Partida Rol por web

No sabia bien que pensaba Odinot de todo lo que estaba contándole... pero no es al único que voy a tener que convencer para que no hagan una locura, esto empieza a ponerse feo. 

- Si, yo también iré primero a mis aposentos. Dígale al rey que no tardaremos - 

Debo pensar como arreglar todo esto...

Me freno ligeramente dejando pasar a Sabent delante, permitiendo que la distancia entre los dos crezca. Una vez gira en el pasillo que provoca que nuestros caminos se separen yo doy media vuelta para volver sobre mis pasos, buscando a Vesian. Esta vez acelero mi paso para pillarlo mas adelante de donde lo habíamos dejado, pero sin llegar aun al comedor.

- Vesian...- lo llamo sin querer alzar mucho la voz 

Se detiene cuando escucha a Odinot. La voz de Vesian aun cuando habla en voz baja suena ahora poderosa. Aun siendo antes poco decidido ahora suena convencido y firme como si un hecho terrible y revelador hubiese marcado su vida .-¿Que deseais venerable Odinot?¿Habeis reconsiderado mi oferta?-.

Me acerco a Vesian.

- Yo luchare a tu lado, pero se discreto mientras estemos en Suan...- lo miro directamente a los ojos, algo en él ha cambiado - Aprovecharemos la sorpresa -

- No lo hagas... - lloriquea Vesian en un rincón de su mente.

.-Mandare un mensajero hoy mismo para que en mis tierras se reuna el ejercito. Esperare; luego tendras tu venganza y yo mi guerra-. Hace una pausa .-Ahora entrare con el resto a cenar. Buena suerte-.

.-Vesian. No podias ni soñar con la gloria y hoy estas marcando el destino de todo un reino. Dejate llevar-.

- Nos vemos en la cena -

Me despido por un breve periodo de tiempo. Ire a mis aposentos como dije para asearme un poco y luego volvere, espero que Sabent no sospeche nada...

Entras en el comedor donde esperan sentados el rey y Melikant bebiendo algo de vino. La comida aun no esta servida, aunque los criados estan en los laterales de la habitacion aguardando la incorporación de todos los invitados de palacio.

Veo a Vesian y me levanto por cortesia.

- Saludos oh viejo amigo -

Me acerco con la copa en la mano.

- ¿Como te va todo? ¿quieres algo de vino?. He traido del mejor de la cosecha -

Sonrío mientras apoyo mi copa para agarrar la jarra y servirle si quiere probarlo.

Me levanto junto al señor Melikant, pero no hablo. Dejo que se saluden sin interrupciones, disfrutando del vino que ha traido Denot y mirando con respeto a Vesian, aunque ligeramente disimulado, no quiero que sospechen nada raro.

.-Magnificamente. Denot. Magnificamente... Al igual que este vino. Espero que hayais tenido un buen viaje-. Vesian señala en la pared .-¿Habeis visto el cuadro que he regalado a su majestad?-.

El comedor esta decorado con el estandarte real, en la pared a la espalda del asiento real, asi como los estandartes de los cinco reinos duplicados en cada pared lateral. La mesa es rectangular exceptuando el extremo opuesto donde se sienta el rey que acaba en semicirculo para que solo presida el rey. A ese extremo de la habitacion un gran porton es la unica salida de la sala. El suelo hecho de marmol claro reluce.

- No me puedo quejar sabiendo como estan los caminos hoy en dia.- me giro hacia el cuadro que me habia mostrado el rey cuando entramos en el comedor. - Si, es precioso, ¿cuando harás que ese pintor tuyo me haga un retrato a mi? -

Sonrío calidamente volviendo la mirada sobre Vesian.

Tras tu respuesta a Melikant notas ajetreo, se empiezan a escuchar ruidos en dirección a la puerta del castillo. Te parece una discusión, acaba con un portazo y empiezan a acercarse pasos metalicos de forma acelerada, a ellos se les van sumando mas cada vez que se acercan.

En cuanto empiezo a escuchar ruidos que rompen con la normalidad en palacio llamo a uno de los criados con la mano mientras me acerco a la puerta del comedor.

- ¿Que ocurre?- pregunto sin mirarlo, con la atención en el pasillo que esta delante de mi.

El criado se acerca sin demora y cuando el rey le pregunta no parece saber que responder. Duda unos instantes, alzando los hombros y le tiembla ligeramente el pulso, entonces habla.

- Ahora voy a enterarme majestad-

Y se apresura a salir por la puerta del comedor, dejandoos a vosotros con la duda. Los soldados de alrededor se acercan a la puerta y echan mano de sus armas, preparandose para combatir si es necesario. Todo el ambiente empieza a ser bastante caotico, y los criados que aguardaban para servir la cena cuchichean entre ellos sin saber donde esconderse.

Vesian se muestra visiblemente preocupado, aunque por respeto hacia la figura del rey se contiene de salir a ver que pasa. Mueve los dedos golpeando la mesa ritmicamente mientras espera a ver que pasa.

El criado no tarda en aparecer casi corriendo por el pasillo, pero sin mirar hacia detrás suyo, lo que os hace suponer a todos que no huye de nada. Se frena al llegar a la puerta y hace una ligera reverencia, cogiendo aire.

- Es Jan Hartiel, viene hacia aquí. -

Jan es el hijo del señor feudal de Hartiel, no sabes demasiado de él, salvo que es bastante irascible y que no se reclamo su presencia en palacio, sino la de su padre.

Veo como vuelve el criado hasta mi, portando nuevas noticias sobre lo que ocurre.

-¿Que hace el aquí?....- fue lo único que me dio tiempo a decir antes de que apareciera por el pasillo.

Las pisadas se aproximan y por el fondo del pasillo aparece Jan Hartiel seguido por su guardia personal, diez hombres armados que avanzan preparados para entrar en combate, aunque aun con las armas enfundadas. A su alrededor les escoltan un numero mas elevado de tropas de palacio, que vigilan de cerca los movimientos de la guardia de Hartiel, por si tienen que evitar algun enfrentamiento.

El tronar de pisadas metálicas llega hasta las puertas y se detiene, creando un silencio que casi todos los oidos agradecen, aunque no por ello tiene que traer nada bueno.