaría por Glorfindel y Legolas. Aunque supongo que ya no importa.

Me encojo de hombros mientras acepto con una sonrisa la pipa y el tabaco de Menta. - Muchas gracias, pequeña. - Con tranquilidad meto el tabaco en la cazoleta y con un chasquido de los dedos enciendo la pipa. 

Después me aparto un poco para no molestar a nadie con el humo y aspiro a través de la boquilla. - Increíblemente bueno, tenías razón, Menta.

Busco en su ropa y saco algo que llevarse a la boca, que bueno aun podía paladear.
[b]-De ese poder, nada se.[b]-Contesto a Arien y continuo masticando y paladeando.